Es noticia
El cantón de la limpieza que levantó a un barrio del PP contra Almeida
  1. España
  2. Madrid
Ruido, olores y camiones

El cantón de la limpieza que levantó a un barrio del PP contra Almeida

Los vecinos de Montecarmelo censuran al Ayuntamiento por autorizar un depósito de camiones de basura. No quieren olores ni ruidos. Está en Fuencarral, donde el PP ronda el 50% de votos. ¿La ubicación? Junto a dos coles. Las protestas están servidas

Foto: El colegio concertado Santa María La Blanca, en el barrio de Montecarmelo. Es uno de los dos centros junto a los que se ubicará el futuro cantón de limpieza. (EFE/Rodrigo Jiménez)
El colegio concertado Santa María La Blanca, en el barrio de Montecarmelo. Es uno de los dos centros junto a los que se ubicará el futuro cantón de limpieza. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Los vecinos de Montecarmelo están hartos de "palabrería". Este barrio situado al norte de la capital salió el domingo a la calle para protestar por un cantón de limpieza que el Ayuntamiento construirá en un área clave: junto a dos colegios, una guardería y el cementerio municipal del distrito. Reclaman al Consistorio que busque otra ubicación por las molestias (olores, ruidos...) que, según denuncian, va a generar el depósito. Paradójicamente, el distrito de Fuencarral-El Pardo, al que pertenece Montecarmelo, es el que más votos da al PP en las elecciones. El Consistorio sostiene por su parte que la ubicación elegida es la única posible y la que garantiza una mayor distancia de las casas.

El conflicto viene de lejos, aunque los vecinos han vivido momentos esperanzadores. En abril, cuando la llama de las protestas prendió en los barrios, Almeida paralizó las obras. No solo en Montecarmelo, sino en 12 de los 16 nuevos cantones que se contemplan en varios distritos de Madrid. A 42 días de las autonómicas y municipales, las frenaron todas salvo las que ya estaban en ejecución: en Carabanchel, Vallecas, Vicálvaro y Latina. El delegado de Urbanismo y Medio Ambiente, Borja Carabante, aseguró que durante esa pausa iba a "informar" mejor a los vecinos para tener en cuenta sus necesidades, y que recibieran los datos que "tenían derecho a saber". De hecho, Carabante fue antes presidente de la Junta Municipal del Distrito de Fuencarral. Un día después de sus declaraciones, Almeida prometió un nuevo centro cultural y otro espacio deportivo para Montecarmelo. Todo parecía encaminarse para los residentes. Pero cuando terminó el verano y comenzó a construirse el cantón, la parcela no se movió un milímetro.

Foto: Cartones en el suelo. (Cedida)

El Ayuntamiento defendió siempre que la ubicación "más adecuada" era junto al Colegio Alemán. Este es uno de los dos centros de estudio que colindarán con la instalación. Lo reafirmó el propio Carabante en una reunión celebrada estee lunes, un día después de la protesta en Montecarmelo, con cuatro representantes de la plataforma que aúna a comunidades de vecinos y colegios de la zona. La misma que acusó al consistorio de "olvidarse" de ellos al colocar el depósito, e impulsó la marcha crítica. En este encuentro, que debía haberse producido días antes –hubo otro intento fallido de verse el pasado viernes–, los populares se reafirmaron: habían cumplido con lo acordado meses antes, cuando paralizaron las obras en pro de buscar la mejor localización. La conclusión: no era otra que la que ya estaba aprobada.

Las tesis del Ayuntamiento están respaldadas por el Defensor del Pueblo, al que acudieron los vecinos con el objetivo de paralizar el proyecto. En su respuesta al escrito remitido por la Dirección General de Servicios de Limpieza y Residuos de la ciudad –en el que se detallaba el plan municipal para instalar contenedores, así como el material exacto que se transportará–, estimó que la Administración local no imcumplía ninguna de sus obligaciones al decidir situar el centro de almacenaje donde estimaran sus técnicos. A su parecer, Almeida "ha justificado suficientemente la adecuación del emplazamiento, atendiendo a las necesidades del servicio de recogida de residuos o del tipo de uso calificado por el plan urbanístico". A fin de cuentas, elegir un lugar idóneo para las instalaciones de limpieza es competencia del equipo municipal.

placeholder El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ofrece una rueda de prensa junto a Borja Carabante. (EFE/Fernando Alvarado)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ofrece una rueda de prensa junto a Borja Carabante. (EFE/Fernando Alvarado)

Esta respuesta no gustó a los vecinos. Pero parece que todo seguirá según lo previsto. Las obras continuarán, y el nuevo cantón estará junto al Colegio Alemán. El presidente de la Plataforma No al Cantón de Montecarmelo –que reúne a unas 20.000 personas de 63 urbanizaciones, instituciones educativas y comercios del barrio–, Paco Arranz, fue también uno de los cuatro representantes vecinales presentes en la reunión con Carabante y el presidente del distrito, José Antonio Martínez Páramo. En declaraciones a este periódico previas al encuentro, reprochó al consistorio que les hubiera citado con "tan poco margen" (del jueves al viernes pasado) para informarles sobre la obra.

Cuando los vecinos aclararon que sus condiciones mínimas para reunirse era avisar con "al menos 48 horas de antelación" y que la conversación fuera presencial, desde el equipo consistorial –según Arranz– les emplazaron a semanas próximas porque "no tenían hueco". Sobre esto, el representante vecinal, que mantiene su empleo en paralelo a la labor activista, ironiza: "Menos hueco tenemos nosotros, que también estamos trabajando". Reconoció que no les habían pasado ningún tipo de información sobre la cita de este lunes, que tendría lugar en pocas horas, y que tampoco iban muy esperanzados. En el Ayuntamiento confirmaban poco antes del encuentro que este sería "meramente informativo". Simplemente se expondría el proyecto cerrado a los vecinos, por lo que no cabía lugar a debate.

Foto: José Luis Martínez-Almeida junto a sus concejales en la primera Junta de Gobierno del Ayuntamiento. (EFE/J. J. Guillén)

Hubo algo que los representantes vecinales siempre advirtieron: el oscurantismo en torno al proyecto. En agosto, se produjo una modificación en el expediente del plan de la que "nadie les avisó". Ante su aprobación inmediata, solicitaron verlo. "No hubo forma", critica Arranz. Así que todo explotó. Cuando terminó el verano, ni la lluvia pudo parar las protestas. No a los cantones entre coles era una de las consignas que se escucharon entre los vecinos que el domingo, en pleno chaparrón, salieron a las calles de Montecarmelo para rechazar el proyecto. Era una marcha informal. La plataforma de afectados la convocó a través de whatsapps y mensajes difundidos en chats de vecinos. No llegaron a pedir permisos para considerarla manifestación, pero su presidente calcula entre 2.500 y 3.000 asistentes.

Días antes, el propio Almeida ya había desechado públicamente cambiar de sitio el cantón. En una entrevista en Onda Madrid, el alcalde madrileño proclamó que no se puede renunciar a los cantones "porque haya protestas vecinales". Al igual que ellos tampoco renuncian a llegar a un acuerdo, como aseveró después. Pero descartaba un cambio de posición radical desde el lado municipal. En el caso de Montecarmelo, aseguró el líder popular que el lugar seleccionado está "a 250 metros de las primeras viviendas y a 120 del colegio", y reúne "todos los condicionantes" para ser elegido. De hecho, desde el consistorio insisten en que sí escucharon a las asociaciones vecinales cuando decidieron parar las obras meses atrás. Que si han vuelto a la parcela inicial es porque en este tiempo se cercioraron de que es la más "viable" a nivel técnico y urbanístico.

Foto: Un cartel del Ayuntamiento de Pinto que advierte que está prohibido verter basura. (Cedida)

Otras protestas anti-cantones

"¿Entonces por qué accedieron a replantearla como opción?", se pregunta Arranz, refiriéndose al parón de mayo para acercarse a las demandas vecinales y redirigir los proyectos. No es el único caso similar. Antes que en Montecarmelo, nacieron quejas vecinales desde otros barrios de Madrid, siempre en distritos con cantones proyectados. Uno de los casos más recientes es el de Cuatro Vientos (Latina), donde el Ayuntamiento se comprometió a mover la localización de su depósito, previsto frente a una urbanización de viviendas. Así lo hizo, pero el resultado no contentó: lo trasladó a una zona industrial con casas, supermercados y restaurantes.

En Vicálvaro, los vecinos llevan una semana enviando peticiones desde el Portal de Transparecia o solicitando información. Uno de los residentes del distrito, Pedro Hernán, está a la espera de que la Fiscalía Provincial de Madrid admita a trámite su denuncia, fechada el pasado día 14 y a la que ha tenido acceso este periódico, para investigar si el Ayuntamiento comete algún delito medioambiental por arrancar las obras para su cantón junto a un parque forestal. Todo empezó en agosto. "Vallaron el perímetro y dejaron materiales de obra", recuerda: "Luego trajeron una excavadora, empezaron a destrozar árboles... y fue cuando pensé en denunciar". El lunes se reunieron con el presidente-concejal en Vicálvaro, Ángel Ramos, y según el vecino dejó sin respuesta la mayoría de las preguntas planteadas. "Si ni el propio nexo que tenemos con la Administración no nos explica nada, ¿a quién se supone que debemos acudir?", cuestiona.

Foto: El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (EFE/David Fernández)

En Carabanchel, donde se vislumbró el cantón junto al centro comercial Islazul –a unos 200 metros de otra área de viviendas–, nuevamente los vecinos se alzaron contra Carabante. No obstante, la última y más candente protesta fue la de este domingo en Montecarmelo. Poco después, el Ayuntamiento emitió un comunicado. Negó cualquier intención de replantear la ubicación para las instalaciones, que contarán con una base para el SELUR (el servicio municipal de limpieza urgente) y otra para la limpieza.

Esta última tendría vestuarios, oficinas, taller, almacenes, aparcamiento cubierto o zonas ajardinadas. El representante municipal rebajó el temor a posibles olores o ruidos por el tráfico que genere su actividad. Para lo primero, se tratarán los residuos; ante lo segundo, los camiones solo cruzarán por la calle de acceso entre el colegio y las instalaciones. Lo harán en horarios no lectivos, y con vehículos mayoritariamente catalogados como "eco o cero emisiones", según el Ayuntamiento.

Una "tregua electoral"

Rafael Llanes, portavoz de la plataforma ciudadana, fue otro de los vecinos que se reunió con Carabante. Pero salió de la habitación "absolutamente descontento". Aunque esta vez el Consistorio sí se había comprometido a hacerles llegar el contenido del proyecto, no tuvieron acceso a él durante todo el encuentro. "Hemos pedido el contrato que modificaron en agosto, sin avisar a los vecinos. Pedían una parcela más grande, de 5.000 a 9.000 metros. Ya no es solo el cantón, también tenemos el problema de la base del SELUR", afirma Llanes. Estos vecinos de Montecarmelo no descartan unirse con otras dos áreas residenciales próximas, Arroyo del Fresno y Las Tablas, y que tienen experiencias similares para encontrar "una solución que nos perjudique lo mínimo posible a todos". El portavoz destaca que su intención "no es quitarse el problema de encima para que le caiga a otro", sino "llegar a una puesta en común real".

No es lo que creen haber recibido del Ayuntamiento. En las declaraciones previas a la reunión del presidente del movimiento vecinal, Arranz, ya vaticinó que el giro de paralizar las construcciones en abril "no era más que una tregua electoral". Algo que les ofrecía Almeida para "quitarse de encima las protestas", al menos por un tiempo. Antes de la decisión final, los residentes ya plantearon otras parcelas alternativas donde levantar el cantón. Una de ellas, más a las afueras, está junto a una zona industrial lejos de las viviendas. "No nos tuvieron en cuenta", sentencian. Ahora, quieren darse unos días para reposar las cosas tras el fiasco de la reunión. Después decidirán su próximo paso. Entre tanta incertidumbre, estos vecinos proclaman una certeza: "No pararemos hasta que haya cambios. Como vecinos necesitamos más que nadie ese refuerzo en el servicio de limpieza, pero no así".

Los vecinos de Montecarmelo están hartos de "palabrería". Este barrio situado al norte de la capital salió el domingo a la calle para protestar por un cantón de limpieza que el Ayuntamiento construirá en un área clave: junto a dos colegios, una guardería y el cementerio municipal del distrito. Reclaman al Consistorio que busque otra ubicación por las molestias (olores, ruidos...) que, según denuncian, va a generar el depósito. Paradójicamente, el distrito de Fuencarral-El Pardo, al que pertenece Montecarmelo, es el que más votos da al PP en las elecciones. El Consistorio sostiene por su parte que la ubicación elegida es la única posible y la que garantiza una mayor distancia de las casas.

Noticias de Madrid Madrid Basura Ayuntamiento de Madrid Protesta social Comunidad de vecinos