El ‘boom’ del coche eléctrico podría estancarse en 2025 en la UE
La Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente señala que los objetivos propuestos para el periodo 2022-2030 no obligarán a los fabricantes a cumplir con sus planes de producción limpia y seguirán vendiéndose vehículos contaminantes
La normativa europea de movilidad limpia ha fomentado el desarrollo de tecnología de vehículos enchufables, que ya suponen cerca de una quinta parte de las ventas de coches en los Veintisiete, pero los objetivos para 2030 no obligan a los fabricantes a cumplir con sus planes de producción de vehículos eléctricos.
La Unión Europea sigue, al menos de momento, liderando la ambición contra el cambio climático a nivel internacional, como se ha podido comprobar en la reciente Cumbre del Clima de la ONU que terminó el 13 de noviembre en Glasgow (Reino Unido).
“Ha llegado el momento de establecer objetivos verdaderamente ambiciosos si no queremos dar por perdida toda una década”
En el plenario final, el vicepresidente de la UE, Frans Timmermans, espetó un “¡Por todos los cielos, no estropeen este momento!” a los países que estaban presentando reticencias y amenazaban con no apoyar un texto, ya de por sí, reducido y carente de compromiso y ambición. Un informe de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) advierte ahora de que los objetivos propuestos en Europa para el periodo 2022-2030 no obligarán a los fabricantes a cumplir con sus planes de producción y durante este tiempo seguirán vendiéndose vehículos contaminantes.
La organización, que denunció el conocido fraude en las emisiones de los vehículos conocido como ‘Dieselgate’, alerta ahora de que el boom del coche eléctrico podría llegar a un punto muerto pronto y poner “en peligro” la venta de 18 millones de vehículos de esta categoría. El trabajo refleja que la normativa ha facilitado un incremento de las ventas de vehículos enchufables, pero la propuesta de objetivos comunitarios para lo que queda de década son, a su juicio, “demasiado débiles”, lo que podría dar lugar a la emisión de 55 millones de toneladas adicionales de CO₂ –más que lo que emite todo el parque móvil de España--, además de las que ya se liberan a la atmósfera.
De hecho, asegura que esta ‘flojera’ en los objetivos puede hacer que los fabricantes lleguen en 2023 al objetivo marcado. En el caso de España, expone que el sector del automóvil “apenas” contribuiría al objetivo de reducir las emisiones totales del país, con un 37,7 por ciento menos al final de la década.
En la actualidad, los objetivos de CO₂ para 2025 y 2030 van por detrás de los planes de electrificación de los fabricantes de automóviles y T&E calcula que, si las empresas del sector cumplen de forma voluntaria, el dióxido de carbono de todos los coches nuevos pueden reducir entre un 30 y un 35% en 2025, frente al 15% que exige la normativa.
Junto con la publicación del informe de T&E, Ecodes se suma a reclamar a la UE que fije metas más ambiciosas a partir de 2025, un objetivo intermedio en 2027 y que obligue a lograr la reducción de las emisiones del parque móvil en un 80 por ciento en 2030. De lo contrario, avisa de que “todas las flexibilidades” normativas conllevarán que los nuevos coches emitan un 6% más de CO₂ en la próxima década, cuando debería ser lo contrario para acelerar la acción climática.
En este contexto, el responsable de políticas de T&E Carlos Rico asegura que la tendencia del boom del coche eléctrico podría “estancarse si los legisladores no intervienen”. “Ha llegado el momento de establecer objetivos verdaderamente ambiciosos si no queremos dar por perdida toda una década de carrera hacia la descarbonización”, valora.
De hecho, la organización denuncia los “vacíos legales” de la normativa europea que facilitan que los fabricantes de automóviles cumplan con los objetivos más laxos tan solo con la venta del segmento SUV y con los híbridos enchufables. Y esto, para T&E es una “falacia” porque se trata de “falsos eléctricos”.
En ese sentido, afirma que los híbridos enchufables pueden incluso contaminar más que algunos motores de coches propulsados con combustibles fósiles, lo que limita de las ventas de los que denomina “eléctricos puros”. “Solo durante este año se venderán 840.000 unidades menos sin consecuencias”, estima.
Los grandes fabricantes ya cumplen
Las ventas de modelos enchufables - coches eléctricos de batería, BEV, y coches híbridos enchufables, PHEV - se han disparado con la entrada en vigor del objetivo de CO₂ en 2020/21, que exige a los fabricantes de automóviles mantener sus emisiones medias de CO₂ por debajo de 95 gCO2 por km. El trabajo muestra que las ventas de enchufables se han multiplicado por cuatro en toda Europa, y por cinco en la UE, en dos años. Estas cifras han conducido a una reducción total de emisiones de CO2 del 18 por ciento desde la entrada en vigor de la normativa de CO₂, el equivalente a las emisiones de todos los coches de Eslovenia.
De este modo, Rico explica que los fabricantes están en vías de cumplir los objetivos de emisiones de la UE en 2021, incluidas tres empresas, JLR, Volvo y Daimler, que han aumentado la media de sus emisiones de los vehículos de gasolina y diésel respecto a las de hace un lustro. Esos grupos industriales, sin embargo, ya cumplen la norma, teniendo en cuenta las emisiones de CO₂ que producen los coches vendidos entre enero y junio de 2021, seis meses antes de la fecha límite. Por su parte, Ford, Toyota-Mazda-Suzuki-Subaru y Kia se acercan con una diferencia de menos de 2g/km y Volkswagen, Hyundai y Renault-Nissan-Mitsubishi tienen diferencias en torno a los 3 g/km. En definitiva, “todos” cumplirán sus objetivos antes de final de este año.
Así, el responsable de proyectos de Ecodes, Cristina Quílez, lamenta que los fabricantes de automóviles no dejan de hacer publicidad de sus “credenciales ecológicas, pero luego aprovechan cualquier ocasión para retrasar la transformación de la industria y de la movilidad de cero o bajas emisiones”.
Quílez califica de “completa falsedad ambiental” los vehículos SUV y los híbridos enchufables y exige a la UE que en su revisión de objetivos climáticos que los fabricantes de automóviles han de cumplir, “acaben con esta situación que solo pone piedras en el camino a la descarbonización, la lucha climática y la protección de la salud de los ciudadanos”.
En definitiva, T&E y Ecodes proponen que Europa reduzca al menos un 30 por ciento las emisiones de CO₂ de sus coches nuevos a partir de 2025 y un 45% a partir de 2027 y para que todo el parque automovilístico sea de cero emisiones en 2050 –de acuerdo con el compromiso climático de la UE—considera que la fecha del fin de la opción de comprar un coche con “cualquier” motor de combustión debe establecerse en 2035. Para ello, se deberá alcanzar un volumen de ventas de coches eléctricos o con cero emisiones del 67 por ciento en 2030, algo que pasa por fomentar el desarrollo de nuevas baterías y, sobre todo, por facilitar su adquisición a los consumidores, que encuentran en el precio una barrera notable.
La normativa europea de movilidad limpia ha fomentado el desarrollo de tecnología de vehículos enchufables, que ya suponen cerca de una quinta parte de las ventas de coches en los Veintisiete, pero los objetivos para 2030 no obligan a los fabricantes a cumplir con sus planes de producción de vehículos eléctricos.