Crece el caos: uno de cada cuatro puntos de recarga para coches eléctricos no funciona

De tres en tres meses, los principales países europeos se toman el pulso para medir cómo se está desarrollando el proceso hacia la electromovilidad, empleando como base las matriculaciones de vehículos enchufables (eléctricos puros e híbridos PHEV) y la evolución de la infraestructura pública de recarga, una tarea que, en el caso de nuestro país, lleva a cabo la patronal de los fabricantes de automóviles con presencia en España, Anfac, que días atrás volvía a publicar su Barómetro de la electromovilidad, esta vez correspondiente al tercer trimestre de 2023. Y al cierre del mismo, que es tanto como decir el pasado 30 de septiembre, en nuestro territorio había instalados ya 34.049 puntos de carga de acceso público, una cifra que está bien por debajo de los objetivos marcados, pues deberíamos cerrar el año con 45.000, el ejercicio 2025 con 91.000 y el ya no tan lejano 2030 con 300.000 puntos.

Pero, en realidad, estamos mucho más lejos de esos objetivos, porque bastantes de esos 34.049 puntos de carga no funcionan, como refleja también el Barómetro de la electromovilidad, pues a partir del primer informe trimestral de este año, Anfac no solo registra los puntos de carga instalados, sino que también refleja en su estadística si esos puntos funcionan o si no lo hacen. Y al finalizar el tercer trimestre, funcionaban 25.180, pero estaban fuera de servicio nada menos que 8.869 puntos. De hecho, son 2.165 más que tres meses antes, lo que representa un aumento del 32,3%, y ya representan el 26% de la infraestructura instalada. O, dicho de otra forma, uno de cada cuatro puntos públicos de recarga no funciona, ya sea por motivos administrativos o técnicos. De hecho, si comparamos los 2.420 nuevos puntos operativos durante el tercer trimestre con los 2.165 más que no funcionan, el saldo positivo es de solo 255 puntos de recarga en activo más que tres meses antes.

Y Anfac especifica cuántos puntos de recarga fuera de servicio existían a 30 de septiembre en cada comunidad autónoma, una dramática clasificación que encabeza Cataluña, con 1.636 puntos sin servicio, seguida por Madrid, con 1.159; Valencia, con 1.089, y Andalucía, con 1.020. Son las cuatro regiones que pasan de los 1.000, y hay otras tres comunidades donde se contabilizan más de 500 puntos que no funcionan: Baleares, con 596; Canarias, con 567, y Castilla y León, con 531. En el polo opuesto nos encontramos con La Rioja, donde había 48 puntos de carga no operativos al finalizar el tercer trimestre, o Navarra, con 112.

Para José López-Tafall, director general de Anfac, "se han de simplificar los trámites para que los puntos instalados den servicio lo antes posible. De nada sirve instalar un punto y que no esté operativo durante meses. Tan importante es que haya vehículos electrificados en circulación como que sus usuarios tengan la certidumbre de poder cargarlos en cualquier trayecto y momento".

Europa, lenta; España, aún más

En su análisis de la infraestructura de recarga de acceso público, los autores del informe señalan que si Europa avanzó lentamente en el tercer trimestre, España lo hizo todavía a menos ritmo, de manera que nuestro país sigue ocupando una de las últimas posiciones en el ranking continental, y cada vez más descolgada. En concreto, el indicador de infraestructura de recarga aumentó 0,9 puntos respecto al trimestre anterior, situándose en seis puntos sobre los 100 que las autoridades han establecido como objetivo final. Por comparar, la media en la Unión Europea creció 1,7 puntos en ese mismo periodo, y ya está en 13,4 sobre 100. Francia, por ejemplo, se sitúa en 17,3 sobre 100 y Alemania en 15,7, y también nos superan Portugal, con un indicador de 8,1 sobre 100, o Italia, con 6,9 sobre 100.

Aunque, una vez más, hay diferencias notables entre comunidades autónomas, pues si Castilla y León presume ya de un índice de infraestructura de recarga de 10,2 sobre 100 y Navarra está en 9,2 sobre 100, Ceuta y Melilla se conforman con un indicador de 1,9 sobre 100, Galicia tiene un índice de 4,0 y Andalucía está todavía en 4,1. E incluso Madrid es cuarta por la cola, con 4,7 sobre 100, claramente por debajo de la media nacional.

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Se añade un problema a esa lentitud española, y es que solo el 26% de la infraestructura de acceso público en nuestra geografía corresponde a recarga con potencia superior a 22 kW, mientras que el 74% restante son puntos de baja potencia. La noticia esperanzadora es que durante el tercer trimestre se ha percibido un positivo cambio de tendencia, pues de los 2.420 nuevos puntos operativos, 1.495 (un 62%) proporcionaban una potencia de entre 50 y 150 kW. De estos hay ya funcionando en España 4.673. Los expertos, no obstante, creen que deberán aumentar mucho más los puntos con más de 150 kW de potencia, que aún siguen siendo pocos: a 30 septiembre, había 621 puntos de carga de entre 150 y 250 kW en nuestro país (63 más que tres meses antes), con Castilla y León en la primera plaza, gracias a sus 108 puntos, y Andalucía en la segunda posición, con 91. Y el panorama resulta todavía más pobre si atendemos a los puntos de carga ultrarrápida, con más de 250 kW: 369 en total en toda España a 30 de septiembre, tras añadirse 52 más en el tercer trimestre, siendo Madrid la comunidad líder, con 56, seguida por Andalucía (47 puntos) y Castilla y León (44).

Las matriculaciones no ayudan

Pero el Barómetro de la electromovilidad se fija también en la penetración del vehículo electrificado en las matriculaciones de automóviles nuevos, y ahí España sigue progresando a un ritmo renqueante, avanzando en el tercer trimestre un solo punto, hasta situarse en 19,9 sobre 100. Y eso supone que ocupamos la cuarta posición por la cola en Europa. De hecho, la media en la UE mejora 1,9 puntos, casi el doble que en nuestro país, alcanzando ya un indicador de 40,6 sobre 100. Y si hablamos de países concretos, Portugal sube 4,3 puntos en el tercer trimestre, hasta un valor de 43,5 sobre 100, y los principales mercados se sitúan aún más arriba: Francia (45,1), Reino Unido (47,4), Alemania (59,4) y Países Bajos (66,1); siendo Italia la única excepción, pues su índice de penetración de vehículos electrificados está por debajo del español (18,5) y creció todavía menos (0,2 puntos).

Aunque España ha ido evolucionando hacia un mercado más electrificado en los últimos años, para los responsables de Anfac ese ritmo no es suficiente, pues a la velocidad actual no se alcanzará este año el objetivo de 190.000 turismos electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables), necesarios para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones para 2030 decididos en Bruselas y apoyados por el Gobierno español. Porque a 30 de septiembre se habían matriculado 79.733 unidades, de manera que apenas se superarán las 100.000 al final de año.

El indicador global sube un punto

Así las cosas, el indicador global de electromovilidad, que valora la penetración de los vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público respecto al objetivo predeterminado para 2030, crece en nuestro país solo un punto durante el tercer trimestre del año, situándose en 13 sobre 100; cuando en el conjunto europeo creció 1,8 puntos en ese periodo y alcanza ya los 27 puntos sobre 100. A nivel continental, la primera plaza es para Noruega, que con sus 106,9 puntos habría rebasado ya los objetivos de electromovilidad marcados para 2030, siendo la segunda posición para Países Bajos, con 68,4 sobre 100, y la tercera para Alemania, con 37,6 puntos.

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Y también están claramente por encima de los 13 puntos de España países como Francia (31,2 puntos sobre 100), Reino Unido (29,3) o Portugal (25,8); mientras que los farolillos rojos europeos siguen siendo Chequia, con 9,4 puntos, y Hungría, con 10,3. E Italia ya cae por debajo de España, pues su indicador es de 12,7 puntos sobre 100 tras haber crecido solo 0,3 puntos en el tercer trimestre.

En opinión de López-Tafall, "España continúa avanzando en electromovilidad a un ritmo más lento que nuestros socios europeos. Así es difícil lograr los objetivos de descarbonización y electrificación marcados por Bruselas y ratificados por España. Necesitamos tener un mercado interno fuerte para que aumenten las matriculaciones de vehículos electrificados. Hay que recordar que aquel cliente que quiera comprar un vehículo eléctrico cuenta, hoy, con hasta 7.000 euros de ayudas del Plan Moves III, además de una deducción en el IRPF del 15% hasta 3.000 euros. La recuperación del mercado debe ir pareja a la aceleración en la instalación de puntos de recarga de acceso público, y vemos una mejora en este punto".