El metro de Málaga encara su recta final: 13 años de retraso y 500 millones de sobrecoste

Trece años para un viaje de poco más de tres minutos y medio. Este es el tiempo de duración de la prueba que se realizó este lunes en el último tramo que llevará el metro de Málaga hasta el centro de la ciudad y que, según los cálculos iniciales, debería haber estado operativo en 2009. Un medio de transporte que, más de una década después, y casi 900 millones de euros gastados, comienza a encarar el final de su construcción una vez quedase descartada la Línea 3 que debía conectarlo con el distrito Este. Pero al que le quedan aproximadamente cinco años de trabajo y que deberían poner fin a cerca de 20 años con la capital abierta.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, participó en un test que se realizó a una velocidad de cinco kilómetros por hora, muy inferior a los 20 previstos y que reducirán notablemente los 3:30 minutos que duró el ensayo. Una verificación previa a la prueba de seguridad en la que se comprobará “la correcta adecuación del tren a la geometría de la plataforma de vía” y que debe concretar la llegada del suburbano al centro de la ciudad. Un “hito” que se estima para aproximadamente el mes de agosto.

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Este compromiso del presidente autonómico despeja el futuro de una infraestructura sobrepasada por los plazos y el presupuesto. Cuando se adjudicó a finales de 2004, se informó de que la inversión total, incluyendo la Línea 3 que debía conectar el Centro con el distrito Este, sería de 403 millones de euros. En la actualidad, 13 años después, y con un recorrido total reducido, el gasto se acerca a los 900 millones. Entre medias, una sucesión de nuevas fechas con las que la Administración autonómica iba dándole patadas hacia delante a cada nuevo incumplimiento. Desde febrero 2009, pasando por el ‘merketiniano’ 11-11-11, y seguido de otros plazos que fueron evaporándose entre excusas.

El metro comenzó a operar el 30 de julio de 2014 con el 81% del trayecto -ya reducido con respecto a los planes iniciales- y un reconocimiento de gasto que entonces se cifró en 599,64 millones de euros. Susana Díaz, que en aquellos momentos estaba al frente de la Junta de Andalucía, participó en el viaje inaugural que abría al público lías Líneas 1 y 2 y un recorrido total de 12 kilómetros y 17 estaciones.

Metro Málaga explicó ese día que aún quedaban 2,8 kilómetros de trayecto pendientes que correspondían a los tramos Renfe-Guadalmedina -que se encontraba en obras- y Guadalmedina-Atarazanas -en licitación-. La alternativa que el Gobierno de PSOE e IU aprobaron para suplir el fiasco de la Línea 3, el ramal Guadalmedina-Hospital Civil, estaba en exposición pública.

“A la conclusión de toda la red, prevista para 2017, el metro de Málaga contará con 14,8 kilómetros de longitud y 23 estaciones y dará cobertura a 20,7 millones de viajeros al año”, explicó la empresa pública, que en esas fechas señaló que “la inversión total prevista en la red completa asciende a 794,64 millones de euros, de los que ya se han ejecutado 636,9 -599,64 en el trazado inaugurado hoy y 37,26 en el tramo Renfe-Guadalmedina-”.

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Las nuevas actuaciones han acercado ese montante a casi 900 millones, y aún quedan por rematar trabajos de la última conexión e iniciar el trayecto que lleve el suburbano al hospital Civil, presupuestado entre 130 y 150 millones. El presidente andaluz explicó que estas actuaciones, que serán sufragadas “a pulmón” por la Administración autonómica, se licitarán el próximo año y se espera que concluyan en 2027. Entonces se podría decir que el metro de Málaga está finalizado. Casi dos décadas después de que se iniciara.

El sobrecoste de esta obra ha ido situando al metro de Málaga en el debate político regional. El PP, que presume del impulso que ha dado a las obras desde su llegada al Gobierno andaluz, criticó abiertamente la planificación y gestión del PSOE que provocaron, según aseguró este lunes Juanma Moreno, “lustros de penuria”.

“Uno de los exponentes más palpables y contrastables del cambio de rumbo positivo impreso por este equipo de Gobierno a la gestión de los grandes proyectos en los que tenemos competencia”, recalcó, para explicar que durante estos tres años de mandato se han encontrado contratiempos como la “escasez de materiales” o “chip electrónicos” provocados por la “pandemia, el alza de precios y, ahora, la guerra de Ucrania”.

El presidente sostuvo que, cuando todo el trazado del metro esté operativo, se podrá duplicar la cifra actual de siete millones de pasajeros al año. Esto deberá suponer un incremento de los ingresos de una infraestructura que es deficitaria. El viajero paga 1,35 euros por un billete ocasional cuya tarifa técnica se cifró en cuatro.

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Pero los reproches también alcanzan a los populares. El El diputado de Unidas Podemos por Andalucía (UPporA) en el Parlamento autonómico y coordinador provincial de Izquierda Unida (IU) en Málaga, Guzmán Ahumada, acusó a Moreno de “haber venido a Málaga para anticipar una inauguración de un nuevo trazado del Metro que no sabemos cuándo va a ser realidad". “El PP se dedica a recoger proyectos que venían del pasado y a vender propaganda y humo”, se quejó.