Es noticia
Aventuras y desventuras de un periodista español pionero en la Fórmula 1 desde los setenta
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
ENTREVISTA A JOSÉ MARÍA RUBIO

Aventuras y desventuras de un periodista español pionero en la Fórmula 1 desde los setenta

El Confidencial charla con el veterano periodista español José María Rubio, un pionero con más de cuatro décadas cubriendo los grandes premios de la Fórmula 1

Foto: José María Rubio, junto a Fernando Alonso. (Imagen cedida)
José María Rubio, junto a Fernando Alonso. (Imagen cedida)

Hubo un tiempo en que la Fórmula 1 era un deporte minoritario a nivel global, no digamos en España. Seguir el campeonato como periodista quedaba para un puñado de apasionados que no llegaban a los dedos de la mano. Uno de aquellos pioneros era -y es todavía- José María Rubio, periodista navarro que en el Gran Premio de Mónaco de 1977 debutó con su pase oficial y desde entonces ha cubierto cada campeonato pegado a la acción y sus protagonistas, hasta acumular hoy 676 grandes premios en sus alforjas. También con la fotografía como protagonista de su trayectoria. Rubio es hoy un veterano entre los veteranos de la Fórmula 1. En esta jugosa entrevista recoge las experiencias de quien ha vivido más de cuatro décadas viajando por todo el mundo.

PREGUNTA: Entre los periodistas circulaba en su día una foto con Javier del Arco y Frances Rosés y el 124 con el que viajaban a los grandes premios. Había que estar un poco loco para cubrir la Fórmula 1 en aquellos preshitóricos setenta.

RESPUESTA: El primer 'pirado' era Javier del Arco, (el pionero español en cubrir la Fórmula 1) que viajaba en un 600. Yo llegué un poco más tarde con el Seat 127 (risas), pero él fue para todos nosotros el maestro y precursor. En aquel momento nos contagió la pasión a todos. Porque era una locura irse en un Ford Fiesta a Zandvoort, te movía la pasión, aunque hoy también nos sigue moviendo esta misma pasión.

placeholder José María Rubio, con Javier del Arco, pionero del periodismo español en la F1.(José María Rubio)
José María Rubio, con Javier del Arco, pionero del periodismo español en la F1.(José María Rubio)

Yo viajaba desde Pamplona a Barcelona, y dependiendo del coche, íbamos desde allí con un coche de pruebas (del parque de prensa de las marcas automovilísticas) o con el mío, a veces el 127. El coche más rápido que llegamos a llevar fue un Seat 2000. Ibamos con muchas ganas y muchas prisas, porque escribíamos, mandábamos todo y salíamos corriendo de vuelta atravesando Europa. Y luego yo tenía 500 kilómetros a Pamplona. Pero disfrutábamos mucho. Luego también venía Paco Costas (el reconocido periodista televisivo).

P: ¿Qué tiempo tardabais en viajar y cubrir un gran premio? Porque llegastéis a ir hasta el Gran Premio de Suecia en coche.

R: Pues sacábamos medias de 85 km/h (risas), aún guardo todas las anotaciones. Y si no te gustaba el humo de pipa estabas muerto, porque Javier fumaba su famosa pipa a todas horas. En la caja de tabaco metíamos todo el dinero que compartíamos en el viaje, y llevabas un montón de divisas en ese bote. Echábamos gasolina y no parábamos. Hasta llevábamos un bidón de gasolina por si acaso. Lo que hiciera falta.

P: ¿Cuál fue tu primer gran premio? ¿Qué le llamaba la atención de entonces, en comparación la Formula 1 de aquellos años setenta?

R: Monaco 77. El primero con pase, porque antes te colabas en el circuito. Allí fui con el 127. Lo que más te llamaba la atención era la sencillez de todos. Tú llegabas de nuevas y era todo sencillo, lo mismo que viví luego en el Dakar, mucha amabilidad. Era otro planeta de lo que es ahora. Mi mito era Jackie Stewart, un día le ví sentado con George Harrison en un banco, charlando. Quería la foto y entonces no había selfies, me tuve que buscar a alguien que supiera hacer fotos, pero no tuve el menor problema. Hoy sería muy difícil hacerte esa foto con Hamilton y uno de los cantantes más famosos del mundo.

placeholder José María Rubio, con Jackie Stewart y George Harrison, gran amante de la F1. (José María Rubio)
José María Rubio, con Jackie Stewart y George Harrison, gran amante de la F1. (José María Rubio)

P: ¿Para un periodista español era difícil hacerse un hueco para ser conocido entre todos los pilotos?

R: Ahora es muchísimo más difícil. Entonces, aquella sencillez la encontrabas en todo. Para buscarte la vida para comer, por ejemplo. Un hospitality era una caravana puesta de aquella manera. GoodYear empezó a desarrollar la relación con la prensa, pero allí te comías un bocadillo con cualquiera. Todos estaban al bocadillo (risas). Era mucho más sencillo hacerte conocer. De hecho, todos los amigos de aquella época que siguen hoy, mantenemos muchísima relación personal. Es como con los amigos de la mili, para toda la vida. Había mucha facilidad para todo. Los españoles que íbamos eramos tres o cuatro, y teníamos relación con todo el mundo.

P: ¿Cómo eran aquellos pilotos de los setenta ochenta? Lauda, Hunt, Andretti, Villeneuve, Piquet…

R: Visto desde hoy, se lo pasaban mucho mejor que los de ahora. Se divertían mucho más haciendo su trabajo, y se divertían mucho más en el paddock. Era, aparte de un trabajo y una pasión, era un divertimento. Tenían sus cabreos entre ellos, y al día siguiente estaban todos juntos. Era una especie de vivir la vida…Hunt se lo pasaba divinamente en las carreras. Fumaba, sus fiestas, ligaba, corría y ganaba. Y como iban todos en las mismas condiciones, no había ninguno que despuntara porque era más serio o se preparaba más. Todos dedicaban el mismo tiempo a estar con los amigos en el paddock, a fumar un cigarro, charlando en la piscina por la tarde cuando había. Era todo más distendido, y se lo pasaban mucho mejor que los de hoy.

placeholder Rubio, a bordo de un Renault de Fernando Alonso. (Imagen cedida)
Rubio, a bordo de un Renault de Fernando Alonso. (Imagen cedida)

P: La Fórmula 1 ha cambiado radicalmente desde aquellos tiempos hasta los actuales, y has vivido toda esa evolución. ¿Cómo ha sido ese cambio, que ha vivido en primera persona?

R: Han cambiado los coches, que eran antes pequeñitos, y ahora son unos monstruos mientras que las pistas, sobre todo las clásicas, siguen siendo las mismas. Han crecido desproporcionadamente en todos los sentidos. Los pilotos han crecido como estrellas por esos coches. Antes eran igual de buenos que los de ahora. Los coches corrían menos, pero daban mucho miedo. Ahora corren más, pero son más seguros.

Los pilotos han crecido en plan estrella porque les arropan demasiado, les exigen demasiado. Antes les hacías una entrevista en el camión donde estaba el piloto, y ahora hay mucha más parafernalia. Los pilotos no tienen ya tiempo porque se pasan analizando datos, lo que antes no había. Antes miraban los pocos datos que se escribían en un cuaderno, cuatro cosas, y luego tenían tiempo libre. Ahora es imposible por las entrevistas, los ingenieros…Les tienen agobiados, y son mucho más inaccesibles porque ahora buscan un momento de tranquilidad sin hablar con nadie, solo con su círculo de confianza. Hoy, los deportistas que más entrevistas hacen en un evento son los de Formula 1. En ningún deporte pasa algo parecido, solo en el automovilismo.

placeholder Rubio, con Ecclestone y Vettel
Rubio, con Ecclestone y Vettel

Luego, la pandemia también ha hecho cambiar la Formula 1. Muchas de las prohibiciones de entonces, ya sabía yo, se iban a quedar para convivir con nosotros para el resto. Los equipos ya no te dan de comer como antes si no es con invitación. El acceso al motorhome (las instalaciones de cada equipo en el circuito) antes era libre, y ahora ya no lo es tanto, te tienen que conocer mucho, si no, te preguntan. Hay muchas limitaciones, lo mismo en boxes y parrilla. Lo que antes no había llegó para quedarse, y eso dificulta más la vida en el paddock a la prensa, y sobre todo la relación con los pilotos, que hay que buscarlas fuera de Europa donde no están los hospitality, los 'motorhome'. Australia,México, Qatar..los pilotos conviven más con la gente que los de Europa. A mi me gustan más las carreras de fuera para eso, no se encierran tanto.

P: De todos los pilotos que ha conocido, ¿cuáles te han dejado huella?

R: Para mí, Jackie Stewart, que fue el precursor de la seguridad de los circuitos. Y también de los pilotos relaciones públicas. Después, Fangio, de lo que yo le conocía, que solo quería explicar a los jóvenes pilotos cómo había que conducir. Luego, Prost es otro piloto que me impactó mucho por su forma de trabajar. Por supuesto, Ayrton Senna, el que más me ha influido. Piquet, por la forma que tenía que ver la vida. Schumacher, que para él lo único que valía la victoria, el resto no importaba nada y hacía lo que sea.

Fernando, porque también es el más perseverante, y el que más disfruta pilotando, lo que sea, un kart, un coche del Dakar… Es un piloto aparte por su dedicación y por su pasión. Ha perdido una parte de su vida que otros hemos dedicado a otras cosas, pero él lo ha enfocado todo ahí. Para mí, tiene un gran mérito. Hamilton, que lleva año tras año con la misma dedicación...

placeholder Rubio y Michael Schumacher
Rubio y Michael Schumacher

Y luego hay pilotos como Carlos, que son más serios, desde el punto de visto de que llegan al circuito y te conviertes en invisible, ni te mira ni te ve (risas). Está en su nube, enfocado en el coche y en el fin de semana, y no hay otra cosa. Es muy trabajador, y quizás esto luce menos que el que tiene esos destellos de genio, como Kimi Raikkonen o Villeneuve, por ejemplo, que solo ganó seis carreras, y sin embargo es un mito. Pero pilotos como Carlos deberían explotar otro aspecto del trabajo, porque si te enfocas solo en ello pasas desapercibido. Carlos tiene que tener un punto, y pasar de piloto trabajador a ser el piloto que arrastre más masas. Fernando lo logró desde el primer día, y a Carlos, por su carácter, le está costando un poco más.

P: En tu trabajo, la fotografía también ha sido fundamental desde el principio. Durante muchos años, con poca exposición televisiva, la fotografía era la imagen de la Fórmula 1. ¿Cómo era la vida de un fotógrafo entonces, y cómo es ahora, en estos tiempos de lo digital?

R: Para los fotógrafos también era la vida más sencilla, porque no tenías las limitaciones de ahora. Incluso asumías algunos riesgos de forma inconsciente. No te diré que se trabajaba menos, pero Internet se ha comido todo. Antes, un periódico cerraba por la noche, tenías más tiempo para todo con la información, tú tenías la foto y no la tenía nadie, y hasta que no la enviabas o mandabas las noticias no se conocían las cosas…

placeholder En Abu Dabi, con el Rey Emérito. (Imagen cedida)
En Abu Dabi, con el Rey Emérito. (Imagen cedida)

Al inicio, las fotos eran en blanco y negro, había cuartos oscuros en los circuitos para revelar y llevabas tus liquidos en tus botes pequeños para revelar. Imagina hoy en los aviones (risas) Y revelabas una foto como mucho, porque había cola. Mandabas la foto en un rodillo que tenía unas agujas, que leía, y la foto, después de una hora llegaba a su destino.

Uno de los avances más grandes que hubo, que además, insistí yo mucho, es que en los circuitos hubiera servicio de revelado, y lo conseguimos a base de insistir. Luego, incluso, de revelado de diapositivas. Con los scanners de la época podías mandar la diapositiva, pero a 2400 baudios por segundo, es decir, a pedales. Incluso mandabas la foto desde una cabina de teléfono, te llevabas un destornillador, desmontabas el teléfono, tenías unos cocodrilos pequeños que conectabas al teléfono, este al aparato que llevabas para mandar la foto, y la mandabas en una cabina echando monedas (más risas todavía) Luego llegaron los telex, escribías un texto, se lo dabas a un señor que lo escribía en aquella máquina indescrifable. El primer fax lo vi en Japón, bueno no ví el fax, sino la cinta. Lo mandaban a Tokio y allí por fax a España. “¡Pero si en España no tenemos fax…!” Bueno, un lío todo, Veía pasar el papel y me decían "Ya llegará".

placeholder Rubio y el también periodista Albert Fabrega recuperaron en 2022 uno de los viajes en coche de los 70 para cubrir un Gran Premio. (Imagen cedida)
Rubio y el también periodista Albert Fabrega recuperaron en 2022 uno de los viajes en coche de los 70 para cubrir un Gran Premio. (Imagen cedida)

P: La fotografía digital tuvo que suponer un cambio enorme, ¿no?

R: La primera le tuve en 1999, una Canon que costó dos millones de pesetas. Con discos duros de 500 megas, la foto que hacía tenía un mega. Aquello fue un adelanto tremendo.

P: Físicamente, la vida del fotógrafo era dura. Había que moverse mucho, intentar estar en todas partes…

R: Era dura, pero más gratificante que ahora, porque no tenías tantas limitaciones. La capacidad de inventar y hacer cosas era mucho mayor. En muchos circuitos no hay ese autobús de Montmeló, que te lleva a todos partes. El año pasado me hice una foto en Zandvoort igual que otra que me hice en 1978, en el mismo sitio, en final de recta. Le pedía que me firmara las fotos a Verstappen. Miraba la foto y decía, "Joer cómo era esto en el 78, ¿pero cuántos años tienes?" (risas) Y le dije "es que empecé muy joven" (más risas). Ahora, para hacer fotos, tienes una ventanita en las vallas de alambre y tienes que meter la cámara por ahí. Antes no había nada de eso. En Holanda, por ejemplo, cuando daban la salida y pasaba el último coche cruzábamos la pista para ir al otro lado, como si estuviéramos en un karting.

placeholder El sistema para enviar una fotografía usando el teléfono en los 70 desde un circuito. (José María Rubio)
El sistema para enviar una fotografía usando el teléfono en los 70 desde un circuito. (José María Rubio)

En estos tiempos, con Internet, estás trabajando todo el día. Antes mandabas las cosas a las seis cuando terminabas hasta te quedaba tiempo para hacer turismo. Hoy, estás pillado de sol a sol, porque siempre hay noticias. Incluso a veces estás en el circuito y te llaman de la redacción: “¿Qué ha pasado con Hamilton?” "Pues ni idea ¿por qué?" Porque el tuit del equipo lo ha contando en ese momento. Todo esto ha hecho que se haya reducido el número de fotógrafos en la Fórmula 1. Con las fotos de los equipos en Internet, ya casi no te hace falta nada, cada equipo tiene sus fotógrafos. Aparte de la mayor exigencia por problemas de seguridad y dan menos pases, acuérdate de los repostajes, nunca pasó nada de milagro. Hasta te metías en boxes con las cámaras… Ha ido a peor por varias cosas

P: Tras 676 tantos grandes premios, sigues hoy en activo. Antes hablabas de la pasión ¿No se agota? ¿Qué te sigue gustando de la Formula 1 para seguir tantos años?

R: Yo sigo por esa pasión, porque me lo paso bien y me divierto, conozco a todo el mundo y a cualquier sitio que vas eres bienvenido. Creo que todavía puedo aportar cosas, porque cada día es más difícil hacer cosas diferentes de lo que te mandan los equipos. Tienes amigos que te cuentan cosas, que luego te ayudan, que puedes contar o no contar. Me gusta ver el teatro de la Fórmula 1 desde las bambalinas, que es donde mejor se ve. Básicamente, porque me sigo divirtiendo, y la gente con la que trabajo valora esa experiencia, porque si esto no te divirtiera… Por ejemplo, para pasar el control de seguridad en Amsterdan la fila suele durar tres o cuatro horas, da la vuelta a la calle, fuera del aeropuerto. Cada año es un drama coger el avión…

placeholder  Rubio, con los Sainz y Fernando Alonso en Silverstone, celebrando el Mundial de futbol en 2010 (Imagen cedida)
Rubio, con los Sainz y Fernando Alonso en Silverstone, celebrando el Mundial de futbol en 2010 (Imagen cedida)

P: Ademas, con un calendario infinito.

Son demasiadas carreras, yo ya me he puesto un límite, un freno, porque la edad es la que es, te lo pasas muy bien, pero no es bueno saturarte. Cuando hay tres carreras seguidas te lías, ya no sabes quién ha ganado la anterior. No es que sea más complicado, sino más rutinario. Ahora en avión es más barato que el coche, pero la experiencia de aquellos años cuando íbamos en el coche son impagables, más gratificantes. Ibas incluso con el plano, y ese papel hoy no te sirve para nada (risas)

P: También ha sido y una vida rica en experiencias, en viajes, amistades ¿Qué te ha aportado a tu vida la Fórmula 1?

R: Todo, porque a partir de ahí he hecho otras muchas cosas que no hubiera hecho. Con Ayrton Senna Lotus y Camel, puede hacer también diez años el Camel Trophy, que me aportó muchas experiencias, o el Dakar. He hecho muchas cosas, pero partiendo de la Fórmula 1. En las 24 Horas de Le Mans he estado treinta años. Me siento realizado, porque desde el principio quería hacer las fotos y escribir, y logré hacer lo que quería, no todo el mundo puede hacerlo, desafortunadamente. Hoy en día es lo mismo, no me he quedado parado. Sigue siendo el centro de la vida. Familiarmente también he tenido mucha suerte, porque mi mujer Isabel me acompaño durante diez años. Desde todos los puntos de vista ha sido una vida muy gratificante. No puede decir que haya sufrido, lo que sufro lo hago con gusto, lo disfruto más que sufrirlo. Todavía disfruto saltando vallas, y metiéndome por donde no se puede (carcajadas).

Hubo un tiempo en que la Fórmula 1 era un deporte minoritario a nivel global, no digamos en España. Seguir el campeonato como periodista quedaba para un puñado de apasionados que no llegaban a los dedos de la mano. Uno de aquellos pioneros era -y es todavía- José María Rubio, periodista navarro que en el Gran Premio de Mónaco de 1977 debutó con su pase oficial y desde entonces ha cubierto cada campeonato pegado a la acción y sus protagonistas, hasta acumular hoy 676 grandes premios en sus alforjas. También con la fotografía como protagonista de su trayectoria. Rubio es hoy un veterano entre los veteranos de la Fórmula 1. En esta jugosa entrevista recoge las experiencias de quien ha vivido más de cuatro décadas viajando por todo el mundo.

Fórmula 1 Fernando Alonso Carlos Sainz
El redactor recomienda