Este es el perfil del español que invierte en criptomonedas

El mercado de las criptomonedas es muy conocido en la actualidad. La gran mayoría de las personas han oído hablar al menos una vez de ellas, y se puede encontrar inversores para su mercado en casi todas las franjas de edad, según el estudio de la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV) realizado durante los meses de mayo y junio.

Este organismo planteó un trabajo para conocer, mediante muestras de población entre los 16 y 70 años, cuál es el perfil más común dentro del mundo de la inversión cripto en España. Cabe resaltar que, de la muestra escogida, el 84% de las personas seleccionadas no poseen inversiones en otros sectores, y que el 82,9% declara del mismo modo ni haber invertido ni querer hacerlo.

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Este inversor es, por lo general, masculino (66% de los casos), con una edad media cercana a los 40 (y, si se trata de una franja de edad, sería de entre 25 y 44 años). Además, casi el 50% de los inversores españoles utilizan menos del 5% de su capital total para las operaciones con criptomonedas, y se sirven de las redes sociales y las tecnologías de la información más que la media.

Es reseñable también que, aunque participen en este mercado personas de ingresos muy distintos (los que menos participan, aquellos que no alcanzan los 1.000 euros mensuales, representan más del 10%), son los que perciben rentas de más de 3.000 mensuales los más representativos del perfil del inversor español, con un 41% de la muestra.

Siguiendo con las cualidades resaltables del inversor español en criptodivisas, el 43,3% posee estudios universitarios, pero tanto los que tienen bachillerato como aquellos que tan solo completaron la ESO conforman igualmente una parte importante del total (28% y 28,7% respectivamente). Por tanto, más inversores españoles en este mercado no tienen estudios universitarios (56,7%) que aquellos que sí los han completado.

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El estudio de la CNMV también muestra que más del 40% de los inversores actuales ya operaron en este mercado con anterioridad. Sin embargo, solo el 9% invierte de manera regular. Es destacable también el hecho de que algo más del 50% invierta ocasionalmente (en este caso, el estudio se refiere a tener o no disponibilidad, y a aprovechar o no las caídas en el valor de las criptodivisas).

Conocen los riesgos del mercado

El estudio de la CNMV también ha querido dar a conocer si estas personas conocen las peculiaridades de las criptomonedas, como su elevada volatilidad y la posibilidad de que pierdan todo el capital que hayan dedicado a ellas. Las encuestas demostraron que el 88% declara conocer estos riesgos. Con respecto a las advertencias que internet ofrece a aquellos que se aventuran en el mercado, tan solo el 24% asegura recordar estos anuncios de aviso. De ellos, de nuevo el 88% cree que estas advertencias con claras y comprensibles.

A pesar de que tan solo uno de cada cuatro inversores recuerda haber sido advertido, dentro de este porcentaje del total uno de cada tres decide informarse más sobre el mundillo. De nuevo con curiosidades, apenas el 17% de los inversores en criptos consulta a sus contactos sobre las divisas y sus riesgos característicos, y casi el 50% confiesa no haber hecho nada en especial una vez visualizó los anuncios de advertencia.

¿Qué sabe y hace el inversor?

Primero cabe recordar que tres de cada cuatro personas dicen conocer, aunque sea por encima, las criptodivisas, y que el inversor es mayormente joven (menor de 34 años) y de perfil masculino. Precisamente, la mayoría de estas personas conocen las monedas solo de oídas, con tan solo un 2% asegurando tener amplios conocimientos sobre el mercado cripto. Además, más del 33% de los conocedores de estas divisas declara no tener una posición sólida sobre la estructura y el funcionamiento del mercado de las criptomonedas.

Seis de cada 10 dicen que esta divisa va acompañada de mayores riesgos, en especial la posibilidad de perder la inversión y la dificultad para operar correctamente en el mercado. Además, casi la mitad de estos inversores afirma no conocer con claridad la regulación del mercado cripto, frente al 32% que sí posee dichos conocimientos, y con un 20% del que se ha conocido en este estudio que posee datos e información erróneos.

Es también curioso que el 38% de estas personas haya invertido anteriormente, pero ha dejado de hacerlo. Con respecto al tipo de perfil que menos dispuesto se muestra a invertir a corto o medio plazo, este sería femenino y mayor de 45 años.

¿Dónde y con qué frecuencia?

El inversor español en criptodivisas reside principalmente en cuatro comunidades: el 23% en Madrid, el 18% en Cataluña, el 14% en Andalucía y el 11% en Comunidad Valenciana. Concretamente, se trata del 66% o dos de cada tres inversores en España.

Aquel que invirtió y ya no lo hace es el perfil más común (41,3%), mientras que el que suele hacerlo de manera más o menos mensual no llega al 10%. Casi la mitad de estos inversores invierte menos del 5% de su capital, y tan solo el 4,5% utiliza más de la mitad de sus ahorros.

Motivaciones y obstáculos

No es de extrañar que el estudio de la CNMV haya demostrado que la mayoría de inversores en criptomonedas busque principalmente una alta rentabilidad. También destacan como motivaciones la confianza en las tecnologías sobre las que las divisas se asientan, y el hecho de creer que estas se pueden convertir en un futuro medio de ingresos. El tema de la confianza en su tecnología destaca sobre todo entre los inversores más jóvenes, aquellos menores de 24 años.

Al tratar las personas que utilizaron su dinero para este mercado con anterioridad, pero ya no lo hacen, las motivaciones que en su momento tuvieron son más variadas, pero destaca igualmente la búsqueda de rentabilidad, y como motivo nuevo el interés por probar nuevos productos financieros.

Tampoco sorprenderá a nadie el hecho de que las personas que no han invertido ni tienen pensado hacerlo piensan sobre todo en el riesgo de la criptomoneda. La volatilidad es también una de las razones que más bloquean a aquellos que no han dedicado su capital a este mercado, y de igual modo la falta de un marco legal para regular y proteger las divisas digitales también pesa para más de la mitad de los potenciales inversores.