La unidad imposible de la izquierda en Andalucía: Más País no se fía de Podemos

El tiempo pesa como espada de Damocles sobre la cabeza de la izquierda andaluza, que sigue sin cerrar su proceso de confluencia para concurrir junta a las elecciones autonómicas. La unidad se ha resquebrajado esta semana porque básicamente Más País no se fía de Podemos. A pesar de que la convocatoria electoral ya parece inminente, el partido de Íñigo Errejón cree que toca reposar. Al menos por unos días no se espera movimiento de ficha porque las causas del desencuentro son de fondo, de marco. La formación huye del riesgo de repetir una fórmula que considera fracasada, como la de Unidas Podemos y, hasta la fecha, sostiene que las cuestiones en las que se han venido avanzando en las reuniones mantenidas desde enero son simple "maquillaje" para cambiar el color de cara.

Más País reivindica un cambio de ciclo, a nivel estatal, y quiere que en el proceso estén presente todos los actores que ya eran, pero también gente que se ha ido perdiendo por el camino y, sobre todo, mucha sociedad civil. Solo así opina que el cambio puede ser realmente disruptivo y se puede invertir una dinámica que considera "mortecina" y en la que se mueve el espectro progresista, en el que incluyen al PSOE. De otra forma, la formación que lidera en Andalucía Esperanza Gómez no ve proyecto ganador. Por eso le interesa hablar de un nuevo marco con capacidad para romper el escenario dentro del progresismo y, hasta ahora, las reuniones de las distintas fuerzas que negocian (Podemos, Más Podemos, IU, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Equo) no han tratado estas cuestiones cualitativas, según precisan en el partido, que esta semana ha elevado bastante el tono de su discurso en este buscado proceso de unidad.

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La reacción es una prueba clara de su creciente desconfianza hacia Podemos y hacia el cambio necesario para construir una confluencia para las elecciones autonómicas. El partido de Errejón se ausentó ese martes de una nueva reunión, celebrada en Málaga, que le dio nuevos argumentos para ahondar la grieta que le separa del resto de fuerzas. Las formas y "la actitud de los actores principales" después de la emisión de una nota informativa donde se daba por hecho que "las fuerzas progresistas" avanzaban en dicho proceso, sin matizar que Más País no acudió, se sumaron a las verdaderas razones de la ausencia y terminaron por resquebrajar estas negociaciones justo cuando el anuncio del adelanto electoral parece inminente.

La formación que coordina Esperanza Gómez esperaba más generosidad por parte del partido de Ione Belarra y apuntó que el "frente amplio" necesario para generar la ilusión y revitalización de la izquierda andaluza debe ser "algo más que una Unidas Podemos maquillada y con amplios visos de fracasar". Más País desmintió así un avance que sigue sin ver y de hecho este fue el verdadero argumento para justificar su ausencia, aunque la transición interna que está experimentando, tras la recién elegida nueva dirección, servía ya de excusa para eludir su presencia.

Las organizaciones presentes en la reunión del martes apuntaron que desplegarán en las ocho provincias de manera inminente espacios de participación ciudadana para ampliar la base social y trascender las estructuras de los partidos, a lo que Más País respondió que se incorporará solo si se tratan acuerdos para crear un marco programático en todas las provincias. La formación que preside la profesora de Derecho Constitucional insiste en la necesidad de encontrar un candidato 'blanco', independiente. Podemos ya ha lanzado un nombre, el del diputado por Cádiz en el Congreso Juan Antonio Delgado, guardia civil que, aunque no forma parte del aparato, sí está respaldado por este partido. Más País Andalucía busca armar un proyecto con la sociedad civil, que aúne a los partidos progresistas bajo una marca blanca y con un candidato independiente. "No queremos ser una opción a la izquierda del PSOE, sino una alternativa real de gobierno", apunta Esperanza Gómez.

Más que de izquierdas, a Más País le gusta denominarse partido progresista y verde, y apuesta por crear un nuevo proyecto que ilusione y acabe con la desmovilización que, a su juicio, es el gran problema que tiene la izquierda. Su responsabilidad, por ello, es armar un proyecto que sea revulsivo, una alternativa al modelo que existe. Un discurso que guarda muchos paralelismos con el que propone Yolanda Díaz a nivel nacional, algo que levanta recelos en Podemos, que se resiste a dejar de ser actor decisivo. De hecho, hay gran sintonía política entre el líder nacional de Más País, Íñigo Errejón, y la vicepresidenta segunda del Gobierno; la transversalidad del primero y la cercanía de la segunda conjugan bien. Ambos posaron juntos en una foto a primeros de abril en un acto en Madrid que escoció a Pablo Iglesias, que ha confesado incluso que quizás se equivocó al señalar a Díaz como su sucesora en Unidas Podemos. El gesto dio a entender entonces que el camino de la convergencia en Andalucía podía recorrerse sin mayores obstáculos, pero lo cierto es que hay costuras que no acaban de cerrarse.

Opinión

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Las negociaciones formales entre las diferentes fuerzas de izquierda se iniciaron el 8 de enero, con una reunión donde acudió Podemos, IU, Más País y Adelante Andalucía, si bien estos últimos, con Teresa Rodríguez al frente, acabaron, a mediados de febrero, levantándose de la mesa. Hubo una segunda cita para intentar armar una alianza el 28 de marzo y otra el 5 de abril, antes de la ruptura de esta semana. Fuentes consultadas apuntan que los mediadores podrían auspiciar una nueva reunión en unos días, los que se quiere dar Más País para mesar las ideas y ver qué puede aportar cada espacio en términos cualitativos a este proceso.