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El increíble giro del destino que hizo de un olvidado Nick De Vries el piloto de moda
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SE LO RIFAN EN LA FÓRMULA 1

El increíble giro del destino que hizo de un olvidado Nick De Vries el piloto de moda

Promesa un día en la línea de Hamilton o Verstappen, la carrera de Nick De Vries hacia la F1 parecía casi truncada. Un singular ejemplo del caprichoso y complejo mundo de las carreras

Foto: Nick De Vries: de casi perder el tren de la F1, a verse disputado por tres equipos. (Williams Racing)
Nick De Vries: de casi perder el tren de la F1, a verse disputado por tres equipos. (Williams Racing)

15 de mayo de 2022. Nick de Vries ganaba la primera carrera de la cita de la Fórmula E en Berlín. El campeón en vigor llevaba meses de sequía. Tanta factura pasaba la presión que en la entrevista televisiva posterior a su victoria tuvo que esforzarse para no romper a llorar. Reacción infrecuente en un piloto de carreras, no muy amigos de exteriorizar emociones, lo que reflejaba en su caso una particular personalidad.

Mercedes se retiró de la Fórmula E al final de temporada. Los intentos de Toto Wolff por ayudar la entrada del holandés en la Fórmula 1 no fructiferaron. Porque el tren de la Fórmula 1 parecía haber dejado para siempre la estación de Nick de Vries. Tras su inesperado y exitoso debut en el Gran Premio de Italia, ese destino que afanosamente le cerraba la puerta se giró sobre sí mismo de la forma más rocambolesca. A los 14 años se antojaba el siguiente Lewis Hamilton. Tuvo que esperar hasta los 27, y gracias a la apendicitis de un rival. En qué bendito momento.

Se lo rifan

"No podemos decirle a un equipo que le ayude porque sería como interferir, y luego las cosas van en sentido opuesto. Si no conseguimos un proyecto en la Fórmula 1 para él, tendremos que dejarle ir". Toto Wolff no veía claro el futuro de De Vries, que había probado con el Mercedes en los libres del Gran Premio de Francia. "Está mirando varias opciones, en el Mundial de Resistencia, o en la Fórmula E. Pero nunca hay que rendirse a la oportunidad de que la Formula 1 llame a tu puerta". Literal. Increíble cómo sonó esa llamada en Monza.

La prueba con Aston Martin, el viernes. La llamada de Williams el sábado, hora y media antes de subirse al coche, ante la apendicitis de Albon. La noche sin dormir por los nervios, como reconocería al día siguiente. La parrilla con más penalizaciones de la temporada le aupó arriba. Monza es relativamente fácil para debutar en Fórmula 1 en comparación a otras pistas. De Vries podía rodar con mayor margen mental de maniobra gracias a su experiencia en la Fórmula E. Pero había que adaptarse sin preparación previa a un nuevo equipo y sus procedimientos, asumir enormes dosis de información, además de enfrentarse a pilotos que llevan todo el año en liza. No cometió el mínimo error durante la carrera. Físicamente, terminó destrozado, pero aprovechó una oportunidad genuinamente rocambolesca tras pilotar dos monoplazas diferentes. Ahora, trata de aprovecharla. Estos días atrás, el holandés ha estado con Helmut Marko, en Graf, para un posible paso a AlphaTauri. Esta semana rodará con Alpine en Hungaroring. Williams también le tiene en su lista.

Era cuestión de cuándo, pero no tan tarde

Con 27 años, el holandés debutó en la Fórmula 1. Nadie hubiera imaginado semejante plazo para aquel niño de 14 años que se proclamó campeón del mundo de karting sin levantar dos pies del suelo. Cuando con 15 entró por la puerta de McLaren -que se lo arrebató a Ferrari- no se trataba de cómo, sino de cuándo llegaría a la Fórmula 1. Hasta el padre de Lewis Hamilton se convirtió en su mentor y manager dentro de la estructura del equipo británico para replicar el modelo de su hijo: tutelar un talento singular en la infancia.

En el karting, De Vries no tenía que envidiar a Max Verstappen, que llegaría después. Arrasaba frente a jóvenes que le superaban ampliamente en edad. Dos años campeón del mundo, ganó a Carlos Sainz y Daniel Kvyat en el Campeonato de Europa. Sin embargo, en monoplazas su fulgurante carrera se ralentizó inesperadamente por una mezcla de malas decisiones para elegir equipo, y por la lucha interna entre Ron Dennis y Martin Withmarsh, de la que el joven holandés era sujeto pasivo. Nick De Vries reunía todos los atributos. Pero algo fallaba.

Necesitó tres años para lograr el título en la Fórmula Renault. Otros tres para lograr el de Fórmula 2, todavía dentro de McLaren. Oscar Piastri o Stoffel Vandoorne lo hacían a la primera. Empezaron a surgir dudas. Llegó Zak Brown a McLaren, con él Lando Norris. Sin Ron Dennis a bordo, el holandés tenías los días contados en la organización, y la eclosión de Max Verstappen le arrinconó en Holanda. Cuando logró el título de la Fórmula 2, 2019, estaba fuera de lugar.

Ofertas, pero no en la Fórmula 1

De Vries ha evidenciado cierta irregularidad en su trayectoria de monoplazas. Desde los karts, y a pesar de su corta edad, quienes le trataron hablaban de una madurez mental que un Hamilton aún adolescente no tenía, además de una gran inteligencia natural. Pero también de una cierta sensibilidad -y la falta de libertad para tomar sus decisiones- le bloqueaban en momentos clave. Aunque tarde, su talento siempre acababa emergiendo, aunque si el estilo fulgurante de los Piastri y Vandoorne. Quizá las altas expectativas creadas a su alrededor se volvieron en contra. Pero allá donde ha competido estos años no ha pasado desapercibido.

El multimillonario Frits Van Erd, dueño de la cadena de supermercados Jumbo, se volcó con el patrocinio personal a Verstappen. Sin embargo, creó un equipo 100% holandés para competir en el Mundial de Resistencia, en el que participaba como piloto amateur. Llamó a De Vries, autor de relevos memorables. Tras una magistral actuación bajo la lluvia de Fuji, Toyota le llamó rápido como piloto reserva. En 2023 podría competir con el fabricante japonés en el Mundial de Resistencia y Le Mans. Mercedes le fichó para la Fórmula E, que era compatible con el programa mencionado. Ganó el título en 202. Esta temporada volvió a caer en otra de sus fases de irregularidad. Sin embargo, para 2023 tiene una oferta con el equipo Venturi, ahora oficial de Maserati. No obstante, la Fórmula 1 era un sueño al que no quería renunciar, pero que se estaba alejando casi irremediablemente.

De Vries no forma parte de ninguna estructura de equipos o escuelas de formación​ como las de Renault, Alpine o Mercedes. Durante muchos años, otros decidieron por él. Ahora parece que es dueño de ese destino tan hostil durante años. Si todo cuaja como parece, finalmente podremos conocer la pasta de la que está hecha Nick De Vries.

15 de mayo de 2022. Nick de Vries ganaba la primera carrera de la cita de la Fórmula E en Berlín. El campeón en vigor llevaba meses de sequía. Tanta factura pasaba la presión que en la entrevista televisiva posterior a su victoria tuvo que esforzarse para no romper a llorar. Reacción infrecuente en un piloto de carreras, no muy amigos de exteriorizar emociones, lo que reflejaba en su caso una particular personalidad.

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