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Schumacher-Palou y el dilema del tercer piloto en la F1: ¿'marketing' o una oportunidad real?
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UN REPLANTEAMIENTO NECESARIO

Schumacher-Palou y el dilema del tercer piloto en la F1: ¿'marketing' o una oportunidad real?

El reciente fichaje del alemán como piloto de reserva en Mercedes refuerza el debate sobre la utilidad de una figura cada vez más vacía de contenido en la Fórmula 1 actual

Foto: Mick Schumacher junto a Toto Wolff. (AMG-Mercedes)
Mick Schumacher junto a Toto Wolff. (AMG-Mercedes)

De un tiempo a esta parte, la devaluación de la figura del tercer piloto o piloto reserva en los equipos cada vez es más evidente. Salvo la honrosa excepción de Nico Hulkenberg con Aston Martin, que lo hizo muy bien cuando sustituyó a Sebastian Vettel a principio de temporada, en general este rol ha sido una figura meramente decorativa en la mayor parte de los casos. La prohibición de entrenamientos privados y unas pretemporadas reducidas a la mínima expresión hacen que pilotos que en el pasado realizaban tantos o más kilómetros que los titulares hoy en día se limiten a hacer trabajos en el simulador y de relaciones públicas con el equipo.

Como ejemplos de lo vacía de contenido que está esta figura tenemos varios casos esta pasada temporada, donde los equipos, ante la tesitura de sustituir por diferentes motivos a su titular fueron a pescar a otros caladeros. Notorio fue el caso de Haas, que inmediatamente después de licenciar a Nikita Mazepin (a consecuencia del boicot deportivo a Rusia), no confiaron su asiento a Pietro Fittipaldi, el piloto reserv oficial, sino que trajeron a Kevin Magnussen, un viejo conocido de la casa, pero, sin ningún tipo de vinculación contractual con el equipo americano en aquellos momentos.

placeholder Hay alegría de Ricciardo en regresar a Red Bull. (Red Bull CP/Getty)
Hay alegría de Ricciardo en regresar a Red Bull. (Red Bull CP/Getty)

Algo similar ocurrió con Williams, que, cuando tuvo que sustituir a Alex Albon, no utilizó a su tercer piloto Jack Aitken y sentó en el Gran Premio de Italia a Nyck de Vries, entonces tercer piloto de Mercedes. Era la demostración de la condición de Williams como equipo filial de Mercedes y de que, cuando se necesita sustituir a un piloto, lo que cuenta es sentar al mejor recambio disponible en el mercado. Esta situación confirma que los contratos de piloto reserva pueden tener poco o nulo valor efectivo. Para un joven aspirante a formar parte de la parrilla puede ser interesante pasar un año en el banquillo como tercer piloto, pero dos empieza a ser la confirmación que difícilmente tendrá futuro en la Fórmula 1.

El valor de la experiencia

Los equipos, como es lógico, necesitan a alguien con experiencia en Fórmula 1 para sutitituir a un titular, pero también que esté compitiendo regularmente en otras categorías de nivel. Al no existir la posibilidad de realizar pruebas privadas, soltar a los leones a un joven sin experiencia es algo tremendamente arriesgado, y de ahí que rara vez un tercer piloto acabe cumpliendo el rol para el que a priori fue contratado. En Aston Martin, el año que viene no será fácil que veamos a Felipe Drugovich, el actual campeón de la Fórmula 2, sustituir a Fernando Alonso o Lance Stroll en caso de ausencia en alguna carrera. Por mucho simulador que haya hecho el brasileño, los kilómetros reales y no los virtuales son la clave. Al final, se trata de un regalo envenenado para un aspirante por la barrera tan difícil de saltar que existe para equipo y piloto.

Foto: Mick Schumacher y Toto Wolff unen sus caminos. (Mercedes)

Luego, además, empieza a desarrollarse hoy en día un tipo de piloto especialista en simulación. Alguien quizá un piloto del montón en el asfalto, pero que a bordo de un simulador es un fuera de serie, superando incluso a los pilotos titulares. Este es el caso de Rudy van Buren, en Red Bull. El neerlandés no solo es mucho más fiable que jóvenes de la cantera como Liam Lawson, Zane Maloney o Dennis Hauger, sino que probablemente lo será también que el de Daniel Ricciardo, fichado recientemente como piloto reserva del equipo campeón del mundo.

placeholder El piloto español Alex Palou. (McLaren)
El piloto español Alex Palou. (McLaren)

Parece que Ricciardo tendrá un rol más involucrado en las relaciones públicas que de sustituto real de Max Verstappen o Checo Pérez. Desde el punto de vista comercial es una decisión acertada, porque la simpatía natural del piloto australiano va a dar un plus extraordinario a las activaciones de patrocinio de la marca de bebidas energéticas. Pero resulta decepcionante tener a alguien de la talla deportiva de Ricciardo ejerciendo de payasito, como se los conoce por la parte más desalmada del paddock. Ricciardo tiene la experiencia y, por supuesto, el talento, pero sin kilómetros reales en lugar de virtuales a bordo de un Fórmula 1 la inactividad oxida los brazos a velocidad de vértigo. Pocas posibilidades de regresar a la pomada, en definitiva.

Una oportunidad para Palou

Sin embargo, este es justamente el regalo inesperado que puede aguardar a Alex Palou en su rol como reserva de McLaren. Fruto del marasmo legal en el que se vio envuelto por la lucha contractual entre el equipo británico y Chip Ganassi Racing, el resultado final es ideal para los intereses de Alex. Tendrá el catalán mucho tiempo con el simulador, participará en alguna sesión de entrenamientos libres y competirá en el ertamen de monoplazas de mayor nivel por debajo de la Fórmula 1. Quizá sea el único de todos los pilotos reservas de toda la parrilla que, llegado el caso, esté verdaderamente preparado para ocupar un puesto de piloto titular. Alex sí que contaría con la mezcla de conocimientos y práctica necesarios para afrontar el reto.

De todos los anuncios de terceros pilotos, el más reciente y el que quizá mayores titulares haya acaparado es el de Mick Schumacher con Mercedes. Despedido simultáneamente de Haas y Ferrari, el alemán ha encontrado acomodo en el equipo alemán. Es un movimiento que en Alemania es muy importante por imagen. Los teutones sufren una crisis de talento sin precedentes y, de no ser por el regreso del veterano Hulkenberg, se quedarían sin pilotos en la parrilla. Es obligación moral similar a de Ferrari, que un año más tendrá a Antonio Giovinazzi como reserva, algo que hacen por su país ante la ausencia de italianos en la parrilla.

placeholder Antonio Giovinazzi, el piloto reserva de Ferrari. (Reuters/Henry Romero)
Antonio Giovinazzi, el piloto reserva de Ferrari. (Reuters/Henry Romero)

Pero, más allá del rimbombante título y los prestigiosos uniformes, tanto Schumacher como Giovinazzi van a necesitar kilómetros de competición, aunque sea en carreras de GT, territorio donde sus respectivas marcas tienen también presencia competitiva. Ambos se enfrentan al problema de que Williams o Sauber acaban de dejar de ser equipos filiales. De este modo, será más difícil que sus patrones les encuentren acomodo en estos equipos.

Quizá fuera el momento para que la FIA, Liberty Media y los equipos replantearan la situación de las pruebas privadas. El que no se permita a los terceros pilotos mantener un cierto grado de actividad acaba siendo contraproducente. Sería positivo crear unas excepciones reguladas, de tal modo que los jóvenes talentos llegados de las categorías inferiores puedan adquirir la experiencia necesaria, y los que cuentan ya con cierta experiencia, como Mick Schumacher, no se oxiden y puedan dar la talla en el momento en el que surja una oportunidad.

De un tiempo a esta parte, la devaluación de la figura del tercer piloto o piloto reserva en los equipos cada vez es más evidente. Salvo la honrosa excepción de Nico Hulkenberg con Aston Martin, que lo hizo muy bien cuando sustituyó a Sebastian Vettel a principio de temporada, en general este rol ha sido una figura meramente decorativa en la mayor parte de los casos. La prohibición de entrenamientos privados y unas pretemporadas reducidas a la mínima expresión hacen que pilotos que en el pasado realizaban tantos o más kilómetros que los titulares hoy en día se limiten a hacer trabajos en el simulador y de relaciones públicas con el equipo.

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