Diputados del PP rechazan la negativa de Génova a las mascarillas: "Es un sinsentido"

El PP se enfrenta a sus contradicciones sobre qué medidas hay que adoptar para contener la pandemia. El grupo parlamentario se mantiene firme en el no a la convalidación del decreto sobre el uso de mascarillas en exteriores, un texto que el Gobierno de Pedro Sánchez ha convertido en una especie de decreto ‘trampa’, aderezándolo con medidas como la revalorización de las pensiones o la contratación de sanitarios para hacer difícil el voto en contra del resto de fuerzas. Sin embargo, numerosos diputados populares admiten que es "un sinsentido" votar en contra de una medida que públicamente pidieron y avalaron presidentes autonómicos como los de Andalucía, Galicia o Castilla y León. De hecho, insisten en que hasta que no acabe la reunión de la interparlamentaria de este martes, que reunirá a los representantes con los que cuenta el PP en el Congreso y el Senado y que presidirá Pablo Casado, la decisión “no está tomada”. Fuentes próximas a la dirección del grupo popular insisten no obstante en el no y desarticulan esas críticas.

Está claro que las contradicciones incomodan a los diputados de esas comunidades en las que, antes de aprobarlo el Gobierno el pasado 23 de diciembre, se había solicitado de forma pública que volviera a imponerse el uso de mascarillas en exteriores ante el estallido de casos por la variante ómicron. Lo solicitaron el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, y el gallego, Alberto Núñez Feijóo, antes de que Sánchez decretara la vuelta de una medida tremendamente impopular y sin aval científico, lo que conllevó un gran revuelo y rechazo de la opinión pública. En total, fueron siete los presidentes que solicitaron la medida ante la avalancha de casos de coronavirus a las puertas de las navidades. Castilla y León y Navarra se sumaron antes de la reunión telemática de la Conferencia de Presidentes a sus homólogos de Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia y País Vasco.

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Desde el grupo parlamentario popular, insistieron ayer en el no a la convalidación del decreto, que se votará este 1 de febrero en el límite de plazo para su aprobación en el Congreso, son 30 días desde su entrada en vigor. Alegan que el Gobierno no les ha aportado criterios técnicos ni científicos que respalden la propuesta y reclaman los informes de los expertos.

Debate interno

Sin embargo, diputados consultados por este periódico coincidieron en dejar abierta la posición de los populares. “Es un sinsentido”. “Ya lo veremos”. “Es incongruente”. “El debate está abierto y no se cerrará hasta el mismo día de la votación”. “Ese no puede cambiar”. “No podemos confirmar la posición porque no se ha debatido”. Estas fueron algunas de las respuestas deslizadas por representantes del PP en el Congreso ante la posición del grupo y avisados de que en sus territorios se había pedido públicamente y avalado el uso de mascarillas en exteriores. El malestar es palpable también en algunos de los ejecutivos que defendieron esta medida, que admiten la incoherencia y preferirían una abstención de su partido.

La portavoz del grupo parlamentario, Cuca Gamarra, ha defendido públicamente el no del PP a la convalidación de ese decreto asegurando que el Gobierno no había remitido los informes técnicos que avalaban esa decisión. Los expertos de comunidades como Andalucía se inclinaron en su día por adoptar medidas como el pasaporte covid en hotelería y centros sanitarios y sociosanitarios, y defendieron la importancia de ambas medidas para prevenir contagios, en el caso de las mascarillas, y promover la vacunación.

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No se sabe si estos diputados abrirán el debate con Casado al frente de la interparlamentaria, pero la incongruencia del PP es un clamor en sus propias filas, conscientes de que en el caso de los territorios donde los gobiernos autonómicos han avalado y mantienen esta medida desautorizan a sus propios presidentes en un tema delicado. En rueda de prensa, preguntado sobre si cree lógico que el PP rechace la convalidación de mascarillas en exteriores que pidió el propio Gobierno andaluz, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, eludió la polémica política y aseguró, por tres ocasiones, que se remiten al consejo de los expertos en el comité técnico que asesora a Salud para la adopción de medidas durante la pandemia. Un grupo que volverá a reunirse en los próximos días y aconsejará sobre la decisión de mantener o no su uso en las próximas semanas. En su día, lo pidieron sin dudar.

Desde Galicia, la Xunta de Feijóo insistió en que siguen apostando por el uso de mascarillas en exteriores. Feijóo, como Moreno, fue de los primeros en pedir que volviera el uso del protector en exteriores cuando la sexta ola comenzó a disparar las cifras de contagios y ante unas fiestas de Navidad que iban a conllevar grandes multitudes en calles y celebraciones.

Otras comunidades del PP como Madrid se mostraron a favor del uso de mascarillas en exteriores cuando haya aglomeraciones. “Nuestro criterio tal y como hemos repetido desde el mes de diciembre es que el uso adecuado de la mascarilla es fundamental en espacios interiores y en exteriores cuando no es posible mantener la distancia de seguridad. La Comunidad de Madrid considera que debe mantenerse en exteriores sobre todo en caso de concentración o aglomeración de personas. Mientras que en espacios interiores es además muy importante la ventilación adecuada que garantice la calidad del aire”, agregaron fuentes del Gobierno autonómico.

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Aunque el presidente de Murcia, Fernando López Miras, defendió el pasado diciembre que tan solo hubiese hecho falta que se cumpliese la normativa entonces vigente, es decir, llevar mascarilla en exteriores siempre y cuando no se pudiese respetar la distancia de seguridad, fuentes del Gobierno regional apuntan a que la decisión final compete al Gobierno central. No obstante, esas mismas voces insisten en que una medida de estas características se tendría que consensuar con el conjunto de las comunidades.

Tras la Conferencia de Presidentes, López Miras acabó asumiendo la vuelta de las mascarillas en exteriores, si bien trasladó a Sánchez la necesidad de imponer una serie de excepciones. Así, el presidente murciano se mostró partidario de regular el uso del elemento de protección en según qué contextos. “No es lo mismo la situación en el ámbito rural que en aglomeraciones del ámbito urbano”, defendió entonces, al igual que otros muchos mandatarios que habían reclamado la vuelta de las mascarillas a las calles.

Sanitarios y pensiones

El debate de la convalidación del decreto será la tarde del martes, al cumplir el plazo tope, y no el jueves, como toca con la reforma laboral. PP, Cs y Vox se han posicionado en contra de las mascarillas en exteriores, una posición en la que posiblemente se situarán también Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro. ERC, PNV y Bildu no han despejado públicamente el sentido de su voto, aunque desde el Gobierno dan por hecho que sí se sumarán. Compromís o Más País podrían inclinarse por una abstención, ya que en su día recibieron esta medida con reservas.

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El decreto ha sido aderezado con otras disposiciones, que dificultan aún más las posiciones de los grupos de la oposición. Una disposición permite a los sanitarios jubilados que hayan sido rescatados para cubrir las vacantes en la pandemia poder compatibilizar esa actividad con su pensión. También se permite contratar de forma transitoria a profesionales sanitarios de países de fuera de la UE durante los picos de la pandemia para reforzar las exhaustas plantillas sanitarias.

El decreto ley prevé la actualización del IPC de las pensiones no contributivas, mínimas o de viudedad, entre otras, mediante un único pago que los beneficiarios tendrán que percibir antes del 1 de abril de este año.