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El Gobierno tiene que bajar 2,5 puntos su previsión económica para alinearse con los expertos
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Sánchez anuncia que habrá recorte

El Gobierno tiene que bajar 2,5 puntos su previsión económica para alinearse con los expertos

El presidente del Gobierno anunció el lunes que el Ejecutivo tendrá que rebajar la previsión de crecimiento que mantiene desde el pasado mes de septiembre. El recorte tendrá que ser muy brusco

Foto: La vicepresidenta económica, Nadia Calviño. (EFE/Atienza)
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño. (EFE/Atienza)
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“Va a haber una revisión a la baja de las cifras de crecimiento del PIB”, anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el lunes en una entrevista en Atresmedia. No hizo más que 'certificar' la realidad de la economía española como consecuencia de la gran crisis energética que está viviendo Europa tras la invasión de Ucrania. El problema para el Gobierno es que el ajuste de su cuadro macroeconómico no solo tendrá que incorporar el impacto económico de la invasión, también tendrá que incluir el crecimiento decepcionante registrado durante el final del año 2021 respecto a las estimaciones que manejaba entonces el Ejecutivo.

La suma de ambos factores obligará a realizar un gran recorte de las previsiones de crecimiento al Ministerio de Economía. Sánchez se resistió a dar una cifra de su previsión económica, pero el recorte tendría que ser de 2,5 puntos porcentuales para situarse en línea con las últimas previsiones más relevantes de los expertos en la economía española.

Foto: La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en Bruselas. (Reuters/Yves Herman)

El cuadro macro actual del Gobierno apunta a un crecimiento del PIB del 7% este año 2022. Cuando elaboró estos números, el pasado mes de septiembre, Economía estimaba que la recuperación económica aceleraría durante el año 2022 gracias al impulso del final de la pandemia y a los fondos europeos. Este escenario previsto por el Gobierno se torció rápidamente durante el pasado otoño, cuando se endurecieron los problemas de las cadenas de suministro y empezó la crisis energética. Como remate, a final de año se produjo un nuevo repunte del coronavirus por la variante ómicron que complicó la temporada navideña.

El resultado es que esas previsiones, que ya estaban entre las más optimistas cuando fueron publicadas, están ahora más que desfasadas. En 2021, el crecimiento se quedó muy lejos del 6,5% que esperaba el Gobierno, y este año se quedará aún más lejos del 7% de su ‘cuadro macro’. De hecho, todo apunta a que el crecimiento en 2022 será inferior al de 2021, que fue del 5,1%, lo que acaba con la esperanza de una recuperación que permitiese no solo alcanzar rápidamente el PIB previo a la pandemia, sino también recuperar la tendencia de crecimiento que tenía el país antes del covid.

Las últimas previsiones de crecimiento de los economistas que mejor conocen la economía española apuntan a un incremento del PIB para este año algo inferior al 4,5%. Esto significa que si el Gobierno quiere alinear sus estimaciones con las del consenso, tendría que recortar en, al menos, 2,5 puntos su previsión actual. Se trata de un ‘tijeretazo’ pocas veces visto y que es consecuencia de una salida de la crisis mucho más lenta de lo esperado. Esto implicaría asumir que España no volverá a los niveles de PIB previos a la pandemia hasta el año 2024, esto es, un año y medio más tarde de lo que predijo la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.

El rango de estimaciones va desde el 4,1% que anticipa BBVA Research al 4,5% del Banco de España. En medio están la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y Funcas, con un 4,4% y un 4,2% respectivamente. Todas estas casas de análisis están en un rango de menos de medio punto, lo que significa que el margen de error ya empieza a ser reducido. Lejos quedan las previsiones de los meses de la pandemia, cuando el margen de diferencia entre ellas superaba los 1,5 puntos, e incluso los dos puntos en los peores momentos.

En esta ocasión, los economistas coinciden en que la economía española mantendrá su tendencia de recuperación, pero a un ritmo más lento. Y, además, consideran que los riesgos de estas previsiones están sesgados a la baja por la cantidad de riesgos que aparecen en el horizonte. Estos van desde una consolidación de inflaciones elevadas hasta la restricción de las importaciones energéticas desde Rusia.

Foto: Sede del Banco de España en Madrid. (EFE)

Que el riesgo de las previsiones esté sesgado a la baja tiene implicaciones importantes para el Ministerio de Economía a la hora de actualizar el cuadro macro. El motivo es que si sitúa sus previsiones entre las más optimistas, como hizo en el pasado mes de septiembre, podría verse obligado a realizar un nuevo recorte si esos riesgos se materializan.

Sin embargo, si baja mucho su previsión de crecimiento, hacia el entorno del 4%, tendrá que cambiar el relato respecto al impacto económico de los fondos europeos. Y esto también es muy relevante. Solo con el efecto ‘carry over’ que se lleva España del crecimiento de la segunda mitad de 2021 se garantiza un avance del PIB del 3,2%. Esto es, si el PIB se mantiene durante todo el año en el mismo nivel que en el cuarto trimestre de 2021, el crecimiento acumulado sería del 3,2%.

De ahí que si el Gobierno anticipa un crecimiento del PIB próximo al 4%, significará que el avance real durante el año sería muy leve. Y eso a pesar del impulso que supone la ejecución de los fondos europeos. Conviene recordar que el Gobierno estimaba que en 2022 lograría un impulso de más de dos puntos gracias a la ejecución del plan de recuperación. Solo esto ya obligaría a dejar una previsión de crecimiento superior al 5% este año, una cifra que no comparten los principales economistas.

Foto: Imagen de un supermercado.

La AIReF dio una explicación a esta menor incidencia de los fondos europeos en la recuperación, que puede ser extensible al resto de las casas de análisis. En su opinión, la coyuntura económica actual dificulta que los fondos europeos puedan arrastrar inversión privada tal y como estaba previsto. En un entorno de elevada incertidumbre como el actual, es posible que empresas y familias opten por una estrategia conservadora, de modo que el impacto expansivo de la política fiscal sería más moderado. De hecho, la AIReF estima que el multiplicador fiscal de los fondos europeos será inferior a la unidad, esto es, el impacto en el PIB será inferior a los fondos europeos ejecutados.

El Ministerio de Economía está ultimando la elaboración del cuadro macroeconómico que tiene que incorporar al documento del programa de estabilidad que tiene que remitir a Bruselas antes del final del mes de abril. En ese documento se incluye la senda de previsión de crecimiento hasta el año 2025. En el cuadro de hace un año, ya proyectó un crecimiento del 6,5% para 2021 (se quedó en el 5,1%) y del 7% para 2022. El crecimiento acumulado a lo largo de los dos años será un 30% inferior al previsto por el Gobierno si se cumplen las previsiones actuales de los expertos.

“Va a haber una revisión a la baja de las cifras de crecimiento del PIB”, anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el lunes en una entrevista en Atresmedia. No hizo más que 'certificar' la realidad de la economía española como consecuencia de la gran crisis energética que está viviendo Europa tras la invasión de Ucrania. El problema para el Gobierno es que el ajuste de su cuadro macroeconómico no solo tendrá que incorporar el impacto económico de la invasión, también tendrá que incluir el crecimiento decepcionante registrado durante el final del año 2021 respecto a las estimaciones que manejaba entonces el Ejecutivo.

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