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Madrid está lleno de islas desiertas con pistas de pádel: las carencias de los PAU
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"en el medio de la nada"

Madrid está lleno de islas desiertas con pistas de pádel: las carencias de los PAU

El modelo urbanístico cumple 25 años y hoy continúa siendo la gran revolución para las familias jóvenes, pero escasean los recursos públicos en la mayoría de ellos

Foto: Viviendas en construcción en El Cañaveral. (EFE/Chema Moya)
Viviendas en construcción en El Cañaveral. (EFE/Chema Moya)

“Lo primerísimo que se construyó en el barrio de Las Tablas fue la Iglesia”, apunta el presidente de la Asociación de Vecinos del PAU, Lorenzo Álvarez Martín, “Vino el cardenal Rouco Varela a poner la primera piedra y tiene incluso un seminario”. Lo que no se ha terminado de construir es el centro de salud —lleva tres años en obras— y los residentes de este barrio tienen que desplazarse hasta unos barracones de Fuencarral para recibir asistencia sanitaria, aunque otros optan por ir directamente a Sanchinarro. En este barrio de más de 36.000 habitantes también escasean los servicios públicos educativos, pero no es el único ejemplo de las carencias de lo que el periodista Jorge Dioni apodó como ‘La España de las piscinas’.

Foto: Foto: Susana Vera. Opinión

El origen de los PAU se corresponde con la etapa de desarrollo del Plan General de Ordenación Urbana del 1997, que superó el modelo previo del 85. “Este último apostaba por coser los barrios de la periferia como Puente de Vallecas con Palomeras Baja o San Blas con Canillejas”, apunta el arquitecto y urbanista Sergio Jaramillo. La cosa cambió con el actual modelo, donde se concibe un estilo de ciudad que fractura el tejido urbano.

“Los PAU, salvo excepciones como el de Carabanchel, no funcionan como ensanches de lo existente, sino como nuevos desarrollos aislados, como en Las Tablas o Vallecas. El plan del 97, donde se enmarcan los PAU, prevé el desarrollo de Madrid hasta sus límites”. Todos además tienen una estética similar —a pesar de las históricas diferencias socioeconómicas entre el noroeste y sureste— porque son “coetáneos y diseñados con el mismo criterio”.

Foto: Viviendas en construcción en El Cañaveral, un nuevo barrio del este de Madrid donde hay previstas 14.000 casas para 50.000 vecinos. (EFE/Chema Moya)

Ya se reía Pantomina Full sobre las condiciones de vivir en estos barrios que empezaron a extenderse en España a finales de los 90. “Estás a medio camino entre el centro de la ciudad y las zonas rurales del campo”; es decir, en medio de la nada. Vivir en una urbanización con piscina es un privilegio agradable —y más accesible para la clase media que antaño—, pero ahora emergen los problemas reales y quienes llevan años viviendo en ellos tienen quejas similares.

A favor: el carácter social que ofrecen las urbanizaciones, piscinas, campos de pádel y centros religiosos —en su mayoría— y diseño urbanístico moderno, con construcciones premiadas internacionalmente por utilizar materiales como el bambú y superando la estética de los toldos verdes —y lo que antes fueron las corralas— y priorizando las grandes avenidas. En contra: escasean los centros educativos públicos, los medios de transporte, y los centros de ocio y tiempo libre como polideportivos.

Odisea urbanística

El de Vallecas es de los primeros Planes de Ampliación Urbanística que se dieron en la Comunidad de Madrid. La primera licencia de obra se concedió en 2002. En estas casi 700 hectáreas de terreno viven 55.000 vecinos donde solo hay un centro de salud —aunque tienen varias clínicas privadas como la Sastre— y un instituto público. “La población infantil ya se está haciendo mayor y es insostenible que solo haya un centro que, este año, cuenta ya con 10 líneas de secundaria”, apunta Rosa María Pérez, presidenta de la asociación vecinal. Cuentan con un polideportivo, pero echan en falta recursos culturales y bibliotecas.

placeholder El centro de salud de Las Tablas, en construcción, que espera ver la luz en enero de 2023. (AA.VV.)
El centro de salud de Las Tablas, en construcción, que espera ver la luz en enero de 2023. (AA.VV.)

En cuanto a colegios de educación primaria, el CEIP María de Villota lleva tres años funcionando administrativamente, pero el edificio continúa en construcción. Por ello, los alumnos desde educación infantil hasta sexto de primaria a los que les pertenece ese colegio están ubicados en el antiguo edificio del centro educativo José Herrera, en la UVA de Vallecas, donde “tenemos que ir en coche porque la comunicación no es muy buena”, aclara Enrique, un padre del centro.

Este procedimiento también se dio con el resto de centros públicos de primaria del Ensanche como el Agustín Rodríguez Sahagún, el Loyola de Palacio, el José de Echegaray o el Ángel Nieto. Fuentes de la Consejería de Educación estiman que la infraestructura del María de Villota estará terminada en 2023.

Foto: Vista de un bloque en construcción en El Cañaveral. (EFE) Opinión

“Todos estos sectores tienen problemas compartidos”, asegura el urbanista. Las carencias se agudizan especialmente en el reciente barrio del Cañaveral, donde desde su inauguración en 2017 todavía no disponen del mínimo de servicios públicos. Como contaba Javier Melguizo en este diario, el enclave no cuenta con ningún colegio o centro de salud en la zona y tienen que desplazarse hasta 10 minutos en coche o 30 minutos en metro.

“Es una isla”, apunta Jorge Dioni, “estás urbanísticamente alejado de todo porque de la ciudad te separa una autopista de 4 carriles, no una simple calle”. Este déficit se agudiza en los PAU colindantes de Los Berrocales, Los Ahijones y Los Cerros. Fuentes de la Consejería de Sanidad aseguran estar haciendo "estudios previos de dimensionamiento de estos dispositivos en función de la población actual y futura que se prevé" para los centros de salud correspondientes.

placeholder Los PAU están repletos de construcciones extravagantes.
Los PAU están repletos de construcciones extravagantes.

Lo mismo ocurre en la zona norte. El inicio de las obras del centro de salud del PAU de Montecarmelo (20.000 habitantes) estaba previsto para noviembre de 2019. A día de hoy, está sin hacer. Muchos se desplazan o bien al barrio colindante de Mirasierra o a Sanchinarro. Desde este último explican que también da cobertura a los vecinos de Valdebebas. Desde la Consejería aseguran que se ha adjudicado la construcción "con una inversión de 7 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses".

La presidenta de esta Asociación de Vecinos destaca también los problemas de movilidad y de centros educativos públicos. “Privados está el colegio alemán y el Santa María La Blanca, que es concertado aunque con un coste elevado, pero los alumnos del IES Blanca Fernández Ochoa tienen que irse hasta el instituto de Mirasierra porque siguen sin edificio. Lo que está claro es que llega tarde y no sabemos que va a pasar con nuestros niños”. Desde la Consejería de Educación apuntan que las obras empezaron en febrero de este año y que finalizarán en mayo de 2023.

Foto: El Cañaveral. (Cedida)
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El siguiente mapa ejemplifica la ausencia de servicios públicos sanitarios y educativos en estos barrios. Los espacios rallados se corresponden con los PAU y el número de puntos azules oscuro (centros de salud) y rosa chillón (colegios públicos) en estas zonas en comparación con el resto de la capital son muy escasos. En Carabanchel, Vallecas, Sanchinarro y Valdebebas solo hay un centro de salud; en Montecarmelo, Las Tablas, Valdecarros, Los Berrocales, Los Ahijones y Los Cerros, ninguno. En materia de educación, predominan los concertados y privados (hay que considerar que estos centros cuentan con educación primaria y secundaria, mientras que los puntos rosa chillón son en su mayoría colegios no institutos, y algunos de educación especial).

Otra característica común de estas nuevas construcciones es la ausencia del pequeño comercio, más allá de centros de hostelería en las grandes avenidas y franquicias deportivas. “La legislación comercial de Madrid de abrir los centros comerciales todo el año ha incidido en este problema de falta de vitalidad urbana”, según Jaramillo. A escasos kilómetros del PAU de Vallecas y el Cañaveral se ubican La Gavia y el Centro Comercial Rivas Centro, del de Carabanchel, el Islazul y el Parquesur y de Montecarmelo, el propio Centro Comercial Montecarmelo.

placeholder Fotografía del 2007 del único centro de salud del PAU de Vallecas. (AA.VV.)
Fotografía del 2007 del único centro de salud del PAU de Vallecas. (AA.VV.)

Y es ahora cuando las asociaciones vecinales se están haciendo más fuertes. “Las zonas antiguas sí han tenido una tradición de pelea por el centro de salud, por el colegio, biblioteca... Las carencias antes eran más obvias, pero en un barrio nuevo de entrada está muy bien, ves las carencias a medida que vives”, explica Dioni. Rosa María Pérez lleva al frente de la presidencia de su asociación desde el 2006, y aunque lleva peleando desde el principio, —el día que entró a su piso, dejó las cajas de la mudanza y se fue a una manifestación contra la central térmica de Valdemingómez—, reconoce que actualmente están mucho más activos en este aspecto: “Ahora nos hemos puesto a pelear por servicios educativos y sanitarios en condiciones”.

¿Hasta cuando?

Este modelo urbanístico continuará desarrollándose, aunque “a lo largo plazo estos servicios llegarán”, continúa Dioni, “además con el prestigio que da inaugurar algo. Tengo un amigo que dice que “un alcalde que hace obras y las inaugura antes de las elecciones, las gana”. Desde el grupo parlamentario Más Madrid presentaron un PNL hace dos semanas al respecto instando al Gobierno de la Comunidad de Madrid a “garantizar la construcción de infraestructuras públicas sanitarias, educativas, deportivas, de seguridad y emergencia, culturales y servicios sociales”.

placeholder Colegio María de Villota en construcción. (AA.VV.)
Colegio María de Villota en construcción. (AA.VV.)

Fuentes de la Consejería de Educación aseguran que en todos los PAU “se está trabajando dentro del plan general de centros para atender a las necesidades educativas que se detecten y así dar respuesta a las zonas a medida que la población crezca y exista una mayor demanda de escolarización”.

Por su parte, Jaramillo insiste en que conocer la fecha fin de este modelo “es la duda y el problema” porque este desarrollo urbano “no genera ciudad sino espacios destinados a la movilidad en coche y que además perpetúa la brecha noroeste y sureste, sin atender criterios de racionalidad, sostenibilidad y bienestar de la ciudadanía”.

“Lo primerísimo que se construyó en el barrio de Las Tablas fue la Iglesia”, apunta el presidente de la Asociación de Vecinos del PAU, Lorenzo Álvarez Martín, “Vino el cardenal Rouco Varela a poner la primera piedra y tiene incluso un seminario”. Lo que no se ha terminado de construir es el centro de salud —lleva tres años en obras— y los residentes de este barrio tienen que desplazarse hasta unos barracones de Fuencarral para recibir asistencia sanitaria, aunque otros optan por ir directamente a Sanchinarro. En este barrio de más de 36.000 habitantes también escasean los servicios públicos educativos, pero no es el único ejemplo de las carencias de lo que el periodista Jorge Dioni apodó como ‘La España de las piscinas’.

Puente de Vallecas