¿Recarga en 30 segundos? Llega a la Fórmula E una de las mayores innovaciones en las carreras

Si le preguntaran a un usuario de vehículo eléctrico, en lo alto de sus preocupaciones figurará la facilidad de disponer de un cargador eléctrico cuando salga del radio de acción de su domicilio y el tiempo de recarga.

La escasez de estaciones de suministro según el punto geográfico y su capacidad es todavía una de las grandes áreas pendientes de mejora. En tiempos de multiplicación de ansiedades, la autonomía y la alimentación de los coches eléctricos ha entrado a formar parte de ese catálogo.

Sin embargo, la Formula E podría venir en su ayuda. Al menos, de forma experimental y con el potencial de que su tecnología mejore la tecnología y velocidad de recarga del vehículo: a partir de 2024, el campeonato de monoplazas eléctricos introducirá las paradas en boxes.

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Javier Rubio

En su caso, para cargar energía eléctrica, a gran velocidad y plena carrera. La introducción del Attack Charge (como se denomina oficialmente) podría contribuir en el futuro a aliviar esas ansiedades del conductor de vehículo eléctrico.

Más energía, también en carrera

La Formula E inicia en enero su décima temporada. Concebida como vanguardia de la energía eléctrica motriz, el certamen comenzó utilizando dos monoplazas por carrera y piloto en su primera temporada, 2014/2015, por la falta de autonomía. En la 2018/2019 llegó el Gen2, con mayor eficiencia y potencia (335cv o 250 kW), y permitía completar una carrera sin cambio de coche durante la misma.

La aparición en 2023 del Gen3 supuso un importante salto cualitativo para el campeonato y la tecnología eléctrica. La potencia máxima subía a 350 Kw (475 cv), con dos unidades motrices, una para cada eje: 250kW el delantero y 350kW el trasero, en el que los frenos convencionales son sustituidos por el sistema de regeneración como mecanismo de retención.

También aumentaba la energía recuperada durante la carrera, ya que el 40 por ciento de la consumida se genera durante la misma frente al 30 por ciento de la anterior. Y, sobre todo, el Gen3 incorpora la recarga en carrera durante un período que no superará los 33 segundos.

Solo en carreras seleccionadas previamente

En principio, el Attack Charge estaba previsto para esta pasada temporada. Varios problemas con las nuevas baterías del Gen3 forzaron el cambio de distintos componentes, lo que, unido al desarrollo del sistema, aconsejó posponer el ‘repostaje’ eléctrico hasta el próximo campeonato, que se introducirá en carreras seleccionadas con un margen de 21 días antes de su celebración.

Básicamente, los monoplazas serán recargados en la parada en boxes recibiendo 4kWh con 600Kw. Esta se realizará en una ventana predefinida de la carrera y anunciada antes del comienzo de esta. La energía introducida se usará estratégicamente durante el resto de la misma, en combinación con la regenerada en marcha.

El Gen3 cuenta con un conector especial en la parte trasera del carenado con doble entrada para recarga más lenta y la de alta velocidad. Cada equipo solo podrá utilizar un único sistema (Boost Charger) durante la competición, sellado y verificado oficialmente, que se conectará al sistema de energía suministrado por el organizador de la carrera.

En la Formula 1 hasta veinte mecánicos intervienen en la parada en boxes en todos los ángulos del monoplaza. Sin embargo, solo dos mecánicos se permiten en la Formula E, más un tercero para detener y dar salida al coche a la carrera.

En este campeonato no está permitido el cambio de neumáticos durante la recarga, los cuatro deben estar en contacto con el suelo durante la misma, y se prohíbe cualquier labor de mantenimiento del monoplaza. Obviamente, los mecánicos deben llevar un especial equipo de seguridad, incluyendo guantes reglamentariamente homologados.

¿Acierto para el espectáculo o tiro por la culata?

Cada equipo deberá recargar sus dos monoplazas en momentos distintos de la prueba, y no podrán ejecutar el doble stack, un coche detrás de otro esperando en cola de la posición asignada para la recarga. Se abre así un amplio abanico de opciones, pero también quebraderos de cabeza estratégicos, porque la parada de recarga añadirá una nueva dimensión a las ya de por sí complejas carreras de monoplazas eléctricos.

Simplificando al máximo, la Formula E consiste en lograr la mayor eficiencia, es decir, rodar al máximo ritmo con la energía disponible y la regenerada durante la prueba. En plena carrera también está disponible el Attack Mode, que permite llevar al monoplaza a su máxima potencia (de 300 a 350kw) durante un lapso de tiempo específico y entre una y tres veces por carrera. Las recargas añadirán otro componente estratégico que incrementará la imprevisible naturaleza de la Fórmula E.

Durante estos dos últimos años, la FIA y los organizadores han llevado a cabo todo tipo de simulaciones con múltiples combinaciones estratégicas. Porque se pretende evitar una innovación vital para la imagen del campeonato y la tecnología eléctrica se convierta en un tiro por la culata desde el punto de vista del espectáculo.

En las simulaciones ya se ha comprobado que un monoplaza que pare a recargar vuelva a la pista doblado, o que un líder arruine su posición o victoria. Cada fin de semana se establecerá un tiempo mínimo de paso por boxes a sumar a los 30 segundos de recarga, y según la longitud y tipo de circuito, la parada puede revolver la prueba.

El pasado mes de octubre tuvieron lugar los entrenamientos colectivos de la Fórmula E en el circuito de Cheste, Valencia. De momento, no estaban disponibles todos los cargadores necesarios y hubo algunos problemas de funcionamiento con algunos de ellos, por lo que no se pudieron utilizar en la carrera simulada, aunque sí se llevaban a cabo las paradas en boxes

El Fast Charging es una de las mayores innovaciones tecnológicas de los últimos tiempos en el mundo de las carreras. Hasta el patrocinador principal del campeonato le escogerá como uno de los focos de su presencia en la Fórmula E, por algo será.