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"No te atrevas a decir nada": cómo intentar parar los pies al 'Club de la Piraña' de la F1
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EL RIFIRRAFE EN LA ENTREGA DE PREMIOS ANUAL

"No te atrevas a decir nada": cómo intentar parar los pies al 'Club de la Piraña' de la F1

La desconcertante escena entre Christian Horner y el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, visibiliza la dificultad de controlar a los equipos y de gestionar la F1

Foto: Ben Sulayem y Stefano Domenicali, esta temporada. (EFE/Ronald Wittek)
Ben Sulayem y Stefano Domenicali, esta temporada. (EFE/Ronald Wittek)

La escena fue surrealista. Gala oficial de entrega de premios anual de la FIA de 2022. Un acto de etiqueta donde, supuestamente, se esmera en las buenas formas y entierra los rescoldos de una larga temporada entre los protagonistas. Pero cabe preguntarse por qué el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, Mohammed Ben Sulayen le lanzó un inesperado 'viaje' a Christian Horner. Hasta el punto que Stefano Domenicali, el CEO de la Fórmula 1, tuvo que entrar al trapo para que el duelo dialéctico no fuera a mayores.

Horner recibía el trofeo de manos de Stefano Domenicali. De repente, el presidente de la FIA le espetó: "Christian, esta copa no tiene nada que ver con el límite presupuestario. Esta es de la FIA, así que no te la vamos a descontar de tu límite presupuestario". Horner le miraba sonriente e incrédulo. "Es muy generoso. Gracias". El británico, desconcertado, miraba para otro lado, cuando de nuevo intervino Ben Sulayem ante la sorpresa del respetable. Quizás, lo más revelador estuvo en ese "mejor, no te atrevas a decir nada", con el que Ben Sulayem le avisaba enigmáticamente. "No, no digo nada", respondía el británico.

¿Se trató de una broma que se escapó de las manos? Ben Sulayem le tenía ganas a Horner, era evidente. El presidente protagonizaba su primera entrega de premios anual, y quiso dejar su sello. Como Ben Sulayem ha descubierto en sus carnes durante su primer año de mandato, ahora nada en la charca del Club de la Piraña y tiene que aprender a actuar en consecuencia. Lleva varias marcas de sus mordiscos en 2023

"Vamos, chicos, vamos"

Horner no desaprovechó para devolverle el 'viaje' al presidente cuando, además, la dedicatoria al recientemente fallecido Dietrich Mateschitzalma mater de Red Bull-, al repasar la temporada, se refirió a la "confusión" del Gran Premio de Japón con la aplicación de los puntos en una carrera acortada. En medio, Stefano Domenicali comenzó a moverse cada vez más nerviosamente. Sulayem no quiso dejar pasar la alusión del británico. "En primer lugar, os merecéis el título, tanto el de equipos como el de pilotos con Max. En segundo lugar, sobre Dietrich, competí con Red Bull en mi último campeonato". Después de la miel, vino la hiel.

"Para acabar, dices que lo de Japón fue controvertido. ¡No! La FIA fue señalada por el reparto de puntos, pero no fue la FIA la que hizo las normas, fueron los equipos, y nosotros nos limitamos a aplicarlas". Domenicali, que no sabía dónde mirar ya, separó a los púgiles: "Vamos chicos, vamos, no nos desviemos del tema". “Para mí, para la FIA está muy claro", siguió remachando el presidente ante un encogido Horner, a quien luego volvió a untar de miel para reconocer sus títulos en 2023.

La resolución del exceso del límite presupuestario entre bastidores debió dejar heridas abiertas entre Ben Sulayem y Christian Horner, incluso demorada algunas semanas sobre los plazos anunciados inicialmente por la propia FIA, cuyo presidente ha vivido un calvario en su primer año al frente de la institución, comprobando cómo tan solo una dura y fuerte autoridad puede hacer de contrapeso con el poderío combinado o individual de los equipos. Pero un tema es ser consciente de ello, y otro poder aplicarlo, en la misma línea que en su día se vieron obligados a adoptar Jean Marie Balestre, Max Mosley y Jean Todt.

La Fórmula 1, como el wrestling

Recién llegado, Ben Sulayem heredó el conflicto latente del desenlace del campeonato del 2022. Las críticas sobre la gestión de las acciones en pista han sido numerosas Recuérdese el duro ataque de Alonso en Montmeló. El español se libró de una sanción, y desde aquel momento sus palabras siempre han sido de apoyo para Ben Sulayem. La configuración de la parrilla por las sanciones en el Gran Premio de Italia, la resolución de la carrera, polémica sanción -retirada- con Alpine en Estados Unidos, la grúa en Japón y el caótico final de la carrera, con la resolución del título en marcha, las repercusiones políticas y el lobbying de los equipos con la directiva del porpoising. Y sobre todo, el conflicto con Red Bull y el límite presupuestario. La actitud con Horner insinuaba un mar de fondo entre ambos.

placeholder Mohamed Ben Sulayem con otro de los duros presidentes de la FIA en el pasado, Max Mosley. (EFE/Jamal Nasrallah)
Mohamed Ben Sulayem con otro de los duros presidentes de la FIA en el pasado, Max Mosley. (EFE/Jamal Nasrallah)

Ben Sulayem rechazaba cargar con la responsabilidad de decisiones adoptadas y consensuadas por los equipos, o por la aplicación de un reglamento inadecuado, pero en vigor. El esquema seguido para la resolución del Gran Premio de Japón fue negociado por los equipos para evitar situaciones como las vividas en el Gran Premio de Bélgica de 2021 que, por el mal tiempo, fue dado por bueno con tan solo una vuelta. En la resolución del Gran Premio de Italia bajo coche de seguridad, la FIA se defendió alegando que había actuado con aplicación estricta del reglamento. Ben Sulayem está entendiendo que, con el Club de la Piraña, o comes o te comen.

Las palabras de Ben Sulayem en la rueda de prensa posterior a la gala intentaban reafirmar la autoridad de la FIA en la gestión de sus competencias, seriamente cuestionadas, incluso por Liberty, que sufría en sus carnes determinadas decisiones. "La Fórmula 1 es el pináculo, Siempre encontrarás controversia, el desafío, los equipos están al límite allí. Siempre quieren encontrar el camino a seguir, es saludable, va muy bien. Pero, como la FIA, también debemos tener cuidado. Está la parte del dinero, pero el gobierno también debe ser el correcto. No puedes simplemente no tener las reglas (en la Fórmula 1), no se puede funcionar sin modificarlas, actualizarlas. ¿Con qué terminarías? ¿Te gusta la lucha libre? ¿Como el WWE (World Wrestling Entertaiment), que no tiene gobierno?2. Sin duda, a tenor de sus actitudes y palabras, su intención es reforzar ese liderazgo y autoridad.

placeholder Stefano Domenicali y Ben Sulayem. Algunas de las decisiones de la FIA han sido controvertidas, y perjudiciales para Fórmula 1. (EFE/Koen Van Weel)
Stefano Domenicali y Ben Sulayem. Algunas de las decisiones de la FIA han sido controvertidas, y perjudiciales para Fórmula 1. (EFE/Koen Van Weel)

Sacar músculo

La Fórmula 1 y los equipos han puesto a prueba su liderazgo, que no siempre ha salido bien parado. En determinados momentos parecía una figura con ganas de consenso, pero con un control errático de la gestión dentro y fuera de la pista. Varios importantes miembros del organigrama de la FIA renunciaron a su puesto este año. La presión de los principales equipos en temas clave como el porpoising o el conflicto con Red Bull debilitaban la imagen de Ben Sulayem, quien en ocasiones contaba con el enemigo dentro de casa ante la descoordinación e inconsistencia de criterio para resolver los incidentes en los grandes premios.

Jean Mari Balestre adoptó una postura autocrática en la gestión de lo que en su día era la FISA. Max Mosley actuó con mano de hierro en la Fórmula 1, en clara alianza con Bernie Ecclestone, un binomio que marcaba implacablemente los límites a los equipos. La desaparición de este último dejaba al presidente de la FIA más expuesto, pero Jean Todt supo mantener a los equipos en su sitio, no sin tensiones. Mohammed Ben Sulayem parece que ha tomado conciencia de ellos, acentuando su presencia física en los grandes premios y en los medios. Parece que en los últimos tiempos quiere ir al gimnasio para sacar el músculo del liderazgo. En 2023 se comprobará el resultado. De momento, "mejor no digas nada, Christian".

La escena fue surrealista. Gala oficial de entrega de premios anual de la FIA de 2022. Un acto de etiqueta donde, supuestamente, se esmera en las buenas formas y entierra los rescoldos de una larga temporada entre los protagonistas. Pero cabe preguntarse por qué el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, Mohammed Ben Sulayen le lanzó un inesperado 'viaje' a Christian Horner. Hasta el punto que Stefano Domenicali, el CEO de la Fórmula 1, tuvo que entrar al trapo para que el duelo dialéctico no fuera a mayores.

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