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La renovación de Galán, el punto más polémico de la junta de Iberdrola
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La renovación de Galán, el punto más polémico de la junta de Iberdrola

El punto más polémico de la Junta de Accionistas fue la renovación de Ignacio Sánchez Galán como presidente ejecutivo de Iberdrola, con diferencia

Foto: Ignacio Galán, presidente de Iberdrola. (EFE)
Ignacio Galán, presidente de Iberdrola. (EFE)

La renovación de Ignacio Sánchez Galán como presidente ejecutivo de Iberdrola fue, con diferencia, el punto más polémico de la Junta de Accionistas que se celebró la semana pasada en Bilbao. Prácticamente todas las cuestiones que se plantearon a los dueños de la empresa recibieron el visto bueno del 98% o el 99% del capital. Pero el nivel de apoyo cayó significativamente en el punto 18, el que proponía renovar el mandato del principal ejecutivo de la compañía. En ese caso, el 12,59% del capital que emitió su voto lo hizo en contra.

Estas cifras, dejarían en el 87,41% el total de los votos emitidos a favor de la reelección de Sánchez-Galán. El apoyo baja al 82,15% si se tiene en cuenta que un 6,3% del capital representado en la junta, se abstuvo o votó en blanco en ese punto. Según este mismo baremo, los 'noes' sumaron un 11,83%. La siguiente propuesta menos popular, la referente a la remuneración del consejo, obtuvo el 7,42% de votos emitidos en contra. La cifra baja al 7,02% si se incluyen los votos representados en la Junta, no solamente los ejercidos.

Una de las razones de la menor popularidad de la propuesta para renovar el mandato del presidente ejecutivo es que ISS, uno de los 'proxies' financieros más seguidos del mundo, había recomendado a sus clientes rechazar la propuesta. ¿La razón? La política general de este asesor de inversores de votar en contra de que las compañías concentren demasiado poder en una sola persona. En la práctica, que no atribuyan a distintas personas el rol de ‘chairman’ o presidente no ejecutivo y las del 'chief operating officer' o CEO.

Desde que Galán tomó las riendas de Iberdrola en 2006 nunca ha contado con un consejero delegado. Lo máximo que ha tenido ha sido un consejero director general, primero en la figura de José Luis Sampedro y ahora en la de Francisco Martínez Córcoles, que se sentó a su izquierda en la reciente convención con empleados. Una política de gobierno corporativo contraria a la recomendación de ISS, que aconseja votar a favor de todos los puntos del orden del día de la junta menos el de la renovación del presidente.

No ha sido la primera vez que el ingeniero salmantino sufre un revés similar. En la junta de 2015, en la que también se sometió a votación su continuidad, un 13,56% de los asistentes —-592,84 millones de acciones— rechazó su acumulación de poder. Fue el punto del día que más votos negativos acaparó por la recomendación de la propia ISS.

La compañía defiende que su estructura actual, con diez consejeros independientes de catorce, es la más idonea y garantiza una gestión correcta de Iberdrola.

La renovación de Ignacio Sánchez Galán como presidente ejecutivo de Iberdrola fue, con diferencia, el punto más polémico de la Junta de Accionistas que se celebró la semana pasada en Bilbao. Prácticamente todas las cuestiones que se plantearon a los dueños de la empresa recibieron el visto bueno del 98% o el 99% del capital. Pero el nivel de apoyo cayó significativamente en el punto 18, el que proponía renovar el mandato del principal ejecutivo de la compañía. En ese caso, el 12,59% del capital que emitió su voto lo hizo en contra.

Ignacio Sánchez Galán
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