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Sánchez desata la confusión al imponer el uso de mascarillas en la calle sin aval científico
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Reina el desorden entre las CCAA

Sánchez desata la confusión al imponer el uso de mascarillas en la calle sin aval científico

Moncloa anunció la obligatoriedad de los protectores en exteriores y, tres horas más tarde, tras una oleada de críticas, reculó al establecer excepciones. Se prevén multas de 100 euros

Foto: Sánchez tras la Conferencia de Presidentes. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Sánchez tras la Conferencia de Presidentes. (EFE/Rodrigo Jiménez)
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pasó en cuestión de tres horas de anunciar una de las medidas más polémicas de la pandemia, la obligatoriedad de usar mascarillas en exteriores, a matizar la nueva norma con una serie de "salvedades" que la equiparan con la normativa actualmente en vigor. Lo hizo, además, tras una oleada de críticas tanto de los socios del Ejecutivo como de la oposición. Fue una tarde de tensión en Moncloa tras una Conferencia de Presidentes extraordinaria en la que las concreciones fueron escasas y donde se volvió a producir una sucesión de monólogos.

Sánchez abrió el fuego planteando una serie de medidas, hasta nueve, que concitaron reacciones dispares entre los presidentes que se habían conectado a la videoconferencia. Con los casos disparados en toda España —60.041, récord absoluto este miércoles—, no falló ninguno, con la excepción del asturiano Adrián Barbón recuperándose del covid. La decisión más polémica que el jefe del Ejecutivo central puso sobre la mesa, y la única restricción ante el avance del virus, fue esa obligatoriedad del uso de mascarillas en espacios exteriores. Así lo comentó el propio Sánchez, según varios de los presidentes presentes, sin establecer ninguna excepción a la norma.

El jefe del Ejecutivo, desoyendo a los expertos, anunció en directo que recuperaba una limitación con un efecto más que cuestionado y sin aval científico. Los técnicos del Ministerio de Sanidad llevan todo el mes trabajando con varios documentos y en ellos no se planteó volver a decretar el uso del protector. Sí se propuso el control de aforos en hostelería y ocio nocturno, sí se elaboraron recomendaciones para evitar la propagación del virus en los encuentros familiares, pero no estuvo encima de la mesa rescatar la mascarilla al aire libre.

De hecho, la Ponencia de Alertas, en un documento fechado el 17 de diciembre, abogaba por “promover en todos los contextos el mantenimiento de las medidas de prevención”, la primera de ellas la mascarilla, sobre la que tan solo apuntaba, recordando la ley, que “su uso es obligatorio en todos los ámbitos salvo en exteriores cuando se puede garantizar una distancia de seguridad de más de 1,5 metros”. En un borrador previo, de principios de mes, se emplazaba a hacer un “uso correcto” del protector “todo el tiempo posible” y se especificaba que en los escenarios de nivel 3 y 4 se debía “reforzar la aplicación de las medidas de prevención, poniendo el énfasis en la utilización de la mascarilla en interiores”. Pero en ningún momento se planteó recuperar la obligatoriedad de su uso en todo momento.

Foto: Decenas de personas pasean por un mercadillo navideño situado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. (EFE/Ana Escobar)

Las reacciones no tardaron en llegar. Moncloa monitorizó todo. Fue una riada de críticas hacia el presidente por tomar una decisión tremendamente impopular y poco eficaz. Había unanimidad a la hora de rechazar una decisión que Sánchez tomó amparándose en que había un "amplísimo consenso" entre los presidentes autonómicos. Hasta ocho comunidades habían reclamado la medida: Cataluña, Castilla y León, Navarra, Castilla-La Mancha, Valencia, Galicia, Canarias y País Vasco; otras se opusieron, e, incluso, algunas de las que lo habían solicitado pidieron excepciones, conscientes del rechazo social que podía generar la restricción. El consejero de Sanidad de Asturias, Pablo Fernández, cuestionó un día antes la idoneidad e impacto de la medida. La presidenta balear, Francina Armengol, aunque respaldó el anuncio, pidió que se acotará en el tiempo y también que se recogieran salvedades. La madrileña Isabel Díaz Ayuso fue más tajante y mostró su disconformidad: “No compartimos las mascarillas al aire libre si hay distancia. Es ineficaz”.

Tres horas más tarde, llegó la rectificación. Moncloa se niega a hablar de ese término. Fue durante la rueda de prensa posterior a la Conferencia de Presidentes y con la opinión pública abrumadoramente en contra. Sánchez anunció entonces una serie de "salvedades": práctica de deporte al aire libre o estar en espacios naturales, como el monte o la playa, o reuniones con la unidad familiar. Si son personas ajenas a ese grupo de convivencia y hay distancia de 1,5 metros tampoco será obligatorio.

El problema que surgió es que no se observan diferencias con la normativa en vigor. El uso de mascarillas en exteriores está regulado en este momento por el "Real Decreto-ley 13/2021, de 24 de junio, por el que se modifican la Ley 2/2021, de 29 de marzo, de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, y el Real Decreto-ley 26/2020, de 7 de julio, de medidas de reactivación económica para hacer frente al impacto del COVID-19 en los ámbitos de transportes y vivienda". En ellos ser recoge que los protectores se usarán "en cualquier espacio al aire libre en el que por la aglomeración de personas no resulte posible mantener una distancia mínima de 1,5 metros, salvo grupos de convivientes". Y añade también alguna excepción: "En el caso de que, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias".

Fuentes de Moncloa explican a El Confidencial que es necesario esperar al decreto que está preparando Presidencia y que se publicará en el Boletín Oficial del Estado en las próximas horas para conocer la "letra pequeña" de la nueva medida. En cualquier caso, añaden desde el Gobierno que el objetivo es reforzar la protección en las calles saturadas de gente. Añaden estas fuentes que el régimen sancionador es el mismo que el actual: la Ley 2/2021. En el artículo 31.2 se puede leer que "el incumplimiento de la obligación de uso de mascarillas establecido en el artículo 6 será considerado infracción leve a efectos de lo previsto en el artículo 57 de la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública y sancionado con multa de hasta cien euros".

Foto: Foto: Reuters/Andrew Kelly.

Los gobiernos autonómicos, por tanto, tendrán que esperar al BOE para conocer la concreción de la nueva norma. Lo único que ha concretado Sánchez es que entrará en vigor el próximo día 24, con los contagios disparados y miles de desplazamientos por Nochebuena. La sensación con la que salieron varios barones de la conferencia es que el Gobierno no central no tiene un plan concreto para hacer frente a la sexta ola y que la improvisación ha imperado.

Ayuso habla de "sandez"

La presidenta más crítica con las medidas anunciadas por Sánchez fue Isabel Díaz Ayuso. La presidenta madrileña aseguró en la conferencia virtual que "no comparte" el uso obligatorio de mascarillas al aire libre si hay distancia de seguridad, medida que tildó de "sandez". Sol considera que el cónclave presidido por Pedro Sánchez ha sido "improvisado" y que, pese a que comparte con el Gobierno central "la cultura del autocuidado", considera que "a estas alturas todo el mundo sabe lo que tiene que hacer". Ayuso tampoco comparte la idea de reformar el seguimiento de los contagios con rastreadores militares "a estas alturas". "¿Cuántos?, ¿cómo?", se pregunta. "Es más eficaz vacunar", ha defendido, explicando que este mismo miércoles en la Comunidad de Madrid se han inoculado 68.000 dosis.

El valenciano Ximo Puig pidió, por su parte, tres excepciones al uso obligatorio de mascarillas en exteriores: ámbito rural, espacios naturales y práctica deportiva en el exterior, así como limitación en el tiempo, mientras que el catalán Pere Aragonès, partidario de fuertes restricciones, zanjó que Sánchez adoptó la medida tan solo “para simular que se toman decisiones” y el aragonés Javier Lambán defendió que el uso de los elementos de protección en el exterior es “prescindible”. Juanma Moreno, por su parte, que había defendido la medida, no la mencionó en la conferencia posterior e insistió, como Ayuso y Alberto Núñez Feijóo, en el fondo covid para blindar la atención primaria.

Pero no solo varios dirigentes autonómicos rechazaron la medida, también la oposición y socios del Gobierno de coalición descartaron la restricción. Pablo Casado aseguró que "Sánchez vuelve a llegar tarde, mal y de manera improvisada a una reunión con las CCAA". El presidente del PP añadió que "hacen falta más test autodiagnóstico, vacunas, recursos en atención primaria, fondo covid 2022 y una ley de pandemias para que aporte seguridad jurídica y criterios comunes a nivel nacional". Ayuso pidió esa ley de pandemias para regular, por ejemplo, el teletrabajo.

Foto: Conferencia de Presidentes en Salamanca. (EFE/Juanjo Martín)

La líder de Cs, Inés Arrimadas, censuró que el anuncio de Sánchez no buscaba más que "tapar su inacción" al haber optado por "la medida con menos base científica". A las críticas se unió el líder de Más País, Íñigo Errejón, o el republicano Gabriel Rufián: “Imponer mascarillas obligatorias en exteriores mientras se recorta en sanidad es casi como regalar paraguas en mitad de un tsunami. El casi es porque las mascarillas no se regalan”. “Den a los españoles soldados para esta guerra y no bozales”, exigió la diputada de Vox Macarena Olona. Santiago Abascal ya dejó claro que no se iba a poner la protección.

Yolanda Díaz, informada y negociando

Sánchez mantuvo informada a Yolanda Díaz de las decisiones que iba a tomar. La vicepresidenta segunda, centrada durante la tarde y noche en los últimos flecos de la reforma laboral, recibió información puntual de la Conferencia de Presidentes directamente del jefe del Ejecutivo. En Unidas Podemos son partidarios de activar todas las medidas que sean necesarias para frenar el virus siempre que cuenten con el aval de los expertos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pasó en cuestión de tres horas de anunciar una de las medidas más polémicas de la pandemia, la obligatoriedad de usar mascarillas en exteriores, a matizar la nueva norma con una serie de "salvedades" que la equiparan con la normativa actualmente en vigor. Lo hizo, además, tras una oleada de críticas tanto de los socios del Ejecutivo como de la oposición. Fue una tarde de tensión en Moncloa tras una Conferencia de Presidentes extraordinaria en la que las concreciones fueron escasas y donde se volvió a producir una sucesión de monólogos.

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