Binance, el mayor 'exchange' del mundo, desata otro pánico cripto. ¿Nuevo colapso?

A Changpeng Zhao se le está poniendo cara de Sam Bankman-Fried. O, al menos, a muchos se lo parece. El fundador y CEO de Binance ha pasado las últimas horas tratando de dar explicaciones sobre las sospechas, cada vez más pronunciadas, de que algo va mal en sus cuentas. Es exactamente lo mismo que hizo el consejero delegado de FTX, que negó hasta el último momento todas las acusaciones sobre los desfalcos de su compañía. De hecho, CZ intentó rescatarle, pero salió espantado al ver sus cuentas. En cambio, él sigue al frente del mayor exchange del mundo, un gigante cuya caída puede tener efectos más devastadores que todo lo que se ha visto ahora. Y, en principio, las dudas son razonables: nadie sabe cuán solvente es la empresa más importante de la industria, y las pruebas que han dado hasta ahora dejan bastante que desear.

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Todas estas dudas han llegado en un momento en el que casi todo el mundo veía a Binance como el gran ganador del criptoinvierno. Una vez se habían desprendido de su competencia más cercana, Zhao —quien también es el accionista mayoritario del exchange— había iniciado un proceso de absorción de proyectos más pequeños, algunos de los cuales incluso habían intentado ser rescatados por la propia FTX. Es decir, un movimiento de concentración en unos entornos que deberían ser, de acuerdo con sus ideas fundacionales, todo lo contrario. De hecho, hasta crearon el Fondo de Activos Seguros para Usuarios (SAFU, por sus siglas en inglés), donde aportaron cerca de 2.000 millones de dólares en bitcoins y los tokens de la empresa, Binance USD (BUSD) y BNB. Ahora la situación es bien distinta.

La pausa que desató el pánico

Uno de los síntomas de esta crisis ha sido la retirada masiva de fondos de Binance por parte de los usuarios, que ha ascendido a más de 3.660 millones de dólares en durante la última semana, de acuerdo con la consultora Nansen. Esa huida ha provocado que el exchange tenga que hacer un corralito temporal para aquellos para las extracciones de stablecoin USDC. Así, cabe recordar que esta divisa suele ser usada como moneda de cambio dentro de las cadenas de bloques, pero sin tener que pagar las comisiones necesarias para convertirlo en dinero fiat.

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La explicación de Zhao, en cualquier caso, no ha sido muy convincente. "El canal para cambiar de PAX o BUSD a USDC requiere pasar por un banco de Nueva York que trabaja en dólares. Los bancos no abren hasta dentro de unas horas. Esperamos que la situación se restablezca entonces", ha dicho, recalcando que son "conversiones 1:1, sin margen ni apalancamiento". Es decir, si necesitaban más USDC es, seguramente, porque muchos han querido dejar de tener la moneda de la casa para abandonar la plataforma.

Pese a tratarse de una parte pequeña de su negociado, ese movimiento ha bastado para desatar el pánico, aunque tiene su explicación. "Si alguien quiere comprar USDC, ellos tienen unas determinadas reservas. En cambio, cuando mucha gente quiere hacer esa operación, tienen que sacar dinero del banco y comprarlo, porque son cantidades muy grandes y necesitan pasar por el sistema financiero tradicional, donde las transferencias no son instantáneas", cuenta Fernando Gutiérrez, inversor en criptomonedas. El propio CZ ha intentado calmar los ánimos poco después, recalcando que buscarán métodos "más fluidos" y, como prueba de fortaleza, animaba a retirar otras stablecoins sobre las que sí les quedaban reservas. "No me chirría demasiado, pero no me parece bonito que acrediten USDC si no los tienen", incide este especialista.

"Siempre ha habido rumores sobre Binance, porque son una entidad oscura en estructura y han jugado en la zona gris de la regulación para ganar tamaño y luego ir adaptándose", continúa el inversor, que considera que la situación "no es preocupante" con la información disponible por ahora. "Creo que está bien gestionada. Tengo dinero ahí y no lo he sacado, pero igual me arrepiento mañana", deja caer.

De hecho, para poner la guinda, Reuters ha adelantado este martes que Zhao está siendo investigado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, una noticia que ha llegado prácticamente a la par que la del arresto de Bankman-Fried. Según la agencia, las autoridades están divididas sobre las acciones a llevar a cabo en este caso, que estaría relacionado con el cumplimiento normativo del lavado de dinero. "Reuters se ha equivocado de nuevo", han asegurado en la empresa. Sin embargo, no han dado más detalles, y eso es marca de la casa.

Nadie sabe cuántas reservas tiene Binance

Las pruebas de reservas han sido uno de los elementos clave para la transparencia y las buenas prácticas en las empresas de esta industria. En principio, es una forma de demostrar que tienes todo el dinero que te han dejado tus clientes en custodia, de modo que eres solvente y puedes hacer frente a las retiradas. En el caso de Binance, lo chocante es que ha sido una de las empresas que más ha predicado sobre la transparencia en el sector. Por ejemplo, hace unas semanas incluyó la opción de calcular las reservas de cada exchange en CoinMarketCap, una plataforma de su propiedad. Desde entonces, allí también se pueden ver el número de activos de cada casa de cambio, las direcciones de sus carteras y su precio.

Además, ha encargado a un informe sobre parte de sus cuentas a una empresa externa, la multinacional Mazars, pero eso solo ha causado más inquietud. La razón es que su extensión es de apenas cinco páginas en las que aparecen, únicamente, tres números y que solo se refieren a su balance total de bitcoins, pero no del resto de criptomonedas. "Es el primer paso de lo que va a ser un proceso mucho más largo", se han defendido en Binance. Según estos datos, el saldo de pasivos en bitcoin era un 3% mayor que el de los activos, lo que le dejaría con cierta exposición de riesgo. En cambio, la otra cifra aportada en el informe indica la situación contraria, ya que tendrían un 1% más de las reservas necesarias. En la empresa explican esta disparidad por la concesión de préstamos a sus clientes, que estarían colateralizados en otras monedas.

"Binance, que es privada, no está obligada a publicar estados financieros auditados, y no ha publicado nada que pueda proporcionar una visión global de su situación financiera o liquidez", ha destacado The Wall Street Journal. "No era un informe de auditoría, ni abordaba la eficacia de los controles internos de información financiera de la empresa". Es más, la propia Mazars se reserva su opinión sobre esos datos y ni siquiera da garantías sobre ellos ya que, según explican, se utilizaron los procedimientos que les pidió Binance. "No expresamos ninguna opinión con respecto a su idoneidad". "Es un procedimiento ad hoc, acordado entre cliente y auditora, en el que se confirma que la información proporcionada por el primero, es cierta", ha comentado Cristina Carrascosa, abogada especializada en criptomonedas, que ha explicado en su blog que así no se puede ver "una foto completa" de la empresa, algo que "no evitaría otro caso [como el] de FTX".

El futuro pasa por la regulación

Una vez entre en vigor la regulación europea para los criptoactivos, conocida por su acrónimo MiCa, obligará a las empresas a presentar auditorías en las que se refleje la situación de la empresa en base a ciertos criterios. "Entre las medidas de protección al consumidor, se tendrán que reportar a los reguladores estados financieros recurrentemente", expone Enrique Palacios, director de cumplimiento regulatorio del custodio Onyze. "Es muy parecido a lo que se requirió a todos los bancos tras la crisis de 2008 para evitar su colapso", recuerda.

"Siempre hemos defendido que la prueba de reserva es insuficiente, hay que ir hacia la prueba de solvencia, que es una auditoría externa que demuestre que tienes pasivos suficientes para soportar estos activos", continúa. Es una forma de evitar que, por ejemplo, un exchange pueda pedir criptomonedas prestadas para pasar ese test, aunque su situación no esté saneada, una dinámica por la que fue señalada Crypto.com hace unas semanas. "Básicamente, pueden hacerse la foto y luego devolver el dinero". En el caso de Binance, coincide en que auditar sus cuentas es algo complejo, "pero tiene una posición bastante sólida", algo con lo que se muestra de acuerdo Gutiérrez. "Es una entidad con tal nivel de sofisticación, con cientos de filiales y operaciones, que necesitaría una auditoría similar a la de un gran banco". "Si Binance está haciendo algo raro, no lo vas a encontrar en una empresa externa en una semana", resume.

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Sea como sea, los especialistas consultados hacen hincapié en la razón por la que se ha armado tanto revuelo. Y es que, después de lo ocurrido con FTX, que parecía uno de los proyectos más sólidos del sector, ya nadie se fía de nadie. "Este martes hemos despertado con la noticia de la detención de Bankman-Fried, así que parece que no salimos de la espiral de incertidumbre", cuenta Palacios, mientras que Gutiérrez subraya que "hay mucho nerviosismo y la suma de circunstancias ha contribuido a ello". "La gente está muy asustada, ha sufrido mucho y a la mínima hay nervios". En este sentido, incide en que "ciertos reguladores están intentando ver que lo que ha pasado en FTX es algo intrínseco a las criptomonedas, cuando es solo un tipo que ha metido la mano en la caja, como podía haber pasado en cualquier otra industria".

Además, todas las dudas alrededor de Binance apenas han afectado a los precios de bitcoin y el resto de criptomonedas. Sin embargo, es algo que ya no se explica únicamente por lo que ocurre el sector. Tal y como contó El Confidencial, la correlación de esta industria con los mercados tradicionales ha llegado a máximos históricos a lo largo de 2022, algo impensable hasta no hace tanto. Es lo que ha hecho que, en mitad de todo este desaguisado, estas divisas digitales han cerrado con su cotización en números verdes. ¿La razón? La tasa de inflación en EEUU, publicada este martes, ha seguido su tendencia a la baja y el índice S&P han tirado hacia arriba. La economía que venía para cambiarlo todo cada vez es más indistinguible de la de toda la vida.