Tres partidos preparan ya el salto de la 'Andalucía abandonada' al Parlamento regional
En la zona oriental, la unidad fracasa y el proyecto se divide entre Jaén Merece Más y Levanta Jaén. Por Huelva busca adhesiones con la intención de cambiar votos por inversiones
Ninguna encuesta ha detectado la irrupción de partidos provinciales en Andalucía, pero ya se han registrado y han empezado a movilizarse ante la inminencia de las elecciones autonómicas. De momento, hay tres formaciones que han anunciado que concurrirán a los próximos comicios, dos en Jaén y una en Huelva, primer paso que les ayudará también a prepararse para su gran objetivo: conquistar algún sillón en el Congreso de los Diputados. El impulso se produce tras el éxito de las fuerzas surgidas en Teruel y Soria, referentes de la denominada España Vaciada.
Pero a pesar de que estas formaciones pioneras se mueven bajo el paraguas de esta marca nacional, la realidad demográfica en las provincias andaluzas no es comparable con la de Castilla y León y por ello se prefiere hablar de una ‘Andalucía abandonada’ más que vacía. El denominador común que impulsa estos movimientos es el sentimiento de perjuicio, de deuda histórica entre territorios de la misma comunidad. Y ello justifica esta emergencia en una región donde no hay prácticamente zonas en riesgo de exclusión en términos poblacionales, pero sí un abandono de espacios que hoy reclaman infraestructuras y servicios. “Demográficamente, son una expresión de la desatención”, explica Juan Manuel García, demógrafo de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, que señala a pueblos del interior de Granada, el norte de Córdoba, Almería y Jaén que, sin tener una pérdida de habitantes devastadora, sí han sufrido en los últimos 40 años de autonomía un mayor abandono que impide que su población quede anclada”.
Replicar en Andalucía modelos como el de Teruel Existe o Soria ¡Ya! es complicado y cuestiona bastante el éxito de estos nuevos partidos provinciales. De entrada, ya sufren una fragmentación que debilita sus fuerzas y hay plataformas que no han conseguido articularse en Granada, Córdoba o Almería. En Andalucía, el epicentro de este movimiento, que viene agitando a la sociedad civil desde 2017, está en Jaén, donde se han articulado más de una docena de plataformas que, finalmente, no han logrado unificarse en una única fuerza por discrepancias internas entre las iniciativas que representan más a la capital y las que agrupan las de la provincia. Al final, eso ha dado pie a la constitución de dos partidos.
Uno de ellos está impulsado por la plataforma Jaén Merece Más, cofundadora junto con Teruel Existe y Soria ¡Ya! de la denominada Revuelta de la España Vaciada, que hace tres años logró congregar en Madrid a más de 100.000 personas en defensa de las provincias de la España interior más olvidada por parte de las administraciones públicas y que ha conseguido meter en la agenda de todos los partidos políticos el reto demográfico. Un segundo partido es Levanta Jaén y hay otro más en la zona occidental andaluza, Por Huelva, registrado desde finales de 2020 y que busca adhesiones en la provincia con menor peso demográfico de Andalucía, pero no necesariamente despoblada, aunque sí con fuertes desequilibrios territoriales que afectan fundamentalmente a comarcas como el Andévalo.
Teruel Existe se convirtió en la formación más votada en el territorio turolense en las generales de 2019 y cuenta con un diputado en la Cámara Baja, el arquitecto Tomás Guitarte. Y Soria ¡Ya! ha emulado a la anterior y ha conseguido tres procuradores en las Cortes de Castilla y León al sumar más del 40% de los votos de la provincia en las recientes elecciones autonómicas. Estos son los pasos que quieren seguir las fuerzas que concurrirán a las elecciones con marcas propias que rechazan adscripciones ideológicas y que reivindican su orgullo territorial, que tampoco tiene nada que ver con un enfoque nacionalista. Los ejes en los que se mueven las plataformas que dan origen a estas fuerzas provinciales son otros, aunque se solapen con el demográfico.
El olvido
“En Andalucía, el criterio no es estrictamente poblacional, como se entiende el concepto de España vacía, aquí el elemento clave es el eje centro-periferia, entendiendo por centro el eje Sevilla-Málaga, por ejemplo”, explica Ángel Cazorla, sociólogo de la Universidad de Granada e investigador del Centro de Análisis y Documentación Político y Electoral de Andalucía (Cadpea). El fenómeno es una evolución del eje oriental-occidental en Andalucía que desde hace tiempo ha sido un elemento vertebrador de la política, según el sociólogo, que apunta a que eso mismo se ha desplazado ahora a un nivel más micro, dando el salto a territorios muy concretos. La ideología queda en un segundo plano y lo que prima es la necesidad de poner en valor el significado de una provincia y rebelarse contra el maltrato que, en la mayoría de los casos, es histórico.
Manuel Gámez pertenece a la plataforma Todos a Una por Linares, una de las 13 unidas bajo la marca Levanta Jaén, que ahora ha sido cedida al igual que algunos de sus integrantes al partido político que defenderá los intereses de la provincia en las elecciones autonómicas. Una fuerza que se presentó el pasado mes de febrero y que coordina Javier Saigner con la intención de arrancar nuevas inversiones tanto en el Parlamento andaluz como en el Congreso de los Diputados para una provincia que se siente despreciada y engañada. Este movimiento se originó a raíz de la difusión de un informe estadístico que situaba a Linares como uno de los referentes más negativos de España.
Juan Afán preside la plataforma ciudadana Jaén Merece Más, otro de los movimientos ciudadanos jienenses, que continúa con su misión de agitar conciencias y que cohabita con el nuevo partido político presentado el pasado mes de marzo. Su origen, al igual que el del resto, es fruto del hartazgo social provocado por las promesas y proyectos incumplidos en la provincia. Detrás de estas marcas políticas hay sociedad civil, ciudadanos que a título individual quieren trasladar el espíritu de lucha de las plataformas a los foros donde se legisla y se reparte el dinero para las provincias, “gente que busca el sillón, porque nuestra máxima es poner en la cúspide el ideario que defendemos y que se resume en las cuatro letras del nombre de la provincia: J-A-É-N”, precisa el presidente de Jaén Merece Más. Y precisamente esa falta de adscripción a siglas no hace fácil la composición de las listas electorales.
De ello da fe Joaquín de la Torre, presidente de Por Huelva, una iniciativa que nació ya como partido político a finales de 2020. “Yo es que no sabía ni siquiera lo que era una plataforma, ni siquiera estaba entonces en redes sociales y me fijé en los estatutos de Teruel Existe y del Partido Regionalista Cántabro para redactar los estatutos y, tras varios intentos, fui corrigiendo errores y aprendiendo”, comenta convencido de que la elección de esa fórmula ha simplificado el proceso y ha evitado conflictos como los que están sucediendo con plataformas de otros puntos, como es el caso de Granada. El 28 de abril el partido, que ya tiene incluso articulado un programa electoral, presentará su proyecto para las elecciones autonómicas y dará el pistoletazo de salida de una carrera donde es consciente de que debe ganar ventaja antes de que el debate se centre en los partidos tradicionales. “Nos cuesta que la gente se sume públicamente al partido por dos razones: en Huelva hay muchos que dependen de contratos con las administraciones y que tienen miedo a pronunciarse, y luego hay una cuestión psicológica, pues la gente apuesta a caballo ganador”, explica De la Torre, que confía en el éxito del próximo acto público y que ya diseña una campaña al estilo de la de Soria ¡Ya!: furgoneta y pueblo a pueblo.
Los recelos ante Sevilla
Un denominador común entre estos partidos es el malestar profundo con Sevilla. Dice el presidente de Por Huelva que en su provincia hay gente que demanda pertenecer a Extremadura con el convencimiento de que recibirían mejor trato. Una petición que también se escucha en la Andalucía Oriental, donde se han empezado a mover plataformas como Juntos por Granada. De la Torre relata una lista interminable de proyectos que se podrían haber hecho en Huelva con el dinero invertido en el metro de Málaga y lamenta que el onubense solo saque su orgullo con el Recre o el Rocío. “Sevilla, para nosotros, es un complemento imprescindible que nos da un buen empujón económico en verano y con las fiestas, pero eso no puede servir para oscurecernos; en la comarca del Condado, por ejemplo, la vida transcurre más en la capital hispalense que en Huelva, y eso es consecuencia de la falta de servicios e infraestructuras que padecemos que, al final, rompe incluso con nuestra unidad como pueblo”, explica el ingeniero que ha tomado las riendas de dicho partido provincial.
La dificultad de sumar apoyos y la fácil fragmentación de estas plataformas restan fuerza y diluyen el movimiento, y ya hay quienes ven incluso peligros de este camino hacia la política más clásica. “Hay un caso muy claro ahora, el de Podemos, donde las bases se han ido desintegrando porque falta el ADN que determina los anclajes partidistas; tú puedes sacrificar temporalmente la ideología o los intereses de clase en beneficio de una regeneración política como ocurría con el 15-M, pero si eso luego no termina de cuajar, vas a acabar volviendo a tus espacios naturales”, explica Cazorla, para quien un ejemplo muy evidente de esta tesis es lo que ha ocurrido con el independentismo en Cataluña, donde hace 15 años era impensable que CiU se fuese a aliar con ERC. “Se puso en marcha un eje centro-periferia que funcionó al principio, pero se ha ido desintegrando y es el problema que pueden tener los nuevos partidos surgidos de estas plataformas, cuyo recorrido puede ser corto”, añade.
Estos partidos, como las plataformas, se mueven en un espectro muy amplio, hay mucha transversalidad y es complicado predecir a qué fuerzas pueden restar apoyos. En el caso de Andalucía, son territorios que históricamente han sido feudos del PSOE y, por lógica, parece que podría ser el partido más castigado por este descontento. Pero incluso hay quien apunta que podrían ayudar también a frenar el voto que se ha polarizado y está en manos de Vox, que ha acogido a muchos de los desencantados en las últimas citas. Igualmente, también puede alterar la abstención. Según explica Ángel Cazorla, estos movimientos suelen facilitar el voto de las personas que normalmente no acuden a la cita en las urnas bien porque no se sienten identificadas, no les gusta la política o piensan que todos los partidos son iguales, los llamados abstencionistas estructurales, que en estas fuerzas pueden encontrar un motivo de ilusión o un proyecto concreto en el que se vean reflejados; o a quienes lo hacen para castigar a su partido, los abstencionistas punitivos, entre ellos, muchos socialistas que en las últimas autonómicas se quedaron en casa para perjudicar a Susana Díaz, por ejemplo.
Tanto Por Huelva como Jaén Merece Más afirman que hay encuestas que les dan representatividad, pero prefieren pisar el suelo y solo piden a los votantes que apuesten por ellos “sin miedo”. “Nuestra provincia necesita quien dé la cara por ella, porque nos han abocado a un lugar que no nos corresponde. Ojalá llegue el día en que Jaén Merece Más desaparezca porque los demás partidos entiendan y demuestren con hechos que a los jienenses han de tratarnos como iguales al resto de andaluces y españoles y darnos las mismas oportunidades”, defiende Verónica Medina, vicepresidenta primera de este nuevo partido, uno de los tres que han iniciado una campaña sin retorno en busca del éxito de otro tipo de política cuyo impacto está aún por descubrir.
Ninguna encuesta ha detectado la irrupción de partidos provinciales en Andalucía, pero ya se han registrado y han empezado a movilizarse ante la inminencia de las elecciones autonómicas. De momento, hay tres formaciones que han anunciado que concurrirán a los próximos comicios, dos en Jaén y una en Huelva, primer paso que les ayudará también a prepararse para su gran objetivo: conquistar algún sillón en el Congreso de los Diputados. El impulso se produce tras el éxito de las fuerzas surgidas en Teruel y Soria, referentes de la denominada España Vaciada.
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