Iberdrola despide a su jefe de seguridad en plena investigación interna por Villarejo

Iberdrola ha decidido tomar cartas en el asunto que la vincula al comisario José Manuel Villarejo. Además de abrir una tercera y exhaustiva investigación interna para esclarecer la contratación de los servicios presuntamente ilícitos del policía, el grupo que preside Ignacio Sánchez Galán ha decidido despedir de forma fulminante a su jefe de seguridad, Antonio Asenjo, ante las evidencias de sus actuaciones tras las escuchas desveladas por El Confidencial y 'Moncloa.com'.

Según aseguran fuentes próximas a Iberdrola, el presidente ha aprobado la destitución inmediata de Asenjo, que ha ejercido de responsable de seguridad de la multinacional desde 2006. No obstante, Asenjo entró en la eléctrica en 2001, justo cuando Galán se incorporó como consejero delegado y vicepresidente de la compañía presidida en ese momento por Íñigo de Oriol. El ingeniero salmantino pidió expresamente su contratación porque el policía y exempleado de Prosegur ya había trabajado para él cuando dirigía Airtel, la empresa de telecomunicaciones que fue adquirida por Vodafone.

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Asenjo llegó a Airtel por invitación de Eduardo Serra, secretario de Estado del Ministerio de Defensa con el PSOE de Felipe González (1982 y 1987) y después ministro de Defensa con José María Aznar entre 1996 y 2000. Entre medias, de 1994 a 1996, Serra fue presidente de Airtel, donde habían invertido numerosas fortunas españolas, como Juan Abelló y la familia Entrecanales, para competir con Telefónica en el recientemente liberalizado mercado de las telecomunicaciones.

Allí trazó una buena relación con Galán, que posteriormente se lo llevó a Iberdrola. Ya en la eléctrica, Asenjo, que era un policía raso, contactó con Enrique García Castaño, conocido como ‘el Gordo’, responsable de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) y jefe de Villarejo. El comisario hizo sus primeros trabajos para Iberdrola en 2004, por los problemas que la eléctrica tenía con las autorizaciones para poder instalar una central térmica de ciclo combinado en Arcos de la Frontera (Cádiz). Su último encargo lo recibió en febrero de 2017, pocos meses antes de entrar en la cárcel.

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Ante las evidencias de los potenciales delitos llevados a cabo por su jefe de seguridad, Ibedrola "ha decidido abrir una nueva y exhaustiva investigación interna”. El grupo asegura que "este análisis en profundidad de los nuevos datos desvelados, desconocidos para Iberdrola, tratará de esclarecer la veracidad de las informaciones y si ha habido cualquier tipo de incumplimiento del código ético de la compañía”.

“Si a consecuencia de esta investigación se demuestra que se han eludido los procedimientos de control de Iberdrola, la empresa adoptará todas las medidas necesarias de acuerdo con los procedimientos establecidos”, aseveró el grupo en un comunicado emitido este jueves. La primera, según las mismas fuentes, es la destitución inmediata de Antonio Asenjo.

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Iberdrola había abierto dos investigaciones, una en noviembre de 2018 y otra en julio de 2019, ante la aparición de las primeras noticias que la vinculaban con el presunto cabecilla de la operación Tándem. Esas pesquisas internas “determinaron, por un lado, que se habían contratado 17 servicios de tipo ordinario y propios de la Dirección de Seguridad Corporativa entre los ejercicios 2004 y 2017; y, por otro, que en el proceso de contratación y posterior pago de dichos trabajos se habían aplicado correctamente todos los controles y procedimientos internos de Iberdrola”.

Sin embargo, aseguran las fuentes consultadas, en ninguna de esas dos auditorías se detectó que esos trabajos pudieran haber consistido en los proyectos conocidos esta semana: un plan para neutralizar la oposición a la planta de ciclo combinado de Arcos de la Frontera (Cádiz), una investigación a Endesa y a su expresidente Manuel Pizarro y, como ha desvelado este diario este jueves, el acceso a información comprometedora sobre dirigentes del PP y el PSOE.