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Son más caros y gastan más: ¿tiene sentido que compremos tantos vehículos SUV?
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Copan más del 57% de las matriculaciones

Son más caros y gastan más: ¿tiene sentido que compremos tantos vehículos SUV?

La 'SUVmanía' comenzó en Norteamérica, se extendió luego a Europa y alcanza cotas máximas en países como España. ¿Pero sabemos cuánto más pagamos por usar este tipo de vehículo? Hemos analizado cuatro modelos de éxito para calcularlo

Foto: Un BMW X1 circulando por la ciudad de Madrid. (BMW)
Un BMW X1 circulando por la ciudad de Madrid. (BMW)

La secuencia descrita por los responsables de las diferentes marcas viene siendo muy parecida siempre. El potencial cliente, solo o acompañado por parte de su familia, entra por la puerta del concesionario preguntando por un coche, porque ha visto el precio en la televisión o el periódico y le parece interesante. Le llevan hasta el vehículo en cuestión, que puede ser un utilitario, un modelo compacto o un familiar, y, al cabo de unos minutos, como por arte de magia, el interés por ese modelo empieza a decaer. Porque justo a su lado hay un SUV. Más alto, más corpulento, con las ruedas más grandes... Tras las primeras miradas de reojo, el cliente ya se declara directamente infiel a su primer objetivo y parece volcar todo su interés en el SUV. Abre el maletero, se sienta al volante para comprobar que entrar y salir es más fácil, y que se conduce desde una posición más elevada... Está perdido, la 'SUVmanía' acaba de cobrarse otra presa. Después viene el momento precio y, aunque el SUV suele ser apreciablemente más caro que el coche por el que entró preguntando, las cuotas mensuales de la financiación no son tan diferentes. El final de la historia es casi siempre el mismo: el cliente compra el SUV.

De hecho, en los 10 primeros meses del año en curso se han matriculado exactamente 383.390 vehículos de carrocería SUV en nuestro país, lo que representa nada menos que el 57,6% del total de ventas, una de las proporciones más altas entre todos los países del continente. Y superamos por ejemplo a los inventores del segmento, pues en Estados Unidos, donde surgió la moda de los sport utility vehicles, las matriculaciones de SUV suponen el 53,5% del total. Bien es cierto que las camionetas tipo pick-up, que nada tienen que ver con los SUV, añaden allí otro 19,4%, hasta totalizar una proporción del 72,9%; aunque en el caso español podríamos sumar también las ventas de vehículos todoterreno, que suponen un 0,6% del total, y entonces nos pondríamos ya en el 58,2%. Es decir, seis de cada 10 vehículos vendidos en España son SUV o todoterreno; y, de los 10 coches más vendidos en lo que va de año en nuestro mercado, seis son SUV.

Foto: Fabio Filippini llegó a ser director de diseño de Pininfarina, y hoy dirige su propio estudio.

En nuestro caso, preferimos los modelos más compactos. La patronal de los fabricantes en España, Anfac, clasifica por ejemplo los SUV en pequeños, medios, grandes y prémium, y son las dos primeras categorías las más demandadas con gran diferencia. Así, los SUV medios (Hyundai Tucson, Toyota C-HR, Kia Sportage, Peugeot 3008...) copan ya el 29,4% de las ventas totales este año, erigiéndose en el segmento favorito de los españoles, mientras que los SUV pequeños (SEAT Arona, Peugeot 2008, Volkswagen T-Cross...) representan el 23,1% de las ventas totales, y son el segundo segmento más exitoso del mercado. Por su parte, los SUV grandes son el 4,0% del total, y los SUV prémium, el 1,1%. Además, sin síntomas de fatiga, porque otros segmentos están cayendo este año (la venta de urbanos como el Fiat 500 ha bajado un 13,4%, la de utilitarios como el Dacia Sandero ha descendido un 11,4% y la de compactos como el Toyota Corolla se ha retraído un 13,2%), pero los SUV mantienen el tipo pese a la crisis: los SUV pequeños solo han bajado un inapreciable 0,1% y los SUV medios han subido un 0,3%. Es decir, siguen ganando peso en las preferencias de los conductores españoles.

¿Tiene sentido que continué aumentando la 'SUVmanía' nacional en un contexto de incertidumbre económica, subida generalizada de la factura de los vehículos y alza de los precios de los combustibles? Es el mercado, y el cliente siempre tiene razón. Pero, del mismo modo que hace décadas lo habitual era comprar diésel, una decisión que no siempre parecía razonada, ahora lo que toca es el SUV. A veces por razones funcionales, otras por sensación de seguridad y en bastantes casos por cuestiones estéticas o emocionales; pero suele pasarse por alto el asunto económico, al que ahora muchos miran para cuadrar mejor el mes. ¿Cuánto pagamos de más por disfrutar de un SUV en comparación con otro vehículo equivalente tradicional, es decir, más 'bajito'?

Foto: Nacidos a partir de una estética todoterreno, los SUV han pasado a ser 'coche para todo', lo que incluye el uso en ciudad. Por eso muchos modelos ofrecen mecánicas electrificadas en mayor o menor medida.

El Confidencial ha echado unas cuentas básicas, tomando como referencia cuatro modelos SUV de bastante éxito en nuestro mercado: el Hyundai Tucson, actual líder de ventas en España con 18.749 unidades matriculadas en el periodo de enero a octubre; el Seat Arona, tercero en la general con 14.809 unidades y que es el SUV pequeño más vendido; el Volkswagen T-Roc, que, además de ser el quinto modelo más matriculado en España en 2022, es uno de los preferidos en los contratos de renting, y el BMW X1, cuya nueva generación acaba de debutar en España y que proponemos como ejemplo de producto prémium, además, es el modelo bestseller de la firma alemana en nuestro mercado.

Empecemos por el pequeño: Arona

El usuario que acuda a un concesionario de la española SEAT se encontrará probablemente al Ibiza, una compra maestra habitual durante las últimas décadas y uno de los mejores utilitarios del momento, junto al Arona, que es prácticamente lo mismo..., pero en SUV. Es decir, Ibiza y Arona comparten la plataforma MQB-A0, las mecánicas, los materiales de fabricación o las tecnologías de confort, asistencia y seguridad; pero el segundo se vende ahora mucho más que el primero. Ser SUV le da ventaja, aunque el Arona, que mide 4,14 metros de longitud, aporta otras virtudes, como un maletero de 400 litros, cuando el del Ibiza, que mide 4,06 metros de largo, es de 355 litros.

placeholder Los SEAT Arona e Ibiza comparten prácticamente todo, y fueron actualizados a la vez.
Los SEAT Arona e Ibiza comparten prácticamente todo, y fueron actualizados a la vez.

Pero un SEAT Ibiza con motor de gasolina 1.0 TSI de 110 CV, cambio manual y nivel de acabado Style cuesta ahora 20.720 euros, mientras que el Arona equivalente se va a 23.150 euros: 2.430 euros extra. Y ojo, porque el Arona, al ser 24 kilos más pesado y medir 108 milímetros más de altura anuncia un consumo medio mayor: 5,2 l/100 km, frente a los 5,0 l/100 km del Ibiza. En un uso de 15.000 kilómetros anuales estaríamos hablando de 30 litros más al año (casi 60 euros), y, aunque no es una diferencia grande, va incrementando el diferencial de coste. O, dicho de otro modo y con un ejemplo: cuando comprábamos un diésel, resultaba más caro que la versión de gasolina equivalente, pero después íbamos recuperando dinero con el uso porque los motores de gasóleo gastaban mucho menos; pero eso no sucede con los SUV, que son más caros... y consumen más. ¿Mejor el Ibiza que el Arona entonces? Las cuentas parecen decir eso, pero los coches no se compran solo con calculadora.

Tucson, el bestseller en España

Pasemos ahora al Hyundai Tucson, que no es solo líder en su segmento y el SUV más vendido en España en lo que va de año, sino también líder absoluto, y con bastante distancia sobre el siguiente, que es el asequible Dacia Sandero. Hablamos de un modelo de 4,50 metros de largo y con un maletero de hasta 620 litros (el volumen depende del tipo de mecánica, y como mínimo es de 546 litros), de modo que le hemos buscado un rival apropiado en la gama de la marca coreana. Como el i30 de cinco puertas es mucho más corto y el i30 Fastback tiene un planteamiento más deportivo, creemos que la alternativa 'bajita' más apropiada al Tucson es el i30 CW, de carrocería familiar y que mide 4,59 metros, homologando un maletero de 602 litros. Y, aunque los familiares no son muy del gusto nacional, nos parecen la opción B perfecta para quien no desee un SUV.

placeholder A igualdad de potencia y equipamiento, el precio del Hyundai Tucson supera por mucho el del i30 CW.
A igualdad de potencia y equipamiento, el precio del Hyundai Tucson supera por mucho el del i30 CW.

Si tomamos como referencia el Tucson con motor de gasolina 1.6 T-GDi 48V de 150 CV (etiqueta ECO de la DGT) con cambio automático DCT y acabado N Line, su precio es ahora de 41.275 euros, mientras que un i30 CW con motor de gasolina 1.5 T-GDi de 160 CV (también es ECO) con caja DCT y acabado N Line cuesta 32.295 euros: 8.980 euros de diferencia. Para no ser tan duros podemos comparar con ese mismo i30 CW 1.5 T-GDi 160 DCT, pero dotado de un acabado algo más completo, denominado N-Line X, y en ese caso el precio sube a 35.195 euros; pero sigue siendo una distancia enorme: 6.080 euros. Además, el Tucson pesa 109 kilos extra y es 18 centímetros más alto, y eso se traduce en más consumo, según la medición oficial WLTP: 6,5 l/100 km en el SUV coreano, frente a los 6,1 litros del i30 familiar. Si pensamos en 15.000 kilómetros anuales, unos 60 litros de carburante, o casi 120 euros. La lógica dicta sentencia a favor del familiar, pero la lógica no siempre manda.

El X1 y sus argumentos

Tras analizar Arona y Tucson, nos ocupamos del nuevo BMW X1, un SUV muy reciente y de 4,50 metros de largo al que no es fácil encontrar un rival directo 'bajito' en su propia casa. Como la Serie 3 y la Serie 4, que tienen varias carrocerías para elegir, están a una escala muy superior, lo racional es enfrentarlo al Serie 1, que es el coche compacto de la marca alemana; aunque su única carrocería, de cinco puertas, se queda en 4,32 metros. Es decir, menor amplitud interior que en el SUV y un maletero que se conforma con 380 litros, cuando el del X1 homologa 540 litros. Es decir, para un uso familiar, el X1 sí cumplirá mejor que un Serie 1, pero, si no hay tantas necesidades de espacio, mejor leer el siguiente párrafo.

placeholder La versión de acceso a la gama del nuevo X1 equipa un motor diésel de 150 CV de potencia.
La versión de acceso a la gama del nuevo X1 equipa un motor diésel de 150 CV de potencia.

Y es que un X1 sDrive18d, que tiene tracción en un solo eje, motor diésel de 150 CV y cambio automático sale a la venta por 40.900 euros, mientras que el Serie 1 más comparable, que es el 118d Automático, también con tracción delantera y motor diésel de 150 CV, se queda en 39.035 euros: 1.865 euros de distancia, que no parece tanto si comparamos con los casos de SEAT y Hyundai. Además, X1 sDrive18d y 118d Automático gastan exactamente lo mismo, 4,9 l/100 km, lo que resulta especialmente llamativo porque el X1 pesa 145 kilos más y es 208 milímetros más alto. Con esos datos, el X1 parece justificar su éxito, aunque el Serie 1 se guarda una carta importante: mientras que en el X1 el motor básico es ese diésel de 150 CV, en su hermano compacto la gama arranca con un interesante y nada lento 116d, dotado de un diésel básico de 116 CV, cuyo precio es de 31.550 euros. Y eso son 9.350 euros por debajo de la factura básica de los X1.

¿Volkswagen T-Roc o Golf?

Para el final hemos dejado el T-Roc, uno de los muchos SUV que Volkswagen ofrece en la parte baja y media de su gama: T-Cross, Taigo y Tiguan le acompañan. Pero el más vendido de todos en España es el T-Roc, un SUV de 4,25 metros y maletero de 445 litros cuya alternativa 'bajita' en la marca alemana es un coche tan prestigioso como el Golf, que mide 4,28 metros de largo y tiene un maletero de 380 litros. Es decir, pese a ser ligeramente más corto, el SUV tiene más espacio para el equipaje, lo que ya es una primera virtud. Pero queda por ver los precios.

placeholder El Volkswagen T-Roc es ligeramente más barato que el Golf equivalente. Y tiene más maletero.
El Volkswagen T-Roc es ligeramente más barato que el Golf equivalente. Y tiene más maletero.

Y en este caso sí puede compararse bien. Por ejemplo, un Volkswagen Golf con motor de gasolina 1.5 TSI de 150 CV, cambio manual y nivel de equipamiento Life cuesta 32.600 euros, cuando el T-Roc equivalente, con motor 1.5 TSI 150, caja manual y acabado Life, cuesta 31.355 euros. Es decir, en este ejemplo, se invierte el orden y, comprando el SUV, ahorraríamos 1.245 euros en comparación con el Golf; aunque este contraataca con un consumo algo más bajo: 5,6 l/100 km de media, frente a los 6,0 l/100 km del T-Roc: con un uso medio de 15.000 kilómetros anuales, estaríamos hablando de 60 litros de ahorro, o casi 120 euros al año, si conducimos el Golf. Diferencia insignificante, en cualquier caso, de modo que aquí sí deberían decidir los gustos: imagen SUV, más maletero y precio más ajustado en el T-Roc; consumo más bajo y mejores materiales interiores en el Golf.

En resumen, vemos que no hay una regla básica a la hora de comparar un SUV con su alternativa de carrocería más tradicional, pues suelen ser más caros o mucho más caros; pero también hay excepciones, en las que la factura puede ser ligeramente más baja incluso. Lo aconsejable sería preguntar siempre por las alternativas a los modelos SUV, pedir presupuestos de modelos equivalentes (mecánica y equipamientos similares) y analizar con calma los datos antes de tomar una decisión. La 'SUVmanía' tiene una parte de moda y, en tiempo de estrecheces económicas y combustible caro, puede ser buena idea pedir opinión al cerebro y no solo al corazón.

La secuencia descrita por los responsables de las diferentes marcas viene siendo muy parecida siempre. El potencial cliente, solo o acompañado por parte de su familia, entra por la puerta del concesionario preguntando por un coche, porque ha visto el precio en la televisión o el periódico y le parece interesante. Le llevan hasta el vehículo en cuestión, que puede ser un utilitario, un modelo compacto o un familiar, y, al cabo de unos minutos, como por arte de magia, el interés por ese modelo empieza a decaer. Porque justo a su lado hay un SUV. Más alto, más corpulento, con las ruedas más grandes... Tras las primeras miradas de reojo, el cliente ya se declara directamente infiel a su primer objetivo y parece volcar todo su interés en el SUV. Abre el maletero, se sienta al volante para comprobar que entrar y salir es más fácil, y que se conduce desde una posición más elevada... Está perdido, la 'SUVmanía' acaba de cobrarse otra presa. Después viene el momento precio y, aunque el SUV suele ser apreciablemente más caro que el coche por el que entró preguntando, las cuotas mensuales de la financiación no son tan diferentes. El final de la historia es casi siempre el mismo: el cliente compra el SUV.

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