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Esta brigada ucraniana está cambiando las reglas de la guerra naval y España lidera la respuesta europea
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El nuevo terror de la Armada rusa

Esta brigada ucraniana está cambiando las reglas de la guerra naval y España lidera la respuesta europea

La 385 Brigada utiliza drones marítimos cargados de explosivos, la primera en el mundo. Ahora, España y otros países se han dado cuenta de la importancia de estas unidades

Foto: Una imagen fija de un vídeo, difundido por el Ministerio de Defensa ruso, muestra disparos hacia lo que dijo ser el barco ucraniano no tripulado que atacó al buque de guerra ruso Priazovye en el mar Negro. (Reuters/Ministerio de Defensa ruso)
Una imagen fija de un vídeo, difundido por el Ministerio de Defensa ruso, muestra disparos hacia lo que dijo ser el barco ucraniano no tripulado que atacó al buque de guerra ruso Priazovye en el mar Negro. (Reuters/Ministerio de Defensa ruso)

Madrugada del viernes 4 de agosto. Unas discretas embarcaciones ucranianas se deslizan, sigilosas, por las aguas del mar Negro. Una logra evadir las defensas rusas de la base naval de Novorossiisk, entra en el puerto y llega hasta el Olenegorsky Gornyak. Con 450 kilos de TNT en las tripas, el vehículo no tripulado revienta el casco del imponente buque de asalto anfibio ruso de 112 metros de eslora. El impacto no lo hunde, pero lo deja completamente inoperativo y algunos expertos aseguran que no volverá a navegar jamás. En Ucrania, algo profundo está cambiando en la guerra naval. Y nadie se quiere quedar atrás.

Al día siguiente, Rusia le restó importancia a la operación y se limitó a decir que sus defensas repelieron varios ataques de este tipo de embarcaciones. Pero las imágenes posteriores mostraban el barco ancorado en las mismas aguas donde sufrió el ataque, antes de ser llevado al dique seco sine die. "El buque sufrió un gran agujero y actualmente no puede realizar sus tareas de combate. Por lo tanto, todas las declaraciones de los rusos sobre el ataque rechazado son falsas", dijo una fuente anónima del Servicio de Seguridad de Ucrania (GUR) a Radio Free Europe.

Aunque este tipo de drones marítimos no tripulados se lleva ejecutando en el mar Negro desde el año pasado, Ucrania ha intensificado este verano sus ataques contra embarcaciones y enclaves de la Armada rusa. El éxito de estas misiones ha sido tal que el propio presidente Volodímir Zelenski anunció el Día de la Independencia la creación de la primera unidad naval especializada en drones navales del mundo: la 385 Brigada Separada de la Armada. Toda una declaración de intenciones que puede cambiar los manuales tácticos de las marinas de guerra y con la que puede poner en aprietos al enemigo abriendo un nuevo frente en la contraofensiva.

"El impacto ha sido significativo. Rusia ha pasado de dominar el flanco marino a tener miedo de sacar sus barcos de puerto. Y Ucrania ha logrado abrir una nueva vía de acción en el mar Negro, lo que supone para el Kremlin tener que desviar recursos, armas, medios, dinero y atención para protegerse de esta amenaza. ¿Una revolución naval? Es pronto para decirlo. Pero, sin duda, es un antes y un después. Es la fase experimental que puede llevar a un verdadero cambio de era", explica Joaquín Garrido, analista y divulgador que lleva la cuenta Drones de Guerra, a El Confidencial.

Los drones navales que está utilizando Ucrania no tienen una alta efectividad, reconocen desde Kiev. El propio Kyrylo Budanov, jefe de la Dirección General de Inteligencia ucraniana (GUR), aseguró que los rusos lograban destruir entre el 60% y 70% de sus equipos no tripulados de superficie. Sin embargo, proseguía Budanov, "el 30% restante sigue siendo un problema para ellos". Para las tropas defensoras, dado el relativamente bajo coste de producción frente a las potenciales pérdidas que pueden llegar a ocasionar al enemigo, este margen de éxito es una ventana de oportunidad que no van a dejar pasar. Ucrania ya estaría produciendo en serie algunos de estos equipos y se han revelado, con cuentagotas, algunos detalles, capacidades y funciones.

"Son un desarrollo único de la SSU. Ninguna empresa privada está involucrada en este desarrollo. Fueron estos drones los que atacaron el puente de Crimea en julio de 2023, y algunos de ellos atacaron el barco de desembarco Olenegorsky Gornyak y el petrolero SIG", reconoció Vasyl Maliuk, jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU), responsable de las operaciones en aguas del mar Negro. Los drones son una realidad en el frente naval de Ucrania y, pronto, se convertirán en una prioridad para las diferentes armadas del mundo, como muchas otras lecciones de guerra que se extraen del conflicto.

El portal de análisis Navyrecognition, un medio especializado en información relacionada con la marina de guerra, escribió que el uso de drones de este tipo en conflictos militares "puede tener implicaciones para la seguridad marítima" y desafiar las estructuras de poder naval tradicionales y forzar cambios generalizados en las estrategias de defensa naval, tanto a nivel nacional como multilateral. Debes proteger mejor tus buques, tus puertos y tus cargueros con los que mueves tropas, combustible o armas. Apenas estamos empezando a ver las implicaciones de este nuevo actor en los campos de batalla.

"Una de sus grandes virtudes es que siembran la duda en el enemigo de dónde y cuándo te puedo atacar. Otra es la posibilidad de hundir o inutilizar una unidad naval de cientos de millones de euros o una infraestructura crítica (como el puente de Kerch) con unos equipos de relativo bajo coste. Las armadas y marinas de guerra analizan esto con preocupación. No solo afecta a la seguridad de sus barcos, sino también la defensa de los puertos, su logística y otras infraestructuras", comenta Garrido.

España y la respuesta europea

Como todo lo que acontece en los diversos frentes ucranianos, ejércitos, gobiernos y empresas toman nota. Buscan ideas, lecciones y experiencias que les permitan actualizar sus equipos y estar mejor preparados. En Europa se ha lanzado el programa Swat-Shoal, un proyecto con 20 empresas e instituciones de 11 países liderados por la española Navantia y donde participan otros pesos pesados del sector como la italiana Fincatieri, la francesa Naval Group o la sueca Saab. Además, también están presentes las españolas Sener, GMV y SME.

El grupo dispone de 25 millones de euros del Fondos Europeo de Defensa para diseñar en tres años un sistema de sistemas que permita controlar enjambres y equipos de vehículos submarinos tripulados y no tripulados (UUV, por sus siglas en inglés). "Este programa es un hito. El desafío es combinar drones muy heterogéneos, de distintos países, empresas y tecnologías", explica Angelina Cajade, directora proyectos europeos y OTAN de Navantia, en una entrevista con El Confidencial.

Foto: Simulador en el Centro de Entrenamiento de Navantia o NTC. (KAP)
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La idea es poder operar los drones en modo enjambre —donde pueden operar de forma autónoma en tareas como vigilancia de áreas submarinas o infraestructuras críticas— y en modo escuadrón —misiones más sofisticadas donde se combinan activos tripulados y no tripulados con diferentes tareas de forma armónica—. Esto permite una mayor eficacia, alcance e interoperabilidad en el dominio naval, desde el reconocimiento a las operaciones anfibias, y plantea retos inéditos para las defensas navales.

"También llevamos el sistema de mando y control. Ya tenemos uno propio desarrollado, el Naiad (naval advanced integrated autonomous defence), que se probó el año pasado probaron en las maniobras Dynamic Messenger 22. Con este sistema se pueden coordinar drones de superficie, submarinos y aéreos, tripulados y no tripulados. El siguiente paso es controlar enjambres y equipos", agrega Cajade.

En paralelo, Navantia está apostando por desarrollar su propio vehículo submarino no tripulado en alianza con las empresas españolas SAES (especializada en comunicaciones, sensores y electrónica submarina) y Perseo (fabricantes de drones y simuladores). "Queríamos un UV de estas características en nuestro catálogo porque van a cambiar las operaciones marítimas y la defensa naval. Ya hicimos las primeras pruebas en junio en Cartagena y queremos participar el año que viene en los ejercicio Rep(mus) de la OTAN para hacer una demostración", avanza la ejecutiva de los astilleros públicos, que mostraron un prototipo de la uidad en la Feria de la Industria de la Defensa (Feindef) de este año.

Foto: Submarino Krasnodar, perteneciente a la Flota del mar Negro. (Mil.ru)

Por el momento, están trabajando con la versión pequeña, de unos 2,3 metros, 80 kilos de peso y 40 kilos de capacidad de carga, para operaciones de vigilancia, antiminas y guerra antisubmarina. Pero puede ser escalable a versiones de mayor tamaño para diferentes misiones, incluyendo la de munición merodeadora. El modelo actual se fabrica con impresión 3D en la que se utilizan plásticos con propiedades acústicas especiales para que no interfieran con los sónares. Contará con una autonomía de hasta 70 millas naúticas (130 kilómetros), entre 10 y 15 nudos de velocidad (18 km/h) y capacidad para operar hasta 80 metros de profundidad.

"Los drones navales son una extensión del área de operaciones del barco. Le dota de sensores adicionales para captar más información y tener una mejor visión de la situación táctica. Además, extienden tu poder de fuego y tu capacidad de armamento. Y, en general y dependiendo de la configuración, tienen un bajo coste y una operación sencilla", comenta Cajade. La compañía opera desde hace años el Vendaval, un dron de superficie que utiliza para el mantenimiento de parques eólicos marinos, del que espera sacar un nuevo modelo a finales de año y explora las posibilidades civiles de estos equipos.

Vuelta de tuerca naval

En Ucrania, están improvisando sobre la marcha. Los diferentes tipos de drones navales que conforman la 385 Brigada son 100% nacionales, la mayoría de superficie y algunos son prácticamente caseros, impulsados por particulares y grupos de crowdfunding. Pese los obstáculos, los ucranianos los utilizan ahora en un amplio abanico de misiones, desde estallar puentes a ser señuelos, pasando por ataques o acoso a buques en movimiento. Todos estos elementos desafían la correlación de fuerzas en el mar Negro. En los primeros compases de la invasión, Rusia se encargó de aniquilar, uno por uno, todos los buques de guerra ucranianos. En este frente, la resistencia apenas se cobró alguna victoria simbólica, como el hundimiento del crucero Moskvá, buque insignia de Rusia. Ahora, los drones navales pueden dar una inesperada vuelta de tuerca al frente naval.

La primera generación de drones navales ucranianos eran simplemente embarcaciones civiles modificadas y motos de agua acuáticas con control remoto, cámaras y muchos explosivos, cuyos prototipos se comenzaron a utilizar en septiembre de 2022 (con varios ataques durante el otoño). Pero uno de sus primeros éxitos más sonados fue la incursión en aguas de la bahía de Sebastopol, el 16 de julio; donde estos modestos equipos inutilizaron la fragata Almirante Essen, de 125 metros de eslora, y el cazaminas Ivan Golubets. "Al principio, parecía que esta operación no tuvo éxito. La moto fue destruida a unos 100 metros del barco. Pero la carga es bastante poderosa y debido a la onda expansiva se dañaron completamente los equipos radioelectrónicos del barco, ciertos componentes electrónicos, antenas y un sistema hidroacústico. Eso son más de tres meses y medio en reparaciones", dijo Vasyl Maliuk.

Foto: Un MH-60R Sea Hawk de la Marina de EEUU. (Reuters)

Pese al ninguneo de la propaganda rusa, el potencial de estos equipos ya había quedado claro con el ataque al puente de Crimea del 17 de julio, poco antes de la exitosa incursión en Novarossiisk. En esa ocasión, un "dron experimental" detonó cerca del puente con media tonelada de explosivos, causando daños en los carriles de la carretera y matando a dos civiles. También atacaron al petrolero SIG en el Mar Negro, que según las autoridades ucranianas llevaba combustible para las tropas invasoras, y otros objetivos marítimos. No necesitan hundirlos, les basta con inutilizarlos.

Ahora, Ucrania cuenta con drones navales de varios tamaños en su arsenal. Los Magura, que van por su quinta evolución, pueden llevar una carga útil de 320 kilos, alcanzan los 42 nudos (77 km/h) y tienen una autonomía de 450 millas náuticas (833 km) o 60 horas, según datos oficiales. Son utilizados como arma disuasoria, capaz de paralizar las operaciones de la flota enemiga. Les siguen los Sea Baby, más compactos pero con más envergadura y potencia. Pueden cargar hasta 860 kilos de dinamita y fueron con los que se atacó el puente que une Crimea con Rusia. Son embarcaciones parecidas a una lancha pequeña, de unos 6-8 metros, con perfil muy bajo y estilizado, pintados de negro. Su coste puede variar según la versión, pero puede rondar los 200.000 euros.

"Estados Unidos y China lo tienen claro. La armada que no incorpore drones navales en su estrategia está vendida"

Muchos de los modelos siguen siendo desconocidos o prototipos todavía no utilizados en combate. Pero en Ucrania ya desarrollan modelos subacuáticos como los Toloka TK-150 o el Marichka, que pueden ofrecerles nuevas herramientas y poder de fuego.

Mientras los drones aéreos es un campo ya bastante avanzado (ambos bandos los están utilizando profusamente en esta guerra), los vehículos marinos no tripulados, armados o civiles, han tenido menos atención. Varios países llevan años desarrollando estos equipos, pero todavía hay muchos retos tecnológicos para ver su potencial, especialmente el de las comunicaciones y la autonomía. Sin embargo, los ucranianos han sido los primeros en utilizarlos de forma masiva, rentabilizado al máximo su baja detectabilidad y sus capacidades ofensivas.

Esto ha llamado poderosamente la atención de muchas marinas de guerra, incluyendo la Armada española, que ya está probando varios tipos de drones marinos. Esta misma semana, adquirió dos vehículos submarinos no tripulados autónomos Sparus II de la catalana Iqua Robotics para apoyar a las unidades de buceadores contra minas y del Instituto Hidrográfico. Su objetivo es adquirir datos para mapear áreas con mucho detalles, que luego permite identificar peligros potenciales para la navegación. En las maniobras Flotex 2023, la Armada llevó el vehículo no tripulado de superficie Sead 23, para misiones de información y apoyo al desembarco anfibio, y el Kaluga, una lancha neumática con motor fueraborda que hace labores de escolta y protección.

"Estamos todavía al principio y hay que ver cómo evolucionan las defensas específicas para estos equipos para determinar su valor ofensivo. Pero en Estados Unidos y China lo tienen claro y están apostando fuerte. La armada que no incorpore drones navales en su estrategia está vendida", concluye Garrido.

Madrugada del viernes 4 de agosto. Unas discretas embarcaciones ucranianas se deslizan, sigilosas, por las aguas del mar Negro. Una logra evadir las defensas rusas de la base naval de Novorossiisk, entra en el puerto y llega hasta el Olenegorsky Gornyak. Con 450 kilos de TNT en las tripas, el vehículo no tripulado revienta el casco del imponente buque de asalto anfibio ruso de 112 metros de eslora. El impacto no lo hunde, pero lo deja completamente inoperativo y algunos expertos aseguran que no volverá a navegar jamás. En Ucrania, algo profundo está cambiando en la guerra naval. Y nadie se quiere quedar atrás.

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