El Ibex cierra el semestre a la cola de Europa, castigado por su exposición a Draghi
El índice español, todavía mucho más bancarizado que sus compañeros europeos se queda por detrás en esta primera mitad del año. ¿Llegará a superar el sector defensivo al cíclico en peso?
Los inversores alcanzan el ecuador del año. Tras un fin de 2018 demoledor, el Ibex 35 ha cogido carrerilla en la primera recta de 2019 y ya afianza una subida del 7,72%, impulsado, sobre todo, por el sector de infraestructuras y las 'utilities'. Un semestre agridulce: pese a las alzas, el selectivo español ha quedado como el peor de los índices europeos, que suben entre un 10% y un 17% cada uno.
Solo otras bolsas menores como la portuguesa, la finlandesa o la búlgara, han subido menos que el Ibex 35. Pero en comparación con los grandes, España se queda corta, lastrada por el peso de la banca.
"Siendo España uno de los países que mayor crecimiento económico está registrando a nivel europeo, es paradójico que esta recuperación no se haya visto reflejada en el índice", explica Gonzalo Lardíes, gestor en A&G. Según matiza el experto, el factor que ha marcado el rendimiento del índice en lo que va de año han sido la política monetaria. "Los valores que se han visto negativamente afectados por los tipos de interés han caído, como es el caso de los bancos. Por otro lado, los considerados como 'proxy' de la renta fija, como las energéticas, han subido".
Lo mismo reitera Felipe López, analista de Self Bank: "El Ibex 35 se ha visto mermado por el peor comportamiento de la banca mediana debido a la política de tipos del Banco Central Europeo", asegura. Si en el índice español los bancos suponen más de un 20%, en el Eurostoxx ponderan un 10%.
"En los índices europeos tienen un peso significativo multinacionales con perfil exportador y de consumo", apunta López. Según explica, las grandes beneficiadas de principios de año por el optimismo respecto a la relación entre China y EEUU han sido precisamente las de este sector: "Un acuerdo comercial entre China y EEUU mejoraría las cuentas de resultados de las exportadoras francesas y alemanas, como Adidasy LVMH, que acumulan en ambos casos cerca de un 50% de subida en el año".
Y es que para López otra de las asignaturas pendientes de la bolsa española es la tecnología. "Salvo Amadeus, el Ibex no tiene ninguna compañía puntera tecnológicamente", explica el analista. "Esto hace que se amplíen las diferencias con otros índices europeos y no digamos con los americanos"; matiza. "Mientras Francia presume de las subidas en Atos, Capgemini o Dassault Systemes y Alemania de su gigante SAP, desde España las miramos con envidia".
En este contexto, los valores estrella del Ibex han sido tres: la compañía de infraestructuras de telecomunicaciones Cellnex, la de tecnología para renovables Siemens Gamesa y la constructora Acciona. La primera destaca por su potencial de crecimiento a nivel europeo en la construcción de torres, mientras que Siemens ha estado registrando una mejora sustancial de sus resultados de ventas en un sector en plena consolidación. Acciona, a su vez, también se ha visto impulsada por su apuesta por las renovables, en un momento en el que este sector se encuentra en el foco de todo tipo de inversores.
Destacan los valores relacionados con el sector energético, que se caracterizan por un negocio más protegido de los vaivenes macroeconómicos y por su atractiva política de dividendos. El sector de las 'utilities' (Iberdrola, Naturgy, Endesa, Enagás, Red Eléctrica) supone una ponderación de alrededor de un 21% del Ibex 35, un peso que ya casi alcanza al sector financiero. Iberdrola, de hecho, cierra el semestre con una subida del 27% en bolsa y ya alcanza una capitalización de casi 55.000 millones de euros en el mercado.
El grupo de los principales bancos (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Bankinter) es el que más influencia tiene sobre los movimientos del índice, con una capitalización bursátil que ronda el 22% del total del parqué. El Santander, que detrás de Inditex es la segunda empresa que más pesa del Ibex 35 con una capitalización de casi 66.000 millones de euros, sube apenas un 5% en lo que va de 2019.
Es decir, si históricamente el Ibex 35 se ha perfilado como un índice muy bancarizado, la quiniela de un cambio de ciclo está cambiando esta tendencia. Hace exactamente un año desde que el BCE empezó a dar señales de retrasar la subida de tipos y los bancos emprendieron las consiguientes decepciones bursátiles. Entonces, la ponderación del sector bancario alcanzaba el 32% del Ibex 35, mientras que las relacionadas con el sector energético apenas era del 15%.
¿Continuará esta tendencia en la segunda mitad del año? Lardíes ve complicado que esta tendencia vaya a cambiar, "a menos que se produzcan grandes operaciones corporativas". "A principios de este año ha habido titubeos como el de Liberbank con Unicaja, pero haría falta una operación con unas sinergias más definidas", considera el analista. "Con todo, también es cierto que el entorno macroeconómico y el efecto de los tipos de interés ya están bastante descontados en la cotización", por lo que Lardíes cree que no el sector no tendría por qué caer más.
En el caso de las energéticas y demás sectores defensivos, es cierto que si se produce algún 'shock' en cuanto a crecimiento macroeconómico o nerviosismo geopolítico, estos son los primeros sectores en recibir con los brazos abiertos al éxodo de inversores que aún quieran mantener posiciones en renta variable. Sobre todo para aquellos que busquen alternativas a las nulas rentabilidades de la renta fija y quieran aprovechar los jugosos dividendos del sector (con 'payouts' que superan hasta el total de los beneficios). No obstante, fuentes del mercado recuerdan que a corto plazo las 'utilities' ya han consumido prácticamente todo el potencial alcista, y de hecho estas cotizan cerca del precio objetivo otorgado por los analistas.
"En términos de valoración, y observando las ratios de análisis fundamental, se puede decir que las bolsas europeas están incluso baratas", explica López desde Self Bank. "El múltiplo PER (precio / beneficio) ronda las 13 o 14 veces beneficios anuales, incluso por debajo de su media histórica. En el caso del Ibex esta ratio se acerca a 12 veces".
"Siendo España uno de los países de mayor crecimiento económico, es paradójico que esta recuperación no se haya visto reflejada en el índice"
"Para inversores que no vean claro el escenario, una buena alternativa puede ser entrar en bolsa siendo selectivos", especifica el analista. "Las compañías defensivas caerán menos en bolsa si la economía se resiente. Al fin y al cabo, ante un eventual deterioro de la economía descenderá la demanda para determinados artículos pero se seguirán consumiendo bienes básicos como alimentación, medicamentos y electricidad. De ahí que las eléctricas o las farmacéuticas, que además suelen ser generosas en lo que a reparto de dividendo se refiere, aguantarían mejor el chaparrón".
Sobre los efectos de la bajada de tipos, López avisa de que tiene una doble lectura. "A corto plazo puede ser positiva, ya que abaratarán la financiación logrando así estimular el consumo", considera. "El problema es el riesgo a medio y largo plazo que esto supone, ya que los bajos tipos afectarán a un sector tan estratégico como es el bancario, y pueden propiciar un mayor endeudamiento de empresas y sobre todo de los estados, que ya tienen a día de hoy unos niveles de riesgo preocupantes".
Lo que se viene
Son muchos los frentes a los que las bolsas se han enfrentado este primer semestre. En el plano económico, el crecimiento del PIB acumula un ritmo del 1,3% en lo que va de año, mientras que la inflación amortizada ha cerrado el segundo trimestre de 2019 en una cifra del 1,2%. Los últimos datos del paro, a su vez, apuntan a una tasa de desempleo del 14,7% en el primer trimestre de 2019.
Durante esta primera mitad del ejercicio, el BCE no solo ha vuelto a retrasar sus expectativas de normalización monetaria sino que también ha reiterado su disposición a inyectar mayores estímulos a la economía ante el supuesto de una ralentización más pronunciada. Asimismo, el presidente Mario Draghi (que en octubre dejará vacante el liderazgo de la institución), ha congelado los tipos de interés actuales hasta verano de 2020 e incluso ha abierto la puerta a bajarlos aún más.
Un énfasis en la retórica 'dovish' del que también se ha valido la Reserva Federal, que en su reunión de este mes ya ha dado a entender que está preparada para volver a disminuir el precio del dinero si hace falta.
En lo que respecta a la política a nivel nacional, el Ibex 35 ha vivido con indiferencia unas elecciones generales y autonómicas en las que todavía quedan muchos flecos sueltos. También a nivel continental queda por resolver el mapa político en Europa, aunque quizás lo que más haya afectado geopolíticamente al índice haya sido la guerra comercial. Tanto es así que en mayo, mes en el que el presidente estadounidense volvió a hacer valer sus ansias de proteccionismo, el Ibex 35 cerró con una caída del 6% —su peor mes desde el Brexit—.
Hablando del Brexit, la operación de salida de Reino Unido también quedó en 'stand by' después de este marzo, pero el proceso se reanudará este mismo octubre —con varios puestos de liderazgo por resolver tanto desde el lado británico como desde el lado europeo; y, sobre todo, con la gran incógnita de si el Brexit será duro o blando—.
Los inversores alcanzan el ecuador del año. Tras un fin de 2018 demoledor, el Ibex 35 ha cogido carrerilla en la primera recta de 2019 y ya afianza una subida del 7,72%, impulsado, sobre todo, por el sector de infraestructuras y las 'utilities'. Un semestre agridulce: pese a las alzas, el selectivo español ha quedado como el peor de los índices europeos, que suben entre un 10% y un 17% cada uno.