Mandarin irrumpe en la puja por el Ritz tras los fallidos intentos de Marriott y Fairmont
La cadena de lujo asiática ha puesto sus ojos en el establecimiento, que lleva casi dos años en venta. No se descarta que termine cerrando un acuerdo de gestión
Se abre un nuevo capítulo en la guerra por hacerse con el Ritz de Madrid, uno de los hoteles más emblemáticos de la capital que, después de casi dos años en venta, puede tener una nueva enseña en cuestión de días. Mandarin Oriental, una de las mayores cadenas de lujo asiáticas, ha puesto sus ojos en el hotel controlado por Orient-Express y Omega Capital, la sociedad de inversión de Alicia Koplowitz.
Desde hace casi dos años, los dueños del Ritz están buscando un comprador para el establecimiento, que, a pesar de su privilegiada ubicación y del poder de su marca, ha ido perdiendo atractivo por la falta de inversiones en los últimos años, lo que ha hecho que todos los operadores interesados en el hotel hayan puesto sobre la mesa la necesidad de abordar una profunda reforma que ha jugado en contra de una venta rápida.
A pesar de ello, Orient-Express, ahora bautizada como Belmond, y Omega siempre se han mantenido firmes en sus expectativas de precio, lo que llevó a Marriott a poner sobre la mesa 130 millones de euros, operación que se cayó en el último momento, cuando parecía que ya se habían dado todas las bendiciones. El problema fue que, al sumar a esta cantidad la inversión necesaria para reformar el establecimiento, el comprador consideró inviable el resultado final.
Su relevo lo tomó Fairmont en la segunda mitad del pasado ejercicio, cuando ofreció 120 millones por el inmueble, cuya reforma se valoró en cerca de 60 millones de euros. La cadena de lujo analizó todo tipo de opciones para tratar de llevar la operación a buen puerto, desde revender los derechos de la marca Ritz a Marriott –lo que permitiría a su rival recuperar este emblema en toda la Península Ibérica– hasta abordar la posibilidad de que fuera su segunda insignia, Raffles, la que explotara este activo.
Pero, según han confirmado varias fuentes de mercado conocedoras de las negociaciones, Fairmont también se ha retirado de la puja y ha dejado abierto el camino a Mandarin, que podría terminar desbloqueando esta compleja operación, intermediada por JLL, mediante un acuerdo que no se descarta que termine siendo de gestión, pero que, en cualquier caso, permitiría a la cadena asiática desembarcar en Madrid, mercado que lleva analizando más de un año con gran apetito.
Tras adquirir en Barcelona los números 38 y 40 del elitista Paseo de Gracia, con vistas a la Casa Batlló, la firma de Hong Kong abrió su primer establecimiento en España a finales de 2009. Con esta inversión consolidada, la cadena asiática tiene planes de crecimiento en nuestro país, tanto en la Ciudad Condal como, sobre todo, en Madrid.
El lujo llega a Madrid
La irrupción de Four Seasons en la capital, al llegar a un acuerdo con OHL Desarrollos para abrir un recinto de lujo en el Complejo de Canalejas, ha sido un revulsivo para el mercado hotelero madrileño. Las grandes cadenas internacionales han puesto sus ojos en la ciudad y se esperan operaciones en establecimientos como el Hotel Villa Magna, el Hotel Miguel Ángel o la antigua sede Asturiana de Minas; sin olvidar el Edificio España, que adquirió el grupo chino Dalian Wanda.
Estos movimientos se unirán a los ya vistos en los últimos tiempos, como el cuatro estrellas que pondrá en marcha Barceló en la Torre de Madrid, la reconversión del antiguo Hotel Asturias en un establecimiento boutique, o la transformación del histórico Edificio Tío Pepe en un hotel de 5 estrellas.
Omega Capital y Belmond adquirieron el Ritz hace doce años por 125 millones de euros. El duro impacto que ha tenido la crisis económica en el sector hotelero de la capital, con caídas de turistas y fuertes recortes de precios de los establecimientos, sumado a la reforma pendiente del emblemático hotel, ha pasado factura a la marca, que en la auditoría del ejercicio 2013, último completo con cifras oficiales, recoge un deterioro de 12 millones de euros.
Se abre un nuevo capítulo en la guerra por hacerse con el Ritz de Madrid, uno de los hoteles más emblemáticos de la capital que, después de casi dos años en venta, puede tener una nueva enseña en cuestión de días. Mandarin Oriental, una de las mayores cadenas de lujo asiáticas, ha puesto sus ojos en el hotel controlado por Orient-Express y Omega Capital, la sociedad de inversión de Alicia Koplowitz.