La rebelión de Koke, el líder silencioso con "sangre rojiblanca en las venas"
El capitán confía en que, pese a los malos resultados, el equipo resurja en esta recta final de LaLiga. Abraham García, su entrenador en el Atlético de Madrid B, repasa su trayectoria
Jorge Resurrección creció en Vallecas, pero en su cuarto no había bufandas del Rayo. Había banderas del Atlético de Madrid. Koke, su apodo futbolístico y de vida, acabaría por convertirse en una leyenda en activo para el Calderón y el Wanda Metropolitano. La dura derrota frente al Athletic de Bilbao del pasado domingo dejó al todavía líder de LaLiga en una posición extraña, ya no eran los únicos que dependían de sí mismos para alzar el trofeo. El inesperado tropiezo del Barcelona frente al Granada minimizó el golpe. Pero su capitán se ha encargado de levantar el ánimo de la afición de una manera accidentada gracias a la filtración de un audio en redes sociales en el que resalta la capacidad histórica del club para crecerse ante la adversidad.
Si a principios del año el conjunto entrenado por Diego Pablo Simeone sumaba una amplia ventaja de 10 puntos (y un partido atrasado) respecto a sus perseguidores, ahora la recta final de la liga española es una carrera a cuatro bandas con una distancia de tres puntos. “Somos el puto Atleti y nunca vamos a ganar nada fácil, nunca”, afirma la voz de Koke en el audio. Pese a levantar polémica en parte de la afición rojiblanca por el carácter privado de la conversación y su posterior difusión a través de WhatsApp, Twitter o Instagram durante los últimos días, el mensaje ha logrado insuflar optimismo a la hinchada tras la derrota en San Mamés. Aupados por su capitán, el vestuario confía ciegamente en ganar los cinco partidos restantes y ser campeones de LaLiga.
Koke Resurrección entró en la cantera del Atleti con seis años. Ese año la camiseta del club no iría por cuenta de su familia. Diez años más tarde se enfundó la elástica del filial para debutar en Segunda B. Era juvenil de primer año. “Era un chico muy avanzado en madurez. No excesivamente fuerte, pero tenía ya la cabeza amueblada. Los rivales le sacaban hasta 15 años algunos”, relata a El Confidencial Abraham García, actual técnico del Marbella FC y exentrenador del Atlético de Madrid B: “Con 16 años tenía anchuras de capitán. Lo jugaba todo, se hacía respetar”. La dureza de la categoría es de sobra conocida, pero el vallecano no se quejaba.
Tres temporadas en Segunda B le valieron para ir incorporándose progresivamente al primer equipo. Para la temporada 2011/12 era un jugador más en la plantilla del Atlético de Madrid. Su debut fue en el 2009, con 17 años y en una plaza como el Camp Nou. Palabras mayores. Abel Resino le dio esa oportunidad. Ni siquiera su figura de capitán se libró de las críticas cuando llegaron las malas rachas. “El problema del fútbol es comentar de forma gratuita. Koke es un jugador inteligente que ha tenido buenos maestros. Antonio López, Diego Godín, Raúl García, Gabi… Ha aprendido de todos ellos que lo está fuera del campo también es importante. Hay muchas cosas al rededor del césped, más en el Atlético de Madrid”, defiende García.
Fue precisamente Simeone quien le entregaría la batuta del juego cuando firmó como entrenador del Atlético de Madrid. En la presente temporada, el futbolista ha disputado todos los partidos de LaLiga en los que ha estado disponible (se perdió un encuentro por acumulación de tarjetas), solo salió desde el banquillo en dos citas. “Ahora el jugador todocampista está de moda, pero en su momento solo se veían mediapuntas o mediocentros defensivos. Él engloba un poco todo. Koke no suele hacer partidos de nueve o de matrícula de honor, pero siempre da una nota alta, un notable. Aporta sin el balón, se sacrifica a jugar en cualquier posición... Lo hace con liderazgo, va a muerte con el entrenador y con el club. Me parece la definición de capitán por encima de todo”, asegura el que fuera su técnico.
El espejo de su ídolo, Fernando Torres
Como cualquiera aficionado del Atlético de Madrid en el inicio de los 2000, Koke tenía un ídolo futbolístico por encima de todos, Fernando Torres. Un niño capaz de ser el icono de una generación de aficionados colchoneros. El histórico delantero madrileño ha reiterado en multitud de ocasiones la importancia que tuvo Abraham García en su carrera como futbolista. Este le entrenó como juvenil de las categorías inferiores. El técnico no tiene la más ligera duda cuando se le pregunta por la mayor similitud entre ambos jugadores: “El sentimiento atlético. Estos tienen sangre rojiblanca en las venas. Son personas con la cabeza amuebladas, creen en el esfuerzo del día a día. Respetuosos con el propio fútbol, con compañeros y rivales. En ese sentido les veo inconformistas, siempre quieren más”.
En el año 2014, el Barcelona llamó a la puerta del vallecano. “Fue difícil decir que no”, confesaría tiempo después del centrocampista. La oferta, más allá de lo económico, no podía ser más atractiva. El equipo culé dirigido por aquel entonces por Luis Enrique le veía como el sustituto perfecto para Xavi Hernández, quien estaba próximo a finalizar su carrera en el fútbol de máximo nivel. Galones de estrella y las llaves del mejor centro del campo del planeta futbolístico. El canterano del Atleti tenía todo para marcharse y acabó por decidir que se quedaba en el Calderón.
Su implicación con el proyecto colchonero volvió a reflejarse el pasado domingo, tras la derrota en Bilbao, cuando admitió que Íñigo Martínez era su marca y que el gol triunfador del Athletic había llegado por su culpa. “En esta época que vivimos en la que se acabaron los errores cuando comenzaron las excusas, Koke asume sus fallos y eso le honra. Demuestra que cuando se pierde un partido, le duele en lo más profundo de su corazón”, argumenta Abraham García, que cita también malos momentos como cuando “era llamado por la selección y dejó de aparecer en las convocatorias”. Un líder silencioso que no acostumbra a alzar la voz fuera de los terrenos de juego, pero cuyo audio filtrado (destinado, supuestamente, a un amigo personal) le ha valido los elogios de su afición.
Abraham García, que también entrenó en las categorías inferiores del Real Madrid, comparte la reflexión del que fuera su pupilo sobre la capacidad de superación colchonera: “Todo el mundo dice que la Champions es la competición del Madrid y claro, ¿cómo no se va a decir si ganan tantas?, pues el Atleti es un club que se crece en un contexto de adversidad, de bajar a Segunda, de tener que regresar a Europa… Por supuesto que pueden sacar esto adelante”. Koke ya ha dejado clara su postura.
Jorge Resurrección creció en Vallecas, pero en su cuarto no había bufandas del Rayo. Había banderas del Atlético de Madrid. Koke, su apodo futbolístico y de vida, acabaría por convertirse en una leyenda en activo para el Calderón y el Wanda Metropolitano. La dura derrota frente al Athletic de Bilbao del pasado domingo dejó al todavía líder de LaLiga en una posición extraña, ya no eran los únicos que dependían de sí mismos para alzar el trofeo. El inesperado tropiezo del Barcelona frente al Granada minimizó el golpe. Pero su capitán se ha encargado de levantar el ánimo de la afición de una manera accidentada gracias a la filtración de un audio en redes sociales en el que resalta la capacidad histórica del club para crecerse ante la adversidad.
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