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Grandes fortunas de Oriente revolucionan el mercado inmobiliario español
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Grandes fortunas de Oriente revolucionan el mercado inmobiliario español

Canalejas ha sido su última gran compra. Chinos, filipinos, coreanos, indios, árabes, israelíes, singapurenses o turcos están desembarcando con fuerza, adquiriendo auténticos iconos

Foto: El inversor israelí Mark Scheinberg ha adquirido el 50% del Complejo Canalejas.
El inversor israelí Mark Scheinberg ha adquirido el 50% del Complejo Canalejas.

Oriente está conquistando el mercado inmobiliario de la occidental España. Chinos, filipinos, coreanos, indios, árabes, israelíes, singapurenses o turcos han desembarcado con fuerza en el país, deseosos de adquirir auténticos activos trofeo, solo al alcance de grandes inversores y patrimonios muy acomodados.

El último en romper brecha ha sido Mark Scheinberg, dueño de Mohari Limited y fundador del casino 'online' PokerStars, cuya venta convirtió al inversor de origen israelí en una de las mayores fortunas del planeta, según la lista 'Forbes'.

Como adelantó El Confidencial, el inversor de Oriente Próximo ha sido el vencedor en el proceso de venta del 50% de Canalejas, tras haber puesto sobre la mesa una oferta de 225 millones de euros en efectivo, más la asunción de la parte proporcional de los 310 millones de deuda del histórico complejo, lo que ha disparado hasta los 760 millones de euros la valoración total.

Foto: Complejo Canalejas (OHL).

Estos nuevos inversores están consiguiendo romper el mercado con elevadas ofertas capaces de superar previsiones, como se ha visto tanto en este caso como en la compra de Torre Espacio por parte del inversor filipino Andrew Tan, quien hace poco más de un año pagó 558 millones de euros por el rascacielos de Grupo Villar Mir, además de la deuda asociada al activo.

El dinero que puso sobre la mesa es un 14% superior a los 490 millones que Amancio Ortega desembolsó el pasado septiembre por la vecina Torre Foster, rascacielos cuyas mejores ofertas apenas superaban levemente los 500 millones, aunque con unas condiciones de pago más complejas de las que pueden afrontar las grandes fortunas.

Foto: Andrew L. Tan. (youtube.com)

La nueva oleada de inversores orientales combina las dos virtudes que más ansía encontrar cualquier comprador: efectivo y facilidad de pago. Otro ejemplo es la familia árabe Olayan, que junto a la cadena Mandarin Oriental consiguió desbloquear, a principios de 2015, una operación que durante casi dos años se le había atragantado a Alicia Koplowitz: la venta del hotel Ritz.

Las elevadas expectativas de precio de la empresaria española habían impedido hasta entonces llegar a un acuerdo con gigantes del sector como Fairmont y Marriot, obstáculo que los actuales propietarios salvaron sin problema con una oferta de 130 millones, además de la reforma del establecimiento, valorada entre 40 y 60 millones de euros.

Más reciente es la irrupción del grupo turco Dogus, socio de BBVA en el país del Bósforo, que en marzo del año pasado se hizo con el Hotel Villamagna previo pago de 180 millones de euros. En esta operación, el 'holding' controlado por Ferit Sahenk logró imponerse a Jaime Gilinski, una de las mayores fortunas de Colombia, que también ha estado intentando hasta el último momento hacerse con Canalejas.

Foto: Ferit Sahenk y Francisco González, en la firma de la operación Garanti.

En la puja por las antiguas sedes de Santander, Central Hispano y Banesto, también han dejado verse otros inversores asiáticos que llevan tiempo sobrevolando España, como el Fondo de Pensiones de Corea del Sur (NPS), que intentó hacerse con este activo acompañado por la gestora TH Real Estate, según afirman fuentes conocedoras.

También ha estado peleando hasta el último momento por Canalejas el Fondo Soberano de Abu Dhabi (ADIA), que a través de IPIC tenía la opción de compra sobre Torre Foster que terminó vendiendo a Amancio Ortega, mientras que su comparable en Singapur (GIC) dio un salto de gigante hace dos años, cuando adquirió el 30% del GMP, y ha creado su propia socimi en nuestro país, Euro Cervantes, para organizar todas sus inversiones inmobiliarias en España.

Junto a ellos, también ha destacado por su rápida y fructífera incursión en nuestro país la familia india Mohinani, que a través de Platinum Estates se ha hecho con importantes activos, como el Hotel Asturias, el número 9 de la calle General Oraá o los números 4, 6 y 8 de la calle Jacometrezo, junto a Callao.

El desembarco de estos inversores, especialmente los procedentes de Asia Pacífico, es la continuidad de un movimiento que empezó a dejarse sentir en los mercados más maduros de Europa, como Reino Unido o Francia, hace ya cinco años, con la irrupción de nuevos actores como Permodalan National Berhad (Malasia), HKMA (Hong Kong), Gingko (China), AMP Capital (Australia), National Pension Services (Corea del Sur), Mitsui Fudosan (Japón), China Life Insurance o Korea Investment Corporation.

Foto: Edificio de Primark en la Gran Vía de Madrid.

En España, la archiconocida y polémica compra del Edificio España por parte del chino Wanda Group se remonta a mediados de 2014, y seis meses después cerró la compra del 20% del Atlético de Madrid, a través de la cual ha tomado las riendas de operación Calderón. Aunque el 'holding' de Wang JianLin ha llegado a un acuerdo con Trinitario Casanova y la familia Riu para venderles el rascacielos, sigue estando interesado en invertir en España, país objeto de deseo de muchos otros inversores chinos.

ICBC (Industrial and Commercial Bank of China) compró en una subasta del Ayuntamiento de Madrid el número 12 del paseo de Recoletos; CIC (China Investment Corporation), junto con varios socios, se hizo con diversas plataformas logísticas en Quer y Valdemoro; GPRO adquirió el hotel Valparaíso, en Mallorca; un grupo de inversores privados chinos se quedó el centro comercial Al Kasar en Alhama de Murcia, y todas las apuestas adelantan que será un inversor de este país el que terminará adquiriendo Marina d'Or.

También asiáticos son los coreanos Miwon Chemical, que adquirieron unas naves en el Polígono Industrial Bufalvent de Manresa; los japoneses de Saltoki, que compraron a Mazabi la antigua sede industrial de Pioneer en Cataluña; el grupo de Singapur FCL (Frasers Centrepoint Limited), que adquirió el Hotel Porta Marina de Barcelona en 2014, y los indonesios de Recapital, que se quedaron con la deuda del Hotel Finca Cortesín de Marbella.

Oriente está conquistando el mercado inmobiliario de la occidental España. Chinos, filipinos, coreanos, indios, árabes, israelíes, singapurenses o turcos han desembarcado con fuerza en el país, deseosos de adquirir auténticos activos trofeo, solo al alcance de grandes inversores y patrimonios muy acomodados.

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