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El retorno de Antonio Giovinazzi y el maná de Guanyu Zhou que nunca llegó de China
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EL DINERO MANDA

El retorno de Antonio Giovinazzi y el maná de Guanyu Zhou que nunca llegó de China

El piloto italiano participará en las sesiones de entrenamiento de Italia y Estados Unidos. Ferrari quiere tenerlo rodado ante un más que posible retorno a la categoría en 2023

Foto: Antonio Giovinazzi en una foto de archivo (EFE/Shawn Thew)
Antonio Giovinazzi en una foto de archivo (EFE/Shawn Thew)

Gunther Steiner, el jefe de Haas, reconoció abiertamente que la sorprendente inclusión de Antonio Giovinazzi en su equipo responde a una petición de Ferrari, con la que están encantados de colaborar. En Italia, siempre se recrimina al equipo del Cavallino que no haga más por los pilotos de su país. De este modo, los de Maranello han encontrado la forma de que su piloto reserva sume kilómetros con fuego real. Por mucho que Ferrari tiene una relación similar a la de un equipo filial con Alfa-Romeo Sauber, (al igual que la tiene con Haas), no pudieron evitar que Giovinazzi, el único italiano en la competición, perdiera su sitio ante el presumible maná financiero procedente de China que caería de la mano de Guanyu Zhou. Y esa herida sigue abierta.

Los aficionados y la opinión pública italiana han entendido siempre que Ferrari fiche a los mejores pilotos disponibles sin importar su nacionalidad. Sin embargo, cuesta mucho más aceptar que no encuentren un hueco para un piloto de su país en equipos como HAAS y Alfa-Romeo Sauber, que reciben apoyo técnico e incluso financiero de la escudería. Es más, fue el fallecido Sergio Marchionne, el anterior jefe de FIAT y Ferrari, el que decidió renombrar a Sauber con la marca Alfa-Romeo, ante las perennes dificultades del equipo suizo para afrontar el pago de sus motores.

placeholder Guanyu Zhou podría perder su puesto en Sauber. (Reuters/Lisa Leutner)
Guanyu Zhou podría perder su puesto en Sauber. (Reuters/Lisa Leutner)

Equipos filiales de verdad.

Bajo ese esquema, llegó primero Charles Leclerc antes de su salto a Ferrari. Posteriormente, se incorporó Antonio Giovinazzi, hasta que perdió a finales de la temporada pasada su volante a favor de Zhou. Aunque el italiano no ha demostrado hasta la fecha dotes de superestrella, su rendimiento, especialmente en su última temporada, fue bastante bueno. Sin embargo, el poderío económico que se suponía detrás de Zhou hizo que Giovanazzi viera esta temporada los toros desde la barrera.

La lluvia de millones que esperaban en Alfa-Romeo nunca se materializó. Salvo dos pequeños patrocinadores, las empresas chinas no han mostrado hasta la fecha un interés especial por subirse al carro de la Fórmula 1, aprovechando que ahora tenían un piloto de su nacionalidad. "De momento la cosa no ha funcionado", admitió decepcionado el jefe del equipo, Frederic Vasseur. "Da la impresión que para las empresas chinas no es suficiente tener un compatriota en la Fórmula 1, solo parecen tener interés si ganas".

Cuando Enzo Ferrari fichó a Niki Lauda en 1974, por recomendación de Clay Regazzoni, le dijo a su piloto de confianza si realmente consideraba al austríaco tan bueno. "Mira, Clay, si Lauda no es tan bueno como tú dices, en Italia me van a machacar por bajar del coche a Arturo Merzari", argumentó el fundador de su marca homónima. Trasladado a la actualidad, de igual forma, le han dado un toque de atención recientemente a Vasseur desde Maranello, en el sentido de que si no se materializan esas maravillosas oportunidades económicas, que suponía la llegada de Zhou, deberían readmitir en el equipo a Giovinazzi para apaciguar el clamor de la afición transalpina.

Hay que tener en cuenta, que en Haas ya llevan dos años pagando la cuenta de tener en sus filas a Mick Schumacher. A priori, la opción más razonable sería que Giovinazzi regresara a su antiguo equipo. Puede parecer muy injusta la situación para Guanyu Zhou, pero el perder su volante un año después de haber debutado forma parte del juego. La Fórmula 1 es así de cruel. A fin de cuentas, Zhou tampoco debe olvidar que ha gozado de una oportunidad única que se le ha negado a muchos otros pilotos. Basta ver a compañeros de quinta suyos con similares o mejores resultados que los suyos que, a diferencia de él, siguen inéditos en la categoría. Véase el caso de Nick de Vries o el vigente campeón de la F2, Óscar Piastri.

placeholder Valtteri Bottas sigue bajo contrato en Sauber para 2023, pero, sin aporte económico sustancial, parece difícil que Zhou continúe. (Reuters/Christian Matter)
Valtteri Bottas sigue bajo contrato en Sauber para 2023, pero, sin aporte económico sustancial, parece difícil que Zhou continúe. (Reuters/Christian Matter)

Sin dinero, no hay volante

Quizá sea una forma por parte de Vasseur de meter presión a todas las empresas chinas contactadas hasta la fecha para que dejen de asomar su dinero en sus bolsillos y empiecen a sacarlo de verdad. Es una táctica del todo habitual en la Fórmula 1, que a veces funciona y otras no, pero el equipo suizo puede permitirse ahora el raro lujo de no tener paciencia. Parece tener su futuro asegurado con la inminente compra por parte de Audi. Su única preocupación ahora sería la de llegar a 2026 (fecha que se producirá el debut del gigante alemán) lo más preparado posible. Es razonable pensar, que es preferible optar por el apoyo técnico de Ferrari, que por los hipotéticos millones que pueda aportar China con Zhou.

Es cierto que los grandes acuerdos de patrocinio requieren de enormes dosis de paciencia. A veces es una cuestión de años de conversaciones hasta que se materializa un acuerdo. Existen excepciones, como ha ocurrido este año con el sector de los criptoactivos, que en semanas se logran acuerdos multimillonarios. Pero esto no es en absoluto la norma, sino que obedece a fenómenos de rápido crecimiento, que necesitan de forma urgente dar a conocer su marca de forma masiva.

En el caso de las empresas chinas que aún siguen reticentes a patrocinar a Guanyu Zhou, podríamos pensar que es una cuestión de tiempo el que se decidan a invertir, pero existe también la sospecha que al igual que ha ocurrido en tantos otros sectores. Los chinos lo que buscan es que inviertas en China mientras ellos tengan el control y no al revés. La lista de empresas que se las prometían muy felices y acababan con sonoros batacazos perdiendo dinero y 'know-how' industrial. Es interminable y el país asiático ya tiene Gran Premio desde hace casi veinte años. Evidentemente, la Fórmula 1 no es algo nuevo para ellos.

Para la Fórmula 1, indudablemente es muy positivo que haya un piloto chino exitoso en la Fórmula 1. Si Guanyu Zhou continúa su progresión actual puede perfectamente instalarse sólidamente en la categoría. Sin embargo, en Alfa-Romeo Sauber con razón se dirán que si tan importante es para la categoría, que inviertan ellos. Y no les falta razón, porque casi nunca se acepta como han hecho ellos a un piloto bajo la simple promesa de posibles patrocinios. Aquí más que ningún otro deporte el 'show me the money' es lo que manda.

Gunther Steiner, el jefe de Haas, reconoció abiertamente que la sorprendente inclusión de Antonio Giovinazzi en su equipo responde a una petición de Ferrari, con la que están encantados de colaborar. En Italia, siempre se recrimina al equipo del Cavallino que no haga más por los pilotos de su país. De este modo, los de Maranello han encontrado la forma de que su piloto reserva sume kilómetros con fuego real. Por mucho que Ferrari tiene una relación similar a la de un equipo filial con Alfa-Romeo Sauber, (al igual que la tiene con Haas), no pudieron evitar que Giovinazzi, el único italiano en la competición, perdiera su sitio ante el presumible maná financiero procedente de China que caería de la mano de Guanyu Zhou. Y esa herida sigue abierta.

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