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El PSOE estalla contra Iglesias por no querer negociar y avisa: "No habrá otra oportunidad"
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FRACASO ROTUNDO DE LA CITA ENTRE LOS LÍDERES

El PSOE estalla contra Iglesias por no querer negociar y avisa: "No habrá otra oportunidad"

Lastra acusa a Iglesias de preocuparse solo de nombres y no de políticas y señala que no habrá otra investidura en septiembre. La oportunidad es ahora, insiste la portavoz, porque no habrá cambios

Foto: Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, minutos antes de su reunión en el Congreso, este 9 de julio. (Inma Mesa | PSOE)
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, minutos antes de su reunión en el Congreso, este 9 de julio. (Inma Mesa | PSOE)

El PSOE descargó toda su furia contra Unidas Podemos. Toda. Como no se había visto en estos últimos 12 meses, ni en campaña electoral, ni desde las generales del 28 de abril. El fracaso sin paliativos de la reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y su consecuencia ya insoslayable, la investidura fallida del 23 y 25 de julio, hizo estallar la ira en la casa socialista. La vicesecretaria general y portavoz parlamentaria, la encargada de poner rostro al mayúsculo enfado de su partido, Adriana Lastra, acusó directamente a los morados de no querer negociar, de anteponer nombres a programas, de no ceder lo más mínimo. Pero el PSOE, avisó, no se moverá ni corregirá su postura: "No habrá segundas oportunidades". España se acerca peligrosamente a nuevas elecciones el domingo 10 de noviembre cuando ni siquiera se ha activado la cuenta atrás.

Todo lo que podía ir mal fue peor en la quinta de las reuniones celebradas entre Sánchez e Iglesias. Ambos se vieron cerca de dos horas en el Congreso y al término de su encuentro se palpó más que nunca la ruptura, y quizá con difícil marcha atrás. Lastra, la número dos del PSOE, relató a los periodistas, con visible irritación, que el jefe de Unidas Podemos había respondido con una "negativa" a la propuesta de Sánchez de constituir equipos de negociación, porque en realidad "antepone los nombres para formar gobierno a los contenidos". "No quiero pensar que Iglesias esté buscando impedir por segunda vez que España tenga un Gobierno de izquierdas", denunció con semblante grave la portavoz, evocando la otra investidura fallida de Sánchez, la de 2016. La charla, era obvio, había resultado "infructuosa".

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La comparecencia de la dirigente socialista posterior a la cita de los dos líderes se convirtió en un rosario de acusaciones a quienes Ferraz sigue considerando su "socio preferente". Recordó que la cúpula de su partido ofreció primero un acuerdo programático, y "no hubo respuesta", luego un Gobierno de cooperación asentado en tres ejes (programático, parlamentario e institucional), y tampoco hubo contestación de Unidas Podemos. Más tarde, una comisión de seguimiento del pacto, y nada. La semana pasada, llegó la oferta de ministros independientes de la órbita morada, y nada. Este lunes, después de que la dirección federal aprobara un documento para aproximar posturas —una "síntesis" del programa electoral socialista, un "paso atrás" para Iglesias—, confiaba en abrir una "nueva etapa" en sus relaciones, para poder desbloquear la investidura, pero no fue posible. El obstáculo es exactamente el mismo que el primer día: los morados quieren entrar en el Consejo de Ministros, y los socialistas se niegan por completo porque aspiran a construir un Ejecutivo "monocolor". Fuentes socialistas incluso afirmaron que Iglesias pidió a Sánchez una vicepresidencia en el futuro Gabinete, y este se negó. Versión que posteriormente fue negada por los morados, informa Iván Gil: "Es absolutamente falso. No se ha hablado de eso".

El PSOE afea a los morados que solo hablen de cargos. Iglesias, según Ferraz, pidió a Sánchez una vicepresidencia, que se le negó. Podemos lo niega


Lastra mantuvo que las relaciones entre dos aliados han de descansar en la "lealtad, la sinceridad y la confianza". Tres elementos que, a juicio del PSOE, no han existido con Unidas Podemos. Entonces reprochó a los morados afirmaciones de su líder y de su portavoz, Irene Montero, pronunciadas en las últimas semanas. Primero, les afeó que dijeran que Sánchez quiere pactar con la derecha y con ellos "cositas sociales". Luego, siguió, aseguraron que "no se fían" del presidente. En las últimas horas, recordó, deslizaron que el responsable socialista ofreció un par de ministerios a Iglesias en su primera reunión, la del 7 de mayo en la Moncloa. Una propuesta, por cierto, que "nunca" ha "existido" y que es una "falsedad".

Foto: El presidente del gobierno Pedro Sánchez (i) y el líder de Podemos Pablo Iglesias, durante la nueva ronda de consultas para la investidura. (EFE)

"Límites" no tolerables

"¿A alguien le parece que esta es la mejor forma de empezar una negociación? Sin embargo, este partido y este grupo ha callado. Callamos por responsabilidad y por llevar a buen puerto unas negociaciones" necesarias para que España tenga un Gobierno de izquierdas. Lastra también reprochó a Unidas Podemos que hoy mismo dijera, tras la reunión, que el PSOE busca elecciones, cuando "no es cierto", porque el PSOE "trabaja" para que prospere la investidura de su candidato. "Hay límites que no puedo permitir. La confianza se construye día a día. Si tu interlocutor se dedica a descalifica, a lo mejor es que no tiene tanto ánimo de pacto", observó.

Lastra ratifica que solo habrá una investidura y que no habrá cambio de julio a septiembre: la oferta es de un Gobierno de cooperación, y punto

Iglesias señaló, cuando concluyó su cita con el presidente en funciones, que "más tarde o más temprano rectificará" y se avendrá a negociar un Gobierno de coalición. Pero Lastra lanzó un aviso muy contundente, en línea con lo afirmado por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hace una semana. "La investidura es el 23 de julio. Esa va a ser la investidura a la que se presente Pedro Sánchez. Esa es la oportunidad. Montero dijo que no hay segundas oportunidades y lo ratifico. No puede ser que los ciudadanos se vayan de vacaciones sin Gobierno", remarcó taxativa. La vicesecretaria defendió que España necesita un Ejecutivo cuanto antes, y que salga ya elegido en julio, porque hay muchos retos por delante que necesitan ser atendidos.

Iglesias, tras reunión con Sánchez: "Más tarde o más temprano rectificará"

Lastra dejó muy claro que la oferta socialista de un Gobierno de cooperación, bendecida por unanimidad ayer por la ejecutiva socialista, no se revisará. "No habrá cambio de julio a septiembre". La única salida, pues, es hablar de políticas y de programa. Incluso dio ya por hecho que Iglesias no se apeará de su exigencia: para dentro de dos meses, ¿ya no querrá seguir hablando de "nombres"? "Yo creo que no y por tanto no hay segundas oportunidades", ratificó.

placeholder Adriana Lastra, portavoz parlamentaria de los socialistas, este 9 de julio a su llegada a la rueda de prensa en el Congreso. (EFE)
Adriana Lastra, portavoz parlamentaria de los socialistas, este 9 de julio a su llegada a la rueda de prensa en el Congreso. (EFE)

En esa batalla por el relato, que es fundamental para cada actor político si finalmente España acude a elecciones por segunda vez, la portavoz señaló que quien se había movido era su partido, "el único" que ha estado haciendo "propuestas" todo este tiempo —este mismo martes, reveló, Sánchez llevaba, además del texto aprobado ayer por la ejecutiva, otro documento más en el que reflejaba las coincidencias programáticas de las dos fuerzas—, y eso que han pasado más de dos meses desde las generales del 28 de abril sin que se hayan registrado avances. Lastra incluso recordó a Podemos, con mucha intención, que si tiene en sus manos la vicepresidencia primera del Congreso o grupo en el Senado es porque el PSOE le prestó votos. Pero hasta ahora su formación había preferido guardar silencio y no dar rienda suelta a "filtraciones", "y así va a seguir siendo" porque prima el interés de tener Gobierno "cuanto antes".

Foto: Pedro Sánchez recibe a la selección femenina de baloncesto con la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el ministro José Guirao, este 8 de julio en la Moncloa. (EFE)

Tejiendo el relato

Al PSOE no le valen las promesas de "lealtad", incluso por escrito, formuladas por los morados en asuntos como Cataluña o política exterior. Lastra recordó que en la primera votación de la nueva Mesa del Congreso los dos representantes de Unidas Podemos, Gloria Elizo y Gerardo Pisarello, se desmarcaron y rechazaron la suspensión de los diputados independentistas presos. Y que los morados reconozcan que la voz cantante del Gobierno la llevaría el presidente "es una obviedad".

Los socialistas culpan a Podemos de buscar elecciones: "Si tu interlocutor te descalifica, a lo mejor es que no tiene tanto ánimo de pacto"

Por tanto, el PSOE no aprecia "pasos" adelante de sus socios. Ni en Cataluña ni en otras materias, básicamente porque se niega a hablar de políticas. El PSOE, dijo, quiere dialogar sobre la derogación de la reforma laboral, sobre pensiones y sobre otras medidas. "Y no tenemos interlocutor porque no se quieren sentar a hablar de eso [...]. Yo lo que espero es que se sienten a negociar un acuerdo programático, pero si no ocurre eso solo habrá una investidura, porque no va a haber cambio de aquí a septiembre", incidió. Es decir, que los socialistas no modificarán su oferta: es un Gobierno de cooperación en el que quepan ministros independientes incluso del espectro morado y en el que puedan integrarse miembros de la formación en segundos escalones. Punto. La Moncloa envió posteriormente un argumentario con el mismo contenido y el mismo aviso: "Si Iglesias prefiere hablar de personas y no de programa, la situación no va a cambiar en septiembre. No habría segunda oportunidad".

Comienza la quinta reunión entre Sánchez e Iglesias sin visos de acuerdo

Lastra, que fue nombrada integrante del equipo negociador, como la ministra Montero, insistió en que el PSOE sigue concibiendo a Unidas Podemos como "socio preferente" y cree en una alianza porque la izquierda "puede, debe y sabe entenderse". Y ha colaborado estrechamente en el último año, reivindicó, para lanzar otro nuevo reproche a los morados por no haber "defendido" con ahínco las políticas acordadas en estos meses.

"La negociación ha sido infructuosa. A Pablo Iglesias le interesan más los nombres del Consejo de Ministros que las políticas". Lastra remataba así su rueda de prensa, con la indignación a la vista y la investidura, a día de hoy, destrozada. Pero ya estaba abonando el relato hacia las nuevas elecciones: si de aquí a septiembre no hay nuevo presidente, pese a que los ciudadanos han dado su confianza al PSOE en las urnas en cuatro ocasiones en las dos convocatorias celebradas, será por culpa de Unidas Podemos, vino a decir. Pero al margen de quién tiene más o menos responsabilidad, el hecho incontestable es que esa opción de las segundas generales va cobrando fuerza. En política todo puede pasar, cierto, pero el clima bélico que dejó esta reunión de Sánchez e Iglesias hace presagiar un divorcio difícilmente reconducible.

El PSOE descargó toda su furia contra Unidas Podemos. Toda. Como no se había visto en estos últimos 12 meses, ni en campaña electoral, ni desde las generales del 28 de abril. El fracaso sin paliativos de la reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y su consecuencia ya insoslayable, la investidura fallida del 23 y 25 de julio, hizo estallar la ira en la casa socialista. La vicesecretaria general y portavoz parlamentaria, la encargada de poner rostro al mayúsculo enfado de su partido, Adriana Lastra, acusó directamente a los morados de no querer negociar, de anteponer nombres a programas, de no ceder lo más mínimo. Pero el PSOE, avisó, no se moverá ni corregirá su postura: "No habrá segundas oportunidades". España se acerca peligrosamente a nuevas elecciones el domingo 10 de noviembre cuando ni siquiera se ha activado la cuenta atrás.

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