Leo Messi gana el octavo Balón de Oro por jugar bien siete partidos en toda la temporada
El Mundial de Qatar, donde Leo Messi marcó en todas las eliminatorias, ha sido decisivo para que se impusiera a Erling Haaland y Rodri Hernández. La Copa del Mundo pesó demasiado
Leo Messi ganó el Mundial de Qatar con Argentina que le ha impulsado a sellar su octavo Balón de Oro. La estrella albiceleste, ahora en las filas del Inter de Miami, marcó siete goles y tres asistencias y ganó el único trofeo que faltaba en su abarrotado palmarés. En la mejor final de la historia de los mundiales (3-3), con prórroga y penaltis de infarto incluidos, Messi salió campeón ante el jugador más letal, Kylian Mbappé. La Copa del Mundo, a los 35 años, le otorgó a Leo Messi la gloria eterna y le permitió cerrar su carrera con la única espina que tenía clavada.
El argentino aprovecharía para agradecer a su familia "por estar ahí en los peores momentos. Sin ustedes esto habría sido imposible". Leo Messi también quiso hacer mención al Diego, que hoy es su cumpleaños. Creo que no hay mejor homenaje para él, en cualquier sitio, que esté''. A su 35 años, Messi rechazó poner una fecha para su retirada y remarcó su tenacidad: "Además, nunca me rendí, ni siquiera en los malos momentos, cuando no se me daba. Por suerte todo cambió'', zanjó.
Nunca nadie fue mejor y más grande durante tanto tiempo como Leo Messi. Su supremacía es indiscutible. De hecho, Messi no necesitaba el Mundial para estar entre los más grandes de la historia, pero el conseguir la Copa del Mundo lo catapultó definitivamente a la cúspide de la pirámide futbolística. Leo Messi marcó en la fase de grupos, los octavos de final, los cuartos de final, las semifinales y la gran final.
En ella inauguró el marcador desde el punto de penalti, participó en la jugada del segundo y anotó el tercero. También convirtió su lanzamiento en la tanda de penaltis. El único en conseguir algo así. En su última oportunidad para ganar el Mundial, cuando la velocidad y la potencian deberían flojear, Messi demostró la mejor versión posible de un futbolista acribillado por la comparación con Diego Armando Maradona. Y se mostró el Messi más maradoniano posible. Un icono indestructible.
Messi es el mejor jugador de la historia y dejó acciones inolvidables durante el Mundial, como cuando rompió la cadera del mejor central del torneo croata, Josko Gvardiol y marcó el primer gol, participó en el segundo y asistió en el tercero ante los balcánicos. Su Mundial fue una exhibición de liderazgo y cerró una herida que ya se había alargado demasiado en tiempo. Ya nunca más podrá recibir el adjetivo de "pechofrío".
Messi no necesitaba este homenaje
En temporadas de Mundial, ganar la Copa del Mundo significa potenciar exageradamente las posibilidades de ganar el Balón de Oro. Sin embargo, y aunque el Mundial de Messi fue excelso y tiró del carro en los momentos más difíciles, el octavo Balón de Oro del argentino está cogido con pinzas por su floja temporada en el PSG. El delantero ganó la Supercopa y la Ligue 1, pero se estrelló en Copa y en la Champions League, la obsesión de Qatar y del PSG. La Champions también pesa y mucho y ahí el suspenso fue mayúsculo.
El argentino, que formaba parte de un teórico tridente temible junto a Neymar y Mbappé, no pudo marcar ni asistir en la eliminación contra el Bayern de Múnich en octavos de final. El PSG no marcó en todo el partido y volvió a caer, desatando una sonora crisis institucional. A Messi se le trajo para poder asaltar la Copa de Europa y el PSG se fue de vacío, otra temporada más. El fracaso en la Champions League fue mayúsculo para un club donde la Orejona es el mayor deseo.
Los números del argentino, bastante irregular con su club, no engañan: 32 goles y 25 asistencias en 55 partidos entre todas las competiciones. Solo fue el décimo máximo goleador en la liga francesa, aunque terminase como el primer asistente del campeonato. Y aunque es cierto que su posición no era de delantero puro y más de mediapunta, la exigencia de la liga gala no es comparable a la del resto de grandes ligas.
A Rodri le faltó prensa para ganar
Otros grandes candidatos al Balón de Oro como Erling Haaland marcaron 52 goles y dieron 9 asistencias en 53 encuentros. El delantero del Manchester City alzó la Champions League, trofeo que le aseguró el triplete de la mano de Pep Guardiola. Los números del noruego fueron sobrenaturales, aunque le penalizó quedarse fuera del Mundial de Qatar.
Algo similar sucede con Rodrigo Hernández, autor del gol inglés que dio la victoria al Manchester City en la final de Champions contra el Inter de Milán. El español fue el mejor centrocampista de la temporada, aunque Luis Enrique insistiese en colocarlo como central en la Copa del Mundo y España cayese en octavos de final contra Marruecos. Es uno de los Balones de Oro más controvertidos de Messi.
Leo Messi ganó el Mundial de Qatar con Argentina que le ha impulsado a sellar su octavo Balón de Oro. La estrella albiceleste, ahora en las filas del Inter de Miami, marcó siete goles y tres asistencias y ganó el único trofeo que faltaba en su abarrotado palmarés. En la mejor final de la historia de los mundiales (3-3), con prórroga y penaltis de infarto incluidos, Messi salió campeón ante el jugador más letal, Kylian Mbappé. La Copa del Mundo, a los 35 años, le otorgó a Leo Messi la gloria eterna y le permitió cerrar su carrera con la única espina que tenía clavada.
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