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China controla los minerales que mueven el mundo y acaba de lanzar una advertencia a EEUU
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China controla los minerales que mueven el mundo y acaba de lanzar una advertencia a EEUU

Las restricciones a la exportación de dos minerales impuestas por Pekín esta semana demuestran que está dispuesta a utilizar su dominio para hacer tambalear las cadenas de suministro occidentales

Foto: Producción de baterías de litio en Yichang, China. (Reuters/Stringer)
Producción de baterías de litio en Yichang, China. (Reuters/Stringer)
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SINGAPUR-La decisión de China esta semana de restringir la exportación de dos minerales utilizados en semiconductores, paneles solares y sistemas de misiles fue algo más que una salva comercial. Fue un recordatorio de su dominio sobre los recursos minerales del mundo y una advertencia de su voluntad de utilizarlos en su creciente rivalidad con Estados Unidos.

Alrededor de dos tercios del litio y el cobalto del mundo -esenciales para los coches eléctricos- se procesan en China. El país es la fuente de casi el 60% del aluminio, también utilizado en las baterías de los vehículos eléctricos, y del 80% del polisilicio, un ingrediente de los paneles solares. Su control de las tierras raras, elementos que se utilizan en tecnologías cruciales, como la fabricación de pantallas táctiles para teléfonos inteligentes y sistemas de defensa antimisiles, es aún mayor: el 90% de su refinado, según la Agencia Internacional de la Energía.

Las empresas chinas también controlan a menudo el procesamiento que no se hace en casa. Una parte significativa del suministro mundial de níquel, por ejemplo, procede directamente de China, pero gran parte del resto también está en manos chinas, refinado por empresas de ese país en lugares como Indonesia y Papúa Nueva Guinea.

Foto: Coche eléctrico en proceso de carga.

El control de China sobre estos minerales le otorga el poder de interrumpir la transición energética de Occidente, la fabricación de chips y las industrias de defensa, a medida que se acentúa su rivalidad de gran potencia con Estados Unidos. Una medida china de restricción de las exportaciones de litio o cobalto, por ejemplo, afectaría gravemente a los fabricantes de automóviles no chinos y desestabilizaría la producción de baterías para coches eléctricos.

Estas medidas extremas son poco probables a corto plazo, entre otras cosas porque también perjudicarían a las empresas chinas, pero los expertos dicen que no están descartadas. "Seríamos tontos si pensáramos que eso es imposible", afirma Morgan Bazilian, director del Instituto Payne de Políticas Públicas de la Escuela de Minas de Colorado. "Si siguen subiendo el tono, ése es un nivel al que se podría llegar".

Las restricciones de Pekín a la exportación de galio y germanio anunciadas el lunes siguieron a las medidas adoptadas por Estados Unidos en octubre para limitar el acceso de China a los equipos utilizados para fabricar chips avanzados. Se espera que las restricciones chinas añadan urgencia a los esfuerzos occidentales por desarrollar fuentes minerales alternativas.

Foto: Imagen de archivo de una calle en China. (Pexels)

La administración Biden ha dado prioridad a la reducción de la dependencia estadounidense de los minerales chinos, principalmente a través de su emblemático programa de inversión verde conocido como Ley de Reducción de la Inflación. La ley de 2022 ofrece subvenciones para baterías de vehículos eléctricos que contengan minerales extraídos y refinados en Estados Unidos y otros países amigos, en un esfuerzo por construir cadenas de suministro que no pasen por China.

El jueves, el presidente Biden declaró en un tweet que China ha dominado la producción de materias primas necesarias para productos críticos durante demasiado tiempo, y que EEUU estaba trabajando con sus aliados para traer la cadena de suministro de baterías a casa. Otra ley estadounidense reciente, la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleos de 2021, proporciona millones de dólares en subvenciones para impulsar la minería de minerales críticos y autoriza préstamos federales para proyectos que impulsen el suministro nacional de los recursos.

El dinero ha empezado a fluir al amparo de varias políticas estadounidenses. TechMet, con sede en Irlanda, cuyos proyectos incluyen la extracción de níquel y cobalto en Brasil, ha recibido 55 millones de dólares desde 2020 de una agencia estadounidense, la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo, a cambio de alrededor del 15% de participación en la empresa. Este año, TechMet comenzó a exportar un producto de níquel que procesa en Brasil para su uso en vehículos eléctricos occidentales, y está recaudando fondos privados y públicos para expandir su mina.

Foto: Minas de oro en Kenia. (EFE /Dai Kurokawa)

"Es un disparo de advertencia a las industrias estadounidenses", declaró Brian Menell, director general de TechMet, en relación con los recientes controles chinos de las exportaciones. Afirmó que su empresa está dispuesta a colaborar en "la misión de ayudar a construir cadenas de suministro independientes alineadas con Estados Unidos".

En Estados Unidos, Talon Metals está solicitando permisos para empezar a extraer níquel en la campiña de Minnesota. El Departamento de Energía seleccionó a la empresa para una subvención de 114 millones de dólares destinada a una instalación de procesamiento de minerales para baterías en Dakota del Norte. Esta cantidad representa más de una cuarta parte del coste estimado del proyecto, según la empresa.

La construcción de nuevas cadenas de suministro no puede hacerse de la noche a la mañana. Las minas tardan años en desarrollarse, y los procesos para obtener autorizaciones medioambientales en los países occidentales se suman a los largos plazos. Los trabajadores cualificados escasean. Muchos países ricos en minerales son políticamente inestables o carecen de credibilidad medioambiental, lo que disuade a las empresas occidentales incluso cuando las chinas, a menudo respaldadas directa o indirectamente por Pekín, están dispuestas a seguir adelante.

Foto: Fábrica de coches eléctricos en Alemania (EFE/F.Singer)

Talon Metals, que tiene un acuerdo para suministrar níquel a Tesla, planea empezar a producir el metal en 2027, siempre que reciba los permisos medioambientales necesarios, dice la empresa. "Nadie quiere tomar atajos", afirma Todd Malan, portavoz de Talon. "Creo que los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y Australia están buscando formas de hacer las cosas eficientes y mantener los plazos".

Mientras Estados Unidos y otros países occidentales buscan nuevas fuentes de minerales, China consolida aún más su posición. Los mineros chinos llevan mucho tiempo desempeñando un papel destacado en la extracción y refinado de cobalto de la República Democrática del Congo, la mayor fuente mundial de este mineral para baterías de vehículos eléctricos. En los últimos dos años, las empresas chinas han ampliado ese control construyendo plantas en Indonesia que, además de procesar níquel, también recuperan cobalto del mineral.

Indonesia casi cuadruplicó su producción de cobalto el año pasado, superando a Rusia y convirtiéndose en la segunda fuente mundial, con las empresas chinas a la cabeza. Las empresas chinas también están intensificando sus esfuerzos para extraer y refinar litio en África y América Latina.

Foto: Foto: EFE/David Arquimbau Sintes.
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La hipótesis catastrófica sería un intento de China de imponer amplias restricciones a las empresas occidentales. La mayor medida para aislar a Estados Unidos de un recurso clave fue el embargo de petróleo de 1973, que provocó largas colas en los surtidores de gasolina y una fuerte contracción de la economía mundial.

Según los analistas, el efecto de las restricciones sobre los principales minerales no sería tan inmediato, pero tendría un impacto duradero en las empresas y los consumidores. Se trataría de una versión sobrealimentada, según los analistas, de la crisis del chip que se inició durante la pandemis, cuyo impacto se dejó sentir en la industria automovilística, entre otras, y provocó grandes retrasos en las entregas de automóviles.

"Está claro que China está dispuesta a utilizar restricciones a la exportación de minerales y metales", afirmó Joseph Majkut, director del programa de seguridad energética y cambio climático del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington D.C. "La cuestión es qué metales podría China utilizar como herramienta política y económicamente significativa, y qué hace Estados Unidos al respecto".

*Contenido con licencia de “The Wall Street Journal”

SINGAPUR-La decisión de China esta semana de restringir la exportación de dos minerales utilizados en semiconductores, paneles solares y sistemas de misiles fue algo más que una salva comercial. Fue un recordatorio de su dominio sobre los recursos minerales del mundo y una advertencia de su voluntad de utilizarlos en su creciente rivalidad con Estados Unidos.

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