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De rey de las cripto a ayudar a financiar a Hamás. El descenso a los infiernos de Binance
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"COMETÍ ERRORES"

De rey de las cripto a ayudar a financiar a Hamás. El descenso a los infiernos de Binance

El acuerdo de EEUU con Binance no solo supone una multa histórica o el reconocimiento de distintos delitos, sino que también va a marcar el futuro de una industria cada vez más regulada

Foto: El fundador de Binance, Changpeng Zhao, a su salida de los tribunales. (Getty/David Ryder)
El fundador de Binance, Changpeng Zhao, a su salida de los tribunales. (Getty/David Ryder)

Este martes, Changpeng Zhao no estaba para vacilar. En los últimos años, la cuenta de Twitter —ahora conocida como X— del fundador y consejero delegado de Binance le había servido para cargar contra los reguladores o sus propios competidores. De hecho, él mismo facilitó la quiebra de FTX a golpe de tuit. Esta vez, el tono era radicalmente distinto. "Cometí errores y debo asumir la responsabilidad", explicaba CZ, alias con que se le conoce en el sector, en el comunicado con el que presentaba su dimisión al frente de la mayor empresa de las criptomonedas. Sin embargo, nada de eso era por voluntad propia.

Sus palabras eran fruto de un acuerdo con los reguladores para evitar consecuencias legales mayores por una serie de irregularidades. En concreto, se trataba de un pacto con el Departamento de Justicia de EEUU tras una investigación por blanqueo de capitales en la que habían participado, entre otros organismos, la división antifraude del Tesoro (FinCEN) —donde tendrán acceso a las cuentas de Binance durante cinco años—, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) y la Comisión de Negociación de Futuros (CFTC), que había presentado cargos el pasado marzo.

Zhao, que calcula cada palabra, no explicaba cuáles habían sido esos "errores", pero fueron revelados apenas unos minutos más tarde por la propia Justicia estadounidense. Binance era consciente de que su plataforma era utilizada para cometer delitos de todo tipo, desde la financiación de grupos terroristas —mencionaron a Hamás, Al-Qaeda o ISIS— hasta las transacciones con países sancionados por Washington —casos de Irán o Rusia—, pasando por los rescates de ciberataques o el narcotráfico. Durante años, no solo no hicieron prácticamente nada para evitarlo —por ejemplo, implementar un programa para evitar el lavado de dinero—, sino que miraron para otro lado.

Es algo que también está relacionado con el hecho de que no se registrara como operador en EEUU. Según los reguladores, esto no era fruto de la confusión o la falta de una regulación clara de las criptomonedas, sino que era parte de "un esfuerzo deliberado y calculado para sacar provecho del mercado estadounidense". Es la misma línea que apuntaba la denuncia de la CFTC, que les acusaba de "ayudar e instruir" a los clientes estadounidenses para "eludir los controles de cumplimiento que Binance pretendía implantar para prevenir y detectar violaciones de la legislación". "Ha facilitado activamente las violaciones de la ley", remarcaban sobre Zhao.

Tras el anuncio, las palabras de los reguladores sobre el que llegó a ser el rey de las criptomonedas no han rebajado el tono. "El mensaje aquí debe ser claro: usar una nueva tecnología para violar la ley no te convierte en un disruptor, sino en un criminal", comentó el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, durante el anuncio del acuerdo.

"No nos ha sorprendido demasiado esta resolución. La situación de Binance y sus conflictos en distintas jurisdicciones era algo que se conocía en el sector", explica Enrique Palacios, director de cumplimiento regulatorio del custodio Onyze. En su caso, es usuario de esta plataforma desde hace años y cuenta que el enfoque de la empresa ha ido cambiando desde su fundación, allá por 2018. "Desde hace un par de años, yo mismo he visto cómo han cambiado sus políticas, porque habían tenido ya varios sustos regulatorios. Entre otras cosas, empezaron a ser mucho más exigentes en cuestiones de prevención del blanqueo", detalla.

Foto:  EC Diseño.

Esos cambios, en cualquier caso, llegaron demasiado tarde. Es lo que explica que el trato haya incluido una multa de 4.310 millones de dólares para Binance, a la que suma el pago extra de 50 millones del bolsillo de CZ, que tiene un patrimonio personal de unos 23.000 millones de dólares. Eso sí, el fundador no poder tener ningún poder de decisión sobre la empresa en los próximos tres años —su sustituto es Richard Teng, hasta ahora jefe global de mercados regionales—, aunque sí podrá seguir siendo su máximo accionista. Es lo que ha provocado que muchos piensen que la jugada no les ha salido tan mal.

Es mejor pedir perdón que no dominar las cripto

"Tanto Binance como Zhao han conseguido enriquecerse de una forma descomunal. Lo han conseguido pisoteando las normas en todo el mundo", comenta Saul Hudson, socio director de la agencia Angle42, especializada en criptomonedas. Además, considera que "si se tiene en cuenta dónde empezaron y dónde están después de este acuerdo", la estrategia les ha funcionado. De hecho, el clásico mantra de Silicon Valley"es mejor pedir perdón que permiso"— aparece citado varias veces por el propio CZ en algunos de los documentos judiciales. "Sin ese enfoque, Binance nunca habría sido tan dominante", asevera.

Es una postura que se ha extendido en el sector. Emily Nicolle, analista de Bloomberg especializada en criptomonedas, apunta en la misma dirección. "El hecho de que Binance acabe sobreviviendo a una investigación coordinada y exhaustiva porque paga 4.300 millones de dólares, sustituye al CEO y promete hacerlo mejor la próxima vez se considera una gran victoria. Un resultado más duro para la empresa sí podría haber provocado una pérdida de fe", explicaba tras la resolución.

Foto: Changpeng Zhao en el Web Summit de 2022. (EFE/Miguel A. Lopes)

De todos modos, el futuro de Binance sigue siendo incierto. Aquí cabe recordar que la condena de CZ aún está por fijar, pero han pactado que no llegará hasta dentro de, al menos, seis meses. En ese tiempo, puede caer una nueva bomba sobre la plataforma, ya que sus embrollos legales en EEUU no acaban, ni mucho menos, con el acuerdo de este martes.

De hecho, entre los organismos reguladores con los que ha pactado llama la atención la ausencia de un actor crucial en todo esto: la Comisión de Valores y Bolsa (SEC). El pasado junio, esta institución acusó a Binance de estafa a los inversores —habría utilizado un fondo con sede en Suiza para inflar artificialmente el volumen de operaciones de la plataforma— y a CZ de enriquecerse gracias a poner en "riesgo significativo" los depósitos de sus clientes. En total, les imputaban trece cargos y Gary Gensler, presidente de la SEC, alegó que tanto Zhao como Binance eran parte de una "amplia red de engaños, conflictos de intereses, ocultación de información y evasión calculada de la ley".

Todo apunta que, en este caso, Binance sí afrontará la batalla judicial. De hecho, en el comunicado de la empresa tras el acuerdo, destacaban dos puntos de lo más significativos. "En nuestras resoluciones con las agencias de EEUU, estas no alegan que Binance se haya apropiado indebidamente de fondos de los usuarios ni que Binance haya manipulado el mercado", decían en un mensaje claramente dirigido a la SEC.

Cárcel y escándalos: el futuro de las cripto

Los tiempos de grandes subidas de las criptomonedas y empresarios que generaban auténticas fortunas en un parpadeo se esfumaron hace tiempo. El punto de inflexión se podría marcar en el momento en el que bitcoin, la referencia del sector, marcó su máximo histórico, allá por noviembre de 2021. Entonces, un bitcoin podía intercambiarse por 66.000 dólares, pero en unos meses llegó a caer hasta los 16.000. Desde entonces, su cotización no ha vuelto a superar los 40.000 y lleva meses rondando cierta estabilidad, algo que se explica por su correlación con mercados tradicionales, cada vez mayor. De hecho, tras la salida de CZ de Binance, la caída ha sido mínima —alrededor del 3%— y ya se ha recuperado.

Entre medias, ha habido una serie de escándalos, estafas y quiebras que han manchado la imagen de todo el sector, aunque seguramente nada haya hecho tanto daño como lo ocurrido con la quiebra de FTX. Su fundador, Sam Bankman-Fried, era visto uno de los grandes héroes del sector. A principios de este mes, fue declarado culpable de siete cargos que podrían desembocar en una condena de hasta 110 años de cárcel.

Foto: Sam Bankman-Fried. (Getty)

Para Hudson, de Angle42, lo ocurrido con Binance se ha convertido en otra losa para "la reputación de las criptomonedas", pero es optimista, ya que todo lo relatado ha ido acompañado de una mayor presión regulatoria a nivel mundial, como es el caso de EEUU o la propia Unión Europea. "Es otro paso importante en la limpieza de la industria, ya que Binance tendrá que jugar ahora con unas reglas y los actores responsables van a tener una influencia relativa mayor", defiende.

Palacios, de Onyze, también se muestra de acuerdo con esta postura y celebra que lo sucedido vaya a acabar —al menos, parcialmente— con la centralidad de Binance en el ecosistema cripto. "Era un riesgo sistémico, porque no se sabía qué podía pasar si caía", añade. Ahí destaca el papel de Coinbase, la segunda empresa más importante del sector, pero con la peculiaridad de ser una empresa cotizada y, por tanto, con un mayor control sobre sus cuentas. "Desde hace meses, los análisis de Blockchain apuntan a un traspaso de carteras de Binance a Coinbase. Esto les fortalece aún más", avisa.

placeholder Brian Armstrong. (Reuters/David Swanson)
Brian Armstrong. (Reuters/David Swanson)

En cualquier caso, la empresa dirigida por Brian Armstrong también ha sido señalada en EEUU por prácticas irregulares. Para Fernando Castelló Sirvent, economista y profesor en la Universitat Politècnica de València (UPV), todos estos episodios son la consecuencia de un momento de "ajuste en el sector", ya que "ha sucedido de forma paralela al diseño y preparación previa al lanzamiento de diferentes CBDC"; es decir, monedas digitales lanzadas por los distintos bancos centrales. Por tanto, prevé "una fase en la que el control será protagonista". "Vamos a ver un aumento de las exigencias de transparencia y control de la trazabilidad de las transacciones", remarca.

Los otros ganadores de las jugadas pueden ser los ETF —fondo de inversión cotizado, por sus siglas en inglés— de criptomonedas, donde se están posicionando distintas entidades financieras tradicionales. "No es casual que salga ahora todo esto, porque están marcando las reglas del juego de cómo operar con criptoactivos en EEUU, y diría que en todo el mundo. Básicamente, están obligando a seguir las mismas normas que los operadores tradicionales, así que el mundo cripto va a depender más de ellas, que harán de custodio o intercambiador", indica Palacios.

La gran incógnita de todo esto es qué va a quedar del proyecto original de las criptomonedas, que pasaba por construir una alternativa económica descentralizada a nivel mundial e independiente de toda jurisdicción (al menos, en su visión más idealista). Es una posibilidad que cada vez parece más remota.

Este martes, Changpeng Zhao no estaba para vacilar. En los últimos años, la cuenta de Twitter —ahora conocida como X— del fundador y consejero delegado de Binance le había servido para cargar contra los reguladores o sus propios competidores. De hecho, él mismo facilitó la quiebra de FTX a golpe de tuit. Esta vez, el tono era radicalmente distinto. "Cometí errores y debo asumir la responsabilidad", explicaba CZ, alias con que se le conoce en el sector, en el comunicado con el que presentaba su dimisión al frente de la mayor empresa de las criptomonedas. Sin embargo, nada de eso era por voluntad propia.

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