CHARLESTON (Carolina del Sur)-Nikki Haley, la primera mujer y persona de color elegida gobernadora de Carolina del Sur, se convirtió el martes en la primera candidata de peso en comprometerse a desafiar al expresidente Donald Trump en la lucha por la nominación presidencial republicana de 2024.
"La izquierda socialista ve una oportunidad para reescribir la historia", afirmó en una declaración en vídeo. "China y Rusia se han puesto en marcha. Todos piensan que pueden intimidarnos. Patearnos. Deberían saber esto de mí: no soporto a los matones. Y cuando les devuelves la patada, les duele más si llevas tacones".
Las referencias a los tacones han sido durante mucho tiempo un elemento básico en los discursos políticos de Haley, de 51 años, ex embajadora de las Naciones Unidas en la administración Trump.
Hasta ahora, Haley es la única mujer en la competición, mientras los republicanos sopesan si elegir a un nuevo abanderado que podría atraer a algunos votantes a los que no les gusta el expresidente. La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, también podría incorporarse a la carrera republicana esta primavera.
La entrada de Haley añade una vuelta de tuerca a una relación ya complicada con su antiguo jefe, que lanzó su tercera candidatura consecutiva a la Casa Blanca en noviembre y sigue siendo la figura dominante del partido, incluso después de los decepcionantes resultados del Partido Republicano en las últimas tres elecciones nacionales.
A principios de 2016, Haley declaró que Trump le daba vergüenza y criticó su reticencia a condenar a los supremacistas blancos. Menos de un año después, aceptó unirse a su gabinete y contribuyó a su legitimidad tanto en el escenario nacional como en el mundial. En su video, publicado un día antes del discurso de anuncio formal de campaña previsto en Charleston, Carolina del Sur, Haley reivindicó la necesidad de una "nueva generación de líderes".
Parecía ser una referencia a la edad de algunos de los principales candidatos que se espera que estén en la carrera. Trump tiene 76 años, mientras que el presidente Biden, que se espera que haga un anuncio formal en marzo o abril sobre su candidatura demócrata, tiene 80 años.
Nacida en Carolina del Sur e hija de inmigrantes indios, Haley estudió contabilidad en la Universidad de Clemson y ayudó a dirigir la empresa familiar de ropa y artículos de lujo antes de entrar en política.
Haley suele destacar que nunca ha perdido una elección en Carolina del Sur. Durante mucho tiempo se ha hablado de ella como posible candidata nacional, en parte porque su biografía podría ofrecer una narrativa convincente para un partido que ha luchado por atraer el apoyo de los grupos minoritarios.
La carrera pública de Haley ha abarcado todo el abanico de políticas y divisiones políticas del Partido Republicano. Ha actuado tanto desde fuera como desde dentro. En su primera candidatura a gobernadora, fue una candidata alineada con el Tea Party que perdió el apoyo de la Cámara de Comercio de Carolina del Sur para las elecciones frente a un demócrata. Tradicionalmente, el grupo habría apoyado a alguien como Haley, que promovía impuestos más bajos y un gobierno más pequeño, pero los miembros con derecho a voto consideraron que sus opiniones eran demasiado polémicas e inflexibles.
Una vez nombrada gobernadora, firmó una ley que concedía subvenciones a Boeing Co., una medida en conflicto con el movimiento Tea Party. En las primarias presidenciales del Partido Republicano de 2016, apoyó inicialmente al senador de Florida Marco Rubio, antes de respaldar al senador de Texas Ted Cruz una vez que Rubio quedó fuera de la carrera.
Después de renunciar a su cargo en la ONU en octubre de 2018, Haley regresó a Carolina del Sur y se unió a la junta directiva de Boeing, que abrió una planta de producción en North Charleston durante su administración.
También pasó tiempo dando conferencias, supuestamente recibiendo a cambio cantidades tan altas como 200.000 dólares. Más recientemente, Haley viajó por todo el país para promocionar a los candidatos republicanos, hacer amigos en los estados que eligen candidatos más temprano y crear su propia red de recaudación de fondos.
Haley, que fue elegida gobernadora en 2010 y ocupó el cargo durante seis años después de servir en la legislatura del estado, ha discrepado con Trump sobre el resultado de las elecciones de 2020, las cuales el expresidente afirma falsamente que le robaron.
"Hubo fraude en las elecciones, pero no creo que la cifra fuera tan grande como para influir en la votación en la dirección equivocada", comunicó a The Wall Street Journal en octubre de 2021.
Su enfoque respecto a Trump ha variado con el tiempo. Fue muy crítica con él durante una comparecencia ante el Comité Nacional Republicano justo después de los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio, y afirmó que sus acciones serían "juzgadas duramente por la historia". Esas declaraciones enfurecieron a algunos republicanos leales a Trump, y Haley suavizó su postura. En abril de 2021 declaró que no se embarcaría en una candidatura para 2024 si él decidía presentarse de nuevo.
The Wall Street Journal. Alex Leary y John McCormick
Cuando se le preguntó por el cambio de opinión en una reciente entrevista con Fox News, Haley respondió que las declaraciones sobre no desafiar a Trump eran de antes de que Biden retirara las tropas estadounidenses de Afganistán y tomara otras medidas con las que no estaba de acuerdo, dotando de mayor peso a los resultados 2024.
Haley elogió al expresidente en una entrevista con el Journal en otoño de 2021 y opinó que su administración había dejado un "importante legado". "Tiene la capacidad de hacer que salgan elegidas personas fuertes, y tiene la capacidad de poner las cosas en marcha, y espero que siga haciéndolo", afirmó. "Le necesitamos en el Partido Republicano. No quiero que volvamos a los días anteriores a Trump".
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Tras su acto del miércoles en Charleston, Haley tiene previsto viajar en los próximos días a Iowa y New Hampshire, los dos estados que iniciarán la votación para la nominación del Partido Republicano dentro de aproximadamente un año.
Carolina del Sur será el tercer estado en la carrera republicana y Haley podría competir allí con otro residente del estado, el senador Tim Scott. Scott está considerando su propia candidatura a la Casa Blanca y aparecerá el jueves en su estado natal en una cena del GOP del condado para celebrar el Mes de la Historia Negra, antes de viajar a Iowa la semana siguiente.
"Va a ser confuso", opinó Katon Dawson, ex presidente del Partido Republicano del estado que apoya a Haley. "Ambos son muy populares en esta zona". Haley incorporó a Scott al Senado en 2012 después de que el senador Jim DeMint dimitiera en medio de un mandato inconcluso. Tanto ella como Scott, si decide presentarse, generarían grandes expectativas en las primarias de Carolina del Sur y cualquier resultado distinto a una victoria podría ser visto como una pérdida. Trump pasó por Carolina del Sur a finales de enero cuando hizo su primer viaje de campaña electoral para 2024 y cuenta con el respaldo del gobernador Henry McMaster y el senador principal del estado, Lindsey Graham. Según Dawson, "sigue siendo muy popular en Carolina del Sur". Los rivales políticos ya han subestimado antes a Haley, advierte Dawson, y sería una tontería hacerlo ahora. "Ha creado la infraestructura necesaria para llegar hasta el final y creo que tiene muchas posibilidades de ser competitiva", afirma.
También se cree que otros republicanos están considerando presentar su candidatura, entre ellos Noem, el ex gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, el gobernador de Florida Ron DeSantis, el ex gobernador de Arkansas Asa Hutchinson, el ex vicepresidente Mike Pence, el ex gobernador de Maryland Larry Hogan, el ex secretario de Estado Mike Pompeo y el gobernador de Virginia Glenn Youngkin.
Varias encuestas de hipotéticas primarias del Partido Republicano han mostrado a Trump y DeSantis a la cabeza. Cuantos más candidatos haya en la carrera, más probable es que el apoyo del establishment republicano se divida, lo que podría ayudar a Trump.
En una declaración compartida por su campaña, Trump subrayó que, "a pesar de que Nikki Haley dijo: "Nunca me presentaría contra mi Presidente, fue un gran Presidente, el mejor Presidente de mi vida", le dije que debería seguir su corazón y hacer lo que quiere hacer. Le deseo suerte".
Taylor Budowich, el presidente de Make America Great Again Inc., un super PAC alineado con Trump, emitió una declaración más crítica, llamándola "una política de carrera cuyo único compromiso cumplido es consigo misma". El presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, también de Carolina del Sur, declaró en un comunicado que Haley apenas se distinguía de Trump, y que su "candidatura da oficialmente el pistoletazo de salida a una desordenada carrera hacia las primarias en 2024 para la base MAGA que lleva tiempo gestándose. Que todo el mundo prepare sus palomitas".
Glenn McCall, un miembro del Comité Nacional Republicano de Carolina del Sur que por ahora se mantiene neutral en la carrera por la nominación presidencial del GOP, espera que Haley sea una fuerte competidora, especialmente en su estado natal. "El presidente tiene aproximadamente un tercio de seguidores dedicados y ella podría conseguir una buena parte de los dos tercios restante", declaró.
Según McCall, los votantes republicanos del estado buscan "un conservador fuerte que aplique políticas que nos hagan avanzar, pero que también se comporte como un presidente y pueda atraer a la gente, en lugar de alienarlos". A los operadores políticos del estado les gusta señalar que Carolina del Sur cuenta con un sólido historial de apoyo a candidatos que acaban convirtiéndose en los nominados de su partido. El candidato del Partido Republicano ha ganado las primarias del estado en todas las contiendas desde 1980, con la excepción de 2012, cuando Newt Gingrich ganó y Mitt Romney se convirtió en el candidato.
*Contenido con licencia de “The Wall Street Journal”
CHARLESTON (Carolina del Sur)-Nikki Haley, la primera mujer y persona de color elegida gobernadora de Carolina del Sur, se convirtió el martes en la primera candidata de peso en comprometerse a desafiar al expresidente Donald Trump en la lucha por la nominación presidencial republicana de 2024.
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