Verano rico, verano pobre: ¿dónde puedes permitirte pagar una semana en la playa?

Huele a verano. A pesar de las intensas lluvias y tormentas de los últimos días, el verano se encuentra a la vuelta de la esquina y tras la sorpresa del adelanto electoral al 23 de julio, son muchos los españoles que, calendario y mapa en mano, han comenzado a buscar destino estival.

Con la inflación al alza y los alquileres disparados desde la pandemia, la búsqueda es este año, si cabe, más intensa. ¿Cuáles son los destinos más económicos para alquilar un apartamento en la playa?, ¿dónde han subido menos los precios?

Alquilar este año una semana un apartamento en la playa nos costará, de media, 40 euros más

En primer lugar, antes de entrar en zonas concretas, debes saber que alquilar este año una semana un apartamento en la playa nos costará, de media, unos 40 euros más, pasando de los 1.016 euros del año pasado a los 1.055 que deberemos desembolsar, de media, por cada semana este 2023. La subida es de apenas un 3,75% respecto a los precios de hace un año, sin embargo, si echamos un poco la vista atrás y nos retrotraemos al primer verano de pandemia en 2020, la subida es superior al 27%, lo que se traduce en cerca de 230 euros semanales de esfuerzo económico adicional al de hace tres veranos.

Como todos los años por esta época, la tasadora Tecnitasa analiza los alquileres en las principales zonas costeras españolas. De norte a sur, de este a oeste, pasando por los archipiélagos.

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“Debemos tener muy en cuenta que el alquiler en verano es un mercado mucho más volátil que el mercado inmobiliario convencional, puesto que tanto el volumen, la calidad de la oferta, como los precios van variando a medida que el verano se acerca”, destaca Fernando García Marcos, director técnico de Tecnitasa.

Puerto Banús o Isla de la Toja, precios prohibitivos

La oferta española, en cuanto a tipología, es muy variada en su amplio litoral. Sin embargo, no todos los mercados son aptos para todos los bolsillos. Por ejemplo, en la costa andaluza, en Marbella, en concreto en Puerto Banús, se pueden encontrar alquileres de 100 metros cuadrados por 3.000 euros a la semana, pero si buscamos en el casco urbano, el puerto deportivo o Fontanilla, nos podremos hacer con un alquiler por un tercio menos de ese importe (1.900 euros) por una superficie muy parecida. Si nos desplazamos a Cádiz, en La Marina de Sotogrande o en el Puerto de Santa María, conseguiremos estancias por encima siempre de los 1.500 euros la semana.

En cambio, si optarnos por el norte, en Galicia, por ejemplo, los precios son igualmente prohibitivos. En Pontevedra, en Illa a Toxa, podemos alquilar 80 metros cuadrados por 2.900 euros a la semana, mientras que si nos desplazamos a Sanxenxo, en primera línea, conseguiremos 110 metros por 2.200 euros o en Portonovo, 90 metros cuadrados por 1.500 euros a la semana. En Cantabria, cuyos precios llevan varios años bastante estables, con subidas moderadas o pequeños descensos, también nos encontramos con precios al alcance de muy pocos. Así, en Liencres, en la playa de Portío, alquilar 200 metros también supone desembolsar unos 3.000 euros semanales.

Baleares no se queda atrás. En Santanyi en Portocolom también deberemos desembolsar 3.000 euros semanales, de acuerdo a los datos de Tecnitasa, aunque en esta ocasión es un aislado de 250 metros cuadrados. Si nos desplazamos a Pollensa, podremos conseguir un chalet similar por 200 euros menos y, en el Puerto de Ibiza, por 100 metros estaríamos pagando una cifra que ronda los 2.900 euros a la semana.

"Para esta temporada de verano de 2023 se constata una mayor antelación en la contratación de los alquileres de viviendas a pie de playa, dada la alta demanda existente. Estamos observando que muchos veraneantes cierran con más de seis meses de antelación, o incluso más tiempo, la contratación del alquiler de verano para evitarse sorpresas de última hora en el disfrute de sus vacaciones en la playa", asegura José María Basañez, presidente de Tecnitasa.

Los alquileres por menos de 600 euros semanales

Si buscamos precios para familias menos adineradas, con un presupuesto inferior a 600 euros a la semana, también es posible, según Tecnitasa, lograr apartamentos en primera línea de playa en las distintas costas de la geografía española.

Si en Galicia encontrábamos precios al alcance de muy pocos, también nos encontramos de los más baratos. En Lugo, un año más, en Vicedo y Burela, podemos alquilar por 350 y 450 euros semanales, respectivamente, apartamentos de 60 y 75 metros cuadrados. En Asturias, por un poco más, en Tapia de Casariego y Navia se puede acceder a 55 metros por 545 y 570 euros por una semana, y en Cantabria, en Laredo o Comillas, es posible conseguir un apartamento por 500 euros aproximadamente. Finalmente, en el País Vasco, en Gorliz, por 580 euros a la semana, se pueden alquilar 100 metros cuadrados en el casco urbano.

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Si nos trasladamos a la Comunidad Valenciana, en las tres provincias encontramos precios que rondan los 500 euros por una semana. De acuerdo a los datos de Tecnitasa, en Castellón, en Moncófar y en Vinaroz, en su paseo marítimo se pueden encontrar apartamentos de 70 metros cuadrados por 500 euros. En Valencia, en El Saler, existe oferta por 520 euros y, en Alicante, en Calpe, 70 metros en primera línea de playa por 525 euros por una semana. Si bajamos a la Región de Murcia, en Águilas en Colonia y Calabardina puedes alquilar 100 metros por 490 y 570 euros, respectivamente.

Finalmente, si preferimos las Islas Canarias, podemos conseguir, tanto en Las Palmas como en Tenerife, pequeños apartamentos pero a precios muy recomendables. En el Puerto de la Cruz, en Tenerife, encontramos 35 metros por 450 euros, el mismo precio y metros cuadrados que en su isla vecina, en la playa del Inglés, en San Bartolomé de Tirajana. Si nos dirigimos a la playa de las Canteras o San Agustín, el precio es similar (450 euros), pero conseguiremos un apartamento algo mayor, de 40 metros cuadrados.

Si llegado a este punto todavía no tiene contratado un alquiler, es la hora de hacer números, buscar su propuesta más adecuada y tener suerte, pues cada vez queda menos oferta en el mercado.