Es noticia
El PSG es un equipo en llamas en Champions y solo Ramos da la cara contra el Bayern (2-0)
  1. Deportes
  2. Fútbol
Adiós a los cuartos de final

El PSG es un equipo en llamas en Champions y solo Ramos da la cara contra el Bayern (2-0)

Los parisinos fracasan por segunda temporada consecutiva y caen en los octavos de final de la Champions League. No marcaron ni un solo gol en 180 minutos de eliminatoria

Foto: Sommer detuvo las mejores ocasiones parisinas. (Reuters/Kai Pfaffenbach)
Sommer detuvo las mejores ocasiones parisinas. (Reuters/Kai Pfaffenbach)

Después de juntar a Leo Messi, Neymar Júnior, Kylian Mbappé, Sergio Ramos o Marco Verratti, el PSG sigue siendo un pozo (de petróleo) y dinero quemado. No hay ni rastro de la grandeza que pretende transmitir el club parisino a base de talonario. Por segunda temporada consecutiva, el club-estado de Qatar, dirigido por Nasser Al-Khelaïfi, cayó a las primeras de cambio en la Champions League ante el Bayern de Múnich tras no marcar ni un solo gol en 180 minutos. Como ya hiciera la temporada pasada ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu en los octavos de final, el conjunto dirigido por Galtier se quedó petrificado ante los goles de Choupo-Moting y Serge Gnabry en la segunda parte. El Bayern ya está en cuartos y el PSG vuelve a fracasar en su gran objetivo.

El PSG se jugaba la temporada en una noche y salió prudente al Allianz Arena. Con Sergio Ramos capitaneando la defensa con maestría sin la pelota y clarividencia con ella, Fabían Ruiz en el centro del campo y Leo Messi junto a Kylian Mbappé en la punta de ataque, los parisinos cambiaron su planteamiento respecto a la ida. Más agresivos en la presión alta, espoleados por tener un futbolista que trabajara más que Neymar en ese aspecto, pero sin la creatividad, verticalidad y fantasía del brasileño en el último tercio del campo. El Bayern de Julian Nagelsmann también dibujó un partido de pocos riegos, esperando que los giros de tobillo de Jamal Musiala y las arrancadas de Kingsley Coman marcaran la diferencia.

placeholder El francés, gran amenaza al contragolpe. (Reuters/Kai Pfaffenbach)
El francés, gran amenaza al contragolpe. (Reuters/Kai Pfaffenbach)

El ritmo era altísimo en una guerra de guerrillas por el césped. Nuno Mendes frenó en seco a Coman en la primera aventura del francés contra el luso. Saltaban chispas en ambas bandas, donde Achraf Hakimi tenía por delante a Musiala y a un cuchillo como Alphonso Davies. La calidad que reunía el terreno de juego solo se veía opacada por el excesivo miedo y tacticismo de sus entrenadores, que no querían encajar un gol en contra de ninguna manera... aunque se generase muy poco en ataque. El PSG se parapetó en su campo con una bala en la recámara llamada Kylian Mbappé. Upamencano, pilar del Bayern en defensa, competía codo con codo en esos desmarques eternos al espacio.

Donnarumma detuvo un latigazo de Goretzka desde la frontal sin mayores problemas. Respondió Mbappé estrellando la pelota en el lateral de la red tras una jugada individual de Messi. El argentino carburó y solo la aparición estelar y salvadora de Davies evitó el primero del PSG, que tenía más talento arriba. El Bayern, con Choupo-Moting en ataque, disparaba con balas de fogueo. En el minuto 38, De Ligt salvaría la ocasión más clara al evitar el gol de Vitinha para el PSG. Sommer, guardameta suizo del Bayern, se había dormido en los laureles en la salida de balón hasta rifar la pelota... pero el PSG perdonó. Todo quedó visto para la segunda parte.

El PSG se quedó de piedra

El segundo asalto inició con un doble fallo de Choupo-Moting al desperdiciar un pase fabuloso de Musiala y taponar el disparo de su compañero en el rebote posterior. Solo un minuto después, el delantero camerunés pudo resarcirse al conectar un gran gol de cabeza, pero Müller trató de empujar la pelota, se cruzó en el camino de Donnarumma y el árbitro del encuentro, Daniel Orsato, anuló el tanto local. El PSG se salvó, pero el cuadro parisino había perdido la batalla por el centro del campo y el Bayern empujaba una y otra vez.

Lo intentó el conjunto local a balón parado, con el gigantón Goretzka imponiéndose por el aire y rematando por encima del larguero. Y lo acabaría logrando. Acto seguido, una pérdida de Verratti en zona sensible, con Goretzka otra vez como protagonista, terminó con Müller cediendo un gol cantado para Choupo-Moting, que esta vez no falló solo frente a Donnarumma. El PSG se tambaleaba. Emergió Ramos a balón parado para radiografiar un gol de cabeza que ya marcó con el Real Madrid hace años en ese 0-4, pero Sommer sacó una mano imperial. Mbappé olía el gol. Solo ellos dos daban un paso hacia adelante.

placeholder Sergio Ramos, el mejor jugador del encuentro junto a Mbappé para los parisinos. (Reuters/Kai Pfaffenbach)
Sergio Ramos, el mejor jugador del encuentro junto a Mbappé para los parisinos. (Reuters/Kai Pfaffenbach)

El Bayern esperaba sentenciar el partido al contragolpe y pudo hacerlo si Sané y Coman llegan a darse brío. Otra vez el habilidoso extremo alemán pudo matar el encuentro, sin llegar a hacerlo en un lapso de cinco minutos. Messi era un islote y estaba rodeado de un enjambre de piernas. El PSG era un juguete en las manos de un Bayern que jugaba con su angustia y saboreaba otra hecatombe en París. Ramos intentaba la épica y Mbappé lo hacía a la desesperada, pero sería Gnabry al contragolpe quien bajaría la persiana del PSG en Champions.

Después de juntar a Leo Messi, Neymar Júnior, Kylian Mbappé, Sergio Ramos o Marco Verratti, el PSG sigue siendo un pozo (de petróleo) y dinero quemado. No hay ni rastro de la grandeza que pretende transmitir el club parisino a base de talonario. Por segunda temporada consecutiva, el club-estado de Qatar, dirigido por Nasser Al-Khelaïfi, cayó a las primeras de cambio en la Champions League ante el Bayern de Múnich tras no marcar ni un solo gol en 180 minutos. Como ya hiciera la temporada pasada ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu en los octavos de final, el conjunto dirigido por Galtier se quedó petrificado ante los goles de Choupo-Moting y Serge Gnabry en la segunda parte. El Bayern ya está en cuartos y el PSG vuelve a fracasar en su gran objetivo.

Sergio Ramos Bayern Múnich Champions League
El redactor recomienda