El gran fracaso del Barça: al socio no le importa el futuro del club (y Laporta llora por Negreira)

Solo 417 de los 4.451 Socios Compromisarios estaban registrados en la Asamblea General Ordinaria del Barça a las 10:00 de la mañana. Un 9,36%. El Barça había anunciado a media mañana que había 644 socios conectados, aunque en la primera votación, la del ejercicio económico 2022/23, únicamente depositaron su voto 462 socios, un 10,37%. Sucedió lo mismo a la hora de votar los presupuestos de la 2023/24, con 437. Un fracaso estrepitoso para la democracia de la nación azulgrana, tan señalada a la hora de defender que la Asamblea no fuese presencial, una excepción en el fútbol español. A pesar de que Joan Laporta, ahora imputado por cohecho, aseguró que "esta Asamblea telemática es más sostenible económicamente, participativa y universal", la respuesta del socio fue paupérrima y despreocupada.

En el día más importante del año para censurar, aprobar y forzar a la directiva a rendir cuentas (solo sostenidas por las palancas) ante sus abonados, el socio demostró que no le importa el presente y el futuro de su club. Curiosamente, no hubo socios que solicitaran realizar preguntas de forma telemáticas en los dos primeros puntos del día, los más importantes. Sí en la ratificación del acuerdo con Ambilight, del que no se dieron cifras, pero que el socio también aprobó. El socio compromisario también compró las débiles explicaciones del presidente culé.

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Albert Ortega. Barcelona

En su discurso inicial, Laporta acusó al "madridismo sociológico" de promover el Caso Negreira para atizar al Barça y a Cataluña con ello. El objetivo, según Laporta, es "desestabilizar y apropiarse del Barça" ahora que todo vuelve a ir bien. "Hay un madridismo sociológico en los organismos de poder. En mi primera etapa de presidente ya lo sufrimos y lo ganamos. Tuvimos la suerte de vivir una etapa gloriosa. Este madridismo sociológico de los estamentos deportivos no lo pasó bien e imaginaros cómo se sienten después de unos años y ahora hay un nuevo Barça que cada vez va mejor", remarcó Laporta.

"También ven que el presidente que estuvo en aquella etapa gloriosa del Barça es el mismo y ahora Xavi es el entrenador, quien antes estaba considerado como el mejor centrocampista del mundo. En el fútbol base vuelven a salir los mejores jugadores y hacen paralelismos. Al madridismo sociológico no les gusta que se hable de su poder. Son los promotores de esta trama que se ha instaurado para desestabilizarnos e intentar apropiarse del club. Saldremos absueltos porque no hemos hecho nada de lo que se nos acusa. Tengo malas noticias para el madridismo sociológico porque vamos a repetir el mejor Barça de la historia", añadió el presidente.

Las lágrimas de Laporta

"La historia del Barça no se ensucia. Es el ataque más feroz que se ha hecho a la imagen del Barcelona con el Caso Negreira. Es una campaña sin precedentes. No debemos permitirlo. Estamos en alerta permanente". Laporta lloró para decorar su teatralización. En el mayor escándalo arbitral del fútbol español moderno, donde el FC Barcelona pagó más de 7 millones de euros al vicepresidente en activo de los árbitros, Enríquez Negreira, durante 17 años, Laporta hizo gala del victimismo y el enemigo de toda la vida para tratar de justificar algo injustificable.

El informe inicial de la Agencia Tributaria que provocó la apertura del caso revela que el FC Barcelona pagó a Negreira y su hijo en 2004 —primer año completo de Laporta en la entidad— 67.625 euros. En 2005, las transferencias se redujeron a 29.629 euros, pero, al año siguiente, crecieron un 229% hasta situarse en 117.276 euros. Los abonos del Barça al entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) siguieron aumentando, situándose en 209.500 euros en 2007, 223.555 euros en 2008, 331.062 euros en 2009 y 477.222 euros en 2010.

En total, Laporta habría pagado hasta 1.455.869 euros. Y todo ello por unos informes y asesorías verbales que los jugadores y entrenadores del FC Barcelona nunca vieron. Tampoco hubo respuestas para la diferencia salarial que recibía el número dos de los árbitros y el actual encargado de su función desde noviembre de 2021, Ricardo García Segura, el cual cobra una nómina situada entre los 24.000 y los 30.000 euros. Muy lejos de los más de siete millones de euros repartidos en 17 años que percibió Negreira.

Un asesor de Laporta quiso censurar a un socio

Uno de los momentos más tensos de la Asamblea General llegó cuando el exmiembro de la Comisión del Espai Barça, Jaume Llopis, criticó la situación económica del Barça. Fue entonces cuando Enric Masip, ejecutivo del FC Barcelona y asesor de Joan Laporta, intervino para tratar de cortar al senador azulgrana. Laporta luego tomó el turno de palabra para enfrentarse a Llopis: "Usted tiene formación económica, no haga juegos de trilerismo. No exponga su opinión con tanta suficiencia. Estamos viviendo una realidad, no una ficción. Tiene muchas ganas de protagonismo", contestó.

"Conoce muy bien al Barça. Verle a piñón fijo me entristece. El barcelonismo solo nos tiene a nosotros. Le pido que rebaje su afán de protagonismo. Me sabe muy mal verle hacer demagogia. Sabe que estamos mucho mejor desde cuando llegamos. Su opinión es intencionada, crítica -que siempre ayuda para espabilarnos-, pero es momento de cerrar filas y usted está poniendo palos en las ruedas. Se repetirá el mejor Barça de la historia y desde fuera lo viven con pánico. Su punto de vista es catastrofista y el mío es realista", cerró Laporta.