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El círculo virtuoso de Laporta devora al Barcelona: "Es una huida hacia delante"
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El proyecto echa humo

El círculo virtuoso de Laporta devora al Barcelona: "Es una huida hacia delante"

El presidente del Barcelona, que todavía no ha encontrado sustituto para los 40 millones de Líbero, se queda sin escudo humano ante las críticas con la dimisión de Xavi Hernández

Foto: Joan Laporta, durante la rueda de prensa convocada tras el caso Negreira. (EFE/Alejandro García)
Joan Laporta, durante la rueda de prensa convocada tras el caso Negreira. (EFE/Alejandro García)

"Tenemos que volver al círculo virtuoso y recuperar la ilusión del barcelonismo. Hubo partidos con equipos de media tabla con 90.000 personas". Estas palabras corresponden al presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, durante la última asamblea general de socios compromisarios celebrada el pasado mes de octubre. Por entonces, el club catalán no había perdido el primer Clásico de la temporada y Xavi Hernández aseguraba que el Barça "está en el mejor momento desde que soy entrenador".

El presidente, salpicado por la imputación en el caso Negreira, acusó al "madridismo sociológico" de promover el caso Negreira para atizar al Barça y a Cataluña con ello. El objetivo, según Laporta, era "desestabilizar y apropiarse del Barça" ahora que todo vuelve a ir bien. "Este madridismo sociológico de los estamentos deportivos no lo pasó bien e imaginaros cómo se sienten después de unos años y ahora hay un nuevo Barça que cada vez va mejor", remarcó el dirigente culé.

"También ven que el presidente que estuvo en aquella etapa gloriosa del Barça es el mismo y ahora Xavi es el entrenador, quien antes estaba considerado como el mejor centrocampista del mundo. En el fútbol base vuelven a salir los mejores jugadores y hacen paralelismos. Tengo malas noticias para el madridismo sociológico porque vamos a repetir el mejor Barça de la historia", añadió el presidente. Laporta también consideraba que tenía mejor plantilla que el Real Madrid.

Tres meses después, la situación es radicalmente distinta. Xavi Hernández se marchará en junio, forzado por la junta directiva, y Laporta ya ha recibido los primeros cánticos en contra en Montjuic. Los fichajes estrella del proyecto (Robert Lewandowski, Jules Koundé, Raphinha e Ilkay Gündogan) están más discutidos que nunca, la plantilla está devaluada, la crispación entre la afición provoca pitadas ensordecedoras en Barcelona y no hay ni rastro de los 40 millones de euros de Líbero.

Foto: Xavi, junto a Laporta y Deco. (Reuters/Albert Gea)

La patada hacia adelante de Laporta

El proyecto deportivo ha fracasado y la arriesgada apuesta de Laporta ha triturado la figura de dos mitos del barcelonismo, Ronald Koeman y Xavi Hernández. "La dimisión en diferido de Xavi Hernández da sensación de descontrol y de desgobierno", explica a El Confidencial el economista experto en deporte de la Universidad de Oviedo, Plácido Rodríguez.

Como en su primera etapa en el Camp Nou, el mandamás azulgrana quiso revolucionar el club con el famoso círculo virtuoso previamente mencionado. Esto es, a mejores jugadores, mejores resultados deportivos, aumento de los ingresos, mejor situación económica y, como resultado de la centrifugación, despegue del Barcelona. Sin embargo, Laporta ya no es el mismo directivo carismático, cargado de energía y capaz de revertir situaciones tan complicadas como la actual. Tampoco está igual de bien rodeado en un club que se gestiona "como una familia" y que ha perdió a toda su dirección deportiva el pasado verano.

placeholder El técnico azulgrana, durante el último partido de Liga. (EFE/Enric Fontcuberta)
El técnico azulgrana, durante el último partido de Liga. (EFE/Enric Fontcuberta)

"Laporta firmó una huida hacia adelante que supuso tapar parches como pudo cuando se encontró la situación financiera. Se tomaron decisiones económicas que no fueron las adecuadas y faltó control. Además, desde el punto de vista reputacional, la mala salida de Leo Messi reveló que el proyecto de Laporta no tenía base económica ni deportiva al perder a tu jugador estrella", añade Plácido Rodríguez.

Esta vez, sin Leo Messi, al que perdió tras abrazar un maniquí y prometer su renovación, ni Pep Guardiola y con una economía que tenía al club en situación de quiebra técnica, Laporta consiguió ganar una Liga inesperada y la Supercopa de España de la mano de Xavi Hernández. El equipo, en cambio, se estrelló en Europa al sufrir cuatro eliminaciones en dos temporadas.

"El Barça trató de competir en el corto plazo por títulos, pero también buscó movilizar a la masa de aficionados azulgrana. El merchandising, la asistencia al estadio... así también se explican los fichajes", explicó el experto en banca, Héctor Mohedano a El Confidencial sobre aquel mercado. Xavi tiene ahora la última bala en la Champions League después de perder la Copa del Rey, la Supercopa de España y LaLiga en apenas tres semanas.

En juego están los 50 millones de ingresos fijos que da la cuarta plaza y también los 13 millones (entre fijos y objetivos) de la Supercopa de España. Y entrar en el Mundial de Clubes. Para ello debe avanzar mucho en la Champions League, donde conseguiría 10,6 millones de euros si logra el pase a cuartos, y si logra el acceso a las semifinales de la máxima competición continental, percibirá 12,5, y 15,5 millones en caso de alcanzar una hipotética final.

Un agujero operativo de 200 millones de euros

Este pasado verano, con la repalanca de Libero y esos 40 millones que todavía no han llegado, el Barça fichó a Íñigo Martínez, Gündogan, Oriol Romeu, Joao Félix, Joao Cancelo y Vitor Roque. Joan Laporta y algunos miembros de su equipo tuvieron que presentar avales personales por valor de más 18 millones de euros para poder concretar la inscripción de todos sus jugadores antes de arrancar LaLiga.

De ese modo, el Barça hipotecó su futuro para apostar por el presente más inmediato. Más de 250 millones en fichajes desde la llegada de Xavi (noviembre de 2021) y con Lewandowski (35 años) y Gündogan (33 años) como pilares competitivos y con contratos ascendentes.

placeholder Lewandowski y Gündogan no han dado el salto esperado con regularidad. (Reuters/Isabel Infantes)
Lewandowski y Gündogan no han dado el salto esperado con regularidad. (Reuters/Isabel Infantes)

El club azulgrana cerró 2022-2023 con un beneficio neto de 303,71 millones de euros, superior al previsto, pero fruto de apuntarse un ingreso contable no presupuestado de 208,16 millones de euros por la operación de Barça Vision. "Las palancas no dejan de ser venta de patrimonio. Se tenía que haber reducido deuda sin vender patrimonio del club en lugar de hacer contrataciones que convirtieran la situación en prácticamente irresoluble y sin vuelta atrás", remarca Plácido Rodríguez.

La losa de la deuda de 1.200 millones

El vicepresidente azulgrana, Eduard Romeu, consideró en la última asamblea de octubre de 2023 que el estado de salud económico del Barça está "en observación". "Vender a Pedri, Gavi o Yamal sería infumable para la afición del Barça y las palancas eran algo más etéreo. Todas las secciones son deficitarias menos el fútbol femenino. Eso hay que asumirlo en el lema de Més que un club", detalla Plácido Rodríguez.

Lo cierto es que de no ser por ese plus de ingresos extraordinarios, el resultado neto habría sido muy inferior incluso al previsto, se habría comprometido el margen para el límite salarial de 2023-2024 y dificultaría aún más el regreso del club a un patrimonio neto positivo. Sin estas operaciones, el club habría contabilizado en el último ejercicio unas "pérdidas aproximadas de 200 millones de euros", según desveló Romeu.

Foto: Laporta, esta temporada. (EFE/Alejandro García)

El beneficio neto de 304 millones de euros hubiese sido imposible sin las palancas que activó en verano de 2022, como la venta del 15% de los derechos televisivos a Sixth Street por 25 años a cambio de 400 millones y la venta del 49,9% de Barça Studios por otros 200 millones a Orpheus Media (Jaume Roures) y Socios.com.

Con una deuda de 1.200 millones (sin contar la financiación del Espai Barça) y que representa "una losa" para el Barça, en palabras de Eduard Romeu. Ahora el club catalán tiene previsto ingresar en este ejercicio 859 millones de euros, frente a los 1.259 millones que facturó la pasada campaña (un 32% de menos), estabilizar la masa salarial en 492 millones de euros y tener unos 831 millones por los 1.163 del presente ejercicio, lo que supone una reducción del 28% respecto al curso anterior.

Una temporada en blanco del Barça supondría un gran paso atrás en el terreno económico y deportivo para los azulgranas en un curso donde el club plasmó unos beneficios de ocho millones de euros y sin necesidad de palancas. El círculo virtuoso devoró al Barcelona.

"Tenemos que volver al círculo virtuoso y recuperar la ilusión del barcelonismo. Hubo partidos con equipos de media tabla con 90.000 personas". Estas palabras corresponden al presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, durante la última asamblea general de socios compromisarios celebrada el pasado mes de octubre. Por entonces, el club catalán no había perdido el primer Clásico de la temporada y Xavi Hernández aseguraba que el Barça "está en el mejor momento desde que soy entrenador".

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