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El virus tumba la moción, aplaza la crisis de Gobierno de Ayuso y amenaza a Gabilondo
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lasquetty negociará los presupuestos con Vox

El virus tumba la moción, aplaza la crisis de Gobierno de Ayuso y amenaza a Gabilondo

El Gobierno madrileño da por zanjada con nota la prueba del debate del estado de la región y queda pendiente del virus y de la negociación de Lasquetti con Vox para los Presupuestos

Foto: Aguado aplaude a Ayuso al término del debate del estado de la región. (EFE)
Aguado aplaude a Ayuso al término del debate del estado de la región. (EFE)

Euforia en las filas del Gobierno madrileño: Isabel Díaz Ayuso ha superado su primera prueba de fuego parlamentaria en medio de la segunda ola de la pandemia, algo que no todos daban ni mucho menos por seguro en la oposición ni tampoco en el entorno del propio Ejecutivo regional. Mientras en la calle se multiplican los contagios, dentro de la Cámara se veía un Ejecutivo entre PP y Cs más cohesionado que nunca, con Ayuso agradeciendo su trabajo al vicepresidente, Ignacio Aguado, y a "todos mis consejeros", Cs tumbaba definitivamente y desde la tribuna la posibilidad de una moción de censura, se aparcaba la crisis de Gobierno"necesito ahora a todos"— y la oposición —con Ángel Gabilondo hablando en latín de Kant— que veía alejarse una nueva posibilidad de sacar a la derecha del poder madrileño.

Eso sí, a la tormenta que se cierne sobre la región —"el virus no se ha ido, las cifras son tremendas y la emergencia social dominará el otoño", como se ha encargado de reconocer la propia Ayuso— hay que sumarle la complicación para pactar con Vox unos Presupuestos 'de guerra'. Rocío Monasterio insiste en sus líneas rojas: reducción de gastos superfluos, bajadas de impuestos, eliminación de chiringuitos y comisionados (como los que el propio Santiago Abascal disfrutó entre 2011 y 2013 con Esperanza Aguirre, como director general de la Agencia de Protección de Datos y la Fundación Mecenazgo) para dedicar ese dinero a las familias, autónomos, etc.

El PP da por despejada la crisis de Gobierno, pero a Lasquetty le queda la tarea de convencer a Vox de que apoye las cuentas sin recortar consejerías

Sin eso, asegura la líder de Vox, no habrá nuevos Presupuestos. La papeleta de la negociación les corresponde al consejero de Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, y a su equipo, quienes deben reunirse con la delegación del partido de extrema derecha "a finales de septiembre o principios de octubre", según fuentes de esa formación. Hasta entonces, hay tiempo para intentar presentar a Monasterio un borrador de cuentas que la convenza. "Hay que trabajar desde Hacienda en ello", insisten ahora fuentes del Gobierno de la comunidad. El objetivo, presentar un recorte alternativo de gastos a la eliminación de consejerías que reclaman desde hace meses los de Abascal y que ahora se antoja imposible.

"No puedo hacer un gesto de cara a la galería. Necesito a todos mis consejeros y los madrileños también". Ayuso descartaba en el debate el recorte que exige Monasterio en plena oleada de contagios: "No puede ser que acuse a Sánchez de multiplicar el gasto con 22 ministerios y ustedes hayan pasado de nueve a 13 consejerías", echa en cara la líder de Vox a Ayuso. Desde finales de junio se estaba trabajando en ese reajuste y así lo confirmaron a este medio fuentes de los dos partidos en el Gobierno, con un recorte de dos a cuatro carteras que ha traído de cabeza a los funcionarios de muchas consejerías que estarían afectadas.

Sin embargo, el adelanto de la segunda ola ha desbaratado todo. En julio, se pensaba anunciar los recortes los días previos o en el mismo debate del estado de la región, como un recorte que, al tiempo que servía para ganarse el apoyo de Vox a los Presupuestos, mostraría al Gobierno central que el Ejecutivo madrileño se ponía a la cabeza del ahorro para afrontar un otoño en el que la población "lo va a pasar muy mal", como ha advertido en el debate la propia presidenta. Sin embargo, "una crisis de Gobierno ahora sería un suicidio", valora una fuente del Ejecutivo regional. Así se vio ya hace semanas, cuando las cifras de los contagios se disparaban. Se aparca, pues, la remodelación y le toca ahora a Lasquetty "ver de dónde puede recortar" para convencer a Vox de que apoye unos Presupuestos que el Gobierno regional y su presidenta han calificado de "imprescindibles".

El adelanto de la segunda ola ha desbaratado el calendario de cambios, pero ha cohesionado a PP y Cs, más en sintonía que nunca en los últimos meses

Pero los rebrotes también han servido para acabar cohesionando un Ejecutivo bicolor que en el debate se ha mostrado más unido que nunca en los últimos meses. La pandemia, que en la crisis de las residencias hizo estallar una guerra entre los consejeros de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y de Políticas Sociales, Alberto Reyero, ha acabado por enterrar —al menos por un tiempo— las diferencias entre PP y Cs, que han sido muchas. Ayuso defendía la labor "de todos mis consejeros" y agradecía varias veces a su vicepresidente —a quien en las últimas horas le han tentado con la moción de censura por tierra, mar y aire— su "postura y su trabajo en esta pandemia tan cruel". Una felicitación que extendía a "todos sus equipos y sus funcionarios".

No eran de extrañar las palabras de Ayuso: el portavoz naranja, César Zafra, azote muchas veces durante los choques públicos entre PP y Cs, acababa de usar la tribuna de la Asamblea para silenciar definitivamente los cantos de sirena de la moción de censura que le habían propuesto, uno tras otro, Ángel Gabilondo, Más Madrid y Unidas Podemos. "Dejen de intentar convencernos. Su modelo no funciona". Antes, el propio Aguado había utilizado las redes sociales para acabar con las especulaciones: "Lo que toca ahora es la lucha contra el virus". Eso sí, a Lasquetty le quedan unas semanas y la papeleta más difícil: negociar unas cuentas que cuenten con el aval de Cs y puedan convencer a Vox, porque las relaciones entre los naranjas y los verdes siguen completamente rotas.

placeholder El portavoz socialista, Ángel Gabilondo, durante la segunda sesión del debate sobre el estado de la región.
El portavoz socialista, Ángel Gabilondo, durante la segunda sesión del debate sobre el estado de la región.

Oposición, otra oportunidad perdida

Con la moción de censura y la crisis de Gobierno aparcadas —"se han despejado ambos temas", celebran fuentes del PP en el Gobierno—, la sensación de que la oposición ha dejado escapar una nueva oportunidad contribuye a ello. El portavoz del PP en la Asamblea, Alfonso Serrano, lo expresaba gráficamente: "No había hecho falta crear un partido porque dos amigos [Iglesias y Errejón] discutieran. Y ahora, aquí, se presentan con cuatro portavoces (con un anquilosante reparto de tiempos, por cierto). Han venido a alentar una moción de censura y puede que los portavoces que no estén en el futuro sean ustedes".

En la oposición, la sensacion que queda es que han vuelto a perder una oportunidad, y Ferraz no está dispuesto a dar muchas más a Ángel Gabilondo

¿Y Gabilondo? Entre citar a Kant y su 'Crítica de la razón pura' en latín a las cuatro de la tarde para arrancar su turno de réplicas y los 'abrazos del oso' de Ayuso —"usted no insulta lo suficiente para lo que quiere el PSOE"— y Zafra —"tengo mucho respeto por usted y siempre es un placer debatir con usted"—, no es de extrañar que aumente en Ferraz y en la FSM la presión para que el cambio de portavoz más inminente sea precisamente el del líder de la oposición. De momento, el número dos que le han colocado, el veterano Cepeda, tomaba nota de todo.

Euforia en las filas del Gobierno madrileño: Isabel Díaz Ayuso ha superado su primera prueba de fuego parlamentaria en medio de la segunda ola de la pandemia, algo que no todos daban ni mucho menos por seguro en la oposición ni tampoco en el entorno del propio Ejecutivo regional. Mientras en la calle se multiplican los contagios, dentro de la Cámara se veía un Ejecutivo entre PP y Cs más cohesionado que nunca, con Ayuso agradeciendo su trabajo al vicepresidente, Ignacio Aguado, y a "todos mis consejeros", Cs tumbaba definitivamente y desde la tribuna la posibilidad de una moción de censura, se aparcaba la crisis de Gobierno"necesito ahora a todos"— y la oposición —con Ángel Gabilondo hablando en latín de Kant— que veía alejarse una nueva posibilidad de sacar a la derecha del poder madrileño.

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