El ataque de pánico de Ancelotti que condenó al Real Madrid contra el Atlético en el derbi

Un gol de Marcos Llorente en el minuto 93 sirvió para abrir en canal LaLiga (1-1). El Real Madrid había dominado el derbi madrileño con el tanto de Brahim Díaz y había gozado de las mejores ocasiones; incluso pudo encontrar el 2-0 antes. Sin embargo, la desastrosa defensa del área del único central sano de Ancelotti, Nacho Fernández, y las desacertadas decisiones de su técnico, evitaron que el Real Madrid pudiese ganar.

El equipo blanco dejó de sumar tres puntos vitales para abrir una brecha de cuatro unidades con el Girona y de hasta 10 con el Barcelona.

De este modo, el gol de Marcos Llorente cambia por completo el panorama en el Real Madrid, puesto que el Girona podría llegar a salir líder del Santiago Bernabéu si logra vencer a los blancos a domicilio la semana que viene. Así de grave fue el resultado final para el Real Madrid.

Sin Éder Militao, David Alaba, Antonio Rüdiger, Aurélien Tchouaméni ni Thibaut Courtois, el sistema defensivo blanco fue una bicoca en cada centro lateral rojiblanco. Como ya sucediese en el primer partido de la temporada, los hombres de Simeone insistieron en ese mecanismo para encontrar el gol ante la ausencia de altura y dominio del área. Lo demuestran las estadísticas con los 25 centros intentados y los 8 saques de esquina colchoneros.

Cosas del destino, el 1-1 llegaría en un centro donde primero Memphis Depay se impuso a Nacho Fernández y luego el propio Marcos Llorente volvería a superar en concentración, posicionamiento y contundencia al veterano central blanco. Nacho, muy inseguro durante todo el choque, fue el engranaje más débil de la defensa del Real Madrid a pesar de contar con Dani Carvajal de central y con Lucas Vázquez de lateral derecho.

"Han aprovechado muchos los centros. Ellos tenían más altura, han puesto un balón centrado, nos han ganado ese duelo y son más altos. Es más sencillo ganar ese duelo aéreo", confesaría Carlo Ancelotti tras el encuentro en el Santiago Bernabéu.

Simeone revolucionó a su equipo

Al Atlético le faltó ambición, contundencia, energía y presión para robar arriba en la primera parte. El impacto emocional del accidentado gol de Brahim Díaz y la inexorable presencia de las semifinales de Copa del Rey de este próximo miércoles frente al Athletic Club noquearon a los colchoneros, visiblemente fatigados. El Real Madrid, sin apretar demasiado, taladró la banda izquierda rojiblanca de Riquelme y Saúl Ñíguez con un estelar Brahim Díaz.

En este sentido, Camavinga, Valverde, Bellingham y Kroos también brillaron con luz propia. El centro del campo del Real Madrid logró empujar al Atlético de Madrid cerca de Oblak y, sobre todo, controlar el ritmo del encuentro en el primer tiempo.

Todo cambiaría al descanso, cuando Simeone movió ficha y revolucionó a su equipo. El técnico argentino, cuyo plan de partido inicial no espoleó al Atlético, acertaría de lleno en el segundo asalto.

Aunque Koke no quiso explicar en Movistar+ las consignas de Simeone al descanso, el capitán del Atlético de Madrid fue muy claro. "Queremos cambiar todo lo que hemos hecho e ir a por el partido, tenemos que ir hacia delante", contestó el centrocampista. Y así fue. Los rojiblancos salieron primero al campo y esperaron al Real Madrid, síntoma de su prisa por empatar.

Ancelotti tuvo errores muy graves

"Fue un partido raro. Buscamos dar vitalidad en el medio, recuperando a Llorente de mediocentro, con Barrios dando más recorrido, Correa y Lino a las bandas, Memphis arriba tras el esfuerzo de Morata", detallaría Simeone tras el pitido final. "Lo buscamos hasta el final. El mérito del empate es que buscamos el gol. Una pena que no pudimos hacerlo antes, porque el partido no estaba mal para poder ganarlo", añadió el preparador argentino.

Hubo un penalti claro de Savic a Bellingham que se fue al limbo. El Real Madrid pudo matar el encuentro en una acción magistral de Brahim Díaz que salió rozando la madera. Ancelotti se lo pagó al elegirlo como el primer cambio del partido para los blancos en el minuto 71.

Una sustitución por Joselu que siguió a la Modric por Rodrygo en el minuto 76. Ambos movimientos del técnico italiano mandaron al Real Madrid hacia su propio campo y un mensaje claro de refugiarse cerca de Lunin. Ceballos en el lugar de Bellingham en el 88 completaría los cambios locales.

El conjunto blanco, también castigado por la lesión de Vinícius Júnior en el calentamiento, se quedaría sin velocidad, amenaza al espacio ni capacidad de contragolpear a campo abierto. El Atlético pudo volcarse en ataque porque el equipo blanco no tenía apenas piernas con Joselu. Un delantero perfecto para bombardear el área, pero carente de rapidez en balones largos. Por otra parte, ni Modric ni Ceballos sumaron nada a su equipo.

Griezmann dio el primer aviso con un taconazo que habría sido el tanto del empate si Lunin no hubiese intervenido. El Real Madrid sufría en todos los centros laterales, pero pese a ello, Ancelotti contribuyó a que su equipo se hundiera. Una decisión que generó que el equipo blanco pasara los últimos minutos tratando de rechazar las acometidas aéreas rojiblancas con Carvajal y Lucas Vázquez (1,73 m) y Nacho y Ferland Mendy (1,80 m).

A pesar del empate postrero, Ancelotti optó por mandar un mensaje optimista: "Ha sido un partido muy bueno por nuestra parte. Hemos controlado bien y hemos tenido mala suerte de encajar en el último minuto. Nos faltó algo de altura ahí, ahí íbamos a sufrir, pero lo hemos hecho bien. Se merecía ganar, hemos ganado muchos partidos en el último minuto, no nos podemos reprochar nada", zanjó el técnico italiano.