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200.000 empleos en juego: por qué las refinerías pueden ser la próxima minería
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DEL PETRÓLEO AL ECOCOMBUSTIBLE

200.000 empleos en juego: por qué las refinerías pueden ser la próxima minería

La Ley de Cambio Climático es devastadora para las petroleras porque ningún coche nuevo podrá emitir CO₂ en 2040. Esto compromete la 'revolución verde' de las refinerías españolas

Foto: Empleados de la refinería de Repsol en A Coruña marchan contra el ERTE, en abril. (EFE)
Empleados de la refinería de Repsol en A Coruña marchan contra el ERTE, en abril. (EFE)

Un jefe de departamento llegó a la refinería de Petronor en Muskiz (Vizcaya) al volante de un Ferrari mientras un piquete sindical protestaba en la puerta por el ERTE a 354 trabajadores. La fotografía se hizo viral por su aparente simbolismo: los directivos de las grandes empresas viven en su torre de marfil mientras los obreros son lanzados a una espiral de precariedad. La realidad es mucho más compleja que esa foto, pues el conductor no es un directivo y en verdad nadie en Petronor le da mayor importancia, pero la imagen ha puesto en el foco el inquietante futuro de las refinerías españolas.

placeholder La imagen de la discordia en una protesta en la planta de Petronor.
La imagen de la discordia en una protesta en la planta de Petronor.

Europa exige una transición energética que elimine los hidrocarburos y apueste por la electrificación, y España aprobó el 13 de mayo una Ley de Cambio Climático que va en el mismo sentido. En ese contexto, hay ocho refinerías en nuestro país (nueve si se cuenta la planta inactiva de Tenerife) cuya utilidad está en el aire. Su plan es dar un vuelco a su modelo productivo para dejar de refinar petróleo y empezar a procesar ecocombustibles, pero Repsol, Cepsa y BP, las tres empresas que gestionan el parque de refinerías, no se sienten cómodas con la nueva ley.

La apuesta del Gobierno por la electricidad desincentiva, aseguran, invertir miles de millones en hacer refinerías verdes. Los trabajadores de Petronor ven esas sombras en el horizonte y creen que si no protestan ahora, mañana será demasiado tarde. No quieren que las refinerías, que sostienen la economía de los lugares donde se asientan, experimenten el mismo destino trágico que ha vivido la minería.

Por eso los sindicatos de Petronor, empresa participada al 85% por Repsol, han puesto toda la carne en el asador. Protestas y marchas desde hace dos semanas y una huelga de nueve días a ejecutar en la primera quincena de junio. El motivo no es tanto el ERTE parcial aprobado para 354 empleados (un tercio de la plantilla), ya que los afectados solo ven reducida un 20% su jornada de media, sino el mensaje que lanza la empresa, ese primer aviso que da tanto miedo: el rol de las refinerías está a punto de cambiar, la demanda de crudo refinado en España está cayendo y empieza a sobrar parte de la plantilla.

“Petronor está inmersa en proyectos de producción de hidrógeno con otras empresas. Si ese hidrógeno se produce en Muskiz, nos parece bien, pero no están formando a los trabajadores. La falta de formación es una parte clave de nuestras protestas”, señala Jabi Losa, portavoz del sindicato Trabajadores por la Unidad (TU). Y explica: “Vamos a cambiar el modelo energético en los próximos años. Hay que contaminar menos y las refinerías estamos en un punto estratégico. La minería industrial, los astilleros navales… Ya hemos visto qué ha pasado con esos sectores y no queremos ser los siguientes. Estamos a tiempo. De ahí estas protestas, queremos encontrar un remedio laboral antes de que llegue el gran problema en cinco o 10 años, porque entonces sí que miles de trabajadores pueden ir a la calle y comarcas enteras caer en una enorme crisis social”.

"La minería industrial, los astilleros navales… Ya hemos visto qué ha pasado con esos sectores y no queremos ser los siguientes"

“Están amortizando los puestos de trabajo de forma encubierta”, considera Óscar Charte, portavoz del sindicato ELA. “Si aceptamos un ERTE injustificado, avalamos sus argumentos para el futuro. Nos han ofrecido hasta el 80% del sueldo y no perder vacaciones, pero no compartimos las causas y por eso lo rechazamos. El 70% de los trabajadores acepta ir a la huelga en junio”.

Petronor emplea a unos 1.000 trabajadores en Muskiz, que ascienden a 2.500 si se añaden los empleos indirectos y a 6.200 si se suman los inducidos (distribución y trabajo en estaciones de servicio). Es el mayor generador de empleo en la llamada zona minera de Bilbao. No solo Muskiz está en ERTE. Repsol también lo ha impuesto en los complejos de Puertollano (590 trabajadores) y A Coruña (112 trabajadores), aunque en ambos casos sí ha habido acuerdo con el comité de empresa.

placeholder Trabajadores de Petronor protestan por el ERTE en Bilbao. (EFE)
Trabajadores de Petronor protestan por el ERTE en Bilbao. (EFE)

Desde Repsol rebajan la alarma: las refinerías tienen futuro y se cuenta con todas ellas y con sus trabajadores para la reconversión hacia la energía verde. Siempre y cuando, indica la multinacional, haya “un marco normativo adecuado” que asegure “una transición energética justa”.

19 años para el trompazo

La clave del conflicto es el artículo 14 de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Ese artículo señala que en el año 2040 solo se podrán matricular vehículos ligeros (turismos y furgonetas) con cero emisiones directas de CO₂/km. Es decir, no puede salir nada de CO₂ por el tubo de escape. Ya en 2030 se quieren aplicar requisitos estrictos para que solo circulen vehículos de muy bajas emisiones.

Esto, según la Asociación Española de Productos Petrolíferos (AOP), es hacer una apuesta encubierta por los vehículos eléctricos, pues son los únicos capaces de producir cero emisiones directas. Los ecocombustibles sí emiten un mínimo porcentaje de carbono. Y si la ley prohíbe 'de facto' los ecocombustibles, entonces no tiene sentido reconvertir las nueve refinerías españolas. O al menos no todas. Y ahí se abre el abismo.

Foto: Manifestación ecologista. (EFE)

“Sin esa alternativa, no es posible asegurar la sostenibilidad de la industria del refino español y garantizar los 200.000 puestos de trabajo que genera gracias a las nueve refinerías diseminadas por todo el territorio y de una ampliamente desarrollada red de distribución y venta de combustibles”, indicó AOP en un comunicado. Su presidente, Juan Antonio Carrillo de Albornoz, es tajante: “Con la nueva ley y al limitar el mercado de nuestros productos aunque sean neutros en carbono, no se está favoreciendo que el sector invierta en su descarbonización ni se está aportando claridad al futuro de los trabajadores del sector”.

Consultada por este diario, la patronal petrolera mantiene su postura: “En la práctica, la Ley de Cambio Climático dice que todos los vehículos ligeros deben funcionar con electricidad, y que solamente el transporte aéreo, marítimo y el pesado por carretera pueden utilizar energía alternativa como el biocombustible, ya que son sectores de difícil electrificación. Eso es quitarte por ley gran parte del mercado, e implica que todas las inversiones planificadas para reconvertir las refinerías quizá no compensan, o no compensan en todos los casos”.

El criterio 'emisiones netas' en lugar de 'emisiones directas' es el principal caballo de batalla de las petroleras ante Bruselas

El argumento de las petroleras es sencillo: no hay que exigir cero emisiones directas, sino fijarse en las emisiones netas. Porque la electricidad sí tiene una huella de carbono importante en la producción de sus baterías y en el ciclo de generación, y eso la ley española lo está pasando por alto. El criterio 'emisiones netas' en lugar de 'emisiones directas' es el principal caballo de batalla de las petroleras ante la Comisión Europea. Si Bruselas acepta el argumento, la Ley de Cambio Climático tendrá que ser modificada y ahí sí las petroleras tendrán vía libre para convertir sus refinerías en grandes centros de producción de ecocombustibles. En realidad, ya están en ello. En 2023, Repsol pondrá en marcha la primera planta de biocombustibles avanzados de España en Cartagena. Inversión total: 188 millones.

placeholder Vista de la refinería de Petronor en Muskiz, Vizcaya. (Reuters)
Vista de la refinería de Petronor en Muskiz, Vizcaya. (Reuters)

¿Y qué son los ecocombustibles? Son combustibles líquidos neutros en carbono. Se dividen en dos: bio y sintéticos. Los bio se elaboran a partir de residuos orgánicos (masa forestal, aceites usados, grasa animal…) y los sintéticos, llamados 'e-fuel', a partir del hidrógeno verde y CO₂ capturado. Estos ecocombustibles tienen la ventaja de que pueden funcionar con el actual parque de vehículos. Es decir, no hay que esperar 20 años para electrificar todo el parque móvil español, con el coste que eso supone para el bolsillo de los consumidores.

"La producción de biocombustibles a gran escala ya vimos que tiene consecuencias devastadoras"

“Es lógico que las petroleras apuesten por los ecocombustibles, porque es su negocio, pero es querer retrasar lo inevitable, que es ir hacia la electrificación de la economía”, indica José María Yusta, experto en mercados energéticos y profesor en la Universidad de Zaragoza. “La producción de biocombustibles a gran escala ya hemos visto que tiene consecuencias devastadoras, como es la eliminación de cultivos alimentarios y masa forestal para poner cultivos energéticos. Lo vimos en Brasil y Argentina, y no parece una alternativa válida para el futuro. Yo no sería muy optimista con esto”.

Aun así, Yusta rebaja la alarma laboral en las refinerías. Solo con electricidad es imposible descarbonizar la economía, y, por otro lado, necesitaremos durante muchos años la gasolina y el gasóleo. No hay más que ver el ínfimo porcentaje de vehículos eléctricos que compran los usuarios. “En el corto plazo, no se debe ser alarmista con el empleo: las refinerías seguirán siendo necesarias muchos años más, porque la transición energética será lenta. El objetivo de 2040 es ambicioso y veremos si se puede hacer realidad. Eso no quita que si las petroleras no logran revertir la ley y producir ecocombustibles para los vehículos ligeros, tendrán un problema muy gordo que puede afectar a las refinerías más adelante”.

placeholder Estación de carga eléctrica de Repsol. (EFE)
Estación de carga eléctrica de Repsol. (EFE)

Las orejas al lobo

Aunque la batalla en Bruselas sigue abierta, las petroleras llevan años abriendo vías de negocio en el sector de la electricidad. “Todas las empresas que forman el sector del llamado O&G [Oil & Gas] ven las orejas al lobo desde hace tiempo y por eso vemos movimientos empresarias importantes en los últimos años”, indica Yusta. “Tienen mucha liquidez e invierten en el desarrollo de energías renovables, por ejemplo, parques solares y eólicos, pero también adquieren otras empresas. Repsol compró la cartera de Viesgo con 700.000 clientes, y Cepsa y BP también han entrado en la comercialización de electricidad y gas. Total, una 'top 5' mundial ha adquirido la eléctrica EDP. Las petroleras crecen por ahí”.

El dictamen de Bruselas sobre el uso de ecocombustibles será la clave del futuro de nuestras refinerías. Aunque aún faltan 19 años hasta el límite de 2040, las placas tectónicas del sector de los hidrocarburos ya se están moviendo.

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Un jefe de departamento llegó a la refinería de Petronor en Muskiz (Vizcaya) al volante de un Ferrari mientras un piquete sindical protestaba en la puerta por el ERTE a 354 trabajadores. La fotografía se hizo viral por su aparente simbolismo: los directivos de las grandes empresas viven en su torre de marfil mientras los obreros son lanzados a una espiral de precariedad. La realidad es mucho más compleja que esa foto, pues el conductor no es un directivo y en verdad nadie en Petronor le da mayor importancia, pero la imagen ha puesto en el foco el inquietante futuro de las refinerías españolas.

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