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El caso Villarejo abre un nuevo frente en la gobernanza de Iberdrola
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Se enfrenta a complicaciones de gobernanza

El caso Villarejo abre un nuevo frente en la gobernanza de Iberdrola

La Justicia ya ha abierto una pieza separada por la relación entre la eléctrica y el comisario. Más allá de las responsabilidades legales, la acción de la firma y el negocio pueden verse afectados

Foto: Iberdrola. (Imagen: EC)
Iberdrola. (Imagen: EC)

En la última junta de accionistas de Iberdrola, celebrada el pasado 29 de marzo, el presidente de la eléctrica vasca, Ignacio Sánchez Galán, fue reelegido presidente ejecutivo de la compañía para los siguientes cuatro años. Y lo hizo por abrumadora mayoría, a pesar de que varios 'proxy advisors' - firmas que ofrecen investigación y análisis de cara a la toma de decisiones de los accionistas- recomendaron votar en contra por la acumulación de poder excesiva en una sola persona.

En la fase final de su discurso previo a la votación, el ejecutivo salmantino señaló que "la posición de vanguardia que ostenta Iberdrola en materia de gobierno corporativo se extiende también al sistema de cumplimiento, que tiene como objetivo prevenir, detectar y reaccionar ante situaciones irregulares o contrarias al código ético".

a información desvelada en las últimas semanas por El Confidencial y 'Moncloa.com', que muestran cómo la eléctrica contrató al comisario Jose Manuel Villarejo para espiar a directivos rivales, jueces, sindicalistas y accionistas díscolos abren un nuevo frente de gobernanza en la eléctrica. Estas informaciones entrarían en conflicto con los estándares del código ético de Iberdrola, pero, además, vendrían a dar la razón a los 'proxies': si el escándalo acaba salpicando a Sánchez Galán, no hay nadie con el suficiente peso dentro de la compañía para gestionar el asunto de forma independiente.

Hasta ahora, la relación del comisario Villarejo con Iberdrola no está haciendo mella sobre el negocio de la compañía. Y aunque la acción ha frenado su tendencia alcista desde que a principios de octubre empezaron a salir a la luz los trabajos que el policía encarcelado estuvo haciendo desde hace más de 15 años para la eléctrica, no está nada claro que haya una relación causa efecto. Al menos de momento.

Foto: Imagen: EC.

Un analista que sigue la compañía asegura que por ahora no hay que estar demasiado preocupados, pero ya advierte de que si la bola sigue creciendo, la situación en los tribunales se complica y la Justicia toma medidas contra la compañía o contra los máximos directivos de la misma, la acción puede sufrir ventas, ya que muchos accionistas, grandes fondos internacionales y otros actores del mercado tienen en cuenta criterios de gobernanza para decidir sus inversiones.

Las últimas revelaciones sobre la relación entre Iberdrola y José Manuel Villarejo ya han llevado a que el juez instructor del caso Tándem abra una pieza separada del mismo. La situación judicial de Iberdrola toma un camino muy similar al de otras compañías que contrataron al comisario encarcelado, como BBVA, la naviera de los Pérez Maura o el bufete Herrero y Asociados, que acabaron siendo imputados como persona jurídica a petición de la Fiscalía. Los argumentos que esgrimió el Ministerio Público para poner bajo investigación a estas empresas y sus principales responsables también se dan en el caso de Iberdrola, a tenor de las revelaciones que está destapando este medio.

[Así justifica la Fiscalía la imputación de personas jurídicas en el caso Villarejo]

Tanto la potencial imputación de Iberdrola como la de sus máximos dirigentes puede provocar reacciones internas en la compañía —tal y como advertía Galán en la junta de accionistas— o externas, que pueden tener implicaciones para la acción, ya que se abriría un periodo de incertidumbre. De momento, la eléctrica con sede en Bilbao ha reconocido que contrató 17 veces a Villarejo y ha abierto una investigación interna (la tercera). Desde que se empezó a saber que el policía jubilado se encargaba de espiar a la competencia, a políticos, sindicalistas o accionistas, la empresa ha decidido despedir a su jefe de Seguridad, Antonio Asenjo, sin que por ahora haya habido más consecuencias dentro de la organización.

Foto: Sede de Iberdrola. (Reuters)

La presión sobre Galán

El caso Villarejo le valió a Francisco González la renuncia a la presidencia de honor de BBVA, pero la situación de Iberdrola sería aún más intrincada, ya que, en los años en que consta que la compañía contrató los servicios financieros del policía, Galán ya formaba parte de la cúpula de la energética, ocupando entre 2001 y 2006 el puesto de vicepresidente ejecutivo y consejero delegado (las contrataciones de Villarejo tuvieron lugar en 2004). Desde 2006 hasta hoy, Galán ocupa la posición de presidente ejecutivo y consejero delegado.

La renovación del directivo se votó para cuatro años más en la junta de accionistas de marzo, pero eso no quita que su posición pueda ser reevaluada. Andrew Gebelin, vicepresidente de investigación en el ‘proxy advisor’ Glass Lewis, no ha querido comentar el caso de Iberdrola en particular, pero sí que ha accedido a responder al respecto de cómo se gestionan estos casos desde los ‘proxy advisors’.

Foto: José Ignacio Sanchez Galán. (EFE)

“Generalmente, cuando se trata de una cuestión que todavía se está investigando y de la que no sabemos a ciencia cierta cuál será la resolución, tomamos una posición cautelosa”, explica Gebelin. “Lo que hacemos en este tipo de situaciones es entrar en contacto con la empresa para recabar información sobre las alegaciones e investigaciones en camino para entender lo mejor que podamos lo que está ocurriendo y lo que está pasando, ver si tiene algún tipo de riesgo material para la valoración o reputación de la empresa”, añade el especialista, especificando que, “sobre todo, nos fijamos en las decisiones que tienen que pasar por el consejo, sobre si este pudo saber algo del caso en cuestión, cómo se enteró y qué hizo al respecto”, explica Gebelin.

Para Gebelin, la apertura de un caso judicial sería un paso más hacia obtener mayor visibilidad del impacto del caso, aunque desde el 'proxy advisor’ también llevan a cabo sus propias investigaciones y análisis (siempre respetando el secreto de sumario que pueda conllevar el proceso legal).

Gebelin admite que “es frecuente” que este tipo de cuestiones se recojan en los informes que ‘proxy advisors’ como Glass Lewis envían a sus clientes de cara a reuniones importantes, como la junta de accionistas. “Aunque no tiene por qué necesariamente llevarnos a votar en contra propuestas específicas, sí que es algo que mencionaremos en el análisis de decisiones como la salida o elección de directivos, remuneración de la cúpula, etc.”, resalta Gebelin.

Foto: Imagen: EC.
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En los informes de cara a la última junta de accionistas, tanto el estadounidense ISS como el europeo ECGS recomendaron votar en contra de la renovación de Galán, debido a la concentración de poder que conlleva la falta de diferenciación entre presidente y consejero delegado del salmantino.

“Galán tiene un historial excelente, así que es posible que el caso Villarejo tenga un riesgo reputacional para la directiva; pero por ahora veo un potencial de impacto muy reducido en cuanto a cómo los inversores aprecian la empresa en su conjunto”, explica Tancrede Fulop, analista especializado en energéticas de Morningstar. “Ahora bien, si Galán fuese a dimitir por culpa de este caso, esto tendría un impacto negativo en la empresa porque un cambio repentino en la dirección restaría visibilidad a los inversores”, matiza Fulop.

“Sí que es verdad que en los años que Galán ha estado al frente, la compañía ha tenido un comportamiento extraordinario, ha sido impresionante como la dirección ha reformado la compañía y lo mucho que ha crecido”, explica un tercer analista, que ha preferido no revelar su identidad. No obstante, aunque la salida del directivo podría tener un impacto en la valoración de la empresa a corto plazo, “el negocio es el que es, por lo que a largo plazo el impacto no sería tan grande”.

El impacto ASG

Iberdrola es, 'a priori', favorita entre aquellos accionistas que invierten bajo criterios ASG —medio ambiente, temas sociales y gobernanza— , una corriente que cada vez está tomando más fuerza en el mundo inversor, en parte por la llegada de regulación al respecto por parte de la Unión Europea y en parte porque también ofrece una nueva herramienta de 'marketing' en la venta de productos financieros, con las gestoras argumentando que existe una demanda creciente de los fondos de inversión responsable. Con todo, si bien la compañía liderada por Galán es un ejemplo de sostenibilidad medioambiental, el caso Villarejo pone en cuestión la buena gobernanza de la cotizada.

Mientras que el caso Villarejo llegó a hacer acto de presencia en la conferencia de analistas del BBVA, no hubo ni una sola pregunta al respecto en los últimos resultados de Iberdrola. Las preguntas en las sesiones telefónicas con analistas se filtran previamente por la compañía, por lo que no es seguro que no hubiese interés por parte del gremio.

Y es que, por norma general, los analistas evalúan a las empresas por su 'appeal' financiero. “Cuando analizo una empresa, analizo su rendimiento financiero”, explica Fulop. “Iberdrola es un líder global en el mundo en cuanto a la energía renovable se refiere —son los que mayor capacidad eólica tienen—”, explica el analista. "Aunque es cierto que el caso de Villarejo puede tener un impacto en la valoración por gobernanza de Iberdrola, la empresa, por otro lado, es el mayor generador de energía eólica del mundo, lo cual tiene un impacto medioambiental positivo y, sobre todo, es lo que más se refleja en los resultados corporativos", recuerda el tercer analista.

Foto: Sede del BBVA en Madrid. (Reuters)

“Los inversores ahora buscan energía renovable porque ofrece unos beneficios decentes y una visibilidad razonable”, matiza Fulop, que considera que “claro que la energía renovable tiene un elemento ESG, pero sobre todo está el factor de los retornos, que es en lo que yo me fijo”.

En España, los bancos cada vez apuestan más por los fondos de inversión responsable y varios de ellos tienen a Iberdrola en cartera. BBVA tiene invertido un 0,7% en su fondo Futuro Sostenible y un 0,15% a través de Desarrollo Sostenible, Santander, un 2,85% a través de su fondo sostenible de renta variable, y Bankia, un 0,96% a través de su producto Futuro Sostenible.

Fuentes de distintas entidades bancarias indican que, mientras el análisis de los fundamentales financieros sí está hecho por los propios gestores de la casa, la selección inicial de los valores ASG viene marcada por los índices de inversión sostenible elaborados por el MSCI, que otorga a Iberdrola un ‘rating’ triple A.

Foto: Imagen: EC.

Aquellos fondos de ASG que analizan expresamente la sostenibilidad de las compañías, además de sus fundamentales financieros, suelen ser los de las gestoras extranjeras, ya que el sector de las finanzas sostenibles carga con más recorrido en otros países de la eurozona. Una gestora que ha preferido no revelar su nombre por temas de ‘compliance’ explica que, cada vez que hay algún escándalo que pueda afectar la valoración ASG de una compañía, la firma establece tres eslabones de gravedad.

En el caso de Iberdrola, explican fuentes de la firma, el caso Villarejo supone la mayor gravedad posible, habiendo sido catalogado por la gestora en el tercer eslabón. No obstante, la firma todavía guarda el valor en cartera: “Las empresas del tamaño de Iberdrola suelen tener siempre algún escándalo de este tipo, tendría que haber varios y de forma estructural como para retirarla de la cartera”, explican fuentes de la gestora, que, de todas formas, avisa de que sigue monitorizando el caso y que sí que ha llegado a descartar tener valores en su cartera debido a cuestiones políticas, como Indra (por su relación con la caja B del PP) o Grifols (por sus muestras de apoyo al independentismo catalán, prefiriendo la gestora ser políticamente neutra en sus inversiones), aun pese a que financieramente fuesen interesantes.

En la última junta de accionistas de Iberdrola, celebrada el pasado 29 de marzo, el presidente de la eléctrica vasca, Ignacio Sánchez Galán, fue reelegido presidente ejecutivo de la compañía para los siguientes cuatro años. Y lo hizo por abrumadora mayoría, a pesar de que varios 'proxy advisors' - firmas que ofrecen investigación y análisis de cara a la toma de decisiones de los accionistas- recomendaron votar en contra por la acumulación de poder excesiva en una sola persona.

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