Aragón lidera una alianza con cuatro CCAA más para producir hidrógeno verde
El sol, el viento y el extenso territorio aragonés son claves para capitalizar la producción de hidrógeno verde en 2030 mediante sus gigantescos parques de energía renovable que está impulsando como líder nacional
El escenario ideal para romper la incertidumbre de la energía en Europa es la producción de hidrógeno verde. Este vector energético, al que llaman el petróleo verde del siglo XXI, ya es motivo de estudio, análisis y producción en aquellas economías que aceleran la descarbonización. Y en este momento Aragón, y por extensión el valle del Ebro, está cogiendo velocidad de crucero para ser el mayor productor del sur de Europa en el año 2050.
La gran riqueza natural que posee Aragón, con un territorio extenso y cantidad ingente de sol y viento, que lo sitúa como el mayor productor de energía renovable del país, lo hace idóneo para ser el centro de gravedad de la producción de hidrógeno de España. Esta energía del futuro necesita sí o sí de generación renovable para ser producida a través de la electrólisis. En cifras, Aragón es el referente de las energías renovables: el 77,4% de su energía al año tiene como origen los recursos renovables.
Por ello, bajo el firme convencimiento de la transición ecológica y en plena crisis energética en Europa por el encarecimiento del gas, se ha erigido una alianza estratégica entre varias autonomías en torno al valle del Ebro para imponer el hidrógeno como la solución del futuro. Cataluña, Aragón, Navarra y País Vasco han creado un corredor del hidrógeno, junto al liderazgo de Repsol, donde se faciliten la producción y el consumo de esta energía. Sus objetivos son ambiciosos: llegar a producir hidrógeno renovable de 400 megavatios (MW) en 2025, y para 2030 se pretende alcanzar los 1.,5 GW.
Una alianza clave
¿Cómo lograr la descarbonización en las grandes industrias pesadas del País Vasco y Cataluña? La solución la tiene Aragón. No hay duda de que la comunidad aragonesa tiene la mayor potencia energética renovable del valle del Ebro y su protagonismo es fundamental para la producción de hidrógeno como recambio a la actual producción energética. Su capacidad de generación energética no solo lo sitúa como líder, sino que ya Aragón es capaz de exportar la mitad de la electricidad que produce. Su destino, en gran medida a través de los parques solares y fotovoltaicos que tiene en Teruel, es su vecina Cataluña. Coincide, por las cifras de exportación, que a día de hoy Cataluña depende energéticamente de la producción aragonesa. Es precisamente uno de estos proyectos el que lidera el grupo aragonés Forestalia, quien está construyendo más de 150 kilómetros de red eléctrica, cruzando 40 municipios catalanes e invirtiendo 60 millones.
De ahí que, recientemente, se haya firmado una alianza para la producción de hidrógeno renovable mediante electrólisis de 400 megavatios (MW) en 2025. Esto, según cifras oficiales, requerirá de 1,5 gigavatios (GW) o 1.500 megavatios (MW) de energía renovable que, en gran medida, se tendrán que producir en Aragón. El horizonte para 2030 aún es más ambicioso, con la producción de 1,5 GW y la necesidad de tener seis gigas de energía renovable. Esta alianza se enmarca dentro del proyecto Shyne, que lidera Repsol, y es el mayor consorcio que hay en España para la descarbonización a través del hidrógeno. Junto a la petrolera, están Alsa, Bosch, Talgo o Enagás.
La creación de este 'hub' del hidrógeno verde en el valle del Ebro tiene múltiples razones. Su 'leitmotiv' se basa en compartir absolutamente todas las investigaciones, informaciones o programas relacionados con el hidrógeno verde. Es más, también se ha orquestado un máster universitario en cada campus autonómico de las cuatro regiones para formalizar la docencia sobre el hidrógeno verde. Este máster es el primero del mundo relacionado exclusivamente con el hidrógeno verde.
En palabras del presidente de Repsol, Josu Jon Imaz, “por su ubicación, el Corredor del Hidrógeno del Ebro será una palanca clave para desarrollar de forma eficaz todo el potencial de esta área geográfica, con una dimensión transfronteriza de la futura economía de hidrógeno, permitiendo una mayor integración de cadenas de valor a nivel europeo”. En definitiva, una alianza para compartir corredores multisectoriales que combinen los valles del hidrógeno en el Ebro y así mejorar la capacidad industrial de las cuatro regiones.
El papel de Aragón: pionero y líder
La conexión interterritorial entre las cuatro regiones no sería posible sin el papel activo de Aragón como generador de energía renovable. El papel protagonista en el despegue de este nuevo modelo económico y energético lleva planteándose en suelo aragonés desde hace más de 20 años. Cuando decir hidrógeno verde era algo propio de una película de ciencia ficción. Es por eso que Aragón parte con ventaja: ha sido banco de pruebas, tiene empresas que pivotan su negocio en el hidrógeno y está reclamando más inversión a través de los fondos europeos Next Generation.
Por ejemplo, a principios de los años dos mil, el Gobierno de Aragón creó la Fundación del Hidrógeno junto al sector privado. Desde entonces, según fuentes del sector, Aragón ha sido la única voz española que se escucha en Europa sobre la producción del hidrógeno. El presidente de la Fundación del Hidrógeno en Aragón, Javier Navarro, atiende a El Confidencial para dejar claro por qué se puede descarbonizar la economía antes de 2050 con el ‘petróleo del siglo XXI’. “Estamos en el camino de desarrollar una economía del hidrógeno en el valle del Ebro para que sea escalable a múltiples negocios y tener soberanía energética. Esta reflexión la hicieron en País Vasco y Cataluña hace poco, cuando Aragón lleva 20 años en este planteamiento. Es por eso que la región aragonesa no solo quiere ser suministrador, sino también entrar en la cadena de valor para fabricar bienes de equipo y generar empleo estable”. La sinergia de estas cuatro regiones, Cataluña, País Vasco, Aragón y Navarra, congrega el 40% del PIB industrial español, con tan solo un 25% de la población.
Según fuentes del sector, la primera apuesta de esta alianza regional en el valle del Ebro estará relacionada con cómo reducir drásticamente el gas de las industrias que se dedican al refinado de petróleo, producción de amoniaco o las plantas químicas. Más adelante, el objetivo estará dedicado a la movilidad y al almacenamiento de energía renovable. Sin embargo, la producción del hidrógeno aún tiene una carencia importante: el coste de la electrólisis es muy elevado y supone un lastre para la competitividad. Una situación que está investigándose en Aragón desde hace años con proyectos de innovación ligados a este vector energético, desde compañías como Calvera, Arpa o Zoilo Ríos. En conversación con El Confidencial, la consejera delegada de Arpa y presidenta del Pacto Mundial de la ONU en España, Clara Arpa, detalla que “es cuestión de darle impulso a la producción del hidrógeno como alternativa energética, y el papel de las administraciones públicas es clave para lograrlo. Es una evidencia que necesitamos generar hidrogeno y para ello se necesitan infraestructuras para después ir al consumo directo”. Y lo ejemplifica: “No puede ser que ocurra como con el coche eléctrico, que todavía la capacidad de hacer una instalación es limitada”.
El vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria, Arturo Aliaga, confiesa a El Confidencial que “el enfoque de un corredor del hidrógeno en el Ebro fue la apuesta inicial de Aragón, porque siempre hemos pensado que ninguna región va a tener el patrimonio de toda la cadena de valor de esta tecnología como el territorio aragonés ni mucho menos el volumen de inversiones que podemos atraer por todo nuestro conocimiento desde hace 20 años”. Fuentes del Gobierno de Aragón, después de suscribir el acuerdo con las otras regiones del valle del Ebro, reconocen que “la apuesta de territorios, empresas e industrias por el hidrógeno sabemos que es determinante, y por ello Aragón ha incluido este vector energético en el Perte dedicado a las energías renovables”.
A día de hoy, según cifras oficiales, el Gobierno aragonés tiene 76 proyectos relacionados con el hidrógeno verde por más de 2.300 millones de euros. Uno de los proyectos más ambiciosos que hay en suelo aragonés, concretamente en el municipio oscense de Plasencia del Monte, es el electrolizador de 40 MW de potencia por la empresa franco-española Dhamma. Con esta planta industrial, se confía en lanzar un tren de hidrógeno que conecte Zaragoza con el sur de Francia.
El escenario ideal para romper la incertidumbre de la energía en Europa es la producción de hidrógeno verde. Este vector energético, al que llaman el petróleo verde del siglo XXI, ya es motivo de estudio, análisis y producción en aquellas economías que aceleran la descarbonización. Y en este momento Aragón, y por extensión el valle del Ebro, está cogiendo velocidad de crucero para ser el mayor productor del sur de Europa en el año 2050.