Sareb admite que será imposible devolver la mitad de su deuda: quedarán 15.000 M

Se acabaron las trampas al solitario. Desde que Sareb levantó las alfombras en 2022, tras la nacionalización del Estado, inició un proceso de reconocimiento de la realidad que le llevó, primero, a anotarse un deterioro de más de 14.000 millones, y, segundo, a aceptar que debía vender a pérdidas.

Desde entonces, la entidad ha apostado por reconocer sin rubor los números rojos, paso necesario para poder generar caja y repagar deuda, su fin último. Aunque ya sabe que nunca será posible cumplirlo.

"Previsiblemente, hay una parte de la deuda que no se va a poder amortizar con la gestión de Sareb", ha señalado el consejero delegado del banco malo, Leopoldo Puig, en la presentación de resultados del ejercicio 2023.

Los números hablan por sí solos. El patrimonio neto de la entidad es de -14.616 millones tras el ejercicio de saneamiento que se hizo, mientras que falta por devolver 29.413 millones de euros. Con estas dos referencias, el escenario central con el que trabaja Sareb es que nunca se podrán devolver unos 15.000 millones.

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Este resultado obligará al Tesoro a negociar con los bancos, que son los tenedores de los bonos, quien asume la pérdida, si todos los españoles como deuda pública (ya contabiliza como tal) o corresponde a las entidades financieras a asumir también todo o parte.

La fecha límite de este debate, a priori, debería ser 2027, porque es la fecha de caducidad con la que nació Sareb en 2012. Sin embargo, aunque para entonces Sareb sí confía en haber liquidado toda la cartera de activos financieros, ve imposible conseguir el mismo hito con la cartera de inmuebles.

"Con la estrategia que tenemos ahora, va a quedar cartera de suelo", ha asegurado Puig. Para tratar de ajustar las pérdidas al deterioro ya reconocido de 14.616 millones, Sareb ha apostado por vender su cartera de inmuebles uno a uno, dinámica que hace imposible liquidar en 2027 todos los activos.

La única forma sería vender una macrocartera, pero esto requeriría reconocer un deterioro mayor, porque estas operaciones exigen siempre fuertes descuentos. Además, hay activos como la cartera de 10.500 viviendas de alquiler asequible que, previsiblemente, las administraciones públicas deberán asumir.

"No creo que el Estado tome la decisión de vender esa cartera de alquiler asequible", ha dicho Puig, quien ha recordado que "Sareb no puede regalar" y, por tanto, lo lógico es pensar que el Estado, ya sea a través de una empresa pública o de la forma que se decide, terminará comprando estos hogares.

Resultados de 2023

Sareb cerró 2023 con un aumento de los ingresos del 16%, hasta 2.748 millones de euros, mientras que las pérdidas se dispararon un 46%, hasta 2.198 millones. Estos elevados números rojos responden, precisamente, al ejercicio de ir reconociendo las millonarias minusvalías que arrastra Sareb desde que las antiguas cajas le traspasaron todos sus activos inmobiliarios tóxicos a valores superiores a los reales.

"Nuestro objetivo es repagar la deuda, y para eso tenemos que vender. Si nuestra cartera tiene minusvalías, esa minusvalía se va a reflejar en la cuenta de resultados", ha señalado José María Arroyo, director de Finanzas y Corporativo. La única ventaja con la que cuenta Sareb para hacer este ejercicio es que ya tienen provisionadas estas pérdidas en su patrimonio neto, por el ejercicio de transparencia y sinceridad que hicieron en 2022.

Con este colchón, el futuro de la entidad presidida por Javier Torres pasa por ir aflorando cada año mayores pérdidas, porque, conforme vaya vendiendo inmueble, irán teniendo que anotarse las minusvalías en la cuenta de resultados. Un ejercicio que cada ejercicio será más acusado, porque Sareb quiere multiplicar esfuerzos para acelerar la venta de suelos, donde el agujero es mayor.

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"Tenemos un carterón de suelo", ha señalado Leopoldo Puig, quien reconoce que "Sareb no quiere ganar el último euro, Sareb quiere tener una cartera más pequeña". El pasado ejercicio, el grueso de los ingresos, el 76,1%, vino de la venta inmuebles (2.120 millones), el 23,3% de la actividad de préstamos (649 millones) y menos del 1% de otras actividades. La venta de inmuebles se dividió entre 820 millones procedentes de activos residenciales, 395 millones de suelos y obras paradas, y 263 millones de activos terciarios.

Sareb deja un plazo de entre 12 y 15 días para recibir ofertas antes de vender las viviendas. En 2023, ha vendido 10.500 viviendas a un precio medio de 90.000 euros. Respecto a la deuda, desde su creación, ha amortizado 21.368 millones, el 42,1% de la cartera inicial, que superaba los 50.000 millones. Dentro de estos números, el año 2023 ha sido récord, ya que la reducción de valor contable de cartera solo en este ejercicio ha ascendido a 3.220 millones de euros.