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"¿Océano de vacunas rusas? ¡No existe! Su potencial de producción es mucho más bajo"
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ENTREVISTA A LA PRESIDENTA DE ESTONIA

"¿Océano de vacunas rusas? ¡No existe! Su potencial de producción es mucho más bajo"

En esta conversación en Madrid, Kersti Kaljulaid, presidenta de Estonia, habla de la digitalización de la Unión Europea, del mundo pospandémico y de las relaciones con Rusia

Foto: La presidenta de Estonia, Kersti Kaljulaid, en una entrevista con El Confidencial durante su visita a España. (Carmen Castellón)
La presidenta de Estonia, Kersti Kaljulaid, en una entrevista con El Confidencial durante su visita a España. (Carmen Castellón)

Estonia es uno de esos pocos países a los que la pandemia ha hecho justicia. Esta pequeña república báltica ha sido celebrada en las páginas de 'The New Yorker', 'The Atlantic' o en las de este diario más que por su gestión de la pandemia, por cómo su avanzada transición digital ayudó a la sociedad y la economía a sortear los momentos más duros de la cuarentena. Desde enero, ostenta otro título —temporal—: es el único país del mundo con dos mujeres al frente del poder ejecutivo: la primera ministra, Kaja Kallas, y la presidenta de la República, Kersti Kaljulaid.

Este lunes, Kaljulaid está de visita en España para celebrar el centenario del establecimiento de relaciones bilaterales, donde se reunirá —entre otros— con Felipe VI, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y con la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. En medio de la apretada agenda, reserva un espacio para entrevistas con los medios. En media hora cronometrada y sin retirarse la mascarilla ni un momento, Kaljulaid conversa con El Confidencial sobre la crisis del covid-19, digitalización y defensa.

Con una población (1,3 millones de habitantes) y superficie (45.000 km2) similares a la Comunidad de Aragón, Estonia también es un frente geopolítico clave para la Unión Europea. Su vecindad con Rusia, país con el que todavía mantiene disputas territoriales, la ha convertido en una de las voces más firmes en pedir que los países de la OTAN aumenten su gasto en defensa. “Tenemos que saber cumplir nuestros propios acuerdos”, insiste Kaljulaid, bióloga de formación, quien llegó inesperadamente a la presidencia tras pasar 12 años en un discreto puesto en la Corte de Auditores Europeos de Luxemburgo.

Foto: Un estudiante estonio de siete años, en clase. (Reuters)

PREGUNTA. Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Estonia es el único país que tiene dos mujeres al frente. ¿Existe una manera femenina de gobernar?

RESPUESTA. No, no. Todo el mundo debería saber por la sociología que las diferencias dentro de grupos pueden ser mucho más grandes que entre grupos distintos. No hay un liderazgo masculino y otro femenino. Pero lo que sí podemos demostrar es que aún no existe una igualdad real. Un ejemplo es la brecha salarial, que en Estonia sigue siendo una de la más altas en Europa. En cualquier caso, que haya dos líderes femeninas define a las próximas generaciones. Si los niños juegan en el colegio a ser presidentes, entonces el presidente será una mujer, porque es lo que está pasando en la vida real. Es una buena coincidencia que celebremos el centenario de las relaciones diplomáticas entre España y Estonia el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

P. ¿Cómo se ve desde Estonia la crisis del programa de vacunación europeo? Estados Unidos y Reino Unido superan a Europa en el porcentaje de vacunados. Usted ha sido crítica con las entregas de las dosis por parte de las farmacéuticas.

R. Estoy contenta de que dispongamos del programa europeo de vacunación. Por supuesto, estoy preocupada porque las farmacéuticas no están cumpliendo con lo pactado en los contratos. No sé por qué está ocurriendo. Sin el programa de vacunación europeo, países pequeños como el nuestro se estarían enfrentando a mayores problemas para conseguir vacunas. Más allá de que sea crítica desde un punto de vista constructivo, aprecio que la Comisión Europea asumiera una responsabilidad que no tenía, porque la UE no tiene un pilar social. Desde un punto de vista administrativo, ha tenido que ser muy difícil para la Comisión, porque no tienen los recursos para hacer frente una crisis como esta. Han hecho lo que han podido.

Sin el programa de vacunación europeo, países pequeños como el nuestro se estarían enfrentando a mayores dificultades

P. Ha pasado un año desde que empezó la pandemia en Europa. ¿Cuál cree que ha sido el mayor error en su país en la gestión? ¿Y la mayor lección?

R. Como en todos sitios: mantener las restricciones de forma coherente. Tienes que establecer la línea en algún punto. Mucha gente se preguntará por qué ahí y no en otro sitio. Por ejemplo, si cierras cines y teatros, ¿por qué no cierras museos? Si cierras museos, la gente te puede decir: "¿En serio? Pero si no hay gente, en Estonia no hay mucha densidad de población, ¿para qué los cierras?". La gente pone en duda muchas de estas decisiones y es muy importante saber comunicarlas de forma transparente y efectiva. Además, la gente quiere que los políticos le transmitan un horizonte, que le cuenten lo que va a venir después. En esta crisis ha sido imposible saberlo. Incluso aunque los ciudadanos sean críticos, entienden que ha sido un momento complicado.

El sistema médico estonio ha aguantado todo el año, ningún hospital se ha visto sobrepasado. Ahora estamos cerca, pero, hasta el momento, lo hemos evitado. La tasa de mortalidad en Estonia comparada con la tasa de infección es muy baja. Imaginamos que es porque el acceso al sistema de salud es extremadamente rápido. Nadie tiene que esperar mucho tiempo para ir al médico. Por supuesto, sigue siendo una tragedia para aquellos que han perdido a sus seres queridos.

placeholder La presidenta de Estonia, Kersti Kaljulaid, durante una entrevista con El Confidencial en Madrid, el 8 de marzo de 2021. (Carmen Castellón)
La presidenta de Estonia, Kersti Kaljulaid, durante una entrevista con El Confidencial en Madrid, el 8 de marzo de 2021. (Carmen Castellón)

P. Estonia es un país pionero en muchos aspectos de digitalización y del 'e-government'. ¿Qué recomendaciones daría al resto de la UE para que siguiera sus pasos?

R. Europa ha conseguido crear una ventaja competitiva en dos áreas importantes de desarrollo económico. En muchos casos, de forma accidental. Es la única economía avanzada en la que todos los ciudadanos tienen un DNI digital. Hay muchos servicios europeos que se pueden desarrollar a partir de esto, tan solo nos falta dar el siguiente paso. Cuando los conductores de camiones estonios salen de nuestro ecosistema digital, muchos se vuelven locos porque en algunos países tienen que hacer cola, pagar los peajes, etc. Gracias a nuestros DNI digitales, tan solo tenemos que completar las piezas del puzle en Europa. Junto con Portugal, hemos intercambiado recetas médicas. Es decir, que si me han dado una receta en Estonia, puedo salir y comprar algo en Lisboa. En Europa, hemos creado algo único que no existe ni en Estados Unidos, ni en Canadá ni en ningún sitio.

Foto: Foto: Efe.

P. En cuanto a España, ¿cree que hay alguna aplicación de la tecnología que nos podría permitir mejorar y digitalizarnos tan rápido como Estonia? En aspectos burocráticos, aquí vemos Estonia como un país que vive en el futuro.

R. ¿Tienen DNI digital? ¿Cuántas tareas administrativas pueden cumplimentar con el DNI digital?

P. Algunas. Pero todavía tenemos que hacer algunas gestiones en persona o, si es digital, no funciona tan rápido y no es tan sencillo como en Estonia.

R. Tienen la base para digitalizar la Administración pública, tan solo tienen que escalar. Es mucho más fácil. En Suiza, por ejemplo, la gente ha rechazado tener un DNI digital en un referéndum. Una vez que tienes las bases, depende de la demanda de los ciudadanos. Si las personas todavía prefieren ir a las oficinas y hacer cola allí, pues será más difícil digitalizarlo todo. La gente deberá confiar en la Administración pública para su digitalización. Porque además se perderán muchos trabajos en la Administración pública. Al mismo tiempo, necesitas que haya mucha gente en tu sistema para trabajar en el sector de los servicios públicos. Necesitarán estar especializados.

En los próximos años, se asoma un futuro prometedor y tenemos las bases para digitalizar nuestras sociedades

Si quieres una sociedad digitalizada, no necesitarás gente que te rellene a mano una declaración de Hacienda, pero sí que necesitarás expertos que te ayuden a pagar de forma correcta los impuestos. Mucha gente 'defraudadora' acaba cometiendo errores no porque quiera, sino porque no sabe que lo está haciendo mal. No entienden las regulaciones. Habrá nuevos trabajos, más innovadores, que aporten más valor. En los próximos años, se asoma un futuro prometedor y tenemos las bases para digitalizar nuestras sociedades y mantener otro tipo de trabajos. Soy optimista.

P. ¿Cómo ve la situación actual de la OTAN? ¿Sigue apoyando los esfuerzos que revitalizó Donald Trump?

R. No son los esfuerzos de Donald Trump, lo decidimos los países europeos como integrantes de la OTAN en 2014. No tiene nada que ver con él.

P. Pero fue él quien recordó a los países europeos que no estaban pagando lo suficiente.

R. Y la culpa es nuestra. Tenemos que saber cumplir nuestros propios acuerdos. Dejaría a Trump fuera de esta ecuación. Estoy muy contenta después de escuchar a Jens Stoltenberg [el secretario general de la OTAN] decir que la OTAN tiene 100.000 millones de euros más en sus arcas para gastar porque algunos países se están acercando al umbral del 2%. Mi consejo a la OTAN es que parte de estos recursos se destine a estudiar cómo podemos entender las nuevas tecnologías y nuestra percepción del riesgo.

Foto: Vacunación con Sputnik V en Moscú. (EFE)

P. En los últimos meses, con la aprobación de distintas vacunas, ha surgido una especie de guerra geopolítica por ellas. Parece como si tuviéramos que elegir qué vacuna ponernos. ¿Qué opina del debate sobre la vacuna rusa? ¿Usted se la inocularía?

R. Es curioso cómo de fácil han caído los medios de comunicación europeos en la estrategia comunicativa rusa. Parece que hay un océano de dosis de vacunas rusas al que vas y, de inmediato, estás vacunado. ¡No existe! No pueden vacunar a millones de personas. Su potencial para producir vacunas es mucho menor. No han conseguido ni siquiera vacunar al porcentaje de población al que nosotros hemos vacunado ya. Todo esto es propaganda política. Por otro lado, si la Agencia Europea del Medicamento dice que Sputnik es una vacuna segura, y creo que hay bastantes posibilidades de que eso ocurra, claro que la compraremos. He leído que han vendido 300 millones de dosis pero, por ahora, solo han conseguido producir un par de millones. No son los mayores productores y ya tienen dificultades.

P. ¿Piensa que los rusos son buenos consiguiendo que el resto hablemos de ellos?

R. Probablemente sí. Por eso intento corregir su marco de pensamiento.

placeholder La presidenta de Estonia, Kersti Kaljulaid, en una entrevista con El Confidencial durante su visita a España. (Carmen Castellón)
La presidenta de Estonia, Kersti Kaljulaid, en una entrevista con El Confidencial durante su visita a España. (Carmen Castellón)

P. Algunos analistas y políticos europeos han pedido que la UE intensifique las sanciones contra Rusia después del intento de asesinato del opositor ruso Alekséi Navalni. ¿Cuál es su posición? Después del viaje de Josep Borrell a Moscú, muchos políticos en Estonia no estaban muy contentos con su actuación.

R. No nos gustó cómo se preparó el viaje ni cómo fue. Reconocemos el valor y la necesidad de hablar con Rusia. Te tienes que regir por los principios europeos y tienes que ser firme: Ucrania, Georgia, Navalni, Bielorrusia. Cuando hablas con los rusos, todos estos temas tienen que estar sobre la mesa. Es extremadamente importante. Pero eso no significa que no intentemos cooperar con ellos. Somos vecinos. Tenemos que comprometernos en muchos temas técnicos. En cuanto a Navalni, está en contra de la ley internacional dañar a tus propios ciudadanos con armas químicas. ¿Cuál es la diferencia última entre Rusia y Siria? El hecho es el mismo: perseguir a tus propios ciudadanos con armas químicas. Si queremos ceñirnos a nuestras propias leyes de derechos humanos, tenemos que establecer sanciones contra ese comportamiento.

P. En otras entrevistas, usted ha dicho que a veces se exagera el poder de Rusia: su economía está estancada y su demografía se hunde. ¿Cree que es una superpotencia sobrevalorada? ¿Cuál es la amenaza de Rusia sobre la UE?

R. La economía rusa es pequeña y, aunque gaste mucho en aspectos militares, no puede gastar en educación o en sanidad. Ahora mismo, es muy diferente en comparación con la URSS de la Guerra Fría. Cuando los riesgos globales también eran riesgos regionales y toda la atención estaba puesta en nuestro vecino. Ahora la situación es muy distinta: desde un punto de vista global, hay otra superpotencia que no ha dejado claro todavía cuáles son sus intenciones en el futuro en la escena internacional.

Está en contra de la ley internacional dañar a tus propios ciudadanos con armas químicas

La atención debe ser proporcionada. Eso no quiere decir que Rusia no sea una amenaza regional. Por eso, las fuerzas de la OTAN en Polonia o en países bálticos son disuasorias. Y nuestra alianza es capaz de aumentarlas de forma muy rápida. Tenemos que estar listos para enfrentarnos a las amenazas regionales y colaborar con nuestros socios al otro lado del oceáno Atlántico para asegurarnos de que el mundo de nuestros hijos y nietos esté basado en reglas internacionales, derechos humanos y democracia.

P. ¿Quizá, más que Rusia, deberíamos hablar de Putin? ¿Es Putin lo que nos hace sentirnos amenazados?

R. Estoy de acuerdo con usted en que no estamos hablando de Rusia, sino del actual Gobierno de Rusia.

Foto: Un activista en Georgia luce una camiseta contra Vladimir Putin. (Foto: EFE)

P. ¿Cree que Putin está dispuesto a dar un paso más y cruzar esas líneas rojas?

R. Si lo que está preguntando es si Putin se está pensando atacar a un aliado de la OTAN, mi respuesta sería que por supuesto que no. Pero nuestro marco de actuación no acaba ahí: tenemos que defender a Ucrania, Georgia, Bielorrusia. Son parte de la Unión Euroasiática, pero sus pueblos están pidiendo democracia. Su visión de futuro no tiene por qué estar ligada a la Unión Europea. Y tenemos que respetarlo. Pero es muy típico de los rusos pensar que la UE está tratando de ampliar su esfera de influencia en Bielorrusia. Esto demuestra cómo piensan ellos.

P. ¿Cuál es la posición de Estonia ante el auge de China?

R. Como con Rusia, apoyo la comunicación y tener buenas relaciones. Por supuesto, en cuanto a China, nos ponemos detrás de la visión de la OTAN y la Unión Europea. Ya sabe lo que pienso sobre China porque, como socios y aliados que somos de España, pienso lo mismo.

Foto: La embajadora de Australia en España, Sophia McIntyre. (Carmen Castellón)
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P. Usted ha dicho que una de las mayores amenazas para Estonia es una amenaza interna. ¿A qué se refiere?

R. Cuando haces algo bueno, es porque lo has hecho tú, pero todo lo que va mal es culpa de un enemigo interno o externo. Y eso puede crear muchos problemas. La UE es una unión económica y política que permite a los Estados miembros regular las relaciones con otros. Pero en muchos casos se la culpa por la injusticia social en otros países. Pero la UE no tiene nada que ver. Todos los países se han enriquecido desde la ampliación en 2004. Puede que Grecia no. Pero ¿cómo se ha usado esta creación de riqueza para la sanidad o para la educación?

No es culpa de Europa, sino de tu propio Gobierno nacional, que decide cómo gastar el dinero. Los políticos nacionales tienen una responsabilidad de proteger la UE y de no culparla cuando no es culpa suya. Después de todo, si no tuviéramos la UE, cualquiera y cada una de las negociaciones sería mucho más difícil.

Foto: Simpatizantes del partido Amanecer Dorado durante un mitin electoral en Atenas, en mayo de 2014. (Reuters)

P. Pero más allá del sentimiento europeo, ustedes tuvieron un Gobierno formado, entre otros, por políticos de ultraderecha. Y la ola populista ha crecido por todo el continente. ¿Considera que estos movimientos amenazan la UE?

R. Sí, porque afectan a los derechos humanos de cada país. Algunos de estos movimientos populistas tienen menos respeto por las minorías sexuales que el resto. Otros, por las minorías raciales. Otros, hacia las mujeres. Es muy común que no confíen en la Unión Europea. Necesitamos mantener una postura convincente. Recuerdo discutir con un político de ultraderecha que dijo que la UE se iba a federalizar. Y yo le dije que eso no era verdad. Tenemos el Tratado de Lisboa, que quitó mucho poder a la Comisión y se lo dio al Consejo Europeo. Si compara la Comisión con la época de Prodi, ahora es mucho más técnica.

Estonia es uno de esos pocos países a los que la pandemia ha hecho justicia. Esta pequeña república báltica ha sido celebrada en las páginas de 'The New Yorker', 'The Atlantic' o en las de este diario más que por su gestión de la pandemia, por cómo su avanzada transición digital ayudó a la sociedad y la economía a sortear los momentos más duros de la cuarentena. Desde enero, ostenta otro título —temporal—: es el único país del mundo con dos mujeres al frente del poder ejecutivo: la primera ministra, Kaja Kallas, y la presidenta de la República, Kersti Kaljulaid.

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