Navantia se amarra al salvavidas de las F-110: cinco buques, 4.325 millones y 9.000 empleos

Un buque de 2.700 toneladas de acero equipado para la defensa por tierra, mar y aire no se construye todos los días. Ni todos los años. Navantia fabricará cinco F-110 en una década en los astilleros de la ría de Ferrol (A Coruña), el Arsenal militar con más solera de toda la costa ibérica desde que Felipe V lo empleó como guarida de su flota.

Son cinco fragatas multipropósito 5.0 con gemelo digital en 3D —un buque virtual que aporta información en tiempo real a través de 2.000 sensores a bordo— con un diseño y fabricación netamente español con planta eléctrica, ciberseguridad y tecnología de vanguardia para dominar los mares. El otro vector interesante del programa está en los números: 9.000 empleos directos e inducidos hasta 2032, con una inversión del Estado de 4.325 millones.

TE PUEDE INTERESAR

Navantia da un paso clave en el programa de fragatas F-110 con la primera puesta en quilla

K.A.P.

Para los astilleros de la ría de Ferrol —especializados en fragatas y buques de intervención— y también para la bahía de Cádiz (corbetas), y en menor medida para Cartagena (submarinos y sistemas) cada programa naval es el Cuponazo del empleo. Una lotería en dos comarcas de Galicia y Andalucía históricamente deprimidas y lastradas por el monocultivo en la industria naval, donde el empleo —y sobre todo el desempleo— oscilan en función de los dientes de sierra de carga de trabajo de un sector complicado a nivel global. La competencia es feroz y demanda mucho apoyo de una industria auxiliar muy especializada, además de totalmente dependiente de un cliente único: la empresa pública de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales).

Puerto Real (Cádiz) es uno de los municipios españoles con mayor tasa de paro (alcanzó el 40% en 2012) y en Ferrol se superó el 25% el mismo año, un año particularmente funesto para el naval, con despidos diarios por falta de actividad y contratos.

TE PUEDE INTERESAR

Navantia triplica contratos, pero no logra salir de números rojos y pierde 97 M en 2022

K.A.P. Datos: Unidad de Datos

El viento sopla a favor en 2023. El astillero ferrolano de Navantia colocó el miércoles 9 la quilla de F-111 Bonifaz, la primera de la serie de cinco fragatas que vienen para reemplazar a las seis F-80 de la clase Santa María, navíos de los años 80 resolutivos en el mar pero tecnológicamente obsoletos tras medio siglo de maniobras. La nueva saga debe su nombre al marino de Burgos, Ramón de Bonifaz, al que Fernando III El Santo encomendó la reconquista de Sevilla en 1248.

La puesta de quilla es el acto simbólico que da inicio a la construcción de un barco, pero que se realiza como un acto conmemorativo con autoridades, directivos e invitados —se ausentó la Xunta— por lo que implica política y económicamente. Antes de que la firma de este contrato F-110 cristalizase, los trabajadores de Ferrol esperaron cuatro años en vilo con las gradas vacías y subactividad en los talleres de una factoría de 46.000 metros cuadrados con 20 grúas y tres gradas pensados por y para hacer barcos.

TE PUEDE INTERESAR

El futuro de Navantia comienza en este acuario: "Estamos eclosionando"

Enrique Andrés Pretel. San Fernando Datos: Unidad de Datos

La Armada metió prisa al Gobierno para aflojar el bolsillo del Estado y poder costear la renovación de la flota, que implica un desembolso de 4.325 millones de euros. La orden de ejecución se firmó en 2019 y supone el 34% del presupuesto total asignado al Ministerio de Defensa para 2023 en los PGE. La Marina no oculta, tal y como manifestó el AJEMA (Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada), Antonio Piñeiro, que los buques nacen con retraso, por mucho que Navantia está apurando los plazos y prevea iniciar la construcción de la segunda unidad F-112 Roger de Lauria este otoño. "Comienza un programa que necesitamos desde hace demasiado tiempo", manifestó.

Desde la cúpula de Navantia, su presidente, Ricardo Domínguez, destacó el efecto tractor y la palanca transformadora para todo el ecosistema industrial y tecnológico del programa de fragatas F-110 —y sus gemelos digitales como referencia global— tendrá en la economía de una comarca ferrolana muy acostumbrada a movilizarse en la calle para lograr carga de trabajo —más de media docena de protestas, paros parciales y manifestaciones en los últimos meses desde el Comité de Empresa— que despeje las nubes del horizonte de futuro del grupo. De la locomotora de Navantia dependen unas 500 empresas auxiliares que también participan del diseño y construcción de los buques.

1.500 empleos ¿en el aire?

La puesta de quilla, prevista antes de las elecciones generales del 23-J, bailó de fecha tres veces y se realizó el 9 de agosto con prácticamente toda la plantilla de vacaciones, lo que no impidió una protesta tenue de la CGT clamando por la subrogación y un nuevo convenio. ¿Por qué? En marzo, por sorpresa y durante una visita al Barcelona Supercomputing Center, el presidente en funciones, Pedro Sánchez, anunció 1.500 nuevos empleos —sin más concreción— para un grupo naval público que lo ha pasado mal en los números rojos y del que dependen miles de familias en la ría de Ferrol, la bahía de Cádiz y Cartagena. Lo sabe bien Yolanda Díaz (Fene, 1971), vicepresidenta en funciones y ministra que Trabajo, hija de un trabajador y exsindicalista del astillero que se crio en el barrio obrero de San Valentín, a la sombra de la grúa pórtico de la antigua Astano.

La promesa de nuevos empleos en Navantia quedaría a expensas de una hipotética investidura de Sánchez

La promesa de nuevos empleos en Navantia quedaría a expensas de una hipotética investidura —o no— de Sánchez en un grupo que suele cambiar la dirección y el rumbo con cada mudanza en la Moncloa. El anuncio de empleabilidad irritó al Comité Intercentros de Navantia por la falta de acuerdo con la parte social sobre perfiles, puestos, distribución y contenidos, máxime cuando llevan años clamando por la renovación de una plantilla muy envejecida y mermada por las prejubilaciones.

Mientras, Navantia mantiene la selección en su web para distintos perfiles en el grupo; la última oferta fue de 179 puestos para la ría de Ferrol y otros tres en Cartagena. Las negociaciones entre la empresa y los sindicatos se retomarán el 8 de septiembre.