La izquierda empieza a moverse para tratar de recuperar el Gobierno andaluz

Fue una conversación “cordial”, “positiva”, aunque no acabó en cita cerrada para una reunión. La líder de Unidas Podemos en Andalucía, Martina Velarde, telefoneó a Teresa Rodríguez, al frente de Adelante Andalucía, para emplazarla a cerrar filas a la izquierda del PSOE en la comunidad. Ahora mismo, en ese espacio hay tres papeletas: Podemos, Adelante y Andaluces Levantaos, la marca donde se incluye Más País Andalucía. La fragmentación del voto perjudica la obtención de escaños en el Parlamento andaluz.

El pasado 4 de diciembre, una fecha señalada para la autonomía andaluza, Unidas Podemos ya adelantó que abriría esa ronda de diálogo. La iniciativa, que previamente había sido anunciada, fue acogida con escepticismo por los dirigentes del resto de partidos. La razón es fácil, la desconfianza preside las relaciones en un grupo de actores políticos que, hasta hace no mucho, han formado todos parte de Podemos. Las tensiones políticas y personales acabaron por romper el partido y surgieron las distintas papeletas que, hasta ahora, han anunciado que concurrirán de forma independiente a las próximas andaluzas.

La mayor diferencia política reside en que tanto Adelante como Más País Andalucía exigen ser formaciones andalucistas, autónomas, soberanas y sin tutela de un partido en Madrid. Por eso se precipitó el divorcio, que acabó en guerra civil, de Teresa Rodríguez con Pablo Iglesias.

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Rodríguez confirmó que han existido contactos, pero dejó muy claro que su formación quiere que esas reuniones no sean lideradas por Podemos, sino por mediadores independientes que llevan ya semanas trabajando en el diálogo a la izquierda del PSOE en Andalucía. “Existe una iniciativa de mediación neutral y discreta por parte de algunos compañeros de la sociedad civil andaluza para favorecer una mesa de diálogo y buscar vías de cooperación frente al avance y consolidación de las derechas en Andalucía, lo mínimo, al menos, un pacto de no agresión para no facilitar el camino a la extrema derecha”, recordó la líder de Adelante Andalucía.

Mediadores independientes

Tras ese movimiento están perfiles de profesores de universidad o figuras de la sociedad civil vinculadas a mareas o sindicatos que llevan días tratando de sentar a los diferentes actores de la izquierda a la misma mesa para propiciar una unión de fuerzas. Se quejan de que Unidas Podemos insista en vender a los medios de comunicación cada paso para tratar de controlar el relato político.

Los movimientos se están acelerando cuando todos los partidos admiten que la fragmentación del voto repercutirá en una pérdida de representación y en una caída de escaños. En las últimas autonómicas, la fusión de Podemos e IU en Adelante Andalucía alcanzó los 17 escaños. Hoy seis diputados permanecen en el grupo parlamentario, que ha cambiado su nombre a Unidas Podemos por Andalucía, y otros 11, los afines a Rodríguez, fueron expulsados y son no adscritos.

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“Colaboremos frente a las derechas, pero con sinceridad y confianza, no con titulares”, reiteró Teresa Rodríguez tras confirmar esa primera llamada de la líder de Unidas Podemos. “Respetemos la iniciativa de los mediadores, evitemos todo lo que se pueda interpretar como una opa hostil, la unidad no es quedarse uno solo, la unidad real es la que reconoce la pluralidad y la respeta y protege”, insistió dejando claro que la vía que quiere Adelante es la de esa mesa que dirigen figuras ‘neutrales’. Fuentes del partido insisten en que “no van a someterse” a un diálogo dirigido por Podemos.

El papel de Yolanda Díaz

El otro partido en el laberinto de la izquierda andaluza, Andaluces Levantaos, de donde forma parte Más País Andalucía, que lidera otra ex de Podemos afín a Íñigo Errejón, Esperanza Gómez, no tiene aún abiertos los contactos. Al menos así lo trasladan fuentes de esta formación, que insiste en que hace semanas hubo un intercambio entre el líder de IU en Andalucía, Toni Valero, y la responsable de Más País.

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Desde la formación de Errejón en Andalucía, bautizada en alianza con otras fuerzas andalucistas como Andaluces Levantaos, asumen que tendrán que jugar un papel discreto y de mediación entre Unidas Podemos y Adelante. Aún hay secuelas de la guerra civil abierta entre los dirigentes de estos partidos, tras la expulsión de Teresa Rodríguez y los suyos por una adenda al pacto antitransfuguismo diseñada desde Madrid, que permitió echarlos por “traidores” y arrinconarlos en la Cámara andaluza.

Los movimientos están presididos por el temor real a que Vox se convierta en aliado imprescindible del PP para reeditar el Gobierno de Andalucía y entre en el futuro Ejecutivo. La debilidad de Cs es evidente y, en contraposición las encuestas, insisten en señalar que la formación de extrema derecha sigue al alza en Andalucía, en un techo de hasta 15 diputados frente a los 12 que obtuvo en las últimas autonómicas. También indican esos sondeos que el PP de Juan Manuel Moreno está fuerte y al alza, podría incluso duplicar sus últimos resultados, pero aún necesitaría un aliado para sumar la mayoría absoluta. La fragmentación de la izquierda perjudica sus resultados electorales y hace imposible una alianza con el PSOE para recuperar la Junta de Andalucía.

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Todos estos movimientos se producen, además, al calor de la iniciativa de suma liderada por la vicepresidenta y ministra de Trabajo. A eso se refirió Teresa Rodríguez, que aseguró que “ese eco del mensaje de Yolanda Díaz, de Ada Colau, de Mónica García, de Oltra o de Fátima Hamed aún no lo hemos escuchado en las voces de las direcciones de Unidas Podemos en Andalucía”. “Estamos de acuerdo con esa iniciativa en que somos mejores cuando como somos diversas. Nuestra batalla contra la extrema derecha es precisamente la batalla contra la intolerancia, contra la negación de cualquier diversidad. Nuestro pueblo merece la mejor versión de nosotras mismas”, agregó la líder de Adelante Andalucía, que ya ha declarado en muchas ocasiones que le gustaría participar en una conversación a la izquierda como la que lidera la vicepresidenta andaluza.

Hasta la fecha, Yolanda Díaz sigue resguardada y sin tomar partido en la confluencia de la izquierda andaluza. A pesar de que Unidas Podemos por Andalucía insiste en defender que Díaz respaldará estas siglas y participará en la campaña a favor de los morados, la vicepresidenta permanece sin mojarse en esta comunidad y elude tomar un papel activo en la reconstrucción de la izquierda en el sur. En su equipo son muy conscientes de las dificultades y no ocultan que será una partida que Díaz no jugará sin algunas garantías. Es más, durante meses, en el entorno de la vicepresidenta admitían que una derrota de una izquierda rota en Andalucía sería el revulsivo perfecto para que el proyecto que Díaz lidera cuajase en el resto de España.