El año en que el caso Negreira manchó la historia del Barcelona y destrozó su reputación

El año 2023 en Barcelona volvió a ser una montaña rusa de escándalos. También de salidas cruciales en diversas aéreas del club, con cambios en la dirección del Espai Barça y de toda la cúpula de la dirección deportiva, donde Mateu Alemany y Jordi Cruyff zarparon del Camp Nou para colocar a Deco y darle plenos poderes a Jorge Mendes y Alejandro Echevarría, excuñado de Laporta que no aparece en el organigrama azulgrana.

Si bien hubo dos alegrías deportivas, la Supercopa de España y LaLiga 2022/23, el caso Negreira desató una crisis profunda y sin precedentes en el Barça. De entre todos los terremotos sociales, institucionales y económicos que golpearon al Barça de Joan Laporta, como la ausencia de los 40 millones de Libero, el estallido de los pagos por valor de más de 7,5 millones de euros al vicepresidente en activo de los árbitros, José María Enríquez Negreira, durante 17 años se llevó la palma.

La Agencia Tributaria descubrió la trama cuando el club catalán intentó deducirse de forma irregular 877.299 euros con facturas presuntamente falsas. A partir de ese momento, el Barça trató de justificar los pagos a Enríquez Negreira y a su hijo... sin éxito, como reconoció el propio club a la Agencia Tributaria.

El presidente Joan Laporta, que más tarde sería imputado por cohecho por el juez instructor del caso, Joaquín Aguirre, definió el caso como "una campaña de desprestigio internacional" con el objetivo de "quedarse con el Barça" en una esperpéntica rueda de prensa donde se negó el acceso a preguntar a El Confidencial.

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El juez instructor ve "corrupción sistémica"

El presidente azulgrana atacaría al Real Madrid y lo catalogaría como el "equipo del régimen". Laporta apostó por un discurso de consumo interno. El populismo y el victimismo fueron sus bazas para jalear y enfervorizar a la masa social azulgrana, cerrar filas y no pisarse los dedos. Un primer paso para lo que después llamaría "madridismo sociológico". Cabe recordar que todos los equipos de LaLiga, además del conjunto blanco, se personaron en la causa.

El juez instructor del caso Negreira, el juez Joaquín Aguirre, sostuvo que los pagos del FC Barcelona al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, provocaron presuntamente una "corrupción sistémica" en el estamento arbitral y que "cualquier equipo de Primera División que haya coincidido con el FC Barcelona durante los años objeto de investigación" puede considerarse perjudicado por la supuesta trama, según expuso el auto.

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En su pronunciamiento, el titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Barcelona recordó que el club blaugrana pagó más de siete millones de euros a Negreira entre 2001 y 2018, cuando este era número dos del CTA, un órgano que "se encarga de clasificar técnicamente a los árbitros a tenor de las correspondientes evaluaciones y proponer al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) los ascensos y descensos [de los colegiados]", así como "proponer a los árbitros internacionales y designar a los delegados-informadores a los que se encomienda observar y calificar las actuaciones de los colegiados".

El juez instructor atribuyó a Laporta un delito de cohecho, uno de corrupción entre particulares en su modalidad deportiva, además de otros de administración desleal y falsedad documental, tras un recálculo del periodo de prescripción de la responsabilidad penal que extiende el periodo investigable hasta julio de 2008. El actual directivo azulgrana se unió a los expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, imputados desde el principio.

Laporta sigue sin poder explicar por qué él mismo disparó la facturación de los Negreira en su primera etapa al frente del FC Barcelona. Ni tampoco sobre por qué no hay ni rastro de las "asesorías verbales" de Negreira que nadie vio, leyó ni escuchó en el Barça, tal y como confirmarían Gerard Piqué, el Tata Martino o Ernesto Valverde.

Las grandes protestas en los estadios

Los pagos a Negreira colocaron al Barcelona en el punto de mira del fútbol español. El mismo día que el Real Madrid anunció que se personaría en el proceso contra los azulgranas, San Mamés lanzó billetes con el escudo del club y la palabra mafia en el feudo del Athletic Club de Bilbao. El feudo bilbaíno no sería el único lugar en el que aparecerían billetes relacionados con el caso.

En el Sánchez Pizjuán, antes del Sevilla-Almería, se lanzaron más billetes al terreno de juego con la cara de los dirigentes culés, Luis Rubiales y Negreira. El club andaluz sería una de las entidades más activas y rompería relaciones con los azulgranas al demostrar su "total indignación y repulsa" tras los últimos avances en la investigación.

Así como por "la imputación del FC Barcelona y algunos de sus exdirigentes", por lo cual no llevó representación institucional al palco del Estadi Olímpic Lluís Companys en LaLiga.