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Los monoplazas más rápidos del mundo, al trote cochinero: el gran fiasco del GP de Italia
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NUEVA POLÉMICA CON EL FINAL DE CARRERA

Los monoplazas más rápidos del mundo, al trote cochinero: el gran fiasco del GP de Italia

El polémico desenlace de la cita italiana confirmó que la Fórmula 1 sigue sin afrontar los riesgos y el fiasco de no terminar las carreras bajo la bandera a cuadros

Foto: El increíble ambiente de Monza no mereció el final de la prueba (Formula 1)
El increíble ambiente de Monza no mereció el final de la prueba (Formula 1)

La escena era realmente impresionante, única en el campeonato. Una gigantesca alfombra humana bajo el podio de Monza, rodeando un inmenso tapiz con el escudo de Ferrari. La afición más apasionada del mundo había acompañado durante tres días a su equipo, el más más carismático de la Fórmula 1. Pagando elevados precios de sus entradas, gastos de viaje incluido para muchos. Fueron obsequiados sin disfrutar del final del Gran Premio de Italia. Como todos los millones de espectadores que seguían la carrera desde sus casas.

¿Debe un gran premio acabar con los monoplazas más rápidos del mundo a trote cochinero tras un coche de seguridad? Cuando se invierten millones, creatividad y energía para fomentar semejante espectáculo, ¿merecen los aficionados y espectadores semejante 'coitus interruptus'? El desenlace del Gran Premio de Italia puso sobre el tapete un tema crucial que la FOM, la FIA y los equipos deberían afrontar de una vez por todas. El polémico desenlace del pasado en Abu Dabi debería haber servido como escarmiento.

Dos problemas distintos

Cuando el McLaren de Daniel Ricciardo quedó parado entre las dos curvas Lesmo se abría un desenlace frenético de la carrera. Dos Ferrari aspiraban al podio, y uno de ellos, al la victoria. Al margen de los merecimientos de cada uno, el final hubiera sido electrizante. Basta solo recordar cómo Verstappen ganó el título el pasado año. No hubo lugar.

Dos áreas diferentes frustraron ese climax que llevó al desenlace final. Por un lado, la gestión directa del incidente y, por otro, la reglamentación actual. Para empezar con el primer apartado, retirar el coche del australiano llevó seis vueltas. Algo más del diez por ciento de la carrera. Al principio se tardó en tomar la decisión de sacar el coche de seguridad. Luego, este eligió el monoplaza equivocado -el de Russell- para encabezar la caravana. Los comisarios de pista no pudieron llevar el monoplaza a lugar seguro porque se había bloqueado en tercera velocidad. La tardanza de la grúa tardó impidió reagrupar a todos los monoplazas por el orden de la carrera por no poder adelantarse mientras se retiraba el coche del australiano. Una vez completado este trabajo, el coche de seguridad debía volver a boxes en la siguiente vuelta. No hubo tiempo para la bandera verde.

En el segundo apartado, la aplicación estricta de las reglas puso en evidencia una realidad de la Fórmula 1: acepta que una carrera acabe con el coche de seguridad y no con la bandera a cuadros. Un escenario impropio de un deporte/espectáculo que derrocha inmensos esfuerzos e inversiones para su difusión y promoción, no hablemos de competir en la pista. Reproche válido para cualquier circuito, pero en Monza, ante los tifosi, en casa de Ferrari, tras dos años de pandemia, hizo más sangrante la situación. Michael Masi intentó evitarlo en Abu Dabi y fue lapidado por ello.

Toto Wolff arrimó el ascua a su sardina. “Es muy claro, hay reglas y están escritas Desde mi perspectiva, esté o no traumatizado por Abu Dabi, las reglas se han seguido al pie de la letra”, explicaba el responsable de Mercedes, recordando que el reglamento actual no sirve para ese objetivo fundamental de evitar cierres 'blandos' de un gran premio. ¿Por qué no entonces sacar bandera roja e interrumpir la carrera en esta y otras carreras del pasado? “Si alguien está en el muro, si la pista está bloqueada, la sacas porque ya no puedes pasar. ¿Por qué sacas una bandera roja en una carrera solo porque quieres tener un espectáculo de una o dos vueltas? Creo que habría cambiar las reglas y discutir con la FIA, 'cambiemos las reglas, queremos tener una última vuelta de carrera realmente buena'. Me apunto a eso. Pero no es lo que está en el reglamento hoy".

Discutido, pero no resuelto

Marko, Horner, Verstappen, Leclerc, Hamilton… Prácticamente hubo unanimidad. La carrera pudo terminar de otra forma. Horner hablaba de que hubieran sido posible dos vueltas bajo bandera verde. "Hoy teníamos todas las condiciones para reiniciar la carrera, no sé por qué esperaron tanto” denunció Mattia Binotto. "La FIA ha sido sorprendida durmiendo, tal vez aún no estén listos para lidiar con estas situaciones" apuntando que las reglas no deberían ser cambiadas, sino bien aplicadas. Pero el problema de fondo persiste, porque la Fórmula 1 debería prever las posibles complicaciones en la gestión de un incidente en pista bajo la presión de una cercana bandera a cuadros.

Sin embargo, los equipos ya tuvieron la oportunidad de solucionar este asunto, pero no llegaron a un acuerdo. Lo reconoció Andreas Seidl, el responsable de McLaren. “Después de lo que sucedió el año pasado en Abu Dabi, hubo muchas discusiones entre la FIA, la Fórmula 1 y todos los equipos involucrados para ver cómo se podrían modificar las reglas para garantizar que las carreras nunca terminen bajo un auto de seguridad. Pero a pesar de que la FIA y la Fórmula 1 realmente nos presionaron a todos para encontrar soluciones, dependía de los equipos, y no podíamos ponernos de acuerdo sobre una solución mejor, que también sigue siendo una solución justa en términos deportivos".

Seidl admitió que la idea de una bandera roja fue estudiada como solución en vez de un coche de seguridad real o virtual, pero también desechada. “Al final votamos las reglas como están ahora, y si recuerdo bien, todos los equipos las votaron. Y aunque parezca fácil eso de sacar siempre una bandera roja, en realidad no es tan fácil. Lo discutimos mucho, pero no encontramos una solución”.

La Fórmula 1 ha demostrado durante su historia ser capaz de solventar y resolver los mayores desafíos, bien sean económicos, logísticos, técnicos y deportivos. ¿De verdad un gran premio no puede terminar como mandan los cánones? Compitiendo hasta que cae la bandera a cuadros.

La escena era realmente impresionante, única en el campeonato. Una gigantesca alfombra humana bajo el podio de Monza, rodeando un inmenso tapiz con el escudo de Ferrari. La afición más apasionada del mundo había acompañado durante tres días a su equipo, el más más carismático de la Fórmula 1. Pagando elevados precios de sus entradas, gastos de viaje incluido para muchos. Fueron obsequiados sin disfrutar del final del Gran Premio de Italia. Como todos los millones de espectadores que seguían la carrera desde sus casas.

McLaren Max Verstappen Lewis Hamilton Charles Leclerc
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