La tormenta de FTX golpea a Crypto.com y fuerza a Binance a pedir un fondo de rescate

El mercado de las criptomonedas sigue en ebullición. Cuatro días después de que FTX se declarara en bancarrota, la desconfianza se extiende entre los inversores, que vigilan con inquietud la salud de los distintos actores del mercado. Y en esa situación, la sombra de la duda se ha posado sobre otra de las grandes plataformas de intercambio, Crypto.com, que ha sufrido en los últimos días el descalabro de su token, denominado Cronos, en un movimiento que parece reflejar la retirada de fondos por parte de sus clientes.

Cronos ha llegado a registrar este lunes precios de apenas cinco centavos de dólar, menos de la mitad de lo que se valoraba hace solo una semana, lo que ha alimentado el temor a que Crypto.com acabe corriendo la misma suerte que FTX. Ante esta situación, el CEO de Crypto.com, Kris Marszalek, ha lanzado a través de su cuenta de Twitter una serie de mensajes que buscan reforzar la confianza en la plataforma, asegurando que su balance es robusto y que cuenta con reservas suficientes para cubrir todos los activos de sus clientes, algo que se ha comprometido a demostrar con pruebas. Estos mensajes parecen haber surtido efecto, propiciando un repunte de Cronos de más del 20% desde sus mínimos del día.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

La mejora de Cronos se ha unido al mensaje lanzado por el CEO de Binance, Changpen Zhao, para permitir cierto alivio en el mercado de criptomonedas, que, tras perder más de 200.000 millones de dólares de capitalización en apenas una semana, este lunes a media tarde experimenta cambios muy ligeros respecto a los precios de inicio de la sesión.

Zhao, que hace unos días se erigió en salvador de FTX para posteriormente retirar su plan de rescate de la plataforma, ha anunciado sus intenciones de crear un fondo de recuperación para los actores de la industria que puedan verse acosados por problemas de liquidez.

No obstante, Zhao también aprovechó para advertir contra los "malos jugadores" que "intentan tomar atajos para crecer rápidamente", en lo que parece un mensaje dirigido al hasta el pasado viernes CEO de FTX Sam Bankman-Fried. Por esa razón, el fundador de Binance, caracterizado habitualmente como un libre defensor de que el Estado no se entrometa en el mundo de los criptoactivos --se ha mostrado varias veces contrario a las regulaciones que proponía EEUU para el sector-, indique ahora que "el mercado de las criptomonedas necesita regulaciones claras y estables".

TE PUEDE INTERESAR

El CEO de Binance pide una regulación que proteja más al inversor en criptos al quebrar FTX

EFE

Precisamente, la figura de Sam Bankman-Fried sigue en el ojo del huracán. El hombre que hasta hace unos días amasaba una fortuna de 16.000 millones de euros que se han volatilizado con la caída de FTX se enfrenta actualmente al escrutinio de la Justicia estadounidense. En concreto, la oficina del fiscal general de Manhattan (Nueva York) está investigando si el joven empresario hubiera incurrido en algún delito penal.

Aunque FTX estaba domiciliada en Bahamas y, por ende, quedaría exenta de cumplir determinadas regulaciones estadounidenses, la existencia de informes que apuntan a que Bankman utilizó fondos de sus clientes para respaldar las inversiones de riesgo de su asociado Alameda Research abriría una vía para que la Justicia estadounidense le impute alguna responsabilidad penal, según fuentes consultadas por el Wall Street Journal.

Según han señalado expertos legales y exfiscales al diario, "en el criptomercado no regulado no existen reglas de protección para el cliente. Aun así, usar los fondos de estos para un propósito que no era revelado al usuario puede constituir fraude o malversación".

TE PUEDE INTERESAR

De FTX a los Miami Heat: el terremoto cripto emborrona los patrocinios de la industria

Valor Añadido. Agustín Monzón

Otra de las cuestiones que creen los mismos expertos es que los fiscales de Manhattan podrían ceñirse a los tuits de Bankman de la semana pasada- que luego eliminó- en los que argumentaba que "los activos de los clientes estaban seguros", cosa que después se comprobó que no era cierta.