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Antes de vendérmelo, díganme dónde podré recargar mi coche eléctrico
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Antes de vendérmelo, díganme dónde podré recargar mi coche eléctrico

El Gobierno obliga a las estaciones de servicio a remitir información sobre los puntos de recarga para vehículos eléctricos y tarifas aplicadas para empezar a elaborar un mapa de situación

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Fuente: iStock

Los puntos de recarga de vehículos eléctricos empiezan a estar cada vez más presentes en las calles y en algunas estaciones de servicio, pero su ritmo de despliegue es todavía muy pausado. Con el fin de acelerar su implantación, el Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto que establece los derechos y las obligaciones de los operadores y de los proveedores de servicios para facilitar las recargas y reforzar la protección de los usuarios. Y afecta sólo a los puntos de recarga público, no a los privados, situados en viviendas o empresas para sus flotas.

La normativa obliga a los operadores de estaciones de servicio a enviar al Gobierno la información necesaria para elaborar un mapa oficial de puntos de recarga que indique su localización, características y precio de la recarga.

Foto: Pablo, taxista, intenta cargar su coche. (Mario Escribano)

El mapa oficial de puntos de recarga estará disponible a través del Geoportal de Gasolineras de Ministerio de Transición Ecológica. Además, el operador del punto de recarga deberá informar al cliente sobre el origen de la energía eléctrica suministrada, así como disponer de un servicio de atención al cliente para recoger quejas, reclamaciones o incidencias del servicio.

Nacho Rabadán, director general de la Confederación de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), asegura que la instalación de puntos de recarga supone entre 30.000 a 100.000 euros de inversión dependiendo de la potencia instalada o si es necesario cambiar el centro de transformación. “Es absolutamente inviable económicamente, y ahora los puntos de recarga que se están poniendo en estaciones de servicio no son para hacer negocio, porque no hay coches eléctricos”, afirma Rabadán.

placeholder Vehículo eléctrico repostando en la calle (CFC)
Vehículo eléctrico repostando en la calle (CFC)

Los que sí se lanzan y quieren instalar puntos de recarga se encuentran “con un montón de trabas administrativas, necesidad de hacer obras en la línea que llega hasta las estaciones y los permisos para hacer esas obras se dilatan”, explica Rabadán, que pone el ejemplo de un asociado de CEEES que solicitó un punto de recarga a un proveedor hace 12 meses y todavía no lo tiene.

Solo para clases altas

Para Rabadán, “tener un coche eléctrico es una opción para quien tenga donde cargarlo en su casa por la noche y para quien esté en una capa de renta alta”. En su opinión “quien hoy tiene un coche eléctrico dispone también de un coche de combustión para viajes, seguramente vivirá en una vivienda unifamiliar o en un piso de nueva construcción con garaje con puntos de recarga, así que, si queremos que el coche eléctrico sea una opción de nicho para las capas más altas de renta, lo estamos haciendo fenomenal”.

Pero si queremos que el coche eléctrico sea una opción que se popularice, necesitamos, a juicio de Rabadán, que las estaciones de servicio participen y tengan puntos de recarga, porque el 70% de los coches en España duermen en la calle.

Foto: Anfac y Faconauto proponen un plan para dotar de suficientes puntos de carga a las ciudades y rutas principales.

El 60% de las estaciones de servicio españolas están en manos de pymes y desde CEEES reclaman ayudas para instalar puntos de recarga porque “al ritmo que van las matriculaciones no se amortizan y son inviables”, apunta Rabadán. “Y cuando haya una masa crítica de vehículos que haga que esa instalación empiece a ser rentable, empezaremos a devolver ese adelanto”, añade.

La España despoblada, también de gasolineras

El director general de CEEES apunta además que no se tiene en cuenta la realidad del campo y cuenta el ejemplo de una comarca en la que los vecinos recorren 80 kilómetros, 40 de ida y 40 de vuelta, para echar gasolina. Y si esa estación de servicio cierra, porque se encuentra en una situación delicada, los vecinos tendrán que hacer 120 km. para repostar, lo que con un vehículo eléctrico sería inviable, sobre todo en condiciones meteorológicas adversas.

Por su parte, Repsol cuenta ya con 2.000 puntos de recarga de vehículos operativos, de los que sólo 370 son de acceso público, mientras que los 1.630 restantes están en viviendas, empresas o edificios. Además, entrarán en servicio otros 350 puntos de carga rápida ya instalados en las estaciones de servicio de la compañía y dos primeros emplazamientos de recarga ultrarrápida, situados en Lopidana (Álava) y Ugaldebieta (Vizcaya),que permiten recargar la batería de vehículos en un tiempo de entre cinco y diez minutos. Además, todos sus puntos de recarga ofrecen electricidad 100% renovable, señalan fuentes de la compañía a Planeta A. El objetivo de esta emrpesa es que a finales de año haya un punto de recarga rápida y ultrarrápida (50kW y de 150 kW) cada 50 kilómetros: es decir, más de 1.000 puntos instalados.

placeholder Estación de recarga en Estrasburgo (Francia) EFE/Rolf Haid
Estación de recarga en Estrasburgo (Francia) EFE/Rolf Haid

En cuanto a Cepsa, la compañía empezará a desplegar este año puntos de carga ultrarrápida (150 kW) en todos los corredores y principales vías de comunicación de España y Portugal, que se unirán a los cargadores de esta tecnología que ya tiene instalados Endesa X. De ese modo, los clientes de Cepsa y Endesa podrán usar todos los cargadores públicos de ambas compañías a través de sus respectivas apps. y serán redes de recarga totalmente interoperables, explican a Planeta A fuentes de la empresa.

Por su parte BP está trabajando en su plan de implantación de puntos de recarga para ofrecer “alternativas que proporcionen a los conductores de vehículos eléctricos la más adecuada, rápida y confiable experiencia de recarga de su vehículo”, según nos señalan fuentes de la compañía.

Los puntos de recarga de vehículos eléctricos empiezan a estar cada vez más presentes en las calles y en algunas estaciones de servicio, pero su ritmo de despliegue es todavía muy pausado. Con el fin de acelerar su implantación, el Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto que establece los derechos y las obligaciones de los operadores y de los proveedores de servicios para facilitar las recargas y reforzar la protección de los usuarios. Y afecta sólo a los puntos de recarga público, no a los privados, situados en viviendas o empresas para sus flotas.

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