El Sevilla, un candidato de pleno derecho: "No hay que exigir el título, pero sí meter presión"

Tres puntos de diferencia entre el primer clasificado de LaLiga y el cuarto. No es un espejismo. Es la competición doméstica más apretada de las últimas décadas, la única con hasta cuatro equipos con aspiraciones de trofeo. Con permiso del Barcelona (71 puntos) y su partido atrasado contra el Granada del próximo jueves, el Atlético de Madrid (73 puntos) sigue como líder de la tabla. Tanto el equipo de Simeone como el de Koeman dependen de sí mismos: si ganan las citas que les restan hasta final de temporada, serán campeones. Una posición ventajosa en comparación a Real Madrid (71) y Sevilla (70), pero que se celebra en la ciudad de la Giralda con orgullo. Se han colado en una fiesta en la que nadie daba un duro por ellos, presentando una candidatura que recuerda a proezas deportivas como aquel campeonato del Leicester City en el 2016.

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Alberto Ramírez

Manolo Jiménez, exentrenador sevillista y uno de los nombres más queridos entre la afición, atiende a El Confidencial desde Atenas para valorar a su equipo de toda la vida en este dulce momento. “Estoy súper orgulloso y feliz de la trayectoria del Sevilla. El club ha ido creciendo, ha habido años buenos, otros no tan buenos, pero siempre con línea ascendente. Este año parece que se ha apostado más fuerte por LaLiga”, asegura el actual técnico del AEK Atenas, matizando que “es cierto que no depende de sí mismo, sino de los rivales directos. Pero lo importante es que el equipo está fuerte, manteniendo una regularidad que le permite meter presión a clubes diseñados para ganar el título”. “Eso no se alcanza solo con suerte, ni con un trabajo de un año. Es una progresión de muchos años y ahora toca recoger los frutos”, alaba Jiménez.

El que fuera jugador del Sevilla durante 14 temporadas consecutivas repite durante la conversación telefónica en varias ocasiones que “hay que tener los pies en el suelo”. Un rasgo de entrenador en activo que no oculta una importante estadística para medir el año del equipo: están a tan solo seis puntos de igualar su récord absoluto de puntos en LaLiga. Disponen de cinco jornadas para superarlo. En la temporada 14/15, sus 76 puntos solo les valió para ser quintos. Esta vez ya tienen matemáticamente la clasificación asegurada para la Champions League. “Hablar de ganar una liga es algo imposible si el Real Madrid o el Barcelona mantienen el ritmo y pulso que han tenido casi siempre. Que haya equipos como el Atlético de Madrid o Sevilla, que son capaces de estar preparados por si hay dudas de los más grandes durante la competición es muy meritorio…. Todos recordamos cuando Madrid y Barça alcanzaban los 100 puntos y era algo imposible para el resto de equipos. Este año, pese a estar arriba, no han sido tan regulares. Esto permite que otros equipos se sumen a la pelea. Sevilla y Atleti dan pie a que haya un final de liga con cuatro y no con los dos de siempre. Eso es bueno para todos”, expone Jiménez.

El auge de los de Lopetegui, un triunfo contra el modelo de la Superliga

Hace apenas dos meses, la figura de Julen Lopetegui estaba en entredicho en Sevilla. La afición, ambiciosa en Europa gracias al gran desempeño que el equipo ha tenido con la Europa League año tras año, vio con tristeza como el Borussia de Dortmund los eliminaba de la Champions en octavos. Manolo Jiménez considera al público soberano, “en los restaurantes el cliente siempre tiene la razón, en el fútbol lo mismo, cada uno opina como quiere”, pero rompe una lanza a favor de su colega: “El trabajo de Julen y su cuerpo técnico es incontestable. Al igual que los jugadores y los trabajadores del club. El equipo ha confiado en un buen entrenador, este ha hecho su trabajo y confiado en su método y filosofía”.

La pelea del Sevilla por LaLiga, casualidades del destino, es uno de los mejores ejemplos deportivos para oponerse a la creación de la Superliga europea de clubes, proyecto fallido que “habría sido injusto”. “No tenía sentido alguno… Era el afán y la ambición de unos poquitos sin respetar el papel del resto para poder llegar a lo más alto. Nunca hay un primero sin un segundo, ni un segundo sin un tercero y así sucesivamente. Para ser campeón de algo tienes que erigirte por encima de todos los rivales. Se ha faltado el respeto al resto de rivales, ha sido tremendo. Ha valido más el interés por el negocio que el fútbol como deporte. La reacción de la inmensa mayoría, y de muchos futbolistas, ha sido espectacular y por eso ha quedado en nada”, valora el técnico sevillano.

El otrora bautizado por José María del Nido como el Wenger de Arahal (Sevilla) no puede evitar hablar con emoción cuando se le pregunta por la hipotética imagen de Jesús Navas levantando el trofeo de LaLiga, “sería bonito para todo el sevillismo, por esas personas que nunca han visto levantar una liga”. El canterano jugó 133 partidos a sus órdenes. El equipo andaluz cuenta con un trofeo como mejor equipo de España en su vitrina logrado en la temporada 1945/6. Sería más de medio siglo después cuando con Juande Ramos peleó hasta la última jornada el título de liga en la 06/07. “Hay que tener los pies en el suelo”, insiste Jiménez: “El equipo tiene que hacer bien las cosas, esperar que fallen los demás y meter presión. El Sevilla no tiene que autoexigirse ganar este trofeo. Eso queda para el Madrid, el Barcelona o incluso el Atleti, que por presupuesto están más obligados”.

Estos últimos resultados del equipo, que acumula cinco partidos consecutivos con victoria, coinciden con el mejor rendimiento del Papu Gómez desde su llegada al Ramón Sánchez-Pizjuán. El mediapunta argentino, quien llegó en el mercado de invierno con el cartel de estrella procedente de la Atalanta, tardó en carburar. “Soy de los que piensa que ningún profesional, sea del ámbito que sea, cuando demuestra día a día y partido a partido una capacidad, una regularidad y una trayectoria positiva no se puede emborronar por unos partidos de adaptación lógicos. Para mí, es un jugador top que merece un mínimo de reconocimiento siempre. Lo que pasa es que a veces las cosas salen mejor o peor, hay que estar preparado para las críticas negativas también. El Papu ha demostrado ser un futbolista importante”, reflexiona el técnico español.

Manolo Jiménez regresó a Atenas el pasado diciembre. Su vínculo con el AEK es evidente. Hasta en cuatro ocasiones ha cogido el mando del banquillo de los helenos: “Estábamos bajos en la clasificación, muchos problemas por el covid, hasta 12 futbolistas han pasado la enfermedad. Hemos quedado terceros en la liga regular, estamos en playoff y en semis de copa. Está siendo difícil, pero damos la cara como es obligatorio”. “Tengo un año más de contrato. Pero no hay nada seguro. No tendría ningún problema en regresar a España o de continuar una vez que acabe la temporada”, explica sobre su futuro más inmediato. En este tramo final del campeonato griego dedicará los ratos libres a ver el desempeño equipo de su vida, que se encuentra en una posición histórica. Un candidato en mayúsculas que ya no sorprende a nadie.