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El terremoto en las criptos amenaza su futuro en plena ola regulatoria y de subida de tipos
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DESPLOME GENERALIZADO CON RL CRASH DE TERRA

El terremoto en las criptos amenaza su futuro en plena ola regulatoria y de subida de tipos

El desplome de estos activos, en medio del agujero de Terra y con el ciclo de subida de tipos y la futura regulación, cuestiona más que nunca las tesis de inversión a largo plazo

Foto: Imagen del bitcoin y el dólar. (EFE/Steinbach)
Imagen del bitcoin y el dólar. (EFE/Steinbach)
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Hace 40 días, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, dijo a un grupo de emprendedores y creyentes de los criptoactivos que él no cree en ellos como inversión. Hubo risas nerviosas. Tanto por el chascarrillo que hizo, aludiendo a que estaba lejos de la puerta al decirlo, como porque estos activos ya estaban sufriendo. Pero dichas debilidades se han disparado esta semana, pese al rebote este viernes del bitcoin, con un crash acelerado con la crisis de la cripto Terra y su 'stablecoin', que ha sido de todo menos estable. Hace unos meses, los clientes pedían a los bancos poder invertir y estos estaban empezando a abrir la mano. Ahora, las criptos se enfrentan a otra potencial cuarentena y a un cerco regulatorio.

El precio de cualquier activo depende de la oferta y la demanda. Pero cuando hay una caída de los precios de la vivienda o de una cotizada del Ibex 35, se buscan explicaciones. No siempre hay motivos racionales, pero sí fundamentos para explicarlo. Cuando un activo no tiene valor intrínseco, no hay que darle más vueltas. La gente que compró por especulación, ahora se asusta y vende. Los precios fluctúan con brusquedad. Pasó con la crisis de los tulipanes y con la Compañía del Misisipi, una empresa francesa que en el siglo XVIII intentó imitar a la Compañía Británica de las Indias Orientales y que acabó siendo un desastre y uno de los preludios de la Revolución Francesa.

Foto: Bitcoins. (Reuters/Dado Ruvic)

Esto no quiere decir que vaya a pasar con las criptodivisas, aunque es difícil imaginar que los miles de monedas digitales que existen en la actualidad vayan a tener valor en el futuro. Quizás el bitcoin u otras divisas acaben siendo activo refugio y derroquen al oro. Sería un éxito sin precedentes para un activo con apenas una década de vida frente a otro que atesora varios milenios de aceptación entre los seres humanos. O puede que la tecnología blockchain, cada vez más usada, necesite estas criptos para funcionar de forma eficiente y entonces genere valor por su propio uso, convirtiendo a los creyentes en personas de éxito por haberse mantenido pese a los diferentes inviernos cripto.

Un invierno cripto es como se conoce a las fases de pérdida de valor, cuando huyen los inversores y se produce un apagón en torno a este activo, que deja de estar en los medios, en las redes sociales o en las búsquedas de Google. Así ocurrió en 2019, con el bitcoin en 3.000 dólares. Entre finales de 2020 y principios de 2022 ha vuelto a estar de moda con su habitual volatilidad, tocando los 63.000 dólares en marzo de 2021, los 30.000 en julio y los 68.000 en noviembre, cuando se hablaba de poder llegar a los 100.000. Pero ahora ha vuelto a los 30.000, con un previo paso por los 26.000 en esta semana de terremoto en las criptodivisas. El conjunto del valor de mercado de las criptodivisas se ha reducido desde 2,8 billones de dólares a menos de 1,3 billones el jueves, remontando 200.000 millones el viernes. La destrucción de valor equivale al PIB español de un año. Y también hay derivadas como la de Coinbase, considerado el custodio más fiable, y que cae un 62% en el último mes. Su valor en bolsa es de 13.000 millones de dólares, pero llegó a 75.000 millones en noviembre.

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(Reuters)

Coinbase llegó a valer el doble que State Street, aunque ahora su capitalización es la mitad. State Street es uno de los depositarios más grandes del mundo, de hecho ahora es uno de los que está pujando por la depositaría de BBVA, además de tener negocio de ETF. Cuenta con 3,9 billones (millones de millones) de dólares bajo gestión y otros 42,6 billones en custodia, que es 30 veces más que la capitalización total del mundo cripto y, pese a ello, ha llegado a valer menos que Coinbase.

Pero hay una diferencia abismal entre Coinbase y los custodios de fondos. Y supone otra laguna para el futuro cripto. Coinbase ha reconocido que en caso improbable de quiebra, los criptoactivos de las carteras pasarían a ser propiedad de la compañía y, entonces, serían usados para pagar a los acreedores. En el mundo tradicional de custodia y depositaría, no se percibe la posibilidad de que esto ocurra. De hecho, nunca ha habido pérdida de fondos de inversión por quiebra, como sí ha podido ocurrir con depósitos bancarios.

Foto: EC.

Todos estos puntos pesan en el tramo final para que Europa acuerde una regulación (MICA) para la inversión en criptoactivos. En el plano de regulación financiera, la CNMV ha puesto límites a la publicidad, aunque el gran cambio llegará con MICA. Está cocinándose en pleno terremoto de las criptos, lo que podría afectar a que los que quieren ser más duros tengan más argumentos.

Se espera que llegue ya este año. Francia está presionando para que haya acuerdo político en las próximas semanas, antes de finales de junio. Una vez que haya un acuerdo y se publique en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), entrará en vigor a partir de los 20 días siguientes. El plazo para aplicar el reglamento aún no está acordado, pero se está barajando que sean entre 18 y 24 meses después de que entre en vigor, aunque para algunas partes de la nueva regulación podría acortarse el plazo a 12 meses.

Caos por Terra

Hay una tendencia de fondo a la baja, que en realidad se ve en casi todos los activos. Hay pérdidas en renta variable y en renta fija, y son más grandes en el mundo cripto, que también había corrido más previamente. El bitcoin pierde un 56% desde el pico de noviembre, y un 'crash' esta semana motivado por el desplome de Terra (Luna) y su 'stablecoin' TerraUSD (UST). Una 'stablecoin' o criptomoneda estable asegura la paridad respecto a una divisa, en este caso el dólar. En teoría, los que emiten deberían tener los dólares que sustenten esta paridad. Sin embargo, suele haber dudas, y esta semana ha habido pánico.

"Los profanos en este mundo deberían invertir primero en bitcoin y poquito a poco, para ir conociendo el funcionamiento. Pero la gente es avariciosa y codiciosa", señala un emprendedor del mundo critpo, que se queja del daño que hace a toda la industria el caos vivido con Terra y Luna. Terra (Luna), que era la novena criptodivisa por valor de mercado, ha caído un 99% y ha dicho adiós a la paridad. Han sido todo menos estables. Además, normalmente las criptos algorítmicas amplifican los movimientos que, en este caso, es a la baja.

Foto: Foto: Pexels. Opinión
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"Las criptomonedas son una gran idea que se ha desarrollado por el peor camino posible, probablemente por la propia naturaleza humana y por la dejación de las administraciones a la hora de regularlas. Si se crea una ciudad y no le pones semáforos, lo más probable es que haya accidentes", resume Víctor Alvarogonzález, socio fundador de Nextep Finance. "La balanza se ha inclinado por la especulación, lo que lógicamente ha creado una burbuja, que además resulta de grandes proporciones por la falta absoluta de control regulatorio", agrega.

El experto cree que se ha llegado a situaciones "surrealistas", como que se acepte que una criptomoneda vale lo que un dólar porque lo dice un algoritmo, o que "se dijera que el bitcoin es el nuevo activo refugio que sustituiría al oro, y que no se vería afectado por lo que ocurriera con los bancos centrales". Este punto es clave. Uno de los argumentos de los defensores de las criptomonedas es la debilidad hacia la que iban el dólar y otras divisas en un mundo cargado de deuda y con tipos al 0%. Bajo el prisma de que se estaba creando una burbuja monetaria, argumentaban que las divisas descentralizadas eran la solución para el futuro.

Casualidad o causalidad, cuando llegó la inflación el año pasado y los bancos centrales decidieron esperar y ver, empeñándose en que era un efecto transitorio, el bitcoin se disparó. Cuando los bancos centrales comenzaron a endurecer su discurso, el bitcoin empezó a caer, así como el resto de las criptodivisas. En realidad, salvo por algún altibajo, el bitcoin sube al ritmo que la bolsa americana. Cuando se ha disparado la liquidez por el ahorro embalsado que provocó el covid, y los estímulos fiscales y monetarios, ha llegado dinero a los bonos, a la renta variable y a las criptos. Cuando ha llegado el miedo, todo cae.

Foto: Foto: Reuters

El bitcoin se desploma más que el S&P 500, pero también ha subido más, y depende de cuándo se ponga la fecha de corte será mejor haber apostado por uno u otro activo. Desde el 21 de febrero de 2020, máximo del S&P 500 antes de la pandemia, el índice sube un 17,5% y el bitcoin multiplica por tres. Desde el 31 de diciembre de 2020, están a la par, aunque con mucha más volatilidad el bitcoin. Desde el 31 de diciembre de 2021, el S&P 500 cede un 17,5% y el bitcoin un 35%.

El desafío es qué va a pasar con las criptos en un mundo de tipos de interés cercanos al 2%, que es lo que vaticina el mercado a dos años. Habrá bonos de gobiernos considerados seguros que ofrezcan rentabilidades positivas, a diferencia de lo que ha ocurrido en la última década. Después del susto con Terra, ¿seguirá habiendo gente queriendo invertir en 'stablecoins'? ¿Y qué pasará con el argumento de que las criptos protegen contra la masa monetaria disparada por los bancos centrales?

En realidad, hay más argumentos en favor de las criptos. O, al menos, difundidos por sus creyentes. Uno de ellos es que los millennials son favorables a esta inversión, y también generaciones más jóvenes, y que la abrazarán a medida que tengan más capacidad de riqueza. Esto es lo que defiende, por ejemplo, Protein Capital, fondo español de critpodivisas que bate al bitcoin con menos volatilidad. También tiene identidad española el fondo Blockchain Strategies Fund, desde Luxemburgo.

Foto: Bitcoin. Ethereum (Unsplash)

"El fallo de Terra es un caso aislado. Un ataque, o manipulación, deliberado hacia la moneda estable UST que provocó enormes problemas de liquidez", resume Manuel de Luque, fundador y jefe ejecutivo de Block Asset Management. "Las monedas estables son criptomonedas cuyo objetivo es mantener una vinculación uno a uno con puntos de referencia externos (dólar, euro o una materia prima). Son importantes para el ecosistema de activos digitales, ya que permiten a los inversores transferir (tomar ganancias) casi instantáneamente fuera de las criptomonedas sin salir del mercado de activos digitales (lo que hace que la reinversión sea oportuna y rentable). El objetivo es evitar la volatilidad del mercado", agrega.

No obstante, indica que "las monedas estables algorítmicas representan solo una fracción del ecosistema de monedas estables". Aun así, ha habido caídas generalizadas basadas "esencialmente en el sentimiento". "Nuestro análisis apunta a un evento técnico, vinculado a la liquidación de posiciones apalancadas con muchos inversores y manos débiles forzadas a vender, magnificando la caída en el proceso. Como resultado, el sentimiento de los inversores ha alcanzado niveles extremos de pesimismo y la mayoría de los activos digitales están muy sobrevendidos. Esto ha empujado la volatilidad hacia arriba, pero debería normalizarse con el tiempo", expone el gestor de criptoactivos.

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(Reuters)

Desde Protein, Alberto Gordo, fundador y director de inversiones, también destaca que el asunto de Terra-Luna es algo puntual, y saca una conclusión positiva del descalabro de las criptos: "Lo que hemos observado es que en esta situación de pánico en los mercados financieros es la primera en la que el bitcoin tiene un comportamiento muy similar al resto de activos financieros, en eventos anteriores (por ejemplo el covid en 2020) su comportamiento fue bastante peor que el resto, con lo cual podemos llegar a la conclusión que cada vez se está cogiendo más confianza en este activo en momentos críticos del mercado". En el fondo español añaden que ahora hay oportunidades de entrada y que "los inversores pacientes siempre han sido recompensados", después de las caídas del 68% en 2013, del 84% en 2017 o del 61% en 2019.

Aunque esta vez hay algún elemento diferenciador, como que hay más gente sufriendo pérdidas que en el pasado y que, psicológicamente, puede verse ahuyentada de estos activos, y que incluso se está extendiendo la mofa hacia ellos, después de dos años de ganancias. No en vano, otro Terra, en este caso el antiguo portal de Telefónica que se hundió en bolsa en el año 2000, ha mantenido fuera de los mercados a muchos antiguos inversores. Ahora, los memes corren por las redes y los grupos de WhatsApp esta semana e, incluso Ryanair, desde su cuenta oficial, se ha permitido darles la bienvenida a sus aviones a los inversores de criptos recordándoles su pérdida de patrimonio. Además, ahora existe el mencionado ciclo de mayor regulación y con tipos más altos. En favor de las criptos, aseguran en Protein, los fundamentos mejoran gracias a que ha habido un aumento en las métricas de los usuarios, la escalabilidad y la adopción, siendo ahora inversiones "más atractivas".

Protein defiende que hay tres fases de expansión para las criptodivisas. La primera es la tecnológica, que tiende a mejorar. La segunda sería la regulación, para lo que será clave el proyecto MICA que, en Europa, supondrá una normativa para estos activos. El último paso es que llegue a ser un activo reconocido y entendido de forma masiva ('mainstream').

La fase regulatoria, desde luego, será la siguiente. Y no solo desde el punto de vista financiero, sino también fiscal. Hacienda, por ejemplo, sigue dando pasos para que los inversores de criptos o los que trabajan con otros activos digitales, como los NFT, no se escapen a la tributación.

"De cara al futuro creo que pueden pasar tres cosas: que la llegada de la regulación las convierta en una divisa más con la que especular, pero sin los excesos actuales; que se pasen de moda como instrumento especulativo y se queden como puras monedas dedicadas a las transacciones (transferencias, pagos, etc.), ya que son una excelente fórmula como método de pago; y que los gobiernos sigan haciendo dejadez de funciones y, una vez pase la resaca, volvamos a las mismas", arguye Alvarogonzález, que cree que en algún momento habrá rebote, aunque duda que para volver a los máximos.

Foto: La campaña de la Renta 2020-2021 (iStock)

Una de las líneas argumentales por las que también abogan los creyentes de las criptodivisas es la utilidad para países de economía inestable. El ejemplo más claro es El Salvador, aunque ahora mismo no supone una bombona de oxígeno para creer en estas inversiones. El país, que llevaba años siendo una historia de éxito en Centroamérica, se dirige peligrosamente hacia el 'default'.

El Salvador tiene que afrontar el vencimiento de un bono de 800 millones de dólares a inicios de 2023 y el mercado especula con el impago. Cotiza con un descuento del 23%, con una rentabilidad del 51% en divisa local, frente al 7,75% al que se emitió hace nueve años. La fiebre por el bitcoin llevó a situaciones curiosas como la intención de El Salvador de emitir un bono a diez años por 1.000 millones al 6,5%. La novedad es que se comprometió a destinar la mitad a comprar bitcoin para su venta tras cinco años, y repartir las potenciales ganancias entre los tenedores. Desde entonces, recuerda Rafael Valera, gestor de renta fija y socio de Buy & Hold, que se ha venido retrasando la fecha de colocación.

"La emisión tiene un difícil encaje entre inversores, especialmente entre institucionales, puesto que un bono salvadoreño al uso denominado en dólares ofrece un cupón del 17%. Esto quiere decir que el bono bitcoin se planteaba inicialmente a más del doble de precio al que hoy cotizan sus bonos. Por otra parte, es un diferencial alto si se tiene en cuenta que El Salvador será el que custodie los bitcoins durante esos cinco años. Lo óptimo, si alguien quiere invertir en deuda de El Salvador y el bitcoin, sería hacerlo en sus bonos tradicionales y comprar bitcoins depositados en un país de mayor solvencia que El Salvador", agrega el experto en deuda.

La banca espera

Otro punto clave para el futuro de las criptodivisas será la accesibilidad, y que la banca contribuya a que sean 'mainstream'. Y lo que ha ocurrido esta semana no juega muy a favor. Tampoco que los bancos, con las subidas de tipos, vayan a tener opciones para emitir fondos garantizados, estructurados o depósitos con rentabilidad positiva. Asimismo, la regulación va a permitir que se pongan a disposición de la clase media alternativas como el capital riesgo.

Los clientes han demandado poder invertir en criptodivisas, peticiones que han atendido algunas entidades solo en banca privada y bajo responsabilidad del propio cliente, sin asesoramiento. Es decir, solo intermediación. Había avances, pero ahora vuelven a estar en cuarentena.

Foto: Representación del bitcoin. (Reuters/Edgar)

BBVA ha sido uno de los más activos, al ofrecer intermediación y custodia de bitcoin en Suiza a partir de 10.000 dólares (cuenta New Gen), donde el servicio de criptoactivos está disponible para clientes de banca privada. En España, no hay asesoramiento, pero sí inversiones en bitcoin y ether como servicios de custodia y de compraventa.

Su presidente, Carlos Torres, ha reconocido tener parte "muy pequeña" de su patrimonio invertido en criptoactivos. En una entrevista con Forbes Argentina, recogida por Europa Press, dice que es un "experimento", y que se puede invertir "en cripto lo que puedas perder, que no vayas a necesitar y pase lo que pase no lo vendas. Si esto acaba valiendo muchos ceros, puede cambiar la vida del inversor. Había casos en ese momento de regalos de un bitcoin que valía 200 dólares por la primera comunión. La única condición era que no se podía vender: o no valdrá o pagarás los estudios de tus hijos".

Su gran rival, Santander, no realiza comercialización activa sobre productos que tengan criptodivisas, que han ido creciendo vía fondos y ETF. Lo que sí hace es atender a solicitudes a iniciativa de los clientes y ejecutar órdenes de compra para aquellos que cumplen todas las condiciones requeridas por la normativa sobre productos cotizados (ETP).

Foto: Vista de varios bitcoins falsos (Efe)

En general, el sector bancario espera que haya una regulación clara que minimice los riesgos para las entidades, y que no dificulte la innovación. Y sí hay bancos estudiando comercializar productos y servicios relacionados, aunque dependerá de la posición que tomen Banco de España y CNMV, hasta ahora especialmente escépticos con este mundo. "Los bancos pueden implementar cualquier cosa si les genera comisiones, si bien, visto el drenaje de liquidez por subida de tipos y políticas monetarias restrictivas, los criptos lo van a seguir teniendo muy complicado", opina Guillermo Santos, socio de iCapital.

Desde CaixaBank aplauden la utilidad de la tecnología blockchain, pero "en cuanto a las criptodivisas, nos parece que actualmente presentan pocas certezas y muchas incertidumbres y riesgos que dificultan enormemente realizar un asesoramiento sobre ellas y cumplir con nuestro deber fiduciario con el patrimonio de nuestros clientes".

En otras entidades, March hace 'brokeraje' cuando lo pide el cliente, y BNP Paribas matiza que ofrece en banca privada servicios de intermediación mediante ETF y productos UCIT (normativa europea para fondos), y no hay asesoramiento ni se incluyen inversiones en criptos en las carteras, aunque sí inversiones en blockchain. Otras firmas importantes en gestión y asesoramiento de activos como Bankinter o Mutuactivos rechazan hacer, incluso, intermediación.

Hace 40 días, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, dijo a un grupo de emprendedores y creyentes de los criptoactivos que él no cree en ellos como inversión. Hubo risas nerviosas. Tanto por el chascarrillo que hizo, aludiendo a que estaba lejos de la puerta al decirlo, como porque estos activos ya estaban sufriendo. Pero dichas debilidades se han disparado esta semana, pese al rebote este viernes del bitcoin, con un crash acelerado con la crisis de la cripto Terra y su 'stablecoin', que ha sido de todo menos estable. Hace unos meses, los clientes pedían a los bancos poder invertir y estos estaban empezando a abrir la mano. Ahora, las criptos se enfrentan a otra potencial cuarentena y a un cerco regulatorio.

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